Me había pedido Yarik cierta información o consejo sobre unas rutas que pensaba realizar el próximo puente de la constitución con unos amigos y estuvimos dándole vueltas al asunto durante unos días por el correo y ya se sabe que las conversaciones por escrito y a distancia suelen generar bastantes malentendidos por lo que me presté a acompañarle no ya a hacerle de guía sino a solventar algunas pequeñas dudas en el sitio mismo, no solo suyas, también mías. Y además iba a ir solo y no había porqué si podía ir con él. Es más, algún otro se apuntó al carro y formamos un grupito de cuatro; además de nosotros dos, Jauja y Félix, este poco habitual, pero que puede que se vaya animando (si no le hago caminar mucho, bien es cierto).
La ruta programada, parecida a ésta. Ir y volver sin perder mucho el tiempo para estar pronto en casa aunque tenía previsto hacer algún tramo más en cuanto ellos se marcharan más no fue así (luego sabremos porqué). Así pues pasamos el túnel con todos los coches porque algunos no las tenían todas consigo y preferían asegurar el retorno y empezamos con algún tramo nuevo para todos ellos de inicio, la subida al Pujol d'en Banya, que pilló a alguno bastante frío. Menos mal que después hay una buena tirada casi plana para recuperar.
En Can Prohom decidimos tirar por el GR en lugar de las pistas para evitar posibles problemas con los cazadores e ir sobre seguro. Ese camino no es el típico de camino de carro, te encuentras zonas de sendero, algunos tramos de escalonado viejo, otros de restaurados, otros más rocosos por lo que pasar sin penalizar es un reto, aunque es bastante divertido. Creía que no podría pero pude pasar el último tramo largo de escalones antes de llegar a la carretera, algo es algo.
No bajamos a la cala, Yarik dijo que lo conocía y prefería asegurar el horario, por eso ni merendamos casi en Deià, volvimos directamente no sin antes perdernos un poco por las calles empinadas del pueblo hasta encontrar la dirección correcta donde nos dimos de bruces con una nueva barrera en plena calle. Estábamos cavilando si saltarla o no cuando llegó una mujer en coche y la abrió con el mando y nos invitó a pasar no sin antes explicarnos que unos metros más atrás han abierto un paso de escaleras para acceso peatonal, según ella, por las quejas recibidas por la barrera. Pasamos pues e hicimos la subida sin problemas que, en honor a la verdad, se me hizo corta, aunque no llegamos al final, pasamos por delante de la penúltima casa (no lo haré más, lo prometo) y entramos en el bosque con lo que tuvimos que llegar a la fuente pateando. Ese tramo es mejor hacerlo sólo de bajada y así llegar a la fuente montado.
En el porxo del descampado había gente, nos invitaron a hierbas pero preferimos continuar serenos y tampoco pusieron pegas, al final fueron los únicos que nos encontramos en nuestro camino; bueno, no, también nos cruzamos con una mujer en Son Coll que volvimos a ver en Deià por cierto. Alguno se quejaba por el pateo y no fue para tanto, será falta de costumbre, y después pillamos el camino directo hasta la barrera aunque no faltaron las indicaciones oportunas para posibles variaciones. Llegamos a las pistas y hasta la barrera de salida lo más rápido posible aunque en mi caso mucho más lento que los demás.
No sé si lo sabéis pero en ese lugar hay una era de batre muy grande y un pequeño tramo escalonado de camino que no suele tener más historia pero que de bote pronto impone un poco. Jauja lo bajó primero y después Yarik y en el segundo escalón noté, vi, intuí, cualquiera vale, un vaivén en la rueda trasera pero como siguió bajando por el camino no le dí más importancia pero al llegar a la barrera de las casas estaba parado Yarik porque también había notado algo raro. En un principio no vimos nada anormal pero al voltear la bici enseguida vi el crujido en la soldadura de la puntera trasera, ¡se había partido de arriba abajo!. Cuando se dio cuenta el dueño se vino abajo, estaba sumamente desconsolado, no es para menos, pero se recuperó en unos minutos, el cuadro está en garantía aunque no hay distribuidor en España por lo que tendrá que lidiar con el fabricante directamente. Se supone que no tiene que haber graves problemas para solucionarlo.
(El tema de mi garantía no voy a comentarlo en este momento aunque ganas no me faltan, merece un capítulo aparte).
Como había llevado la furgo y caben varias bicis de sobra bajé a buscarla rápidamente mientras los demás se quedaban con él arriba esperando mi regreso. Cargamos, bajamos y nos despedimos rápidamente. En ese momento podría haber continuado con mi plan inicial pero ya se me habían pasado las ganas y también tomé las de villadiego. Si no hubiera sucedido este imprevisto se podría decir que se habían cumplido los objetivos que, aún siendo la misma ruta para todos, eran bien diferentes para cada uno de nosotros.
La ruta programada, parecida a ésta. Ir y volver sin perder mucho el tiempo para estar pronto en casa aunque tenía previsto hacer algún tramo más en cuanto ellos se marcharan más no fue así (luego sabremos porqué). Así pues pasamos el túnel con todos los coches porque algunos no las tenían todas consigo y preferían asegurar el retorno y empezamos con algún tramo nuevo para todos ellos de inicio, la subida al Pujol d'en Banya, que pilló a alguno bastante frío. Menos mal que después hay una buena tirada casi plana para recuperar.
En Can Prohom decidimos tirar por el GR en lugar de las pistas para evitar posibles problemas con los cazadores e ir sobre seguro. Ese camino no es el típico de camino de carro, te encuentras zonas de sendero, algunos tramos de escalonado viejo, otros de restaurados, otros más rocosos por lo que pasar sin penalizar es un reto, aunque es bastante divertido. Creía que no podría pero pude pasar el último tramo largo de escalones antes de llegar a la carretera, algo es algo.
No bajamos a la cala, Yarik dijo que lo conocía y prefería asegurar el horario, por eso ni merendamos casi en Deià, volvimos directamente no sin antes perdernos un poco por las calles empinadas del pueblo hasta encontrar la dirección correcta donde nos dimos de bruces con una nueva barrera en plena calle. Estábamos cavilando si saltarla o no cuando llegó una mujer en coche y la abrió con el mando y nos invitó a pasar no sin antes explicarnos que unos metros más atrás han abierto un paso de escaleras para acceso peatonal, según ella, por las quejas recibidas por la barrera. Pasamos pues e hicimos la subida sin problemas que, en honor a la verdad, se me hizo corta, aunque no llegamos al final, pasamos por delante de la penúltima casa (no lo haré más, lo prometo) y entramos en el bosque con lo que tuvimos que llegar a la fuente pateando. Ese tramo es mejor hacerlo sólo de bajada y así llegar a la fuente montado.
En el porxo del descampado había gente, nos invitaron a hierbas pero preferimos continuar serenos y tampoco pusieron pegas, al final fueron los únicos que nos encontramos en nuestro camino; bueno, no, también nos cruzamos con una mujer en Son Coll que volvimos a ver en Deià por cierto. Alguno se quejaba por el pateo y no fue para tanto, será falta de costumbre, y después pillamos el camino directo hasta la barrera aunque no faltaron las indicaciones oportunas para posibles variaciones. Llegamos a las pistas y hasta la barrera de salida lo más rápido posible aunque en mi caso mucho más lento que los demás.
No sé si lo sabéis pero en ese lugar hay una era de batre muy grande y un pequeño tramo escalonado de camino que no suele tener más historia pero que de bote pronto impone un poco. Jauja lo bajó primero y después Yarik y en el segundo escalón noté, vi, intuí, cualquiera vale, un vaivén en la rueda trasera pero como siguió bajando por el camino no le dí más importancia pero al llegar a la barrera de las casas estaba parado Yarik porque también había notado algo raro. En un principio no vimos nada anormal pero al voltear la bici enseguida vi el crujido en la soldadura de la puntera trasera, ¡se había partido de arriba abajo!. Cuando se dio cuenta el dueño se vino abajo, estaba sumamente desconsolado, no es para menos, pero se recuperó en unos minutos, el cuadro está en garantía aunque no hay distribuidor en España por lo que tendrá que lidiar con el fabricante directamente. Se supone que no tiene que haber graves problemas para solucionarlo.
(El tema de mi garantía no voy a comentarlo en este momento aunque ganas no me faltan, merece un capítulo aparte).
Como había llevado la furgo y caben varias bicis de sobra bajé a buscarla rápidamente mientras los demás se quedaban con él arriba esperando mi regreso. Cargamos, bajamos y nos despedimos rápidamente. En ese momento podría haber continuado con mi plan inicial pero ya se me habían pasado las ganas y también tomé las de villadiego. Si no hubiera sucedido este imprevisto se podría decir que se habían cumplido los objetivos que, aún siendo la misma ruta para todos, eran bien diferentes para cada uno de nosotros.