La Fita no defrauda

Ya me había hecho a la idea de no salir el sábado y así lo había hecho saber a mis amigos, por eso cuando al final sí ha podido ser me he encontrado un poco en tierra de nadie, más que nada porque no ha sido hasta el viernes noche cuando me han confirmado el cambio de planes. Desde luego siempre hay opciones, una de ellas era la salida poblera por el Galileu, bastante exigente, que no me parecía la más adecuada. Los Tira tira quedaban por Palma para ir a voltear por la Fita del Ram y también fué la opción escogida por el grupo pero no fue hasta que me levanté por la mañana cuando lo decidí. No iría a acabar la investigación de la futura ruta treinta y ocho y saldría con mi grupo de siempre pero diversos retrasos en casa me han impedido presentarme en la salida a la hora prevista.

No confiaba ya cogerlos, siempre y cuando ellos hubieran ido por allí, y me lo tomé con calma más que nada porque no me sentía de lo más fino este día y no aspiraba a más. Entre la entrada de Son Gual y Bunyolí me he cruzado con dos bikeros pero no les he preguntado nada. El tercero que me he encontrado ha sido a Wiro que había salido a rodar muy temprano y ya volvía a casa. Me ha dicho que a los únicos que ha visto es a los Tira tira en la barrera de arriba. De los Toys nada de nada. Mientras hablábamos ha pasado un grupo de cuatro que ha empezado a subir. He hecho la subida delante de ellos llegando prácticamente a la par a la barrera. Allí estaba otro grupo de tres y esta vez sí hemos subido todos juntos. Este segundo grupo no tenía muy claro por dónde tirar. Uno de ellos llevaba una PDA con rutas metidas sacadas de las páginas de Mallorca y es lo que usaban para guiarse. Los primeros sí, harían la ruta de Maristela y Esporles aunque algunos acortarían por la bajada directa de la ermita. Eso ha convencido al resto y hemos tirado todos hacia las antenas.

Allí nos hemos encontrado a los Tira tira que acababan de merendar y ya se iban aunque el grupo de cuatro se ha ido un poco antes. El grupo de tres y yo hemos quedado con ellos. Temía que se perdieran, de hecho en el primer cruce han saltado las piedras y han tomado el desvío. Después, como el grupo principal iba bastante estirado, no les ha sido difícil seguir la ruta. Tolo me ha dicho que quería llegar al mirador y me ha sacado unas fotos solo con el Galatzó de fondo en la misma postura que otra que tengo del año de la pera hecha en el mismo sitio y quería compararlas (espero encontrarla).

Después ruta clásica, sin secretismos, hacia la ermita, solamente estorbados por una rotura de cadena solucionada sin ninguna pega por los mecánicos de turno. Los demás a charlatanear pasando del tema. Mejor dejar a los que saben. Bajada a la ermita, cada cual a su ritmo, y en eso que en una curva me encuentro a Torito, descolgado de su grupo e intentando localizarlos por teléfono. Están en la ermita. Efectivamente allí me los encuentro y lo primero que me extraña es que son muy pocos. En los correos me pareció entender que iría más gente. Me despido del grupo de Tolo ya que ellos bajarían por la pista principal y nosotros nos disponemos a hacerlo por el Comellar de ses Puces hacia el Camí des Correu.

Es una bajada rápida y no muy técnica, solamente con algunos tramos un poco más pedregosos, pero en general bastante asequible. Tomeu y Fibras tomaron un tramo alternativo y por eso pude disfrutar de verlos pasar por el marge grande, ya que llegaron después. Crop con su nueva montura también lo superó por la zona revirada. Después me dediqué a intentar bajar por unos cuantos marges pero salí volando en un par de ellos sin consecuencias físicas desagradables. Otro punto conflictivo fueron los escalones del final donde la bici se desestabilizó de delante debido a un rebote demasiado vivo. Por poco me como la pared pero no pasó de un mero susto que pude enjuagar con unas cervezas pagadas por un Fibras un añito más viejo (felicidades!) pero que encima de una bici parece un chaval.

La vuelta, la típica por Son Malferit con Torito exprimiendo la Mérida cuesta arriba donde se quitó un poco el mal gusto que le dejó la limitación de recorrido de las suspensiones y la misma geometría de la bici en las zonas más complicadas. Ahí le dejamos a su aire que se desfogara.

Al final resultó un buen día, no tanto por mi condición física, que después de un viernes fastidioso, no era la más idónea, pero que tuve la oportunidad de rodar con todo tipo de gente. Con gente que no conocía, muy novata, y que busca y utiliza la información que otros vamos aportando, sin pensar que quizás alguno de los que se encontró ese día era uno de ellos. También gente que conocía, los Tira tira, cuya compañía es garantía de diversión asegurada. Y mi grupo más cercano, donde la comodidad y el bienestar es un lujo. Como ya he dicho, por todo ello al final resultó un buen día.