Doble o nada

Vaya dos salidas de fin de semana raras, raras, raras, que he tenido últimamente, la semana pasada estaba decidido a hacer lo que se llama un entreno, así, con todas las letras, y no tuve otra idea que irme a Son Fila a dar vueltas por allí. Se trata de los terrenos de una finca que están en el punto de mira de algunos promotores inmobiliarios para su inminente urbanización, son las últimas zonas vírgenes del perímetro sin construir dentro de los límites de la vía de cintura, construyendo esta macro urbanización y acabando sa Teulera se habrán terminado los grandes espacios vacíos dejando tan solo algunos solares urbanos como últimos reductos. La pena es lo bien que nos sirven ahora para nuestras correrías, en general al deporte de las dos ruedas ya que allí también se concentran los moteros de trial para perfeccionar su técnica, y de hecho me encontré a un grupo de chavalines (ni a chavales llegaban) dando pases de un lado a otro, si dejamos de lado el estruendo de los motores y el pestazo a combustible quemado, todo muy bonito, y no solo nacionales rodaban por allí, también algunos foráneos merodeaban y como todos íbamos de un lado a otro sin parar pues me crucé unas cuantas veces con todos ellos.

Primero estuve por la zona del torrente dando pases de aquí para allá, bajando pendientes, subiendo pedruscos, dando giros y practicando equilibrios sin moverme mucho del sitio y ya después decidí ir a dar una vuelta por la zona cercana a la vía de cintura pero sin pasar al otro lado, había bastante fango en el túnel, y volví de donde venía por la parte más alta y en uno de los charcos que me encontré me la pegué y buena pero como caí sobre tierra no hubo que lamentar daños preocupantes.

Estaba en la zona de la plaza de toros y aunque revisé las bajadas que por allí se gastan los más atrevidos las dejé para otro día que estuviera más inspirado, con los cortados de 10 metros aún no me atrevo, y bajé al torrente por un sendero asequible y en lugar de girar a la derecha giré a la izquierda para salir directamente al asfalto cerca del Pueblo Español que es donde me dí cuenta de que me faltaban las gafas, que con la manía de llevarlas colgadas de la mochila habían volado, y vete a saber dónde. Se impone una reflexión, ¿seré capaz de volver atrás justo por donde he venido y encontrarlas? No lo sé pero lo voy a intentar y mientras voy dando pedaladas y escudriñando el suelo a la vez se me ocurre que el lugar más probable sería donde la caída, ahí tienen que estar, justo en la otra punta y cuando voy para allá me cruzo otra vez con los guiris que vienen precisamente de esa zona, ya veremos si están o no, y sí, estaban allí, medio escondidas bajo una mata donde llegaron con la inercia de la caída, bien está lo que bien acaba, ahora ya sí puedo volver tranquilamente.

Volví por el carril bici del puerto pero enfrente del Parc de la Mar crucé la avenida y volví atrás para atravesar así la ciudad por los callejones y de paso anotar alguna novedad si la hubiera, no noté nada especial, la verdad. La salida de esta semana no ha sido mucho más pretenciosa que la anterior, descartado el sábado como día habitual por tareas varias se suele pasar la acción al domingo pero con algún pero respecto al horario o la ruta en sí, y este no va a ser muy diferente en ese aspecto. Levantarse tarde, conectarse por videoconferencia, nada de esto ayuda a crear un plan atractivo para ningún compañero y a ninguno pretendí involucrar, pero no dejemos que el desánimo nos influya y preparemos algo nuevo aunque sea por aquí cerca. ¿Queda algo por ver por aquí cerca? Yo creo que sí y un vistazo rápido a la pantalla así lo confirma. ¿Porqué no vamos a la cantera de Génova por el cortafuego? Parece claro que se puede, en teooooriiiia, no lancemos las campanas al vuelo antes de tiempo, vayamos por partes.

Como no quiero repetir el trazado de la semana anterior esta vez voy por el otro lado de la autovía descartando, por lo que veo en ese tramo, ir por el torrente hacia la carretera, que tomo desde su inicio en la rotonda. Poca gente a esa hora pero justo tenía que subir uno corriendo que hasta me deja atrás, si es que no hay nada como entrenar como es debido, me he consolado pensando que yo subía lo mismo que él pero con el lastre de la bici más la mochila, si es que cuando la envidia es sana no duele. Lo suyo hubiera sido subir por el PT3 pero cuando vas de descubierta no conviene dejarse llevar por planes demasiado optimistas y hay que tirar a lo seguro por donde se conoce.

He llegado hasta el coll des Vent para ir a tomar la pista por la directa y girar a la izquierda hasta la pared del cortafuego aunque no he entrado aún, el sendero parece que sigue y he ido a fisgar, se puede rodar a tramos porque en otros está bastante tapado y además solo llega hasta otro paso de la pared así que he vuelto atrás para hacerlo desde el principio. Recordaba haberlo bajado una vez y casualmente con una bici que no era la mía, de hecho el que llevaba la mía bajó andando, ya os podéis imaginar el porqué. Justo al final de la bajada llega una pista desde la base militar que cruza la pared y se dirige hacia el polvorín de na Baiana, no era mi intención tomarla ni en un sentido ni en otro, yo quería continuar y llegar hasta la cima de la cantera y encontrar por ahí alguna forma de bajar hasta la carretera pero mis planes se han truncado pronto porque había un militar allí de ronda que me ha parado y me ha leído la cartilla (amablemente, eso sí) y he tenido que variar la estrategia, al polvorín que me voy. Lo que hiciera yo al otro lado de la pared divisoria ya no le importaba lo más mínimo pero de la zona militar me podía olvidar.

La pista baja sin problemas pero se adivina que no ha tenido uso, al menos en bastantes años, y me lo confirma poco después cuando ésta desaparece bajo mis pies, yo creo que no lo miraron bien antes de empezar, querer continuar por allí era de locos sin tener que recurrir a mucho movimiento de material y de hecho no lo hicieron, teniendo el otro acceso asfaltado no se iban a complicar la vida por mucho zapador que seas. Vuelta atrás y ahora sí que me voy a joder bien, no puedo ni quiero entrar en la zona prohibida pero puedo subir pegado a la pared por la parte exterior donde de hecho parece que hay marcado un sendero, no sé si de animales o personas pero se nota lo suficiente como para poder seguirlo. Es más fácil decirlo que hacerlo, los arbustos secos y espinosos me han castigado las espinillas aún llevando las protecciones puestas y lo peor es que ni para bajar sirve, y aunque sirviera, ¿para dónde tiras después?.

No había mirado la hora pero sabiendo la de inicio pronto no era así que he tirado directo al coll por el sendero y tengo que reconocer que creo que es la primera vez que lo hago en ese sentido sin poner pie, hay varios árboles tumbados y una reja en medio pero ya tienen escapatoria que los rodea, así que no hay excusa. En la carretera había bastante gente, caminantes, ciclistas, conductores, todos revoloteando por ahí con la excusa de ver pasar la carrera ciclista, hubiera estado bien esperar a verlos pero se me hacía tarde y me he ido. Tenía la intención de bajar por las dresseres pero me he dejado la última por si las moscas, no sea cosa que me volviera a cruzar con el de antes y acabárseme las excusas de repente.

Como la carrera acababa en el paseo marítimo he paseado por allí de tranqui para ver si me pillaban y ha sido al final del final, delante del Palacio de Congresos, donde había montado la policía un pollo de cuidado desviando la circulación de la autopista hacia Manuel Azaña y viceversa montando unos cuellos de botella impresionantes, allí he visto la primera pasada del pelotón pero para verlos unos segundos no vale la pena esperar más tiempo y me largo con viento fresco, de todas maneras tampoco es que me interese en demasía el tema, sin remordimientos.


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