Es lo que tiene no preparar nada, que llega el viernes y estás en la inopia sin saber ni dónde ni con quién vas a salir. Y es lo que respondo cuando alguno me preguntó por mis planes así que todo quedó como estaba hasta que alguien respondió a mis requerimientos y me informó de alguna salida cercana por la Fita del Ram. “Pero qué pesado se está poniendo este con la Fita, si ya la conocemos todos”, pues suerte que tenéis, porque yo no pero como tampoco hay una prisa loca, puedo ir cambiando de planes según me convenga, como hice la semana pasada, aún cuando hubiera sido lo más fácil para mí que Pepe hubiera venido y me hubiera indicado dónde está el desvío, pero preferí que no fuera tan sencillo y nos fuimos por otro lado donde nos fue bastante bien.
Es Guiem quién me respondió y con él quede en el Decathlon a las ocho, es lo habitual, pero se me hizo tarde, me dormí y tuve que llamarle para quedar en otro punto intermedio ya que ellos cruzarían la sierra por el coll de Son Marill, eso me daba pie a no tener que ir a remolque. Ese punto era el desvío del camí de Can Calixtro y ahí había otros dos esperando. ¿y porqué ahí precisamente? porque según el sherpa-guía-Xisco subiríamos por carretera hasta las antenas. Debo confesar que no lo vi muy claro desde el principio, yo venía de Establiments y no había calentado lo suficiente, si le añadimos las tibias sensaciones de entre semana más las dudas respecto al propio trayecto que nunca había subido, pues se puede decir que no iba del todo cómodo.
Pues debo decir lo que pienso, es una maría (por no decir otra cosa), cualquiera que esté mínimamente entrenado lo sube a plato mediano cómodamente, yo mismo lo he hecho por la vertiente de Esporles hasta Sobremunt y aún sigo vivo, aunque esta vez no llegaba al mínimo y subí con todo, y tampoco me creo que las pendientes superen el 20%; la verdad, eso del Vergerolo puede ser aplicable a las bicis de carretera pero una mtb sube cómoda. Descanso típico en el cruce de Bunyolí y otra vez para arriba, esta vez por el camino que aún sigue con la barrera cerrada. Mario quiso sacar unas fotos allí y quedamos descolgados del grupo hasta llegar arriba. Tras comer algo proseguimos la marcha con un grupo cabecero a buen ritmo, es lo suyo en ese terreno.
Llegamos al cruce de la cumbre y me entero que la ruta, aunque bautizada como “super Fita” no incluía visita al geodésico y me veo venir que no va a haber muchos voluntarios para acompañarme, como así fue. Ni siquiera los que decían que querían volver antes de las dos se arriesgaron, es difícil romper la auto-disciplina de grupo de esa gente. Conclusión, me fui solo para arriba, esta vez portando a lo nazareno desde abajo, muy corta subida me pareció.
Estuve un rato en lo alto comiendo algo y decidiendo si quería bajar al pou directamente o hacerlo desde abajo, no vi mucha diferencia entre ambas opciones y bajé por la marcada, salto la pared y en un plis estoy en el pou de neu. Ahora es cuando debo estar atento al desvío por lo que bajo despacio. Veo una opción y la investigo, falsa alarma, ni andando bajas por ahí. Sigo y avisto unas rocas al descubierto, me acerco y me sorprendo de lo aéreo que es teniendo una visión privilegiada sobre el altiplano de la ermita que parece estar sobre el mismo borde del abismo aunque es solo una ilusión óptica. La sensación que me da es de que está muy cerca, no me cuadra el recorrido que hay que hacer para llegar con la distancia a la que la observo. Por eso cuando hago el siguiente tramo de camino y empalmo con el que quiero encontrar me parece que ha sido todo muy corto y muy rápido, y eso que hay que pararse en una zona donde se han caído algunos árboles y hay que sortearlos andando.
Como ya he llegado al cruce no me queda más remedio que aplicar el cuento de la vieja, si te has pasado el desvío estás obligado a volver por el correcto y tomar nota. Y es lo que hago, cuadrándome ahora sí los recuerdos que tenía de esta subida con la realidad. Ascenso con bastante pendiente pero limpia con lo que de secreta, nada de nada, está muy trillada, no sé si de bicis o de caminantes pero que seguro bajan montados es más que evidente. Llego al cruce con el otro camino y sin ser muy claro, está marcado, pero mejor si sabes dónde está, de otra manera casi seguro que te pasas. Ahora me queda bajarlo y aunque subiendo me iba motivando por dentro para poder hacerlo sobre la bici cuesta abajo no lo veía tan claro, no es mi terreno preferido pero vamos, con un mínimo de soltura se hace.
Llegada al aujub, de ahí al portell donde decido continuar hacia la ermita. Un poco antes de las curvas oía a alguien que venía detrás de mí y al parar a bajar el sillín me pasó y después creí verlo dando vueltas por la explanada de la ermita vella pero no paré hasta la otra y allí no lo vi. En el rato que estuve parado no pude dejar de pensar si habría cogido algún camino desde allí y por eso no venía hasta que por fin yo también volví atrás a investigar si eso fue lo que sucedió pero no vi nada por la zona y regresé a la ermita.
El bikero con quién me había cruzado al subir ya no estaba así que decidí bajar por el desvío del pou y después Área Recreativa, son dos bajadas que van una a continuación de la otra y no son difíciles, acabar este descenso es acabar prácticamente la ruta.
La vuelta es la típica por Son Malferit aunque hay alguna que otra opción pero por un camino abandonado por el que no dan muchas ganas de circular y con una salida por la finca un tanto complicada por lo que no auguro ningún cambio en los meses y años venideros aún a pesar de ser un camino público.
Es Guiem quién me respondió y con él quede en el Decathlon a las ocho, es lo habitual, pero se me hizo tarde, me dormí y tuve que llamarle para quedar en otro punto intermedio ya que ellos cruzarían la sierra por el coll de Son Marill, eso me daba pie a no tener que ir a remolque. Ese punto era el desvío del camí de Can Calixtro y ahí había otros dos esperando. ¿y porqué ahí precisamente? porque según el sherpa-guía-Xisco subiríamos por carretera hasta las antenas. Debo confesar que no lo vi muy claro desde el principio, yo venía de Establiments y no había calentado lo suficiente, si le añadimos las tibias sensaciones de entre semana más las dudas respecto al propio trayecto que nunca había subido, pues se puede decir que no iba del todo cómodo.
Pues debo decir lo que pienso, es una maría (por no decir otra cosa), cualquiera que esté mínimamente entrenado lo sube a plato mediano cómodamente, yo mismo lo he hecho por la vertiente de Esporles hasta Sobremunt y aún sigo vivo, aunque esta vez no llegaba al mínimo y subí con todo, y tampoco me creo que las pendientes superen el 20%; la verdad, eso del Vergerolo puede ser aplicable a las bicis de carretera pero una mtb sube cómoda. Descanso típico en el cruce de Bunyolí y otra vez para arriba, esta vez por el camino que aún sigue con la barrera cerrada. Mario quiso sacar unas fotos allí y quedamos descolgados del grupo hasta llegar arriba. Tras comer algo proseguimos la marcha con un grupo cabecero a buen ritmo, es lo suyo en ese terreno.
Llegamos al cruce de la cumbre y me entero que la ruta, aunque bautizada como “super Fita” no incluía visita al geodésico y me veo venir que no va a haber muchos voluntarios para acompañarme, como así fue. Ni siquiera los que decían que querían volver antes de las dos se arriesgaron, es difícil romper la auto-disciplina de grupo de esa gente. Conclusión, me fui solo para arriba, esta vez portando a lo nazareno desde abajo, muy corta subida me pareció.
Estuve un rato en lo alto comiendo algo y decidiendo si quería bajar al pou directamente o hacerlo desde abajo, no vi mucha diferencia entre ambas opciones y bajé por la marcada, salto la pared y en un plis estoy en el pou de neu. Ahora es cuando debo estar atento al desvío por lo que bajo despacio. Veo una opción y la investigo, falsa alarma, ni andando bajas por ahí. Sigo y avisto unas rocas al descubierto, me acerco y me sorprendo de lo aéreo que es teniendo una visión privilegiada sobre el altiplano de la ermita que parece estar sobre el mismo borde del abismo aunque es solo una ilusión óptica. La sensación que me da es de que está muy cerca, no me cuadra el recorrido que hay que hacer para llegar con la distancia a la que la observo. Por eso cuando hago el siguiente tramo de camino y empalmo con el que quiero encontrar me parece que ha sido todo muy corto y muy rápido, y eso que hay que pararse en una zona donde se han caído algunos árboles y hay que sortearlos andando.
Como ya he llegado al cruce no me queda más remedio que aplicar el cuento de la vieja, si te has pasado el desvío estás obligado a volver por el correcto y tomar nota. Y es lo que hago, cuadrándome ahora sí los recuerdos que tenía de esta subida con la realidad. Ascenso con bastante pendiente pero limpia con lo que de secreta, nada de nada, está muy trillada, no sé si de bicis o de caminantes pero que seguro bajan montados es más que evidente. Llego al cruce con el otro camino y sin ser muy claro, está marcado, pero mejor si sabes dónde está, de otra manera casi seguro que te pasas. Ahora me queda bajarlo y aunque subiendo me iba motivando por dentro para poder hacerlo sobre la bici cuesta abajo no lo veía tan claro, no es mi terreno preferido pero vamos, con un mínimo de soltura se hace.
Llegada al aujub, de ahí al portell donde decido continuar hacia la ermita. Un poco antes de las curvas oía a alguien que venía detrás de mí y al parar a bajar el sillín me pasó y después creí verlo dando vueltas por la explanada de la ermita vella pero no paré hasta la otra y allí no lo vi. En el rato que estuve parado no pude dejar de pensar si habría cogido algún camino desde allí y por eso no venía hasta que por fin yo también volví atrás a investigar si eso fue lo que sucedió pero no vi nada por la zona y regresé a la ermita.
El bikero con quién me había cruzado al subir ya no estaba así que decidí bajar por el desvío del pou y después Área Recreativa, son dos bajadas que van una a continuación de la otra y no son difíciles, acabar este descenso es acabar prácticamente la ruta.
La vuelta es la típica por Son Malferit aunque hay alguna que otra opción pero por un camino abandonado por el que no dan muchas ganas de circular y con una salida por la finca un tanto complicada por lo que no auguro ningún cambio en los meses y años venideros aún a pesar de ser un camino público.