Corral de ses Cabres

Tenía un plan para esta semana, una ruta de paseo en su primera parte más algo de exploración en la segunda para tratar de valorar un itinerario en concreto, que fuera ciclable y usable para los fines deseados, que se ha pospuesto por algunas razones que ahora no vienen al caso comentar pero que me han obligado a echar mano de las reservas y así empecé a tejer mi propia ruta. Lo que pasa es que en el fondo no me sentía del todo satisfecho con esta opción, cierto que para mí no es simplemente un plan B que deba poner en marcha cuando me falla el principal, tiene sentido en su propia ejecución pero presentía que esta semana no me llenaría en absoluto, por eso no me quería perder la salida del grupo aún sin saber siquiera si habría salida (siempre hay salida) o quién formaría el grupo.

Interrogo a Pepefz sobre el supuesto y solo me da algunos datos imprecisos, muy generales, sobre la ruta, pero tampoco exijo más, confío en su saber hacer. En cambio la sorpresa ha sido al llegar a sitio, donde nos hemos reunido un buen puñado de bikeros, de esos de la vieja guardia y con algunos de los cuales hacía tiempo que no coincidía, y eso era un muy buen presagio.

Aparcamiento de Calvià, las nueve horas, y pocos minutos después ya estábamos en marcha. Para no ir directos a Galatzó alargamos un poco por los caminos vecinales de la zona hasta llegar a la carretera de Es Capdellà para después tirar por el torrente, buen sitio para calentar, te exige lo suyo, por lo que al finalizar ese tramo algunos ya nos despojamos de parte de la indumentaria. Vamos hasta el aparcamiento de la finca de Galatzó y tomamos el desvío del Ratxo, pista amplia pero siempre picando hacia arriba. Como era de esperar la barrera permanece cerrada pero con pasar por el torrente todo solucionado. Después queda la subida asfaltada del hotel hasta la entrada del parque que se hace de rogar y te lo exige todo. Creo que ya ha sido por aquí donde me he dado cuenta de que la cadena me saltaba si engranaba el último piñón así que he preferido no arriesgar a romperla y he subido con el segundo, un poco más de esfuerzo complementario. Esta situación se ha ido repitiendo en la siguiente subida hasta la Font des Pi y no ha sido hasta el tramo de tierra donde empujando la bici me he dado cuenta de que la rueda de atrás estaba suelta e iba dando golpes, se había salido del eje pero una vez en su sitio y apretada el cambio iba perfecto.

Llegamos a la torre de vigilancia y nos tomamos un descanso, yo aún no he preguntado siquiera por el trazado de la ruta pero preveía que iríamos por na Costitxa, como así ha sido. Pero antes hay que bajar, y excepto que el terreno estaba bastante húmedo, no ha habido contratiempos de ningún tipo excepto alguna que otra queja. Hay que estar atentos al desvío para ir hacia el collado ya que no es muy evidente, tampoco es que sea una maravilla de camino al menos lo que la vegetación invasora deja entrever. Con todo tampoco es muy largo y hemos llegado a la pared en un plisplas.

La mayoría no conocía la bajada, la que he hecho tres veces en tres meses y con resultados muy dispares, la Primera fue muy bien, iba delante y muy contento aún a pesar de no ser lo que se dice una bajada limpia y lisa. La segunda, arrastrando algunos achaques físicos, no fue tan divertida, caídas, tropezones y enganchones varios me dieron el día pero ayer las sensaciones arriba eran muy diferentes, sabía que la iba a disfrutar y si descontamos una caída en una curva que salí por delante gracias a una piedra traicionera camuflada en el carrizo, el resto dentro de una línea muy respetable.

Primera parte del recorrido buena hasta el corral de ses Cabres donde hicimos parada, fonda y visita turística. Después de reponer algunos nutrientes continuamos la bajada. Debemos dejar atrás el portell de Muntanya, por él podríamos enlazar con el camí vell de Puigpunyent a la altura de esas viejas casas. Como no podía ser de otra manera nos desviamos después de atravesar la pared para visitar la falla y enseñarla a los que no la conocían volviendo atrás para continuar por el sendero hasta el refugio de cazadores después de cruzar un tramo agreste y pedregoso que así y todo se puede intentar ciclar.

Lo que parece ser un camino de carro, aunque en condiciones deplorables, se convierte a los pocos minutos en un sendero de cazadores, por momentos impracticable, con bastante pendiente en algunos puntos pero que le confiere un plus de dificultad a los más atrevidos. Acabamos junto a una casa optando por acortar hacia la carretera porque se nos echaba el tiempo encima. De hecho debíamos decidir si tirar hacia Galilea o hacia Puigpunyent ya que nuestros planes eran bajar por la coma de s'Aigo y no llegar a las tantas, la opción elegida ha sido Puigpunyent y subir por carretera aprovechando los tramos del camí vell que aún no había catado hacia arriba.

Se decide tomar el desvío de na Bauçana en lugar de continuar por el GR y así saltarnos la barrera, la verdad es que esta opción no la había hecho desde hacía muchos años aunque solamente se trata de una anodina pista sin mayores atractivos, por eso prefiero ir por el camino marcado mucho más divertido y hacer el recorrido largo de la coma aún con el inconveniente de la barrera nueva. Llegamos al camino principal y ahí cada uno espabila como puede aunque nos vamos viendo en los reagrupamientos forzosos cuando tenemos que saltar los muchos pinos atravesados que nos vamos encontrando pero cuando llega la cuesta abajo, tonto el último. Voy con Torito al principio y no veo el sitio por donde pasarle pero en la parte más rocosa después de las curvas nos alcanzan Tomeu, Fibras y Román que habían salido los últimos y aprovecho para coger hueco e irme tras ellos, evidentemente no los cogí pero pude disfrutar de la bajada dejando que la bici volara sobre las piedras.

Abajo pude volver a corroborar que no es lo mismo ir solo que bajar solo, yo bajé solo pero no estaba solo, mis compañeros rodaban conmigo aún sin verlos físicamente, unos empujándome y otros estirándome, ese subidón de adrenalina es el que te potencia los sentidos y puedes controlar tus miedos de forma efectiva y segura, de ahí la buena bajada que hice. Otra cosa sería el tiempo invertido, ni lo sé ni me importa, lo que me importa es sentir que tienes el control para poder hacerlo.

El resto hasta el pueblo no merece reseña alguna, cinco kilómetros por asfalto donde lo más interesante que te puede ocurrir es que te atropellen, por tanto damos por finalizada la vuelta con la despedida de los compañeros y a la espera de nuevos periplos por esas montañas que afortunadamente podemos disfrutar, y por muchos años.


pincha aquí si quieres ver algunas fotos de esta salida


Palma Antigua

Nueva página en el menú de Videos con un par de cortes del domingo pasado y otro más antiguo cuando la ciudad está prácticamente adormecida




Camí des Raiguer

Suele pasar que en aquellas semanas como esta en que impera el silencio informativo me dé por programar(me) alguna salida para afrontar algunos deberes pendientes. Y uno de ellos es la subida al Penyal Gran de Lloseta pero no por la subida habitual cementada sino por la de tierra, es decir, por donde se suele bajar habitualmente. Dicho y hecho, esta mañana me he puesto en marcha a una hora prudencial, nada de madrugones innecesarios, y he llegado a sitio sobre las nueve y media. Sitio es Santa María, quería llegar a Lloseta calentito para afrontar la subida con alguna garantía. Además me interesaba también circular por el camí del Raiguer que aunque esté asfaltado en su totalidad no debemos olvidar que se trata de vía muy antigua y con mucha solera.

Tranquilo y con buena letra he llegado al pueblo yendo a buscar el camí de ses Comes, ése que va por las afueras en su parte alta yendo a dar directamente a la zona del olideportivo. Estuvimos por allí no hace mucho y entramos en el monte por donde no era, luego ya se nos hizo tarde y no pudimos corregir el error, pero hoy lo iba a subsanar empezando por el ramal correcto desde el principio.

Los primeros metros son esperanzadores, y los siguientes también. El camino presenta un buen firme y una pendiente soportable, por eso los tramos se van sucediendo mientras la vista se va recreando a medida que gano altura y la niebla se va despejando de la llanura. Comentar que esa gran vista que se disfruta desde ahí arriba es fruto precisamente de una desgracia, un pavoroso incendio que asoló la zona hace unos años y a consecuencia de ello los árboles aún no nos tapan la visión. Culmino una primera cima y veo que me queda un buen tramo para alcanzar la segunda pero a partir de ahora se puede decir que circulo por un falso llano, va subiendo pero muy cómodamente y el bosque se vuelve más tupido con lo que en algunos momentos la pista puede perder algo de nitidez aunque sin llegar a desaparecer del todo.

Esta pista nos dejará junto a la pared medianera con rejilla incluida y sin portillo para poder cruzar sin tener que hacer equilibrios. Esa circunstancia y el hecho de que aunque había pensado bajar por la otra vertiente el ver la trialera a medida que iba subiendo me ha abierto las ganas y eso que ni siquiera había cogido las protecciones, y ni aún así me he podido contener. La verdad es que me ha sorprendido lo facilona que es ya que aunque no es lisa ni mucho menos no tiene pasos complicados, tan solo uno me hizo dudar y poner pie a tierra, la losa grande con escalón incluido, lo demás, pan comido. Al llegar abajo evidentemente estoy satisfecho, desde luego en la clasificación del tramo estaré muy abajo, pero el hecho simple de poder hacerla me hace sentir muy bien.

Así que me animo a continuar, estoy pensando en ir hacia Solleric aprovechando que es muy pronto pero noto que algo no va bien, no estoy nivelado sobre el sillín, claro que no, se ha partido un raíl, podría continuar, de hecho he vuelto sentado hasta Santa María, pero meterme por caminos de tierra y piedras es tentar demasiado a la suerte y prefiero no arriesgarme a tener que volver de pie durante muchos kilómetros y vuelvo por asfalto pero no exactamente por donde había llegado sino por otros caminos paralelos a la vía del tren que me llevan hasta el cruce de la carretera de Alaró y ahí engancho la última parte con el camí des Raiguer hasta el final.

En resumen, muy buena media ruta y otro camino tachado de la lista de pendientes y además cien por cien aprovechable.


El paseíllo

Hoy no me costado nada encontrar el título, de hecho es lo primero que he decidido, mucho antes que la ruta. La ruta, el gran dilema semanal, el quid de la cuestión, el porqué de nuestro deporte, a finales de semana y todavía sin decidir. En un principio había que ir a Sóller a probar unos caminos pero cambios de última hora han pospuesto esa salida de aquí a dos semanas, así que me quedé compuesto y sin novio pero como tampoco me apetecía liarme mucho opté por dejarlo como estaba e improvisar un poco. De hecho puse el despertador a una temprana hora pero entre el apagado del mismo y el levantado de la cama ha transcurrido hora y media, que le vamos a hacer. Ahora sí que no encontraría a nadie y si sucedía sería puñetera casualidad, entonces me lo tomé con calma y tras preparar algunas viandas y llenar la cantimplora de agua me decidí a tirar hacia el cuartel militar por el carril bici.

Los primeros bikeros que me encuentro es en el torrente, los segundos un poco más adelante, en la carretera. Sebas se adelanta a saludarme y a continuación el resto, Miki, Toni P., Chincheta, Aure y algunos más (que no se me ofenda nadie, me acuerdo de todos). Estos ya regresaban y ninguno se había quedado con ganas de más, al menos con las suficientes para volver a subir y acompañarme. Los que sí me han acompañado en el ascenso han sido ciclistas de carretera y moteros, tanto en un sentido como en otro.

A estas alturas yo ya había decidido que bajaría hacia el coll des Tords para buscar alguna pista que permita saltarte la carretera de vuelta a Palma. Para ello me desvío a la derecha a media bajada y entro en una pista forestal por la que circulo en un tramo casi plano, como también casi lo es la continuación en forma de sendero. Este enlaza con un camino de carro, más bien pista, con dos posibilidades, yo elijo enfrente y hacia abajo, después derecha aunque el camino da un giro de ciento ochenta grados y vuelve hacia la posición primera, con lo que da igual la opción que hayamos elegido.

En realidad vamos circulando por la pista que se encuentra por debajo de una de las líneas de alta tensión que provienen de la estación cercana, en un principio muy cerca de la carretera, después se encabrita un poco hacia arriba pero llego a un final inesperado, con final de pista incluido, y donde lo escarpado del terreno impide la continuación. Ya había estado allí pero cuando vuelvo a la zona siempre repito la equivocación.

Rectifico mi error volviendo al cruce tomando la otra opción, ahora vamos más cerca de la carretera, hasta en algún tramo voy sin camino pero sin dejar de rodar y no tardo en encontrar otra pista que desemboca en la carretera con un desvío que vuelve atrás que sigo hasta un punto por donde ya había pasado, tomo nota y regreso. Finalmente no me queda más remedio que pisar el asfalto aunque más cerca del comienzo de la interminable de lo que pensaba. No ha ido mal del todo. Mi plan no es subir, más bien es atravesar la franja de bosque entre las dos carreteras aunque no sé muy bien por donde, por eso voy despacio intentando vislumbrar algún indicio entre los árboles que me pueda ayudar. Encuentro una primera barrera y me meto por ahí bajando por una pista pero pronto acabo en los sembrados y mientras los atravieso me doy cuenta de que tengo la carretera justo al lado, de hecho no hay ni rejilla y puedo acceder a ella sin dificultad. Ese tramo no me sirve.

Sigo un poco más y encuentro otra entrada enfrente de una salida, parece el mismo camino y ni siquiera hay barrera, solo un cable, una invitación en toda regla. Mientras estoy allí cavilando la estrategia alguien me llama, es un ciclista de carretera que se ha parado y debo hacer un gran esfuerzo para reconocerlo ya que mi consciente se negaba en rotundo a aceptar esa posibilidad, es Toni Estarellas, quién te ha visto y quién te ve, del DH al duatlón y sale a entrenar a las diez de la mañana, como los señores.

Tras la despedida yo sigo con lo mío y me meto en ese camino. Lo primero que me encuentro es un estercolero y lo segundo una barrera , que aunque es franqueable no me inspira confianza y regreso hasta la carretera pero una vez allí veo algo que me hace cambiar de opinión radicalmente, sé que estoy en el buen camino y vuelvo a repetir el trayecto. Esta vez paso la barrera y sigo adelante aunque pronto la cosa se complica y a pesar de encontrar más evidencias pierdo y encuentro el trazado varias veces hasta que llega un momento en que es ya evidente que ha desaparecido, y éso es lo que me extraña ya que debería ser visible. El cerramiento de unas casas cercanas y sus jardines me impide acceder más allá y debo volver atrás sin conseguir atravesar la propiedad de una manera cómoda y montado.

Decido ir a fisgar por el otro lado, busco un puente, lo encuentro y también unas altas barreras que me impiden pasar, la duda que tengo es por qué margen del torrente discurría el camino antiguo, si fuera por el izquierdo probablemente lo atravesaría por la entrada de Son Burguet pero es algo que habría que confirmar. El puente (en teoría) y esa entrada son los únicos pasos practicables que veo sobre el torrente y además todo ese recorrido está vallado de nuevo impidiendo el acceso a la carretera. Yo no voy a llegar a Puigpunyent, voy a subir a Son Roca, es una subida que tengo pendiente desde siempre y que lo único que me demostrará es en qué estado de forma estoy, aunque no la necesito para saberlo, penoso. La hago de una tirada ya que es muy cómoda, tan solo algunos tramos un poco rotos, y diría que a plato mediano y a buen ritmo en un estado de forma aceptable, pero como ya intuía la hago a plato pequeño para gastar lo mínimo, y reservando algún piñón, eso sí.

Procuro meterme en el desvío adecuado en la bajada y llegar abajo de una forma más divertida que el monótono asfalto, del que no me libraré hasta llegar a mi casa a las tantas.


Un buen sábado

Todos tenemos en algún que otro momento de nuestras vidas nuestras dudas existenciales y empezamos a hacernos preguntas que creímos hasta entonces más propias de un guión de película que reales. Pasaré por alto las que requieran de altas dosis de autoestima para poder emitir una respuesta afirmativa y también las que no puedan ser respondidas sin dar una cuantificación precisa, me centraré más bien en un aspecto muy concreto, el mtb, y la pregunta directa que me hago es: ¿seré capaz de dejar una huella imborrable en el mtb balear? Y la respuesta, por raro que pudiera parecer, es sí, y a las imágenes me remito, y se puede asegurar que imborrable es un rato largo.

Después de la intro, al tema.

Es sábado y toca bici. El grupo se iba a Betlem (el de aquí) y, aunque es una zona que no domino, me pilla lejos y no voy, me quedaré por aquí cerca a testearme, a ver si voy cogiendo forma de una vez. Evidentemente como no quiero ir solo voy lanzando globos sonda durante la semana a ver si engancho algún incauto, lo mejor es convencer primero al jefe de grupo y que éste se encargue del resto. Solventado este primer paso ya solo queda poner en marcha el plan, que no era otro que ir de estreno a la sierra de Na Burguesa, cosa que a estas alturas parece bastante improbable, pensaban algunos. Pero seamos un poco humildes ya que es posible, pero no basta que te lo cuenten, hay que comprobarlo.

Convocados en el punto alfa hemos sido pocos esta mañana, Benja, Mateo, Miguel Ángel, Toni y Guiem por parte de los bous más Yarik y yo. Como ellos habían tenido la misma idea que yo que era llegar a las antenas de Calvià no ha habido discusión al respecto. La meta estaba clara, el itinerario no tanto. En un principio callejeamos hasta Son Rapinya y desde allí a Génova y el rampón, subiremos por la font de s'Ermita que aunque encontramos al inquilino por los alrededores no parece importarle nuestra presencia.

A continuación viene lo nuevo y convence a casi todos, a mí el primero aunque la subida no hace más que confirmar la idea que me quedó impresa cuando lo hice de bajada y a excepción de algunos árboles cruzados el resto es perfectamente asequible. Volvemos a la pista principal pero por poco tiempo ya que pillamos otro atajo al inicio de la parte más fácil de toda la subida y es en esa parte cuando veo otro posible itinerario en la otra vertiente aunque me falta el inicio y el final. No es hasta más adelante cuando puedo ver el posible enlace pero ya no es cuestión de volver atrás, intento dar con él por arriba pero tampoco lo veo, habrá que ir otro día a buscarlo con más calma y como sea factible ese tramo el subir por la pista se habrá convertido en historia. Pero no adelantemos acontecimientos y ciñámonos a los hechos concretos.

Yarik nos deja en el desvío de las antenas y regresa, nosotros nos dirigimos a recorrer la loma de la sierra hasta su punto final donde se encuentra el emplazamiento de telecomunicaciones de la comarca, zona conocida como es Mirador o es Pi de ses Creus, varía según las fuentes, pero, al no tenerlo claro y para abreviar podemos referirnos a ella simplemente como “las antenas”. Comemos algo y me dispongo a bajar por la nueva senda pero se ve que la curiosidad de los compañeros no está a la altura y deciden dejarme a mí en solitario los honores del primer recorrido y se marchan en tropel. Aunque veo claro el trazado no tarda en asaltarme dudas, hay cruces, hay marcas pero su eficacia es dudosa y no pasa mucho rato antes de quedarme atrapado en una maraña de ramas tal es la espesura de esa zona. Parece contradictorio pues la zona se quemó y se ha repoblado, la duda que tengo es de qué manera pues parece claro que la densidad arbórea es muy superior a la recomendable y pronto ese bosque será inviable y morirá de éxito si no se pone remedio.

Tras algunos intentos doy con el sendero correcto y puedo recorrerlo sin problemas hasta que desemboca en el torrente. Tenía ganas de verlo ya que algunos sostienen que también es un camino y que se ha alterado su cauce artificialmente. Pues ahora la verdad es que es difícil de corroborar, sería muy interesante haberlo visto antes del incendio para poder opinar, ya se sabe que estos fenómenos producen serias alteraciones en los trazados de los caminos y nunca para bien.

La bajada no es, digamos, alegre. Si hubiera grabado la traza y la hubiera subido a Wikiloc la hubiera clasificado entre imposible y solo expertos, aunque de media parte para abajo la dejaría en solo expertos, tiene miga, para entendernos. Menos mal que para el resto de mortales no es larga y llegamos pronto al punto donde sí existe un camino como tal junto a una sitja, y ése es otro de los puntos que me llevan a pensar que el camino acababa allí.

La continuación es por camino plano y ancho sin ninguna dificultad y aún así paré, tiene la mejor vista de la zona de Palmanova que haya contemplado. Acaba en la caseta en ruinas cuando se junta con el que baja desde la torre de vigilancia y allí están cuatro chavales que se disponen a partir hacia abajo. Como la vez anterior que bajé me fui por la pista esta vez me voy detrás de ellos y hago una bajada limpia y sin contratiempos, sin sobresaltos en el tren trasero. Los paso a todos y nos volvemos a reunir junto a la pared de abajo después de un buen rato de espera. Aquí los senderos rodean los campos cultivados tanto en dirección a Palma como dirección Calvià, y yo vuelvo con ellos hasta la carretera de las canteras donde quiero investigar la continuación hasta Costa d'en Blanes y es a lo que me dedico tras saltar la barrera y despedirnos.

Como no lo tengo claro voy rodeando el campo de deportes para darme cuenta de que no hay entrada por la carretera y tengo que volver atrás, volver a saltar la barrera y buscar la entrada de estrangis. Una vez encontrada es fácil seguir el sendero que rodea el campo pero siempre por el interior del bosque. Se ve que se ha recorrido desde hace mucho pero también que no les hace gracia vistos los obstáculos que te vas encontrando, árboles, pequeñas paredes o arbustos están colocados para obligarte a desmontar y poca cosa más. Llego a un camino, aquí es donde debería haber subido pero dada la hora que era decido bajar para ver de donde viene. Enlazo en pocos minutos con una carreterita asfaltada, paso por debajo de la autopista donde me cruzo con una familia paseando y llego hasta las casas. Hay mucho trajín, mucha gente y muchos coches y las casas abiertas. Nadie parece hacerme caso y doy una vuelta por las casas de la zona, por un momento pienso que es una nueva área recreativa de Calvià pero para salir a la carretera principal debo cruzar una barrera abierta con su letrero prohibiendo el paso más algunos otros en la entrada principal. Un globo ondea en la jamba, es una fiesta particular y he podido salir porque la barrera estaba abierta, cosa que supongo no sucederá a diario, por tanto, en caso de utilizar ese recorrido su salida natural es Costa d'en Blanes.

Por ahora ya tengo suficiente y me queda mi ración larga de asfalto y carril bici antes de llegar a mi casa. Ha sido de un gran provecho esta salida y lo mejor es que queda aún algo más que comprobar y aunque ahora mismo no dé un duro por ese camino tampoco descarto en absoluto la sorpresa.