Tras un repaso concienzudo de las trazas de mis rutas y su correspondiente actualización en Cicloide han quedado unas cuantas a la espera por diferentes motivos, algunos de muy fuerza mayor, irrealizables a día de hoy, otros un poco menos drásticos pero que a mi parecer requieren de al menos una visita. Una de ellas es la ruta 55 Puntiró y mira que me fastidia porque logré enlazar calles, caminos e itinerarios varios hasta llegar al punto de destino y ahora está cerrado, las últimas rutas relativamente recientes que utilizan la misma entrada comentaban ya los problemas de acceso y sin embargo accedían por otra diferente, todo eso había que comprobarlo in situ y quise hacerlo este sábado cuando aún estoy con la bici renqueante dado que la ruta en sí no nos pide mucho.
Creía que me levantaría más temprano pero al final salí bastante tarde y la aproximación me llevó unas cuantas horas a paso lento. En principio no preveía ningún problema en esa fase ya que se trata de calles y caminos que discurren por zonas habitadas hasta la carretera de la Comuna, junto a la subestación. La barrera sigue abierta dando paso a unos terrenos que creo recordar que son de la empresa con un bonito camino de carro ascendente hasta el centro de la parcela donde se encontraba la vivienda del payés, ahora reducida a escombros, a partir de este punto el camino solo nos lleva hasta una torre de alta tensión sin continuidad por lo que nos vemos obligados a rodar de oídas, es decir, o miras la pantalla o el mapa o tiras recto. Vayas por donde vayas vas a topar con una pared divisoria pero es mucho mejor ir a buscar la pared norte que no la este ya que se rueda mejor junto a la primera, no hay camino en ningún momento pero se puede rodar siempre si tienes la vista suficiente como para no quedarte bloqueado por las ramas. Si llegamos a la pared equivocada tampoco pasa nada ya que es la que hay que saltar buscando un punto adecuado pero siempre lo más cercano posible a la otra pared.
Una vez al otro lado circulamos ya más fácilmente junto a la pared norte hasta encontrar la siguiente pero esta vez sin rejilla y con un paso muy fácil y al otro lado disponemos ya de unas rodadas que nos facilitan mucho el transitar. Hasta aquí hemos dicho que no había camino y suerte tendremos los que vamos con cámara de no haber pinchado, hay que estar tanto o más atento a lo que hay en suelo como a lo que tenemos delante.
Al final de la pared encontramos un camino de carro definido porque ya hemos llegado a zonas habitadas y vamos dando un rodeo para encontrar el enlace con el camí de Sant Jordi al que vemos desde bastante arriba. La unión entre ambos es un sendero público pero con la desagradable sorpresa de que han vallado la parcela junto a la acera y no se puede saltar y voy buscando una alternativa, parece que han camuflado una entrada que puedo entreabrir aflojando los alambres y consigo pasar encontrándome abajo que estoy en la misma tesitura, aún un poco peor porque han construído una pared y han removido parte del trazado, pero sin romper nada y dejándolo como estaba consigo salir.
Que el camino hasta la carretera vella de Sineu está asfaltado ya lo sabía, le quita gracia al asunto pero supongo que todos los vecinos lo agradecen. Cojo el desvío adecuado y veo enseguida la barrera que da acceso a la finca donde quiero entrar pero esta vez debo saltarla ya que la tienen bloqueada con piedras pero como no hay rejilla es fácil, igual que la continuación donde no me fui por peteneras aunque no siempre ha sido así, me he perdido unas cuantas veces por allí. Sigo el sendero ovejuno hasta la pared y cambio de dirección al llegar para traspasar otra y aquí es donde se pueden producir las indecisiones, yo tiré hacia la salida por el camino ancho que cruza otra pared y se dirige hacia las casas que parecen abandonadas, al menos toda la parte de establos y rediles así lo indica. Volví sobre mis pasos para ir a cruzar el torrente casi enseguida y salir de la zona llana porque lo que menos me gustaba era estar metido en un vedado e ir levantando las perdices a mi paso aunque el silencio era absoluto.
Era en esa zona precisamente donde había tenido siempre problemas para cruzarla porque cada vez que iba lo hacía por un sitio diferente y sin grabar la traza a veces no tenía claro por donde había ido, de hecho salí por el botador pero no enlacé con la urbanización por el mismo sitio, me gustaba más la otra opción ya que te lleva por un bosque y yo salí directo. Aprovecho para parar y comer algo antes de emprender la subida, esa subida la recomiendo hacer en pleno verano y a mediodía para ir entrando en calor, qué momentos!, y el susto que me dió el perrillo que me vino por detrás, no se llevó una patada porque no podía soltar en ese momento pero se la jugó. Llego arriba sin más problemas y busco la entrada habitual encontrándome que ni siquiera puedo llegar allí porque se ha vallado el solar de la urbanización que se cruzaba antes y aún así voy a fisgar sin resultado alguno, la conclusión clara es que no quieren que entremos, pero no solo los bikeros, nadie.
Ante esta evidencia me largo de allí y busco una bajada de la que no me acuerdo del inicio, de ahí que no lo encontrara a la primera pero al final cayó. Abajo fui a comprobar el grado de cierre de la finca y como sospechaba es total, muros reparados, rejilla nueva y barreras cerradas a cal y canto para disuadir a posibles intrusos, me queda claro que no seré bien recibido en la propiedad, habrá que buscar alguna alternativa si quiero que esta ruta sobreviva, por ahora la mantendré con los correspondientes avisos.
A la vuelta fui a dar un pequeño rodeo por Marratxinet y el centro comercial para tomar el camino paralelo a la autopista y me llevé una gran decepción, está convertido en un auténtico estercolero, que pena, como no está vallado hay paso libre para la descarga y al ser una propiedad particular presumo que lo veremos así por muchos años, es triste pero es así.
Creía que me levantaría más temprano pero al final salí bastante tarde y la aproximación me llevó unas cuantas horas a paso lento. En principio no preveía ningún problema en esa fase ya que se trata de calles y caminos que discurren por zonas habitadas hasta la carretera de la Comuna, junto a la subestación. La barrera sigue abierta dando paso a unos terrenos que creo recordar que son de la empresa con un bonito camino de carro ascendente hasta el centro de la parcela donde se encontraba la vivienda del payés, ahora reducida a escombros, a partir de este punto el camino solo nos lleva hasta una torre de alta tensión sin continuidad por lo que nos vemos obligados a rodar de oídas, es decir, o miras la pantalla o el mapa o tiras recto. Vayas por donde vayas vas a topar con una pared divisoria pero es mucho mejor ir a buscar la pared norte que no la este ya que se rueda mejor junto a la primera, no hay camino en ningún momento pero se puede rodar siempre si tienes la vista suficiente como para no quedarte bloqueado por las ramas. Si llegamos a la pared equivocada tampoco pasa nada ya que es la que hay que saltar buscando un punto adecuado pero siempre lo más cercano posible a la otra pared.
Una vez al otro lado circulamos ya más fácilmente junto a la pared norte hasta encontrar la siguiente pero esta vez sin rejilla y con un paso muy fácil y al otro lado disponemos ya de unas rodadas que nos facilitan mucho el transitar. Hasta aquí hemos dicho que no había camino y suerte tendremos los que vamos con cámara de no haber pinchado, hay que estar tanto o más atento a lo que hay en suelo como a lo que tenemos delante.
Al final de la pared encontramos un camino de carro definido porque ya hemos llegado a zonas habitadas y vamos dando un rodeo para encontrar el enlace con el camí de Sant Jordi al que vemos desde bastante arriba. La unión entre ambos es un sendero público pero con la desagradable sorpresa de que han vallado la parcela junto a la acera y no se puede saltar y voy buscando una alternativa, parece que han camuflado una entrada que puedo entreabrir aflojando los alambres y consigo pasar encontrándome abajo que estoy en la misma tesitura, aún un poco peor porque han construído una pared y han removido parte del trazado, pero sin romper nada y dejándolo como estaba consigo salir.
Que el camino hasta la carretera vella de Sineu está asfaltado ya lo sabía, le quita gracia al asunto pero supongo que todos los vecinos lo agradecen. Cojo el desvío adecuado y veo enseguida la barrera que da acceso a la finca donde quiero entrar pero esta vez debo saltarla ya que la tienen bloqueada con piedras pero como no hay rejilla es fácil, igual que la continuación donde no me fui por peteneras aunque no siempre ha sido así, me he perdido unas cuantas veces por allí. Sigo el sendero ovejuno hasta la pared y cambio de dirección al llegar para traspasar otra y aquí es donde se pueden producir las indecisiones, yo tiré hacia la salida por el camino ancho que cruza otra pared y se dirige hacia las casas que parecen abandonadas, al menos toda la parte de establos y rediles así lo indica. Volví sobre mis pasos para ir a cruzar el torrente casi enseguida y salir de la zona llana porque lo que menos me gustaba era estar metido en un vedado e ir levantando las perdices a mi paso aunque el silencio era absoluto.
Era en esa zona precisamente donde había tenido siempre problemas para cruzarla porque cada vez que iba lo hacía por un sitio diferente y sin grabar la traza a veces no tenía claro por donde había ido, de hecho salí por el botador pero no enlacé con la urbanización por el mismo sitio, me gustaba más la otra opción ya que te lleva por un bosque y yo salí directo. Aprovecho para parar y comer algo antes de emprender la subida, esa subida la recomiendo hacer en pleno verano y a mediodía para ir entrando en calor, qué momentos!, y el susto que me dió el perrillo que me vino por detrás, no se llevó una patada porque no podía soltar en ese momento pero se la jugó. Llego arriba sin más problemas y busco la entrada habitual encontrándome que ni siquiera puedo llegar allí porque se ha vallado el solar de la urbanización que se cruzaba antes y aún así voy a fisgar sin resultado alguno, la conclusión clara es que no quieren que entremos, pero no solo los bikeros, nadie.
Ante esta evidencia me largo de allí y busco una bajada de la que no me acuerdo del inicio, de ahí que no lo encontrara a la primera pero al final cayó. Abajo fui a comprobar el grado de cierre de la finca y como sospechaba es total, muros reparados, rejilla nueva y barreras cerradas a cal y canto para disuadir a posibles intrusos, me queda claro que no seré bien recibido en la propiedad, habrá que buscar alguna alternativa si quiero que esta ruta sobreviva, por ahora la mantendré con los correspondientes avisos.
A la vuelta fui a dar un pequeño rodeo por Marratxinet y el centro comercial para tomar el camino paralelo a la autopista y me llevé una gran decepción, está convertido en un auténtico estercolero, que pena, como no está vallado hay paso libre para la descarga y al ser una propiedad particular presumo que lo veremos así por muchos años, es triste pero es así.
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