II Quedada Maifren

A medida que pasaba la semana iban empeorando las previsiones del tiempo y he de reconocer que llegué a dudar de mi asistencia si las condiciones empeoraban mucho durante la noche aunque las previsiones eran las de una mañana estable con las tormentas localizadas al principio y al final, eso sí, comparando con otras páginas del tiempo había bastantes variaciones entre unas y otras, pero al asomarme por la mañana y ver el suelo seco ya vi que nada de lo anunciado sucedería así que olvidé lo visto sobre el tema y me preparé para ir a la concentración de los Maifren. En realidad no sé cómo llamarla, este tipo de eventos ha surgido espontáneamente organizados por grupos de BTT de la isla sin ningún tipo de ayuda oficial por parte de autoridades ni club deportivo, son eventos promovidos por personas particulares que se preocupan no sólo de anunciarlo en algún blog sino de que el evento tenga la máxima repercusión y un mínimo de logística para que los asistentes se sientan invitados a una salida especial y que vean y sientan que la ruta se ha preparado especialmente para ellos, éso evidentemente anima a otros grupos a seguir en esa senda y recoger el testigo de la siguiente quedada.

Llamémosle quedada o lo que queramos pero para una gran mayoría de bikeros es lo que se necesita para hacer piña, veo una gran diferencia entre estas salidas y algún otro tipo de acto organizado por algún club de la isla que es más una carrera encubierta disfrazada de salida para todos los públicos, y no hablemos del coste económico que supone la simple participación.

El recorrido tocó parte del realizado el año anterior esta vez en sentido inverso. No se pasó por Solleric directamente sino por Oliclar viniendo desde la Font Figuera por el tramo nuevo de camino restaurado. Recordemos que aún está pendiente la resolución definitiva de la posible prohibición del paso de bicicletas por ese tramo por parte del ayuntamiento de Alaró lo que obligó a una manifestación por las calles del pueblo pocos días antes de las elecciones y a pesar de haber aumentado la presencia política del partido del alcalde parece que el tema sigue estancado, es decir, no prohibido. Había quién ya opinaba esos días que el paso por Solleric (verdadero punto caliente del asunto) sería contraproducente y en esta ocasión se ha evitado, no así por el tramo restaurado ya que según recordamos el paso de vehículos a motor de gran cilindrada estaría autorizado, no así el de motos y bicicletas, motivo en el que se centraron algunas de las alegaciones presentadas contra dicha orden.

No los he contado pero éramos muchos aunque creo que menos (por poco) que en la anterior quedada, creo que la previsión tan exagerada del tiempo ha hecho recular a unos cuantos. Estaban los que estaban y la salida es con ellos que se hace, no con los que no han venido, así que impera el buen ambiente mientras vas cruzando presentaciones ya que algunos grupos nuevos van tomando forma y en estas concentraciones cogen impulso. Para otros se trata de un verdadero inicio de temporada después de un verano orientado a otros pasatiempos. Sea como fuere, allí estábamos para pedalear en compañía de otros forofos compulsivos hasta más no poder.

No me pidáis por dónde nos hemos metido porque no me he enterado bien al estar pendiente de otras cosas, lo que sí he visto son los letreros del Camí d'Alaró, bonito camino empedrado ahora en todo su esplendor. Creo que ya pasé alguna vez hace tiempo y no debía estar limpio como ahora, creo recordar que íbamos sorteando la vegetación (que me corrija Xisco si me equivoco), pero ahora ha sido ideal para conducir un gran grupo como éramos hasta las puertas de Alaró. Grande pero fragmentado ya que a la mínima que se podía los de delante apretaban y yo me he quedado casi siempre en medio rodando entre unos cuantos bastante cómodo y sin apreturas.

Un poquito de carretera para coger el camino que va a Solleric pasando por la explanada donde comimos el año pasado y ya me ha entrado el hambre, sería por los recuerdos. Justo al comenzar el tramo nuevo el pelotón se iba comprimiendo, empezaban las cuestas y algunos comenzaban a notar el desnivel e iban más patrás que palante, y no digamos después de pasar las casas de la Font Figuera y las primeras curvas donde la pendiente se hacía más acusada, no es una subida excesivamente difícil ni técnica, solamente en algunos tramos hay que forzar un poco más de riñones pero como para algunos era inédita no acababan de encontrar el ritmo adecuado y sucumbían, pero no solo las que no la conocían.

Arriba algunos partían por un sendero al otro lado de la pared y me animé porque no recordaba haber ido por ahí, de los pocos que me puse unas protecciones aunque tampoco hubieran hecho falta (debería quitar esta frase, no hicieron falta porque no me caí, es un sendero liso, rápido y divertido, pero te puedes hacer daño en cualquier sitio y después haberme arrepentido de no llevarlas puestas). Nos íbamos juntando con los que bajaban por la pista y casi todos siguieron por ella, nadie vino detrás de mí cuando me desvié por el sendero.

Algunos ya habían continuado cuando llegué a las casas pero como me quedé por allí un rato pude comprobar que faltaban muchos por llegar ya que bastantes habían subido a pata la cuesta anterior según me contaron. Faltaba subir el coll de sa Tanca Nova pero es por la cómoda pista que une ambas posesiones y además tiene la bajada asfaltada así como la subida hasta la placeta d'en Sión después la bajada la hicimos por este sustituto de camino llamado GR aunque más divertido que la propia pista y aún así algunos bajaban por ella.

Esperaba que el montaje del avituallamiento no estuviera lejos del cruce de Tossals para poder convencer a algunos de volver a subir hasta el refugio y bajar por el camí des Pinatons pero hicimos varios kilómetros de pista hacia Lloseta antes de poder empezar a hincar el diente al pa amb sobrassada (buenísima!) y a los pastelitos, pero eso es más para saciar la gula que otra cosa, y de paso elevar el azúcar, también, y si además lo complementamos con los refrescos azucarados y un montón de gente pasándoselo bien pues ya tienes los ingredientes que conforman algo parecido a la felicidad.

Partí de los últimos con Jauja y un colega suyo mientras que algunos habían salido rápidamente porque querían acabar de redondear el día con alguna subida extra, y su correspondiente bajada, desde luego. Unos dirigían la vista hacia el Penyal Gros, con algunas de las peores rampas con las que te puedes enfrentar sentado en una bici pero que después te recompensa con un circuito de descenso totalmente montado, y otros enfilaban hacia el castell d'Alaró para volver a bajar por las dresseres a toda mecha. Ahí ya cada uno eligió su final, nosotros volvimos al pueblo tranquilamente, solamente eran las doce, y algunos grupos se repartían por los bares celebrando tertulias o esperando la comida y la siguiente oportunidad de volver a rodar, solos o en compañía, de estos magníficos y variados caminos y senderos de los que podemos sentirnos orgullosos y responsables a la vez de poder disfrutar.

¡Gracias, Maifren!

Unas fotos sin crónica