El bulto

Es domingo, no sábado, y no tengo nada que contar de ayer excepto que no tenía el cuerpo para nada y menos para salir a rodar, en una semana he estado en lo más alto y también en lo más bajo, exagerando un poco, claro, solo es para simplificar y que nos entendamos a la primera. Quedaba todo pues al albur, a la espera de mejores sensaciones en la mañana del domingo cuando, esperonado por la buena pinta del tiempo, me he decidido a salir a gastar gomas por ahí aunque, en términos bicicleteriles, ese ahí sea más bien cercano y facilón. Y me estoy refiriendo a la Vileta ya que aprovechando que para hoy había convocada una marcha de protesta por el cierre de varios caminos públicos de la zona por parte de la propiedad del golf me quería acercar hasta allí para fisgar un poco y de paso hacer bulto.

Algunos de los interesados en esa movida con los que había estado en contacto me han dado largas así que me he ido solo, rodando por el carril bici en esta fresca mañana. No me iba encontrando mal pero sabiendo lo que me esperaba la presión era mínima, iba tranquilo y confiado. Al llegar ya se vislumbraba bastante gente acercándose al cementerio desde la barriada y por eso me he ido a dar un rodeo para llegar al punto de partida por arriba y no he llegado porque el grueso del pelotón ya había salido y he tenido que dar la vuelta, quería dejarlos pasar pero era la marabunta aquello, no paraban de pasar y me he metido por en medio hasta llegar a un cruce donde me he parado para hacer algunas fotos.

Entonces baja un bikero desde arriba y me reconoce, era Juan de los Bous y me comenta que vienen otros también a sumarse al mogollón, y efectivamente al rato van llegando, está Aure, Benjo, Tomeu, Toni, Miguel C., Charly y un Trabucat al que ahora mismo no puedo nombrar, y nos quedamos allí mismo esperando que acaben de pasar todos los senderistas, que son muchos (unos 500 acaban de decir en las noticias). Al aflojar un poco el tráfico nos han dejado unos cuantos que querían estar pronto en casa y los demás hemos dado algunas vueltas por la zona baja que no me ha ido mal para probar la horquilla ya que la tenía muy descompensada, mucha diferencia de presión entre las cámaras con unas sensaciones en marcha muy desagradables aunque después de los ajustes creo que ha mejorado, un poco dura me ha quedado, me parece.

No hemos tardado mucho en aparecer en la calle principal dando ellos por terminada su ruta pero era muy pronto y yo quería alargar la mía al menos una hora más, y eso he hecho tras despedirnos no sin antes quedar emplazados para futuras aventuras. Tras la partida del grupo he vuelto sobre mis pasos para llegar hasta la rejilla de la discordia donde efectivamente ha desaparecido el segmento que cortaba el camino y aunque había un guardia privado no ponía ninguna pega para quién quisiera pasar. La mayoría de personas volvía al cementerio por el itinerario pegado a la rejilla que parece ser la alternativa al cierre de la pista de abajo, para según quién, desde luego, porque no tiene punto de comparación. Como realmente no se sabe porqué han cerrado esa parcela hay opiniones para todos los gustos respecto al cierre, por ahí se va oyendo que es para ampliar el campo de juego pero no lo acabo de ver claro y tampoco es que me importe mucho ya que es una actividad privada y necesitará de los correspondientes permisos, el quid de la cuestión es comprobar si la propiedad querrá mantener un paso público entre las dos parcelas, mi opinión es que no y hará todo lo posible para crear un itinerario alternativo que rodee el perímetro, tampoco es que se acabe el mundo si eso pasa, ahora bien, si ese terreno tiene que quedar como está son ganas de tocar a uno los órganos. Veremos cómo se van desarrollando los acontecimientos.


Hacia las nubes

Había estado mirando algunos recorridos por la zona de Puigpunyent intentando situarlos sobre la pantalla de acuerdo a los vagos recuerdos de rutas pretéritas, pero ¡qué va!, no hay manera, tendrá que ser sobre el terreno y aún así dudo de que lo consiga, todo me parecerá nuevo y el camino virgen, la diferencia es que ahora tendré la prueba grabada y no estaré pendiente de si alguien quiere dibujar esa traza sobre un mapa para visualizarla.

Me marcho pues al sitio en cuestión para empezar una ruta que no tiene un recorrido claro ni seguro, según vayan pasando los metros se irán decidiendo los siguientes pasos pero el primero va a ser encontrar la entrada hacia Son Forteza desde la parcelación de Son Net. Una vez fuimos por allí y no fue difícil entrar aunque después he sabido que al parecer se había tapiado pero sin llegar a verlo con mis propios ojos. La aproximación como digo es a través de ramales asfaltados próximos al pueblo y ya de buenas a primeras hay que subir bastante pero consigo presentarme ante la barrera (y efectivamente hay una) sin equivocarme en los cruces. Me suena el sitio aunque hayan pasado ya unos cuantos años, y la pared está rematada por una rejilla y una puerta de hierro con candado y haciendo equilibrios y malabares consigo pasarme a mí y a la bici al otro lado (puede ser complicado para según quién).

Voy a buscar el camino ancho que no está lejos y lo primero que veo es un 4x4 aparcado por allí aunque ni rastro del conductor por lo que paso sin problemas y no tardo en salir del bosque dejando de lado un ramal que podría sernos útil en un futuro. Llego hasta el camino principal que sube desde Son Forteza justo delante de sa teulera, saludo al senderista que también pasea por allí y nos dirigimos los dos hacia las casas de sa Muntanya, las cuales voy a rodear para volver a tomar dirección sur, es decir, otra vez hacia la parcelación ya que este tramo precisamente es otro de los que quería comprobar. Voy directo sin comprobar los desvíos, por algunos ya he pasado aunque no los tengo situados correctamente, eso lo iremos concretando en futuras pasadas, por ahora lo que quiero es salir. Casi todo el camino es camino ancho aunque la salida de la finca es por sendero hasta la paret de partió y hasta enlazar con los viales asfaltados. Bien, primera parte resuelta, aparezco en una curva amplia cerca de la cantera y tras algunos giros aparece la pista de tierra que me recorta el recorrido hasta la fuente y que puedo tomar por ir en bici pero los vehículos no dado su mal estado, es lo que hago y en pocos minutos estoy en la explanada de la fuente que hace de improvisado aparcamiento para los senderistas que se dirigen a recorrer la zona.

Solo queda la última rampa antes de tomar el sendero que enfila hacia la torre de vigilancia y ya vamos empujando, en ese tramo no hay problema pero a partir de la torre la cosa se encabrita y no queda otra que la de echarse la bici a la chepa. Paré un rato allí más que nada para comer algo y arrancar con algo más de brío, pronto encontré al grupo que iba delante y los dos guiris que venían detrás, estaban todos juntos recuperando el resuello y pasé yo delante hacia la rossaguera. El camino no tiene prácticamente un metro plano y va acumulando desnivel y con unas vistas inmejorables, tanto por arriba como por abajo. No tardo en llegar al cruce donde se encuentran los restos de la antigua caseta de vigilancia, solo la base queda, y ahí decido, y alguno pensará que no venía a cuento y es verdad, subir hasta la cima; el día acompaña, nunca he estado y parece que no está muy lejos así que parece que se cumplen las condiciones idóneas para al menos intentarlo.

Antes de partir llega parte del grupo que me seguía aunque aparecen ahí las disparidades serias, alguna pareja va bastante tocada y viene muy retrasada, otros que han llegado no están dispuestos a subir arriba, no es mi situación, voy solo, así pues, con la bici y la mochila a la espalda, emprendo la subida. Aquí sí que no hay casi descanso, todo es pendiente aunque muy soportable y sin obligarme a usar las manos casi en ningún momento, solamente el último escalón rocoso antes de la cima me hace prestar un poco más de atención. Me he encontrado a varios grupos bajando por lo que estoy solo arriba y disfrutando de unas vistas limpias y espectaculares ya que no hay ninguna cumbre cerca que le dispute su majestuosidad.

Poco después empieza a llegar la gente que había dejado atrás casi coincidiendo con la aparición de las nubes a nuestros pies restando un ápice de grandiosidad al momento. También bajé el primero ya que mi ruta tenía que dar aún un largo rodeo y no era muy temprano. Como era previsible no rodé mucho en ese tramo pero se intentó, mucho más factible es a partir del cruce hasta el siguiente y mucho más aún a partir de ese punto donde casi la mitad de bajada ya es pista. Acaba muy cerca de la font de Dalt aunque todo el tramo hasta el coll d'Estellencs es en subida, no muy pronunciada pero subida al fin y al cabo.

Como no quería follones en Son Forteza ni salir por donde había entrado me fui hacia sa Campaneta recorriendo el GR y después hacia el coll des Grau para bajar al pueblo por el itinerario marcado con las estacas que va recortando las curvas de la carretera. No hay gran dificultad en los primeros tramos pero en el último encontré a uno que cargaba fajos de carritx en un furgón que había previamente cortado no sé si para uso personal o es que limpiaba el tramo, si es así me parece bien porque ese segmento parece metido en el circuito con calzador, con la única excusa de quitar algo de asfalto, quizás mejore con el paso del tiempo y de las bicis.

Poca cosa más puedo contar, estoy a tres curvas del pueblo y muy exultante por el recorrido realizado, no es para menos tras la primera visita a la cima del puig de Galatzó, grande entre los grandes, mítico entre los míticos.


Pas des...

Suena el despertador el sábado a la hora de siempre, no hay prisas, algunos que me habían expresado su deseo de participar no han podido venir así que el tema del horario no me preocupa y además puedo variar la ruta si me apetece, por eso cambio el chip y me decido por rellenar un hueco que tenía pendiente de hace tiempo. Bueno, en realidad, sí lo había hecho al menos en una ocasión pero en sentido contrario y la verdad, me acordaba más bien poco, así que era un buen día para rememorar ese camino.

Mi punto de partida será Esporles por el camí des Correu que aparte del primer tramo inicial escalonado después no presenta mayores problemas de circulación. Cuando llego a la carretera me cruzo con Terròs que ya está de vuelta (no es raro que no coincidamos) y charlamos un rato aprovechando que hace bueno, algo de viento pero sin llegar a molestar, bien es verdad. La subida primera del siguiente tramo hasta la primera barrera no se me da mal, el siguiente paso delicado no llega ya hasta la zona de curvas con el suelo muy roto y desigual que se pasan a base de fuelle, el que a mí me falta, no lo voy a negar, el resto paseo hasta el desvío del camí bord. Subida inicial dura hasta coger altura y después dejarse llevar hasta el ascenso a la cantera, y digo cantera porque había un desvío por abajo que han cerrado, de lejos vi el letrero rojo y supuse lo que ponía, no hizo falta ir a verlo, de todas maneras el tramo que sube hasta arriba está bastante limpio y arreglado y es muy corto, así que tampoco hay que tomárselo muy a pecho ese cierre.

Hasta el cruce del camí de carro (algunos llaman así al camino que sube a la Mola de Planícia) vamos de paseo y después también, para qué nos vamos a engañar, la subida (y lo he dicho mil veces) es de lo más soportable por lo tendida y lo arreglado que está el camino, la longitud es lo único que puede hacernos acabar con las reservas, ni siquiera las zetas de los aljubets suelen representar un serio inconveniente para marcar un cero en esa subida. Mi objetivo está justo después de ese tramo y está marcado aunque mejor si se obvia el primer hito y te desvías por el segundo, se ve más claro. Es un roquedal pero asequible con concentración desde el principio, lo peor llegará poco después, un paso muy inclinado, espectacular, me recordó el de la Mola que hemos dejado de lado unos minutos antes, quizás algo más técnico aunque no imposible ni mucho menos; y largo, por lo que el desnivel conseguido en poco tiempo es considerable. Tampoco el tramo de pista que viene a continuación tiene mucha salvación, más bien parece una torrentera removida, solamente cuando parece que toman direcciones separadas mejora la circulación. Estamos en el coll de sa Senyora (a falta de confirmación oficial, lo digo para los tiquismiquis) y ahí ya empieza una pista más arreglada que va bajando por el olivar de Son Balaguer des Racó hasta enlazar con el camino principal que viene de la carretera y que está asfaltado.

Las obras de las casas parecen haber finalizado hace tiempo, hasta hay algunas luces encendidas, pero la lejanía de las mismas no parece plantear ningún problema de paso a no ser que te encuentres a alguien de la finca como me pasó a mí, uno que circulaba con un quad vino tras de mí hasta la barrera de salida y me abrió con el mando, charlamos que no discutimos, y aunque indagué en cierto aspecto no me acabó de aclarar si había o no derecho de paso por allí, normal por otra parte que no quisiera aclararme más el asunto.

Con un poco más de tiempo hubiera derivado mis pasos hacia el Hort de Sobremunt para ir a atravesar el pas de na Lluïsa y aparecer en la Mola de Sobremunt como un señor para regalarme otra bajadita desde la Fita como dios manda hasta Esporles, hubiera sido lo correcto pero tenía un compromiso en Esporles y preveía cierta demora por lo que bajé directo por carretera hasta el pueblo, ni siquiera hice el último tramo del Correu, así pues me salió una ruta cortita pero molona con el objetivo principal cumplido y convenientemente memorizado, solamente me faltó buscar el botón, tampoco le iba a preguntar donde estaba, mucho morro, no?.


Doblete de cercanías (segundo día)

Con la carpeta de pendientes intacta y el asunto del camino de Son Quint sin resolver me dispongo a darle carpetazo el domingo pero no sin antes entretenerme en buscar alguna que otra variante que pueda incorporar en el repertorio, y creo encontrar una que tendré que concretar. Así pues salgo desde casa rodando y para variar un poco recorro el carril bici por el ramal de Blanquerna y carretera de Valldemossa hasta la salida de Palma pasando por delante del monasterio de la Real y luego por caminos vecinales para llegar a Establiments e ir a buscar el cruce de Puigpunyent, punto exacto desde donde debo empezar la búsqueda.

Me acerco pues a la barrera cerrada para evaluar su paso y no parece complicado, debo obviar, no obstante, las señales disuasorias que me invitan a largarme para entrar en la finca de malas maneras. Sé que el camino conduce hasta una casa a la cual llego y compruebo que no está habitada, ni puede estarlo en las condiciones deplorables en que se encuentra, y puedo continuar subiendo aunque pronto me doy cuenta de que no tengo un trazado claro por donde tirar y vuelvo atrás hasta un cruce que he visto antes y que puede que tenga mejor salida pero es muy parecido al anterior, después de recorrer un corto tramo vuelvo a estar en la selva y aunque sé que voy avanzando en la dirección correcta lo hago sin un trazado claro hasta que me topo con un sendero por el cual bajo hasta encontrar y memorizar correctamente donde está el desvío, y ahora sí puedo continuar el camino seguro de que estoy en el lugar adecuado como efectivamente compruebo tras alcanzar el cruce con el camino que había bajado el día anterior. Bucle completado.

Y vuelvo a bajar hasta los silos para empezar a subir de nuevo por pista hasta el desvío, hoy quiero ir al coll des Garrover directo para comprobar qué tal es ese camino en sentido contrario y la verdad es que no está nada mal, algún tramito andando pero bien. Cierto es que antes de tomar ese camino me entretuve en bajar por otro como alternativa a la pista pero que no llegó a buen puerto, está pero entre poco claro y con los árboles caídos atravesados retrasa más que adelanta, de ahí ese bucle en la traza, obviable.

Estoy ya en el coll y sin tener nada claro por dónde tirar tal es la cantidad de posibilidades de continuación y elijo la bajada del coche quemado y distraerme un poco más en la maraña de pistas de abajo. Pensado y hecho, me voy para abajo y recorro parte de las pistas para volver al camino principal hasta la explanada del banco y tomar el ramal que va a Pinar Park que no sé si está cerrado ya que el día anterior no puse pasar por la barrera de los chalés. Efectivamente no han dejado paso pero lo que hago es volver al cementerio rodando pegado a la rejilla donde han dejado un pasillo limpio encontrándome en el aparcamiento no una si no dos barreras cerradas, una en el paseo exterior de la primera valla y otra sobre el camino principal con un acceso peatonal que impide el paso de vehículos.

En una primera impresión entiendo que hayan cerrado el resto de su parcela ya que el campo de golf no la ocupa al 100%, eso ya lo había comprobado y me pareció lógico aunque esperaba que ya que la valla cruzaba el camino que une Pinar Park con el cementerio dejarían un acceso, cosa que no ha sucedido aunque tampoco confiaba en exceso ya que creía que no se trataba de un camino público como efectivamente no es pero lo que no sabía es que sí había un ramal público desde Son Quint que quedó desaparecido a raíz de la construcción del campo de golf, de ahí que se construyera por la parte exterior un paseo público que yo creía que era parte de la instalación deportiva aunque de libre circulación ya que por allí pasaba mucha gente paseando y hasta algún ciclista.

¿Qué ha cambiado pues para que la propiedad haya cerrado todos los accesos a esa parcela? No los conozco, pero que alguna persona o empresa se gaste una importante cantidad de dinero en proyectos, tasas, mano de obra y materiales para cerrar una parcela sin ningún provecho tiene que ser por algo lo suficientemente molesto como para acometer esa obra, puedo pensar en el paso de vehículos a motor, y digo motos; circulación de bicicletas, circulación de personas que hayan generado alguna posible queja o denuncia por accidente causado por algún golfista o motero/bikero; depósitos de escombros por las cercanías y seguramente algunas más aunque no me estoy moviendo más que en los terrenos de la especulación, lo cierto es que se ha cerrado y ya se ha generado el suficiente movimiento de protesta como para saltar la noticia en los periódicos aunque sin un comunicado oficial por parte de la propiedad que nos dé un poco más de información sobre el asunto no me atrevo a criticarlo abiertamente en público sin tener todos los datos, esperemos de todas maneras que pronto tengamos una solución definitiva al contencioso.


Doblete de cercanías (primer día)

Tenía que ir, sé que me faltaban cosas por ver en esa zona aunque para ello haya que saltar alguna barrera y meterse donde no te llaman, la cosa es comprobar que no serás recibido de malas maneras y poder realizar un test completo del lugar, después ya se verá si pasa a ser de dominio público y hasta puede que llegue a formar parte de alguna ruta, pero no adelantemos acontecimientos antes de tiempo, vayamos por partes, y como una buena novela empecemos por el principio.

Es sábado y estoy en la calle listo para partir, voy a salir rodando desde casa, así que los primeros kilómetros serán de rodaje por la ciudad hasta alcanzar los límites de la vía de cintura y seguir directo por la carretera hasta la entrada de la cantera, ahí ya se puede decir que he calentado bien. Empiezo a tocar tierra y ya es en subida y estando en faena me pasan tres motos, está claro que la próxima vez entraré por donde ellos y no tendré que hacer contorsionismo para pasar por debajo de la barrera. De lo que me doy cuenta es de que pasan muy rápido por la zona de arriba y es que lo han arreglado, el montón de piedras que había ya no es excusa para poner pie a tierra, se puede pasar rodando. Me voy a buscar el cruce de caminos superior por el tramo más largo que aunque si lo miramos tramo a tramo no es muy complicado, pero en su conjunto llega a hacer mella.

Bajada directa ya desde un principio hacia el camino que proviene del coll y por el que seguimos bajando hasta los silos. Bajada guapa donde se hace necesaria una buena máquina para no perder el control de la situación en todo momento si bajas rápido, si te falla algún elemento pues bajas más lento. Estoy en los silos y empiezo a subir sin perder tiempo y tomo el atajo, si es que puede llamarse así, aunque no le veo gran ventaja sobre la pista. Pista que recorro hasta el final y sigo por el sendero limpiado para facilitar el paso y justo superar la zona complicada me dispongo a revisar un claro desvío a mano izquierda que ya tenía calado y que suponía era otra bajada desde arriba, pues no, ya que tras una corta subida volví al sendero a los pocos metros después de haberlo abandonado.

Enlazo con la bajada principal de Bunyolí nou e intento infructuosamente pedalear hacia arriba pero es realmente muy difícil y debo claudicar a las primeras de cambio. ¿Diríais que por ahí arriba hay sapos? Pues sí, me topé con uno en medio del camino y eso que charcas hay más bien pocas en esa subida. Después de apartarlo de en medio sigo camino hasta culminar y después llegar hasta el coll de Son Marill donde puedo tomarme un descanso al solecito. Me apetece comprobar que tal está el camino público hasta la carretera y aunque las sensaciones son muy distintas subiendo o bajando me pareció que el ascenso sin penalizar sería una auténtica proeza, hay tramos muy inclinados y son los peor conservados, los animales de tiro debían sacar los hígados por ahí.

No me queda otra que hacer carretera para llegar al siguiente desvío, el del inicio de la mal llamada “interminable” y que es el que uso a falta de denominación oficial pero que nunca me ha convencido. De hecho tampoco sucedió el sábado, tras las primeras rampas iniciales la cosa se calma bastante y no supone mayor problema superarla, de hecho no paré arriba y fui hasta el cruce de la pista de la carena en dirección a las antenas y estando allí se cruzó el único bikero que vi en toda la mañana. Por mi parte, después de comer algo, me encaminé hacia la bajada directa a la cantera, una buena trialera, muy rápida en su parte final, que da justo en medio de la explanada. Salgo de la zona y ya que estoy allí voy a ver como está el tema del cierre de la parcela del golf y compruebo que por un lado hay una barrera y por otro una valla aunque esta ya ha sido convenientemente cortada para permitir la entrada y allí es donde me doy cuenta de que he perdido la chaqueta que llevaba colgada de la mochila, solo espero que no muy lejos.

Desando, pues, el camino hacia la cantera y empiezo a subir la trialera hasta que la encuentro, afortunadamente a poca distancia, no he caminado más de diez minutos. Vuelta a bajar y aunque tenía pensado rodear el golf e ir a fisgar por el cementerio por lo del cierre me voy directo a casa cruzando por Son Roca y el polígono, dejo esos deberes para el día siguiente.