Sucedió hace 9 años


¿Estuviste con nosotros ese día?

Puedes comprobarlo y recordarlo leyendo estas crónicas

S'Esclop 1
S'Esclop 2
S'Esclop 3


Que barbaridad!!!

Para una ruta que preveía en solitario no me hacía falta mucho planeamiento previo, lo primero sería elegir la zona y después el itinerario, en el caso de la zona elegí una cercana, Fita del Ram, y para la segunda cuestión, la secreta, y cuando digo secreta me refiero a la secreta, secreta, la que no pasa por la cima y que pese a transitar por allí en varias ocasiones no la tengo muy presente aunque sí recuerdo que no es ciclable en su totalidad aunque tampoco la subida a la cima lo es, al menos en su aproximación más vertical, no era ese el motivo principal de mi elección. Así pues me decidí a rememorar dicho paso inicial para enlazar después con la bajada posterior ya más frecuentada.

Con una ruta como esta puedo salir de casa rodando sin que pierda mucho tiempo con ello, ni a la ida ni a la vuelta, el timming está más o menos controlado aunque la parte inicial sea una subida con bastante desnivel pero que de tanto repetirla parece menos de lo que realmente es aunque no se puede desdeñar de buenas a primeras y si no que se lo pregunten a quienes no la afrontan con la decisión (y fuerzas) necesarias y ya en los primeros kilómetros del Bunyolí sufren sus embates.

Llegamos al cruce de es Canyar un nutrido grupo de bikeros y yo desde direcciones opuestas y me sobrepasan enseguida, tienen pinta de ruteros camuflados en plan entrenamiento si nos atenemos a sus vestimentas y sus bicis de grandes ruedas que llevan tanto ellos como ellas. Desde luego no seré yo quién les presente batalla por llevarme el kom del tramo, entre ellos se lo disputarán. Los veo partir desde la barrera a todos menos a dos mientras me voy quitando capas y un poco antes de salir yo salen los otros dos a los que no espero ver ya más en toda la subida, se trata de ir subiendo a mi ritmo y llegar arriba lo más decentemente posible.

Pero en ese punto me equivoqué ya que a mitad de camino, al final de una recta, veo parado a uno de ellos que parte antes de que yo llegue, supongo que por pundonor más que por otra cosa. Pero le tengo a tiro y no se me va y aunque a mi ritmo no le alcanzo sí le sobrepaso cuando vuelve a parar y es cuando veo al otro un poco más lejos, entonces ya que estoy paso a los dos pero cuando me acerco noto algo en él que me es familiar, no es ni su vestimenta, ni la bici, y por supuesto tampoco su aspecto ya que no lo he visto, ni siquiera su voz cuando se dirige a mí creyendo que es su compañero, se trata más bien de la forma de pedalear, del estar sobre la bici, y cuando me pongo a su costado confirmo mis sospechas, es Juanan, viejo compañero de rutas pero ahora distanciados, no por ninguna disputa en particular, las olas de la vida en general.

Ellos hacen la misma ruta que yo y no hay motivo para no compartir asfalto y camino con ellos mientras vamos poniéndonos al día. Puede que a Jaume se le hiciera pesada la subida por tierra pero en la de asfalto no flaqueó y los tuve por delante en toda ella, y además hice el recorte por tierra que aún es más largo que el tramo asfaltado, con lo que aún me sacaron más ventaja. Sea como fuere arriba nos vimos e hicimos una parada de cortesía para empezar con buen pie el tramo divertido, de todas maneras no insistí mucho para convencerles de afrontar el tramo a pie, parece que el antiguo lema de pateo nunca mais, lo siguen respetando al pie de la letra, por lo que continuamos por el camino principal sin tener que desmontar.

En cambio sí quieren conocer alguna variante del camino clásico de bajada y de las diferentes posibilidades elijo la que creo que les puede gustar más, con una primera parte más endurera y con algo más de enjundia que la segunda, que es más rápida y que fue donde precisamente (el otro) Jaume voló, se le cruzó el manillar según contaba. No me resistí a subir a tomar alguna foto en lo alto del Castellet aprovechando el día primaveral que se nos presentaba y que no teníamos mucha ocasión de disfrutar estando como estábamos bien metidos en el bosque. Desde allí hasta la zona de los marges aunque sin llegar a ellos de los que no son muy partidarios y como tampoco me quería arriesgar a reventar como la vez anterior nos desviamos hacia la fuente por el senderillo pero como el líquido que mana de su mina no parecía satisfacer los deseos de algunos hubo que llegar hasta el pueblo para usar otro tipo de brebaje para calmar la sed, que barbaridad...

En estos casos, y más si has recibido una llamada al orden en tu móvil, es recomendable la vuelta directa por carretera, la opción de Son Malferit queda para ocasiones más propicias aún siendo la más adecuada, por allí los 32 no sufren tanto.

Ya véis que no siempre los planes se ejecutan según la previsión, siempre hay que estar dispuesto al cambio, sea por obligación o por devoción, la mayoría de las ocasiones por causa mayor, todo hay que decirlo, y saber disfrutar del elemento sorpresa, en este caso un reencuentro inesperado de un buen compañero de rutas.


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La búsqueda fallida

Cuando a uno le quedan deberes pendientes de la última salida suele tener una semana tranquila en cuanto a tener que rebuscar en los correos o los blogs a ver si aparece alguna mención a algo que pueda tener interés, aunque de cada día es menor la cantidad de tiempo que uno debe dedicar a estos menesteres, me estoy refiriendo a los blogs de ciclismo, o al menos a los que dedican parte de su espacio a esta especialidad, de cada día más residual, en contrapartida con su ejercicio que parece que va en aumento. Algunas tecnologías han contribuido a ello, la irrupción de la mensajería instantánea en los terminales móviles y su inmediatez han relegado los foros y correos electrónicos al ostracismo, no han desaparecido todos pero solo existen como recuerdo de lo que un día supusieron, la fase regresiva es tan dura que para algunos ha significado la implosión total y su desaparición, y lo mismo se podría decir de numerosos blogs y páginas web que hace unos años revisábamos prácticamente a diario y que ya no se actualizan.

A nivel general lo que podría suplir la falta de información global sería el video pero tampoco se promociona más allá de unos estrechos círculos, y tampoco es que se vea mucho trabajo detrás, algún corte y poco más en la mayoría de ellos y repitiendo itinerarios más que vistos, aunque hay excepciones pero más enfocadas a la utilización de nuevas tecnologías, tipo drones por ejemplo, que a la realización del clip en sí misma, faltan calidad e ideas para este producto, he visto videos bajando cumbres de los Alpes más cortos que algunas bajadas de por aquí.

No quisiera haber empezado con mal sabor de boca esta entrada cuando en realidad la salida de ayer me satisfizo enormemente y la ruta elegida fue lo menos influyente en ese aspecto, de hecho los resultados fueron bastante malos y casi me alegré de haber ido solo ya que para algún invitado podrían catalogarse, sin mucho esfuerzo, como decepcionantes; intentaré explicarme mejor.

Quedó de la semana pasada un enlace pendiente desde el puig d'Aimerich, como alguno descubrió que se trataba por los comentarios, hasta el fondo del torrente, del que tenía algunas vagas referencias y siempre desde el punto de vista pedreste, no bikero, punto a tener MUY en cuenta a la hora de compartir ruta según con quién. Bien, como ya comenté, haría un acercamiento directo por lo que pudiera pasar después pero cuando pasé por Bunyola me crucé con varios grupos a punto de salir cuesta arriba, como estaba consultando el mapa de abajo ya que tiene algunas anotaciones puestas a mano en inglés me pasaron dos chavales que iniciaban la ascensión y a los cuales tuve por delante las primeras curvas y saludé al alcanzarlos. Uno de ellos me preguntó algo sobre los caminos de la Comuna, no sobre qué me parecía la financiación irregular de algunos partidos u otras zarandajas actuales, sobre CAMINOS, y claro, uno no es de piedra ni sordo, con el consiguiente resultado: subimos juntos hasta arriba.

Cuando digo hasta arriba me refiero a la barrera del desvío del penyal donde también se encontraba otro numeroso grupo de charleta, y más otros que subían, aquello parecía ya el Born. Se separaron dos del grupo mayor y resulta que eran Pina y Javi, ambos con bicis nuevas, e hice cambio de compañeros y me dirigí con ellos hacia el merendero y los chavales hacia el penyal dispuestos a aprender un poco más de ese territorio y exprimir las monturas y a ellos mismos, ellos son parte del inmediato futuro del mtb.

Nuestra ruta conjunta solo duró un kilómetro ya que ellos hacían una ruta corta por temas de horario pero a mí me dió tiempo a probar la última novedad de Orbea, la Occam, con un peso ridículo y una presencia impresionante y supongo también que una conducción brutal. Como digo, nos separamos justo ahí y yo proseguí por la pista hacia el depósito no sin antes meterme en un ramal que no aporta nada y vuelves a la pista a los pocos metros, y ya desde el Planitjar directo hacia el puig donde queda la corta subida a pata y proseguir con las marcas nuevas al llegar arriba. Por lo que había visto (o intuído) la semana pasada creía que este tramo más o menos plano sería ciclable pero por su poca entidad, se trata casi solamente de un sendero que se ve porque se ha apartado un poco la maleza, nada más, hace que sea prácticamente inútil querer pedalear.

Como tampoco me había descargado la traza que debía seguir me fui orientando por las marcas y estas son claras hasta el inicio de la bajada donde también se ha limpiado el sendero, o más bién al revés, se ha creado un sendero al limpiar el terreno, que no es lo mismo. La pendiente empieza a ser considerable y lo asumo, hay que estar al tanto de no patinar o de que la bici no te arrastre cuesta abajo, la esperanza que tengo es llegar a encontrar un terreno más propicio por donde circular por un camino de carro, pero esa circunstancia no se produjo, las marcas y el mismo sendero desaparecieron poco después y el resto fue un largo descenso directo hacia abajo donde cada vez que llegaba donde la vista me alcanzaba era para comprobar que era otra vez el penúltimo escalón a salvar y donde una bici se convierte casi siempre en un inconveniente mayúsculo.

La única ventaja es que sabía dónde iba, ese trazado lo hemos circulado en varias ocasiones y tenía buenos recuerdos y eso me animaba un poco más a seguir bajando en esas condiciones. Por fin accedo al torrente, estrecho, oscuro, húmedo, silencioso, junto a unos restos de barraca y decido descansar y comer algo, también me entretengo en tomar algunas fotos que tendré geolocalizadas de paso. Lo que no hago es bajar, hubiera sido lo correcto para acabar de hilvanar el asunto pero debo regresar directamente aunque no puedo dejar de tomar algunas instantáneas ya que seguramente de las salidas anteriores habrá pocas teniendo en cuenta que es una bajada que se puede hacer de una tirada, pero ¿a quién le interesa ahora una bajada en la que después tienes que volver a subir por el mismo sitio? ¿bajarían tantos por es Cocons si después tuvieras que volver a subir por allí?. Lo que sí voy comprobando es que la cosa ha cambiado, a pesar de ser un sitio extremadamente resguardado (de ahí esos extraños en la traza) hay muchos árboles tumbados o ramas en medio del camino que hacen que el regreso tampoco sea cómodo, eso unido a que es una subida como tal que nos exige un sobresfuerzo extra hace que sea complicada de por sí. Y larga, y eso que calculo (a falta de comprobar las trazas) que estaba más o menos a mitad de camino, no me estoy quejando, lo digo a modo informativo solamente.

Es tarde y debo volver, y como lo habíamos hecho la semana pasada por la (mal llamada) 3k, lo haré por es Cocons (la Coma gran) y hacia ello me dirijo por la pista abandonada ya la idea de cruzar por el pas de s'Arboç, al menos con la bici a cuestas. Justo cuando llego a las mesas me topo con un trío de bikeros, uno de ellos con una gordita, es decir, ni pa tí ni pa mí, ni 27.5” ni 29”, ni gorda ni flaca, un híbrido entre medio que parece que toma impulso. Vistas las cosas quería dejarlos pasar delante para no molestar pero como están retocando algo de las bicis me marcho yo antes y ya pedirán paso si me cogen. Bajo mi punto de vista (y lo recalco) estoy bajando muy fluido (eso que llaman el flow, lo que pasa es que la bici no tanto y los golpetazos en la trasera no hacen presagiar nada bueno, mucho le estoy exigiendo ya a esta bici, y efectivamente se cumplieron los presagios más o menos a mitad de camino por lo que me metí en un lateral a cambiar la cámara y fue cuando pasaron ellos, el primero el de las ruedas gordas y después los demás, con una clara y visible diferencia entre ambas, que casi (o sin casi) calificaría de insultante, y eso que las otras bicis no eran tampoco ningún carro.

Me los volví a encontrar en la barrera de salida y ahí bajamos más o menos juntos hasta abajo ya que hay que hacer varias paradas por las otras dos barreras que están siempre cerradas, por lo que al llegar al asfalto conversamos un poco y fue esa conversación (que no detallaré aquí) la que precisamente hace que un día cualquiera pueda pasar de bueno a espléndido en unos minutos.

Dejé a los inqueros Jaume, Llorenç y Alfons recogiendo sus bicis en el cementerio y yo me dirigí hacia Caubet sin dejar de tomar un desvío que sobre el papel parecía claro y que después te topas con una barrera de una finca particular que no puedes traspasar por lo que no te queda otra que volver atrás. La aproximación a Bunyola desde Caubet me gusta porque no es larga pero te evita empezar desde cero la subida y sin tener que tocar carretera más que un corto tramo. Como dije antes, para mí una salida muy fructífera donde lo mejor no fue la ruta.


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Destripando la Comuna

Me había planteado averiguar si era posible cambiar en alguna medida la percepción que tenemos de la Comuna de Bunyola, y traduciendo eso a lenguaje bikero pues encontrar nuevos caminos ciclables que aporten valor añadido a esa zona. Quién más quién menos conocerá gran parte de ellos ya que al ser un espacio libre de paso es de los más visitados, unido además a la facilidad de acceso por la pista principal y las tan variadas y valoradas opciones de bajada, hacen que pueda considerarse como una auténtica meca del mtb en la isla.

No es que me aburra lo conocido, ni mucho menos, pero tampoco me conformo con lo sabido, por eso esta semana, después de conseguir un poco de tranquilidad a mis tareas, he confeccionado una lista de deseos que deberían ser debidamente contrastados, no es que fuera muy larga pero era prácticamente una quimera querer verlos todos en el mismo día. De casi todos ellos tenía una traza válida que no he utilizado, solamente como confirmación de que el camino existe (?) y más si también puedes situarlo sobre un mapa de papel aunque siempre con todas las reservas del mundo.

Solamente un voluntario, Joan, se une a esta cruzada y casi de chiripa porque a última hora seguía sin tenerlo claro del todo, afortunadamente he podido convencerlo para acompañarme. Para no perder demasiado tiempo en acercamientos estériles hemos empezado desde el área recreativa de Caubet y aún así ya íbamos con retraso sobre el horario previsto. En un principio no hemos tenido ningún contratiempo antes de llegar a Bunyola ni tampoco en la primera parte de ascenso, y digo primera parte porque he querido ya desde el mismo inicio variar el itinerario y recuperar el trazado original, mucho más exigente y entretenido que la carretera moderna.

Aunque lo políticamente correcto hubiera sido llegar arriba por el interior del comellar nada nos ha impedido continuar por la ancha pista al llegar al desvío, y pese a la comodidad del pedaleo ya venía notando que algo no iba del todo fino en las partes movibles de la bici, osease la cadena, lo que me ha obligado a continuar con el plato pequeño el resto de subida. Nos desviamos en el cruce del penyal para ir a investigar el primer ramal y aunque empieza ancho y claro al llegar a un rotllo pierde mucha definición, tanta que dudo realmente que exista un trazado como tal, y dado que tampoco permite rodar en condiciones hemos tenido que volver atrás sin conseguir el objetivo.

Lo que sí he conseguido en la cuesta que te lleva al camino principal es reventar la cadena, eslabón completamente abierto y con pocas opciones de recuperarlo sin la herramienta de apriete adecuada por lo que he iniciado el proceso de sustitución sin demasiado éxito ya que tras bastantes minutos de forcejeos y unos pocos metros recorridos ha vuelto a saltar el eslabón. Entre medias hemos compartido visita del grupo de los MIR que nos han alcanzado aunque alguno con evidentes deficiencias mecánicas que tampoco ha podido solucionar, ni allí ni en las mesas donde nos hemos vuelto a reunir, por lo que han optado por no alargar más la ruta y han bajado directos al pueblo mientras que nosotros hemos decidido volver a intentarlo ahora un poco más cómodamente y tras haber podido avituallarnos tranquilamente sentados.

Parece que la solución ha sido efectiva y podremos continuar la búsqueda aunque ya cortos de horario. Lo primero será dirigirnos al Planitjar e inspeccionar un paso de nombre incierto y desde luego el recorrido no se queda atrás en ese aspecto, se hace pero yo quiero hacerlo en bicicleta no con la bicicleta y me temo que no avanzaré mucho por allí, así que vuelta atrás y a otra cosa mariposa. La conversación que tuvimos con el forestal en ese lugar me aclaró ciertas dudas que tenía respecto a otros itinerarios y en los que tenía depositadas algunas esperanzas de éxito, dudas aclaradas aunque en sentido contrario de lo que me esperaba, sería más de lo mismo de lo visto hasta ahora, vanas e infundadas esperanzas aunque la plática al respecto fue muy esclarecedora.

Solamente nos queda la última opción y no me quiero dar por vencido aún, esta tiene que acabar bien, conozco la primera parte que ya recorrí hace mucho tiempo y no he vuelto desde entonces aunque ahora me han comentado que el enlace es posible. Juan pone reticencias que me encargo de disipar a base de hechos consumados y no le queda más remedio que seguirme. Pronto llegamos a la zona de pateo que es bastante corta y arriba ya me doy cuenta de que en la ocasión anterior me fui por el otro lado y efectivamente no tardamos en vislumbrar el punto geodésico adonde llegamos para inmortalizar el momento porque no es usual que se corone una cima cuando estás de paso por la Comuna.

Tenemos que ver en la bajada donde está el desvío, porque tiene que haberlo y efectivamente lo vemos y lo exploramos unos metros aunque de vuelta lo hicimos por otro sitio y hubo que buscar un rato la bici de Joan, queda de todas maneras emplazada la búsqueda para la semana próxima adonde nos dirigiremos directamente sin perder tiempo en preliminares. Para la vuelta tenemos que elegir entre la carena y la coma y optamos por la primera aunque al compañero se le hizo larga, sigue midiendo lo mismo pero hay ocasiones en que parece que mide el doble, tal es la paliza que te propina, muy machacona.

Ya solo nos queda la parte de regreso más sencilla, casi toda por asfalto por eso si podemos eliminar algún tramo siempre es de agradecer y así lo hacemos en el sendero del hospital y en la zona de bosque junto a las vías rematando de buena forma una inusual ruta que intentaremos mejorar en fechas venideras.


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