Pinar de perrito

Hace ya un tiempo cayó en mis manos un catálogo de caminos al que le hice bastante caso y dediqué varias semanas en recorrer todos los itinerarios que no conocía o que nunca quise cruzar por no conocer su situación legal. No voy a poner ahora todos los enlaces a esas salidas, hubo muchas, tanto solo como acompañado, y se puede decir que los visité casi todos.

Hubo sorpresas de todo tipo evidentemente, pero la primera de ellas fue comprobar que se había empezado a pasar de las palabras a los hechos y en algunos de ellos la labor de limpieza había sido excelente, aunque no existía señalización.

Algunos de esos caminos no presentaron problemas de paso, bien porque no me crucé con nadie o porque atravesaban territorio expedito, pero en cambio en otros sí, bien porque permanecían inalterados y no eran ciclables o porque los respectivos propietarios de los terrenos por donde discurrían hacían caso omiso a los requerimientos de la autoridad municipal, como varios de ellos me hicieron saber personalmente. Por eso algunos de ellos aún no forman parte oficialmente de ninguna ruta aunque sí se han hecho unas cuantas por la zona, digamos que son rutas a la carta, bajo pedido y con el personal convenientemente avisado.

De uno de ellos, no especialmente interesante, he vuelto a tener noticias estos días por boca de Pepefz que lo había visto señalizado y quiso satisfacer su curiosidad. Yo tengo una traza editada en Camins pero conservaba aún mis reservas respecto a uno de sus extremos y este nuevo aporte de información suscitó mi curiosidad y así me vi impelido a satisfacerla lo antes posible.

Quedé en pasarme a las nueve por la tienda para saludar y acompañar a varios amigos de los MIR que me dijeron que por allí estarían pero ni aún con el despertador a las siete y media he sido capaz de estar listo a tiempo, tampoco ha ayudado que tuviera que desmontar las bielas que parecía que les habían puesto pegamento, negándose a rodar. A todo esto eran casi las diez cuando he podido montar.

¿Tengo que explicar cómo he ido hasta Esporles o lo dejamos a la imaginación de cada cuál? Pues que se lo imagine cada uno. Lo cierto es que al salir más tarde de lo esperado he decidido acortar un poco la subida empezando desde el mismo pueblo donde me encuentro con Xiscox, más bien me encuentra él que venía detrás de mí, y charlamos un poco de algunos asuntos importantes. No puede venir conmigo porque va con la flaca y eso hace que cada uno sigamos nuestro camino.

La subida por el Imedea y s'Ecleroboya (así está escrito en la entrada, ahorraros la puntualización) no es baladí, pronto no se ven más que tejados en un valle pero precisamente cuando termina el asfalto es cuando mejor se circula. Paso por la casa abandonada de la que no tengo ningún dato, derruida sí pero no así el lugar, los candados de la barrera parecen bastante nuevos y la actividad forestal no ha cesado, aparte de eso, nada más parece perturbar la tranquilidad del sitio.

El camino continúa subiendo y debo cruzar una llamémosle barrera y ha sido cuando me he topado con un paseante y su perro y pese a que le he requerido sobre ciertas cuestiones sobre el lugar no he sacado nada en claro. Tampoco he tenido problemas a continuación al cruzar ses Ermites, no debería haberlos pero no somos bien recibidos. Al llegar arriba giro a la izquierda afrontando la última parte de la subida y allí es donde hay que tomar un desvío nada claro, si no sigues la traza hay que tirar de orientación, de hecho he girado casi inconscientemente al llegar al punto concreto. El resto sigue exactamente igual, sin indicios de actividad alguna.

Llego al porxo y tomo el camino de bajada que ahora encuentro más limpio. Paso la primera barrera pero la segunda está cerrada y la rejilla no tiene ningún paso practicable hacia el camino que tengo enfrente ahora claro como un día despejado. No quiero saltar la barrera y voy a explorar un camino lateral que sube ladera arriba pero no llego a ningún sitio en concreto y aunque parece que continúa tras saltar las paredes no me acaba de inspirar confianza por lo que vuelvo a la barrera y me siento a comer algo.

Mirando como estoy el camino que tengo al otro lado empiezo a dudar de si estoy en el lado correcto, realmente estoy en una finca particular y el camino discurre entre medias, todo ello me lo confirma el señor que está podando sus árboles en la parcela de enfrente y con el que entablo conversación. Me anima a saltar pero no quiero hacerlo, no seré el primero, la rejilla presenta en muchos puntos las señales de tales hechos y vuelvo arriba para bajar por una pista cementada que me llevará hasta el torrente.

Así lo hago, y cuando llego a la última casa de la zona me encuentro con la obra nueva que se ha realizado, al parecer fue en esa parcela donde desapareció el trazado antiguo que ahora se ha pretendido recuperar, algo parecido a lo que ha pasado en Cas Bergantet aunque en Esporles parece que ha habido acuerdo previo y no habrá problemas.

Ahora sí estoy ya sobre el trazado original del que me habló la madona de Can Granereta en su día y he podido apreciar los cambios acaecidos. Impresionantes! No en distancia pero sí en cantidad porque la limpieza y desbroce del cauce del torrente ha sido espectacular y sospecho que también el empedrado es obra nueva, eso conlleva unas dificultades grandes para pasarlo montado en bicicleta aunque creo que superables para los más expertos. Me recordó a algunos comellars recónditos de la serra de na Burguesa que recorrí hace algunos meses. La última parte discurre liso y fácil por el margen derecho creo que variando el trazado original que iba por la izquierda para desembocar en la pista asfaltada que nos llevará hasta la carretera.

Y con esto ya tenía el día completo, podría actualizar mi dossier sobre el camino aunque técnicamente no lo haya recorrido entero pero es que me gusta más la subida por sa Claraboia que la de Son Simonet, de todas maneras este trazado solamente sería la primera parte de una hipotética ruta que tendría que completarse con otros itinerarios aún más duros y con pocas bajadas, no sería una ruta de las “divertidas”.


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