Froggy

Esta semana no hay fotos. Como mucho alguna hecha con un móvil colgada en el foromtb, pero no es seguro. Es más, oficialmente ni había ruta. Así y todo once bikeros nos hemos reunido en el aparcamiento de Bunyola para rutear por la Comuna, aunque después de discutirlo largamente ayer. Nieve o tierra? En principio, tierra. La nieve se la dejamos a los del sábado y a algunos más pero aún sin quererlo pisamos algunas placas arriba, en el Penyal.

Era el día oficial del estreno de un nuevo pepino y había que dejar que el dueño decidiera por dónde le apetecía hacerlo. Por eso me apunté sin más. Además tampoco tenía el cuerpo para muchas más florituras. Mucho trabajo durante la semana y constipado hasta dudaba si llegaría arriba. Pero no, mientras subíamos ya ví que sí que llegaría y eso me daba esperanzas de completar una ruta al menos decente.

Ya desde abajo nos empezamos a encontrar gente de diversos lugares. Había una pareja con bicis de rally que nos íbamos pasando continuamente. Uno de los dos iba bastante tocado y el otro iba todo el rato arriba y abajo. Me cansé de verlos. Subiendo al Penyal nos mezclamos con un grupito que no sé si eran los de Llucmajor o no, me he enterado después de que estaban por allí. Lo que sí sé es que ninguno de ellos hizo la trialera Picó (la cabra), se fueron todos por la pista. Esa trialera iba a suponer el primero de los tests de la froggy. Después de comer algo arriba y pertrecharse nos fuimos hacia abajo y al pisar unas placas de nieve que había por el camino la bici me empieza a culear. Me creo que es de la nieve pero qué va...voy pinchado. Más que pinchado, con la llanta por el suelo. En el desvío me pongo a cambiar y el único que queda por allí es Juan. Y menos mal porque fué él que hinchó la rueda.

Los otros ya no estaban y yo ya estaba de mala leche. Preveía una bajada de lo más triste, como así fué. Con la rueda reparada nos fuímos para abajo y, como había previsto, la bajada no tuvo historia. Además del paso complicado me paré en varias zonas donde otras veces, con más motivación, paso sin complicaciones. Lo intenté, sin éxito, en el paso de la cabra, pero ya estaba todo decidido y juntos nos fuimos hacia el depósito para continuar hacia Coanegra, o eso creía yo, porque se pasaron el cruce y no hubo forma de hacerlos volver atrás. No querían carretera, fué su argumento. Pero si no hace falta tocar carretera para volver a Bunyola, campo a través y hormigón; miedicas, solo querían bajadas. Los dejé estar, ya he dicho que no estaba de lo más fino tampoco, y nos fuimos a buscar el sendero del bosque encantado, donde se filmó este vídeo.

Como consecuencia de la desilusión de la bajada anterior tampoco disfruté mucho de esta. Debía tener la tensión baja. Subidita de aquellas que te pone las pilas aunque parezca que no tiene que ser nada para presentarse en la explanada de la viruta, donde algunos quisieron probarla. Después, para abajo. Y tampoco disfrutaba. Nos paramos un rato en los pinos, donde realmente empieza la trialera, a arreglar el primer pinchazo de la bici nueva pero ya daba el día por perdido. Traté de hacerlo lo mejor posible pero sin convencimiento. Y solamente me faltó reventar otra vez cuando me faltaba al menos medio kilómetro para llegar abajo. No quise reparar porque estaba seguro de que volvería a romper antes de finalizar. Bajé con la bici a cuestas hasta la barrera donde estaban todos menos Pedro, que ya se había ido.

Hice el cambio de cámara y nos fuimos y conseguí llegar entero al pueblo. Al menos aguantó hasta el bar donde solamente fuimos cuatro; la comida del domingo siempre tiene más compromiso. Sobre el cambio de disco delantero quisiera creer que ha sido para mejorar pero no podría demostrarlo. Sé que objetivamente y físicamente ha sido una mejora pero sentirla es otra cosa. Espero poder apreciarla en la próxima salida. Lo que es seguro es que la ruta a mí si me salió rana cien por cien.


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