Dado que tenía medio hechos los deberes prosperaba en mi ánimo el encontrar un camino a poder ser ciclable pero del que no tengo ninguna noticia de que se haya circulado por él, no ya en bicicleta sino ni siquiera a pie aunque si está en el mapa es porque sí se ha recorrido aunque no por eso se tiene alguna garantía de que sea posible recorrerlo en bici ni de si está siquiera señalizado o no, iré a ver qué encontramos si es que encontramos algo.
Tiraremos por la subida clásica para ganar altura, por el Verger, camino ancho asfaltado y cómodo hasta el restaurante de camino al Castell d'Alaró después de un mini calentamiento por los caminos de Bànyols y alrededores y así no tener que empezar desde cero la ascensión. Alguno hubiera preferido comenzar desde Santa María pero como la exploración era lo último del día preferí hacerlo desde una localización más próxima.
No voy a descubrir esa subida, solamente un ligero desajuste del cambio me producía algún desasosiego y me paré a regularlo enseguida para evitar males mayores, dos cuartos de vuelta al tensor de la maneta y parece solucionado. Nos paramos a echar algunas fotos en el restaurante y durante la subida siguiente me doy cuenta de que el teléfono se ha parado y ha perdido la hora y lógicamente también la traza por lo que no me queda otra que trastear un poco el aparato en el pla des Pouet aunque con la satisfacción comprobada de que la traza no se ha perdido si no que además se reanuda. De todas maneras vemos que es un fallo del ajuste de la batería para con las aplicaciones instaladas que parece que está en su nivel más exigente y las detiene para economizar gasto y aunque creemos que lo hemos desactivado más tarde volvió a pararse justo al empezar el último descenso que es donde me interesaba tenerla, pero bueno.
Ahora viene lo interesante, la bajada a Orient, camino que Juan aún no había visto limpio y acondicionado pero ni aún con esas facilidades logro encadenar dos tiradas como se merecen, y aunque he podido bajar dos centímetros más la tija en su posición descenso ni así soy capaz de ejecutar una faena digna, tanto que estuve por momentos pensando seriamente que hubiera sido mejor haber traído la otra bici, más manejable para mi corta técnica. En cambio en el llano sí se destacaron mucho más las diferencias entre los dos y es que se notan y mucho cuando es la bici la que te lleva a ti y no al revés.
He de comentar que no salimos a la carretera, parece ser que algunos (creo que senderistas) han optado por continuar por el terreno en paralelo a la misma y sin alejarse demasiado y es que cuando se circula por terrenos abiertos no hay problema pero en un tramo que vas por el bosque es imposible circular ya que hay que sortear troncos y ramas que yendo a pie casi ni se notan pero montados es bastante molesto. Después de ese tramo de bosque volvimos a salir a campo descubierto y en momento dado, en un cambio de marjada, me pareció notar algo a la altura de mi cuello y frené inmediatamente, y en efecto se trataba de un alambre, un resto de lo que debió ser una barrera y no pasó nada pero si vienes en sentido contrario, y sobre todo si es de noche es muy probable que no lo veas y puedas hacerte mucho daño, muy a tener en cuenta si se pasa por allí, lo mejor sería quitarlo.
No habíamos llegado aún al punto donde haríamos la parada oficial, ésta debía producirse en el pas de s'Estaló al que llegamos sin problemas al cabo de varios minutos, buen sitio para descansar y aunque en un principio había especulado con hacer una parte de la bajada hacia es Freu para acometer de nuevo la ascensión hacia es Rafal preferimos tirar recto y dejar ese bucle para otra ocasión. Este primer tramo de camino es solo en parte ciclable pese a ir bastante plano pero con el suelo algo irregular aunque después del cruce con la pista proveniente del Freu y tras superar un tramo de pendiente importante se vuelve practicable sin excepciones. No tardamos en entrar en la finca por el hueco de la pared y voy haciendo algunas fotos para situar correctamente los elementos sobre el mapa, fotos que, por otra parte, al final he perdido.
Llegamos a las casas y justo en la pista nos topamos con un payés al que evidentemente no le hizo ninguna gracia vernos por ahí aunque se lo calló, nosotros pasamos sin parar y solamente echamos el freno en el portillo de entrada a la finca, unos centenares de metros más adelante. Allí íbamos a separarnos, el horario manda, y como yo no quería dejar la exploración para otro día cada uno tiró por donde más le convenía, él para abajo directo y yo hacia el corral de cabras. Lo vi claro nada más llegar, cosa que no sucedió hace unas semanas, pero a pesar de estar en buenas condiciones es un tramo muy corto y enseguida estás sobre una pista al lado de una barrera y a la espalda de un porxo y otros más a la vista y decido continuar por la pista una vez traspasada la barrera. Es un tramo cementado por su exagerada inclinación aunque no dura mucho, después continúa hasta finalizar junto a otro porxo.
Tengo buena perspectiva desde allí, la hondonada a donde me dirijo está ahí en el fondo, esperándome y yo me animo a pensar en que si hay una buena bajada hasta el final va a ser de órdago la ruta. Tiro por un sendero limpio y descubierto justo enfrente y que sin cambiar de dirección me lleva hasta dos colls de tords sobre unos elevados peñascos, con buenas vistas eso sí, entonces tengo que buscar por otro lado y creo encontrar un buen inicio tras unas rocas, parece que tiene continuación aunque se diluye en pocos minutos y no veo posibilidades reales de pasar, toca retirada aunque no olvido.
Voy a bajar por la pista aunque buscando por el rabillo del ojo ese desvío, esa dressera empedrada, el resto del antiguo camino que conectaba es Rafal con ses Artigues, al menos en parte, que recorrí hace tiempo pero mentiría si dijera que me acuerdo, solo de un episodio ya llegando abajo donde uno se la pegó, de lo demás ni papa, hablamos de la época pre-internet, no quedan registros, ahora sería todo diferente, cientos de personas (ahora se les llama seguidores) saben dónde he estado después de publicar yo la ruta y éstos a su vez han expandido la noticia (ahora se le llama retuitear), y no solo esto sino que además todo queda grabado y archivado por los siglos de los siglos en no se sabe dónde, el día en que uno quiera borrar su paso por el mundo le va a ser imposible, van a aparecer tus hazañas cuándo y donde menos te lo esperas, quedará de ti lo bueno, lo malo y lo peor, esperemos que para unas risas sí que dé.
Tiraremos por la subida clásica para ganar altura, por el Verger, camino ancho asfaltado y cómodo hasta el restaurante de camino al Castell d'Alaró después de un mini calentamiento por los caminos de Bànyols y alrededores y así no tener que empezar desde cero la ascensión. Alguno hubiera preferido comenzar desde Santa María pero como la exploración era lo último del día preferí hacerlo desde una localización más próxima.
No voy a descubrir esa subida, solamente un ligero desajuste del cambio me producía algún desasosiego y me paré a regularlo enseguida para evitar males mayores, dos cuartos de vuelta al tensor de la maneta y parece solucionado. Nos paramos a echar algunas fotos en el restaurante y durante la subida siguiente me doy cuenta de que el teléfono se ha parado y ha perdido la hora y lógicamente también la traza por lo que no me queda otra que trastear un poco el aparato en el pla des Pouet aunque con la satisfacción comprobada de que la traza no se ha perdido si no que además se reanuda. De todas maneras vemos que es un fallo del ajuste de la batería para con las aplicaciones instaladas que parece que está en su nivel más exigente y las detiene para economizar gasto y aunque creemos que lo hemos desactivado más tarde volvió a pararse justo al empezar el último descenso que es donde me interesaba tenerla, pero bueno.
Ahora viene lo interesante, la bajada a Orient, camino que Juan aún no había visto limpio y acondicionado pero ni aún con esas facilidades logro encadenar dos tiradas como se merecen, y aunque he podido bajar dos centímetros más la tija en su posición descenso ni así soy capaz de ejecutar una faena digna, tanto que estuve por momentos pensando seriamente que hubiera sido mejor haber traído la otra bici, más manejable para mi corta técnica. En cambio en el llano sí se destacaron mucho más las diferencias entre los dos y es que se notan y mucho cuando es la bici la que te lleva a ti y no al revés.
He de comentar que no salimos a la carretera, parece ser que algunos (creo que senderistas) han optado por continuar por el terreno en paralelo a la misma y sin alejarse demasiado y es que cuando se circula por terrenos abiertos no hay problema pero en un tramo que vas por el bosque es imposible circular ya que hay que sortear troncos y ramas que yendo a pie casi ni se notan pero montados es bastante molesto. Después de ese tramo de bosque volvimos a salir a campo descubierto y en momento dado, en un cambio de marjada, me pareció notar algo a la altura de mi cuello y frené inmediatamente, y en efecto se trataba de un alambre, un resto de lo que debió ser una barrera y no pasó nada pero si vienes en sentido contrario, y sobre todo si es de noche es muy probable que no lo veas y puedas hacerte mucho daño, muy a tener en cuenta si se pasa por allí, lo mejor sería quitarlo.
No habíamos llegado aún al punto donde haríamos la parada oficial, ésta debía producirse en el pas de s'Estaló al que llegamos sin problemas al cabo de varios minutos, buen sitio para descansar y aunque en un principio había especulado con hacer una parte de la bajada hacia es Freu para acometer de nuevo la ascensión hacia es Rafal preferimos tirar recto y dejar ese bucle para otra ocasión. Este primer tramo de camino es solo en parte ciclable pese a ir bastante plano pero con el suelo algo irregular aunque después del cruce con la pista proveniente del Freu y tras superar un tramo de pendiente importante se vuelve practicable sin excepciones. No tardamos en entrar en la finca por el hueco de la pared y voy haciendo algunas fotos para situar correctamente los elementos sobre el mapa, fotos que, por otra parte, al final he perdido.
Llegamos a las casas y justo en la pista nos topamos con un payés al que evidentemente no le hizo ninguna gracia vernos por ahí aunque se lo calló, nosotros pasamos sin parar y solamente echamos el freno en el portillo de entrada a la finca, unos centenares de metros más adelante. Allí íbamos a separarnos, el horario manda, y como yo no quería dejar la exploración para otro día cada uno tiró por donde más le convenía, él para abajo directo y yo hacia el corral de cabras. Lo vi claro nada más llegar, cosa que no sucedió hace unas semanas, pero a pesar de estar en buenas condiciones es un tramo muy corto y enseguida estás sobre una pista al lado de una barrera y a la espalda de un porxo y otros más a la vista y decido continuar por la pista una vez traspasada la barrera. Es un tramo cementado por su exagerada inclinación aunque no dura mucho, después continúa hasta finalizar junto a otro porxo.
Tengo buena perspectiva desde allí, la hondonada a donde me dirijo está ahí en el fondo, esperándome y yo me animo a pensar en que si hay una buena bajada hasta el final va a ser de órdago la ruta. Tiro por un sendero limpio y descubierto justo enfrente y que sin cambiar de dirección me lleva hasta dos colls de tords sobre unos elevados peñascos, con buenas vistas eso sí, entonces tengo que buscar por otro lado y creo encontrar un buen inicio tras unas rocas, parece que tiene continuación aunque se diluye en pocos minutos y no veo posibilidades reales de pasar, toca retirada aunque no olvido.
Voy a bajar por la pista aunque buscando por el rabillo del ojo ese desvío, esa dressera empedrada, el resto del antiguo camino que conectaba es Rafal con ses Artigues, al menos en parte, que recorrí hace tiempo pero mentiría si dijera que me acuerdo, solo de un episodio ya llegando abajo donde uno se la pegó, de lo demás ni papa, hablamos de la época pre-internet, no quedan registros, ahora sería todo diferente, cientos de personas (ahora se les llama seguidores) saben dónde he estado después de publicar yo la ruta y éstos a su vez han expandido la noticia (ahora se le llama retuitear), y no solo esto sino que además todo queda grabado y archivado por los siglos de los siglos en no se sabe dónde, el día en que uno quiera borrar su paso por el mundo le va a ser imposible, van a aparecer tus hazañas cuándo y donde menos te lo esperas, quedará de ti lo bueno, lo malo y lo peor, esperemos que para unas risas sí que dé.
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