Día del Pilar

La semana anterior hubo un hueco en las salidas, está en blanco aunque por una muy buena razón, no ha lugar a la especulación ni a la preocupación, lo dediqué a otras cosas. Dicho esto adelantamos el calendario 7 días y retomamos las buenas costumbres aunque en este caso, limitadas, será una salida cercana por si las moscas y a Sito y a Carlos no parece importarles, así que no hay problema en vernos y hacerla juntos. En realidad ninguno de los tres parece tener un itinerario claro por lo que respecta a la ruta y ya desde el principio vamos improvisando, primero yendo a buscar la carretera de Puigpunyent por el polígono y después por la subida de Bunyolí nou, yo allí quería ver una pista transversal que va a dar cerca de las casas pero parece que no acerté porque enseguida volvimos al itinerario conocido y para no volver atrás decidimos continuarlo.

El enlace con el camino de la finca es un sendero, seguramente inexistente anteriormente pero que va fenómeno para enlazar esos caminos, y va bien porque lo han limpiado de matas y arbustos pero dejando tocones bastante prominentes en el suelo y fue en uno de esos donde Sito salió volando por encima del manillar dándose un buen golpe en las costillas y algún sitio más, no lo vi pero por lo que oía me pareció que fue una buena castaña aunque no le impidió continuar.

No estuvimos muy entretenidos en el coll de Son Marill antes de acometer las duras rampas de hormigón y alguna de tierra más adelante, creía que no podría pero pude pasarlas sin poner pie, lo cual es bastante logro creo yo, pero quizás haya estado bien que no se haya grabado correctamente la traza en todo ese tramo para no bajarme la moral definitivamente, últimamente el teléfono hace cosas raras, quizás haya modificado algo de la configuración de la aplicación que no debiera y que habrá que revisar.

Yo creo que no andaba muy fino porque cuando me propusieron hacer la bajada que hay a continuación no me lo pensé dos veces, ni se me ocurrió proponer una alternativa, hicimos la que da a la cantera pero me parece que llevaba el rebote de la horquilla demasiado vivo o eso es lo que me pareció pero aún así me supo a poco y quería más por lo que hicimos la subida a pata hasta la entrada de las minas donde han colocado un quitamiedos sobre el mismo borde aunque no logro adivinar el motivo exacto ya que es un pasaje bastante ancho. Volteamos hacia el otro camino que viene de arriba para continuarlo en bajada hasta el bosque de abajo todo lo más que pudimos quedando ya solo el tramo que nos acerca al cementerio para dar por oficialmente finalizada la ruta aunque si uno se fija bien en los datos de la misma se preguntará dónde se gastaron el resto de horas hasta completar el total aunque creo que todo el mundo acertará con la respuesta adecuada, es la pega de este deporte, que da sed.


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