Desde las antenas con amor

Me preparo en el amanecer del sábado para salir a rodar rodando desde casa mismo y mi brújula me marca norte aunque lo que haré una vez allí no lo tengo definido, creo que tenía la idea de salir de la ciudad por Son Malferit y volver por Bunyolí, sí, creo que a grandes rasgos era eso lo que tenía pensado, rodear la mole de la Fita del Ram sin tomar mucha altura y circular a la sombra todo lo que se pudiera. Iba solo, así que la hora de salida y vuelta no es tema crucial pero al acercarme a la esquina de la calle Aragó veo movimiento bicicleteril frente al taller de Emilio, vale, pues si no tienen intención de rodar tropecientos kilómetros seguramente me acople, quizás se presente alguna sorpresa que siempre será bien recibida.

Son pocos, Manel, Emilio, Mikelet y Gloria, no más, parece que la convocatoria a hora temprana (es un decir) no ha suscitado muchos adeptos pero van a Na Burguesa y no veo excusa para no integrarme al grupo y hacer la salida juntos, su salida, no es que tuvieran inconveniente en acompañarme a mí pero todos tenían hora fija de vuelta y no convenía alargar más de la cuenta el itinerario si querían cumplir con su horario, entonces yo les acompaño y a la hora de volver ya veremos qué hago.

Recorrido típico de salida de la urbe por el carril bici hasta la rotonda elevada de Son Rapinya donde ya ponemos el modo off road para circular por algunos de los múltiples senderos de la finca colindante y acceder a un vial asfaltado de sa Teulera y acabar rematando por otro sendero para salir muy cerca de la rotonda de los militares y recorrer el carril hasta Génova para subir hasta el monumento por el recorrido largo. Los dos de delante no pararon hasta sobrepasar el cable y reagrupamos allí para volver a separarnos casi en la misma reanudación formando dos grupetas rodando cada una a su ritmo. Más de lo mismo en el coll des Pastors desde donde partimos hacia las antenas aunque la idea de ellos era bajar hacia Costa d'en Blanes pero no la mía, era muy temprano y estábamos prácticamente en los inicios así que nos despedimos en ese punto y me encaminé tranquilamente hacia el final del camino donde busqué una bajada que hice una vez y quería repetir a modo de confirmación, decidiría de una vez si puede servir para integrarse en una ruta o no o si por el contrario queda para aquellos días en que te sientes muy, muy inspirado.

Empiezo el descenso por el interior del área reforestada y muy pronto me doy cuenta de que no voy por donde debería, estoy siguiendo una dirección errónea pero en cambio sí hay camino marcado, no como un sendero construido propiamente dicho si no más bien como un trazado definido y en algunos puntos señalizado con hitos, y esto es precisamente lo que me anima a continuar a pesar de tener que apechugar con un suelo muy irregular que dificulta casi por completo la marcha, pero no solo el suelo, las plantas secas y muertas te van dejando sus caricias a medida que vas pasando y no son precisamente muy agradables que digamos. Pese a todo ello pierdo la dirección en algunos puntos y debo buscarla entre las rocas hasta alcanzar una rejilla sobre la misma línea de la cresta donde es casi plano. Se supone que no debo atravesarla para encontrar el camino de bajada, suposiciones que voy elucubrando porque las señales brillan por su ausencia aunque logro ver una que me encamina directo al descenso donde me voy encontrando tramos peliagudos y donde la bici es un completo estorbo pero estoy ya en ese punto donde el retorno no es una opción y menos cuando giro la vista atrás y veo donde han quedado las antenas, no hijo, no, hay que continuar aunque presiento que las verdaderas dificultades no han hecho más que empezar, y no me equivoco en absoluto, rampas empinadas de rocas y tierra me esperan un poco más adelante y que me hacen ir y volver de un punto a otro buscando en cada momento el trazado más conveniente.

Finalmente, después de bastantes minutos de esfuerzos, consigo llegar a la zona civilizada, o al menos que lo estuvo, no veo signos de vida en los alrededores de una caseta de obra cercana, por ahora estoy más preocupado en descansar y comer algo que otra cosa, sé que hay más posibilidades de circular en las cercanías pero no puedo perder más tiempo en el día de hoy, debo volver a la ciudad y reponerme del estrés de tener que lidiar por terrenos complicados y no poder montar en bici, al menos el paseo de Calvià aporta ese punto de alivio al rodar sin tener que estar pendiente de la circulación casi en todo momento, otra cosa es entrar en Palma que no pillas carril hasta el paseo Marítimo y tienes que compartir espacio desde el desvío de Illetes, por ahora no hay más alternativa si quieres ir directo pero algún día probaré la opción de Can Tàpera para ir a enlazar con el carril en Génova, quizàs aún más largo y más soso también seguro.


No hay comentarios :

Publicar un comentario