Ruta de verano

Durante mis jornadas de asueto anual he salido dos veces en bici, no ha habido para más ya que la familia ha copado mis atenciones, prioridad absoluta, y tampoco es que hayan sido unas rutas de lo más, si se observan las trazas son simples idas y vueltas sin casi ninguna pretensión, un día Bunyolí donde además bajé por donde subí, y otro un coll de sa Creu para bajar por las dresseres como aliciente principal, si aceptamos barco como animal de compañía también podemos pasar estos paseos como rutas. Y hablando de rutas, tengo un blog de rutas por si alguno no se había enterado, y aunque el grueso del trabajo de campo está hecho desde hace tiempo no se ha abandonado, las circunstancias cambian y pueden suponer modificaciones sustantivas en algún trazado, y en ésas estamos lo que no quiere decir que lo traduzca al blog inmediatamente, ni siquiera que lo vaya a hacer ya que obligación no tengo, pero sí recalcar que lo he estado revisando porque algunos hechos puntuales así me lo han aconsejado. Se puede consultar aquí.

Lo que sí es cierto es que la zona de na Burguesa da mucho juego y tenía la sensación de que podría dar con una combinación satisfactoria para montar una ruta en condiciones, despliegas en el mapa los caminos que no has usado para ello y cavilas de qué forma se pueden enlazar adecuadamente. La Enduro, Coma de s’Arc en el blog, ¿no está usado? pues no, subsanemos por tanto ese descuido.

Lo primero que hay que hacer es buscar una buena subida que esté a la altura de esa bajada, y la hemos encontrado en el PT3, y la he usado pese a mis reticencias ya que se trata de zona militar, hubiera preferido la subida directa de Son Vida pero la cerraron hace años y aunque no se vigila tiene una barrera infranqueable por ahora, me quedo pues con la pista militar.

Tenía ya el trazado bastante claro y quería someterlo a escrutinio por parte de algún compañero, José Manuel se ha prestado voluntario pese a no conocer ese itinerario y hemos quedado a una hora no muy tardía para que nos dé tiempo a completar el recorrido y de paso poder pararnos si hace falta sin tener que estar pendientes de la hora constantemente (yo tenía que aparecer por casa antes de la una sin falta). Aunque se puede ir directamente por carretera al desvío del PT3 si hay menester propongo dar unos rodeos para ir pillando tierra y llegar motivados a la subida, así pues tras voltear un poco por el carril bici nos acercamos hasta la entrada de Son Puigdorfila Nou para realizar un recorrido hasta el torrente e ir a salir a un vial de la urbanización y desde allí a la rotonda de arriba en un trazado casi aleatorio ya que aquello está muy pisado por las motos y se puede circular en todas direcciones, un poco más complicado en bici por los rampones cierto es.

Solamente vamos a cruzar la autopista por arriba porque enseguida nos metemos en el sendero que baja a la otra vertiente, por cierto, necesita una limpieza, para ir a recorrer esa hondonada y salir por la otra rotonda, la de Madre Alberta y meternos enseguida por el caminito que vuelve a bajar hasta esa especie de parque y de ahí a la circunvalación para desviarnos por la entrada del golf. Ahora se trata de arribar hasta las casas e ir a buscar el sendero que te lleva a la carretera, ¿que no tienes tiempo? pues vas directo. Nosotros teníamos así que dimos todos los rodeos anteriores y quise probar las dresseres de subida pero mejor seguir por asfalto hasta la barrera militar y entrar por allí. En un principio había previsto otro bucle corto hasta Son Vida pero una visita entre semana me confirmó que la entrada desde la urbanización está sellada, la construcción de un nuevo chalé la ha bloqueado y aunque no hace mucho pude pasar ahora es definitivo y ya no se puede por lo que obvié esa parte.

Estamos ya en la pista interior y nos hará falta mucha convicción para llegar arriba (y no solo convicción) por lo que adopto una estrategia que espero me dé resultados, no mirar más lejos que mi rueda delantera, no quiero ver aparecer los rampones tras una curva y que se vaya la determinación de repente, de momento parece que la cosa funciona, cuando hay que apretar se aprieta pero sin estar muy seguros de donde realmente estás, como que vas un poco engañado pero como ya he pasado unas cuantas veces sé que la cosa va a peor a medida que subes y quieras o no, te va decayendo la moral. Mis opciones de subir de una tirada se van al traste cuando me voy a la derecha en un tramo donde se va inclinando más y más y llega un momento que la rueda de delante patina obligándome a poner pie y tener que volver a arrancar de mala manera pero al final me sentí satisfecho porque pude pasar las últimas rampas montado, y no solo por mí, José llegó de una tirada al cortafuego sin problemas.

Tomamos el sendero de enlace con el torrente para llegar a la carretera en unos minutos, no más de un kilómetro nos separan, y tomar el ramal de enfrente, ese que cerraron con una barrera pero que se puede sortear bien y que tiene una rampita final muy sabrosona. Vamos a descansar un poco de tanta subida descendiendo por la amplia pista y después por el desvío del mirador pero solamente hasta la curva cerrada a derechas desde donde empieza la subida de verdad, subida de muchos vatios y que se tienen que aplicar a golpe de pedal, no valen excusas, o tienes lo que hay que tener o no lo tienes, en este último caso, a patear. Fue donde nos encontramos al único ciclista del día fuera de la carretera porque otro sí vimos subiendo por asfalto, aparte también había dos chicas en el mirador, buscaban la Cova des Marbre por lo poco que pude entender, se me hizo raro verlas por allí ya que no eran las típicas excursionistas y menos en pleno agosto, quizás solo iban a refrescarse, a saber.

Es nuestro tiempo de descanso y aprovisionamiento, alguna barrita, fruta y algunos químicos componen nuestra dieta a la sombra y con buenas vistas, todo un placer de los sentidos, pero tampoco es cuestión de remolonear más de la cuenta aunque ya se puede decir que estamos de vuelta, nos queda el sendero técnico y rocoso que se dirige hacia el coll des Pastors, eso es solo la primera parte ya que éste acaba en una bajada rocosa no muy complicada y a partir de ahí vuelve a subir por un camino ya más elaborado hasta el cruce de la pista superior por donde vamos a continuar unos metros para coger el desvío del camí de ses Pasteretes y a su vez el que se desvía hacia la coma de s’Arc, ése es el que el compañero no conoce y yo tengo serias dudas de que acabe gustándole, no ha traído protecciones pese a que comentamos ese detalle, quieras no quieras llevarlas o no puede acabar influyendo en la disposición a afrontarla, sé que es su primera vez y depende de cómo la acabe serán sus próximos pases.

Me sentí bien en el primer tramo, es más, de no haber atacado mal el último escalón no habría puesto pie, y parte de esa buena sensación no creo que fuera solamente por el hecho de llevar rodilleras, más bien era por el buen tacto de la bici sobre el terreno y eso que no iba tranquilo del todo por la rueda de atrás que va un poco descentrada la llanta, ocheando, y hasta quería meterle algo más de presión pero la vi bien al tacto y quedó igual, en resumen, cero problemas y en cuanto metí el piñón adecuado después de pasar las curvas de la rampa mejoré el control aunque no tanto como para no quedarme atrancado en un par de ocasiones, en cambio en la zona de rampas pedregosas más abajo estuve mejor y las pasé sin bajarme de la bici, creo que es la primera vez si mal no recuerdo y no sé porqué pero en el strava solo tengo tres bajadas y dos son del año pasado y fui solo, y si releemos las crónicas de esas jornadas fueron para olvidar, todo lo contrario de esta última, es lo que tiene el deporte, que nunca es igual, en realidad nada es nunca igual pero por algún motivo se inventó el vocablo rutina. Que nunca debamos aplicarlo a nuestras salidas en bici.

Lo que si es cierto es que el compañero no me dio la enhorabuena abajo, no le gustó, no le gustó absolutamente nada y aunque tenía cierta esperanza de que fuera eso un acicate más bien fue lo contrario, no es su estilo. Debido al horario no hicimos lo que tenía pensado que como colofón de ruta hubiera sido perfecto, dirigirnos hacia el bosque de Bellver y salir por el torrente hacia Can Barbarà y volver rodando tranquilamente por el Paseo Marítimo cual ciclistas de relax, de hecho ni nos dio tiempo de detenernos para un kit-kat a la sombra, llegué a casa con unos minutos de antelación sobre el límite previsto así que tod@s contentos.


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