Suele pasar que en aquellas semanas como esta en que impera el silencio informativo me dé por programar(me) alguna salida para afrontar algunos deberes pendientes. Y uno de ellos es la subida al Penyal Gran de Lloseta pero no por la subida habitual cementada sino por la de tierra, es decir, por donde se suele bajar habitualmente. Dicho y hecho, esta mañana me he puesto en marcha a una hora prudencial, nada de madrugones innecesarios, y he llegado a sitio sobre las nueve y media. Sitio es Santa María, quería llegar a Lloseta calentito para afrontar la subida con alguna garantía. Además me interesaba también circular por el camí del Raiguer que aunque esté asfaltado en su totalidad no debemos olvidar que se trata de vía muy antigua y con mucha solera.
Tranquilo y con buena letra he llegado al pueblo yendo a buscar el camí de ses Comes, ése que va por las afueras en su parte alta yendo a dar directamente a la zona del olideportivo. Estuvimos por allí no hace mucho y entramos en el monte por donde no era, luego ya se nos hizo tarde y no pudimos corregir el error, pero hoy lo iba a subsanar empezando por el ramal correcto desde el principio.
Los primeros metros son esperanzadores, y los siguientes también. El camino presenta un buen firme y una pendiente soportable, por eso los tramos se van sucediendo mientras la vista se va recreando a medida que gano altura y la niebla se va despejando de la llanura. Comentar que esa gran vista que se disfruta desde ahí arriba es fruto precisamente de una desgracia, un pavoroso incendio que asoló la zona hace unos años y a consecuencia de ello los árboles aún no nos tapan la visión. Culmino una primera cima y veo que me queda un buen tramo para alcanzar la segunda pero a partir de ahora se puede decir que circulo por un falso llano, va subiendo pero muy cómodamente y el bosque se vuelve más tupido con lo que en algunos momentos la pista puede perder algo de nitidez aunque sin llegar a desaparecer del todo.
Esta pista nos dejará junto a la pared medianera con rejilla incluida y sin portillo para poder cruzar sin tener que hacer equilibrios. Esa circunstancia y el hecho de que aunque había pensado bajar por la otra vertiente el ver la trialera a medida que iba subiendo me ha abierto las ganas y eso que ni siquiera había cogido las protecciones, y ni aún así me he podido contener. La verdad es que me ha sorprendido lo facilona que es ya que aunque no es lisa ni mucho menos no tiene pasos complicados, tan solo uno me hizo dudar y poner pie a tierra, la losa grande con escalón incluido, lo demás, pan comido. Al llegar abajo evidentemente estoy satisfecho, desde luego en la clasificación del tramo estaré muy abajo, pero el hecho simple de poder hacerla me hace sentir muy bien.
Así que me animo a continuar, estoy pensando en ir hacia Solleric aprovechando que es muy pronto pero noto que algo no va bien, no estoy nivelado sobre el sillín, claro que no, se ha partido un raíl, podría continuar, de hecho he vuelto sentado hasta Santa María, pero meterme por caminos de tierra y piedras es tentar demasiado a la suerte y prefiero no arriesgarme a tener que volver de pie durante muchos kilómetros y vuelvo por asfalto pero no exactamente por donde había llegado sino por otros caminos paralelos a la vía del tren que me llevan hasta el cruce de la carretera de Alaró y ahí engancho la última parte con el camí des Raiguer hasta el final.
En resumen, muy buena media ruta y otro camino tachado de la lista de pendientes y además cien por cien aprovechable.
Tranquilo y con buena letra he llegado al pueblo yendo a buscar el camí de ses Comes, ése que va por las afueras en su parte alta yendo a dar directamente a la zona del olideportivo. Estuvimos por allí no hace mucho y entramos en el monte por donde no era, luego ya se nos hizo tarde y no pudimos corregir el error, pero hoy lo iba a subsanar empezando por el ramal correcto desde el principio.
Los primeros metros son esperanzadores, y los siguientes también. El camino presenta un buen firme y una pendiente soportable, por eso los tramos se van sucediendo mientras la vista se va recreando a medida que gano altura y la niebla se va despejando de la llanura. Comentar que esa gran vista que se disfruta desde ahí arriba es fruto precisamente de una desgracia, un pavoroso incendio que asoló la zona hace unos años y a consecuencia de ello los árboles aún no nos tapan la visión. Culmino una primera cima y veo que me queda un buen tramo para alcanzar la segunda pero a partir de ahora se puede decir que circulo por un falso llano, va subiendo pero muy cómodamente y el bosque se vuelve más tupido con lo que en algunos momentos la pista puede perder algo de nitidez aunque sin llegar a desaparecer del todo.
Esta pista nos dejará junto a la pared medianera con rejilla incluida y sin portillo para poder cruzar sin tener que hacer equilibrios. Esa circunstancia y el hecho de que aunque había pensado bajar por la otra vertiente el ver la trialera a medida que iba subiendo me ha abierto las ganas y eso que ni siquiera había cogido las protecciones, y ni aún así me he podido contener. La verdad es que me ha sorprendido lo facilona que es ya que aunque no es lisa ni mucho menos no tiene pasos complicados, tan solo uno me hizo dudar y poner pie a tierra, la losa grande con escalón incluido, lo demás, pan comido. Al llegar abajo evidentemente estoy satisfecho, desde luego en la clasificación del tramo estaré muy abajo, pero el hecho simple de poder hacerla me hace sentir muy bien.
Así que me animo a continuar, estoy pensando en ir hacia Solleric aprovechando que es muy pronto pero noto que algo no va bien, no estoy nivelado sobre el sillín, claro que no, se ha partido un raíl, podría continuar, de hecho he vuelto sentado hasta Santa María, pero meterme por caminos de tierra y piedras es tentar demasiado a la suerte y prefiero no arriesgarme a tener que volver de pie durante muchos kilómetros y vuelvo por asfalto pero no exactamente por donde había llegado sino por otros caminos paralelos a la vía del tren que me llevan hasta el cruce de la carretera de Alaró y ahí engancho la última parte con el camí des Raiguer hasta el final.
En resumen, muy buena media ruta y otro camino tachado de la lista de pendientes y además cien por cien aprovechable.