Hace un mes tuve un intento de acercarme a Coanegra que resultó frustrado, fue el día de Alaró y cuando llegué a la carretera de Orient di media vuelta y volví por asfalto, mis razones tendría y la cosa quedó en suspenso, que no suspendida y hoy será el día, esta vez sin excusas y empezaré por Bunyola adonde me acerco directamente desde el outlet con algún requiebro añadido no obstante.
Como siempre un poco de pardaleria antes de empezar la ascensión por aquello de ver si aparece algún conocido con quien platicar o desconocido con el que picarse, de buenas, eso sí, sin que se note mucho, y de hecho sí que aparecen dos que empiezan antes pero que suben al tran tran y los sobrepaso aunque más arriba me alcanzan (¿lo del motor ayudará?) También llegan algunos después de mí en el coll des Picot pero prosiguen por pista yo en cambio iré por la cabra, estaba casi dispuesto a no parar en la entrada de la losa y mira por donde ha variado la presentación, el pino que la marcaba ha cambiado de posición, en lugar de estar en vertical como se esperaría ahora está en horizontal y ha removido el suelo al caer y una vez que me he bajado de la bici a comprobar los daños ya no vuelvo a montar, no había estado muy fino de todas maneras, hay otras zonas alteradas que también precisan mano de obra y la verdad es que me produce cierta desazón comprobar como continúan de dañados los bosques desde las tormentas pasadas y para muestra un botón, justo en el cruce de la cabra hay un pino en vertical que no llega al suelo, está literalmente colgado de otro faltándole unos metros de tronco para hacer pie, es curiosa la estampa.
La última vez que pasé por allí bajé hasta el fondo del comellar para enganchar la pista de vuelta, ahora iré hacia arriba para dirigirme al coll d’Honor. Bonita subida si la haces toda montado que se puede y excelente bajada hasta el desvío de ses Clavegueres donde al menos en su primera parte sigue como antes aunque la siguiente por el encinar sí presenta evidencias claras del vendaval, supongo que habrá habido algún pequeño cambio de trazado por ese motivo, de hecho lo noté al llegar al portillo donde llegas enfocado desde otra dirección. El final es la parte más rápida donde se suele coger el atajo para no pasar por las casas y que pone la guinda a ese itinerario espectacular.
No hay descanso en el torrente, hoy bastante concurrido por caminantes y que se dividen entre los que siguen hasta los saltos de agua, generalmente grupos más familiares, y los que continúan en dirección Santa María, estos harán el camino superior como yo. Iba algo optimista sobre la distancia que podría subir montado pero que la cruda realidad me mostró cuan equivocado estaba, si estuviera liso el piso quizás tuviera alguna oportunidad pero en esas condiciones ni pensarlo, de todas maneras no hay porqué avergonzarse y además vendrán dentro de poco peores momentos, seamos realistas. El tema es que no guardo malos recuerdos de esa subida, se ve que eran otros tiempos.
Guapa bonita primera parte con el camino en buenas condiciones mientras vamos bajando de nivel, hemos subido mucho respecto al cauce pero no nos vamos a acercar tampoco, se mantiene siempre una distancia respetable con el fondo. Este camino pierde mucha definición, se estrecha, cruza roquedales, tiene sube bajas y adquiere una dificultad mayúscula pero lo que para unos es un suplicio para otros es una acicate entonces no hay una postura unánime sobre sus verdaderas dificultades, el disfrute va por barrios.
Cuando llegas abajo se puede decir que ya has terminado la ruta pero estando a más de 20 kilómetros de parar habrá que seguir dando unos cuantos pedales aún. No hay que menospreciar la pista de Coanegra ni mucho menos pero la suelo tomar con bastante relax, en Son Pou apareció otro bikero que se fue por delante y no congeniamos, estaba yo entretenido en sacar algunas fotos de la casa que me faltaban y tampoco le hice mucho caso. La pista no dura mucho y pronto pisamos asfalto que no abandonaremos ya hasta la ciudad exceptuando el tramo antiguo empedrado del camí de sa bomba. ¿bomba de qué?, de agua?, de la guerra civil?, de qué? Habrá que investigar el asunto.
Como siempre un poco de pardaleria antes de empezar la ascensión por aquello de ver si aparece algún conocido con quien platicar o desconocido con el que picarse, de buenas, eso sí, sin que se note mucho, y de hecho sí que aparecen dos que empiezan antes pero que suben al tran tran y los sobrepaso aunque más arriba me alcanzan (¿lo del motor ayudará?) También llegan algunos después de mí en el coll des Picot pero prosiguen por pista yo en cambio iré por la cabra, estaba casi dispuesto a no parar en la entrada de la losa y mira por donde ha variado la presentación, el pino que la marcaba ha cambiado de posición, en lugar de estar en vertical como se esperaría ahora está en horizontal y ha removido el suelo al caer y una vez que me he bajado de la bici a comprobar los daños ya no vuelvo a montar, no había estado muy fino de todas maneras, hay otras zonas alteradas que también precisan mano de obra y la verdad es que me produce cierta desazón comprobar como continúan de dañados los bosques desde las tormentas pasadas y para muestra un botón, justo en el cruce de la cabra hay un pino en vertical que no llega al suelo, está literalmente colgado de otro faltándole unos metros de tronco para hacer pie, es curiosa la estampa.
La última vez que pasé por allí bajé hasta el fondo del comellar para enganchar la pista de vuelta, ahora iré hacia arriba para dirigirme al coll d’Honor. Bonita subida si la haces toda montado que se puede y excelente bajada hasta el desvío de ses Clavegueres donde al menos en su primera parte sigue como antes aunque la siguiente por el encinar sí presenta evidencias claras del vendaval, supongo que habrá habido algún pequeño cambio de trazado por ese motivo, de hecho lo noté al llegar al portillo donde llegas enfocado desde otra dirección. El final es la parte más rápida donde se suele coger el atajo para no pasar por las casas y que pone la guinda a ese itinerario espectacular.
No hay descanso en el torrente, hoy bastante concurrido por caminantes y que se dividen entre los que siguen hasta los saltos de agua, generalmente grupos más familiares, y los que continúan en dirección Santa María, estos harán el camino superior como yo. Iba algo optimista sobre la distancia que podría subir montado pero que la cruda realidad me mostró cuan equivocado estaba, si estuviera liso el piso quizás tuviera alguna oportunidad pero en esas condiciones ni pensarlo, de todas maneras no hay porqué avergonzarse y además vendrán dentro de poco peores momentos, seamos realistas. El tema es que no guardo malos recuerdos de esa subida, se ve que eran otros tiempos.
Guapa bonita primera parte con el camino en buenas condiciones mientras vamos bajando de nivel, hemos subido mucho respecto al cauce pero no nos vamos a acercar tampoco, se mantiene siempre una distancia respetable con el fondo. Este camino pierde mucha definición, se estrecha, cruza roquedales, tiene sube bajas y adquiere una dificultad mayúscula pero lo que para unos es un suplicio para otros es una acicate entonces no hay una postura unánime sobre sus verdaderas dificultades, el disfrute va por barrios.
Cuando llegas abajo se puede decir que ya has terminado la ruta pero estando a más de 20 kilómetros de parar habrá que seguir dando unos cuantos pedales aún. No hay que menospreciar la pista de Coanegra ni mucho menos pero la suelo tomar con bastante relax, en Son Pou apareció otro bikero que se fue por delante y no congeniamos, estaba yo entretenido en sacar algunas fotos de la casa que me faltaban y tampoco le hice mucho caso. La pista no dura mucho y pronto pisamos asfalto que no abandonaremos ya hasta la ciudad exceptuando el tramo antiguo empedrado del camí de sa bomba. ¿bomba de qué?, de agua?, de la guerra civil?, de qué? Habrá que investigar el asunto.