Este sábado parecía ya definitivo que acabaran el trabajo los pintores y tuve que salir. No podía haber nadie en casa ya que tenían que pulir el suelo. Lo que no tenía claro era donde iba el grupo. Sabía que una parte saldría el domingo otra vez con la gente de Alcúdia. Otros dejaron mensaje en el foro para ir a Esporles.
Dado que querían subir por la carretera decidí acercarme por Bunyolí y esperarlos en las antenas. Me encontré en la barrera de abajo con una gente del Govern que conocía pero tenía un poco de prisa por no llegar tarde y subí solo. Continué solo y tuve que esperar unos diez minutos para que llegara el grupo. Era reducido; solamente JRoman, Nando, Juan y Oscar. Me extrañó en un principio que faltara gente, pero parte del grupo se fué con los Toy's a hacer la ruta de Míner.
Nosotros hicimos la ruta clásica hasta la ermita. Aunque yo siempre había pasado por el acantilado he de reconocer que este desvío te permite circular todo el rato. Tenía el día bastante perro en las bajadas, sin motivación extra. El descenso por el Comellar de ses Puces, no tan rápido y seguro como me hubiera gustado. Con la rueda de delante con un poco más de presión de la necesaria y la de atrás lisa, la confianza mengua.
En Esporles no hubo tentenpié ni cervecita, ya que algunos se enredaron de cháchara con un conocido, y se hizo un poco tarde. Juan y yo decidimos volver por Son Malferit y atravesar la serra de Na Burguesa por el Coll de Son Marill, subiendo por la pista. La vuelta por el cementerio de Sa Vileta y a casa.
Dado que querían subir por la carretera decidí acercarme por Bunyolí y esperarlos en las antenas. Me encontré en la barrera de abajo con una gente del Govern que conocía pero tenía un poco de prisa por no llegar tarde y subí solo. Continué solo y tuve que esperar unos diez minutos para que llegara el grupo. Era reducido; solamente JRoman, Nando, Juan y Oscar. Me extrañó en un principio que faltara gente, pero parte del grupo se fué con los Toy's a hacer la ruta de Míner.
Nosotros hicimos la ruta clásica hasta la ermita. Aunque yo siempre había pasado por el acantilado he de reconocer que este desvío te permite circular todo el rato. Tenía el día bastante perro en las bajadas, sin motivación extra. El descenso por el Comellar de ses Puces, no tan rápido y seguro como me hubiera gustado. Con la rueda de delante con un poco más de presión de la necesaria y la de atrás lisa, la confianza mengua.
En Esporles no hubo tentenpié ni cervecita, ya que algunos se enredaron de cháchara con un conocido, y se hizo un poco tarde. Juan y yo decidimos volver por Son Malferit y atravesar la serra de Na Burguesa por el Coll de Son Marill, subiendo por la pista. La vuelta por el cementerio de Sa Vileta y a casa.
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