Vamos con la crónica de la segunda semana de la nueva época.
Decir que el horario va a peor, apetece quedarse en la cama cuando no hay un objetivo claro, objetivo en el sentido de localización, me refiero, porque ahora de lo que se trata es de ir paso a paso para cimentar una buena base. ¡Qué grandes palabras! Cualquiera podría imaginarse que tengo un plan trazado al milímetro para conseguir semejante hito. Nada más lejos de la realidad, ni hay plan ni lo habrá, simplemente me acoplo al devenir diario y sobre esa base actúo.
El viernes tocó pista de atletismo, estiramientos y carrera suave (por ahora no doy más). Tocaba también el miércoles pero me la salté, aún así con mejores sensaciones que el primer día sobre todo gracias al calentamiento inicial. Sábado descanso y hoy bici. Se trata de no salirme mucho del guión e ir mejorando el ritmo a base de kilómetros, por ahora de carretera.
Como he salido de casa pasadas las nueve (lo veía venir y no anuncié nada ayer) y me tiraba alguna subida con algo más de enjundia que la de la semana pasada me he propuesto hacer una ruta corta, Esporles, aunque por la vía directa, por asfalto. Se podría aceptar también Son Malferit pero hoy quería hacer la ruta completa desde el pueblo. Allí tomaría rumbo a las alturas por la carretera de es Verger hasta es Campassos y Sobremunt, hecho pues.
Ningún problema reseñable en el tramo de carretera hasta el pueblo pero no así en el tramo hasta el coll de s'Heura. Lo primero, y solo lo menciono de pasada, es que he visto algo interesante que he guardado en el capítulo de pendientes para otro día ya que hoy no era el día apropiado para investigaciones.
Mientras estaba cavilando posibles planes futuros me he cruzado con un tipo que hablaba por teléfono y daba indicaciones de su posición por lo que he supuesto que habría tenido algún tipo de contratiempo con algún vehículo que no he visto en toda la subida y eso ha hecho que me olvidara de él pero solo hasta llegar a lo alto del coll donde veo un coche atravesado en la calzada con las ruedas de atrás colgando del escalón. He parado y la dueña me ha dado las explicaciones oportunas de la debacle. También había por allí otro vehículo con dos personas de la familia que buscaban la manera de engancharlos con una cinta para poder tirar pero les faltaba alguna pieza de unión y no se atrevían.
Hemos comentado alguna propuesta de cómo levantarlo de atrás con el gato pero el desnivel era tal que no parecía factible y entre plan y plan ha llegado el que hablaba por teléfono y ya éramos cuatro. En eso que aparece un coche y el conductor se ofrece a echar una mano, y exactamente eso es lo que ha propuesto, empujar, la solución más simple y más bestia y que entre cinco podríamos llevar a cabo. Dicho y hecho, se ha montado la chica, ha arrancado el coche y ha salido del escalón en menos que se tarda en decir sús. Estoy casi seguro que hubiera salido si hubiéramos empujado solamente dos, es lo que suele pasar muchas veces, lo más simple es lo más efectivo.
No me quedan más excusas para perder el tiempo y me propongo subir el resto de trayecto hasta arriba con el mejor ritmo que pueda y sin bajar de plato, cosa que consigo a costa de subir el último piñón en las rampas finales y bajar un poco el ritmo.
Atravieso es Campassos, espero unos minutos para ver si aparece alguien y al no hacerlo bajo por la carretera solamente para no tener que bajarme de la bici para abrir las tres barreras de Can Manent. Llego a la cadena de Bunyolí y nada me impide bajar por allí, ni siquiera por la trialera aunque no he bajado muy cómodo debido a las altas presiones de las gomas y esa misma sensación se ha repetido en el camino ancho al que parece que se le multiplican las piedras cuando bajas. Resto de vuelta hasta Establiments sin incidente alguno.
Hoy no me he cruzado con ningún bikero de mtb y muy pocos de carretera, de los pocos que salen la mayoría hacía horas que ya habían regresado a sus cubículos pero yo no tenía en mente hoy la palabra madrugón, dejemos que el organismo nos pida caña cuando la necesite, sin agobiar.
Ahora no lo tengo nada claro pero seguramente entre semana me dé la neura con lo que he visto hoy y el domingo no me pueda aguantar y tenga que ir a verlo aunque procuraré, eso sí, llevar-me d'hora.
Decir que el horario va a peor, apetece quedarse en la cama cuando no hay un objetivo claro, objetivo en el sentido de localización, me refiero, porque ahora de lo que se trata es de ir paso a paso para cimentar una buena base. ¡Qué grandes palabras! Cualquiera podría imaginarse que tengo un plan trazado al milímetro para conseguir semejante hito. Nada más lejos de la realidad, ni hay plan ni lo habrá, simplemente me acoplo al devenir diario y sobre esa base actúo.
El viernes tocó pista de atletismo, estiramientos y carrera suave (por ahora no doy más). Tocaba también el miércoles pero me la salté, aún así con mejores sensaciones que el primer día sobre todo gracias al calentamiento inicial. Sábado descanso y hoy bici. Se trata de no salirme mucho del guión e ir mejorando el ritmo a base de kilómetros, por ahora de carretera.
Como he salido de casa pasadas las nueve (lo veía venir y no anuncié nada ayer) y me tiraba alguna subida con algo más de enjundia que la de la semana pasada me he propuesto hacer una ruta corta, Esporles, aunque por la vía directa, por asfalto. Se podría aceptar también Son Malferit pero hoy quería hacer la ruta completa desde el pueblo. Allí tomaría rumbo a las alturas por la carretera de es Verger hasta es Campassos y Sobremunt, hecho pues.
Ningún problema reseñable en el tramo de carretera hasta el pueblo pero no así en el tramo hasta el coll de s'Heura. Lo primero, y solo lo menciono de pasada, es que he visto algo interesante que he guardado en el capítulo de pendientes para otro día ya que hoy no era el día apropiado para investigaciones.
Mientras estaba cavilando posibles planes futuros me he cruzado con un tipo que hablaba por teléfono y daba indicaciones de su posición por lo que he supuesto que habría tenido algún tipo de contratiempo con algún vehículo que no he visto en toda la subida y eso ha hecho que me olvidara de él pero solo hasta llegar a lo alto del coll donde veo un coche atravesado en la calzada con las ruedas de atrás colgando del escalón. He parado y la dueña me ha dado las explicaciones oportunas de la debacle. También había por allí otro vehículo con dos personas de la familia que buscaban la manera de engancharlos con una cinta para poder tirar pero les faltaba alguna pieza de unión y no se atrevían.
Hemos comentado alguna propuesta de cómo levantarlo de atrás con el gato pero el desnivel era tal que no parecía factible y entre plan y plan ha llegado el que hablaba por teléfono y ya éramos cuatro. En eso que aparece un coche y el conductor se ofrece a echar una mano, y exactamente eso es lo que ha propuesto, empujar, la solución más simple y más bestia y que entre cinco podríamos llevar a cabo. Dicho y hecho, se ha montado la chica, ha arrancado el coche y ha salido del escalón en menos que se tarda en decir sús. Estoy casi seguro que hubiera salido si hubiéramos empujado solamente dos, es lo que suele pasar muchas veces, lo más simple es lo más efectivo.
No me quedan más excusas para perder el tiempo y me propongo subir el resto de trayecto hasta arriba con el mejor ritmo que pueda y sin bajar de plato, cosa que consigo a costa de subir el último piñón en las rampas finales y bajar un poco el ritmo.
Atravieso es Campassos, espero unos minutos para ver si aparece alguien y al no hacerlo bajo por la carretera solamente para no tener que bajarme de la bici para abrir las tres barreras de Can Manent. Llego a la cadena de Bunyolí y nada me impide bajar por allí, ni siquiera por la trialera aunque no he bajado muy cómodo debido a las altas presiones de las gomas y esa misma sensación se ha repetido en el camino ancho al que parece que se le multiplican las piedras cuando bajas. Resto de vuelta hasta Establiments sin incidente alguno.
Hoy no me he cruzado con ningún bikero de mtb y muy pocos de carretera, de los pocos que salen la mayoría hacía horas que ya habían regresado a sus cubículos pero yo no tenía en mente hoy la palabra madrugón, dejemos que el organismo nos pida caña cuando la necesite, sin agobiar.
Ahora no lo tengo nada claro pero seguramente entre semana me dé la neura con lo que he visto hoy y el domingo no me pueda aguantar y tenga que ir a verlo aunque procuraré, eso sí, llevar-me d'hora.