Tercera quedada B.B. en Fotos


Fotos de Carlos Ferrer

Y así de paso las veo yo también.


Tercera quedada B.B.

Desde que se hizo oficial el día de la quedada la hoja de inscripción se iba llenando de nombres, algunos agrupados, otros por libre; pronto se llegó a los cien y ayer noche justo a los doscientos, y sin mucha sorpresa, ni una mujer apuntada aunque esta mañana alguna sí había. Estamos hablando por supuesto de la tercera quedada de los bous bufats.

Esto de las quedadas empezó como un reto personal por parte de algún personaje que dio pie a continuar con la idea por parte de otros y por ello se han ido montando otras tantas. Todas han tenido una elevada participación pero ésta en concreto se va superando edición tras edición, y no me estoy refiriendo solamente al número de participantes sino en organización y despliegue.

Había hecho alguna salida con ese grupo para valorar la posibilidad de cambiar el trazado, habían pensado en la comuna de Bunyola y recorrimos algunos caminos por esa zona aunque finalmente optaron por repetir el itinerario de la quedada anterior por la Fita del Ram. La zona reúne alternativas muy variadas y generalmente desconocidas por la mayoría, que se suele centrar en el trazado central, valga la redundancia, es decir, el camí des Campassos. Dado que en este tipo de eventos se junta gente de todos los niveles y con todo tipo de máquinas se debe compensar un poco el nivel y no exigir demasiado, al menos hasta llegar a la ermita donde ya cada uno tira por donde le apetece y así y todo me consta que a algunos se les hizo muy larga siquiera la ruta corta, cosa que tampoco entiendo mucho ya que hubo días más que suficientes para ir de probaturas por la zona y saber a lo que te enfrentas.

Yo había quedado con un numeroso grupo de foreros agrupados en torno a una nueva tienda y a un nuevo club, Mallorca IronRiders, en un punto intermedio para ir rodando hasta Son Moix donde se iban reuniendo todos los apuntados y más. Evidentemente no dio tiempo siquiera de saludar a todos los conocidos, es más, a muchos ni los vi siquiera ahora que voy viendo las fotos de los reportajes de los compañeros. Y es que semejante pelotón en movimiento impresiona y así y todo mi subida por el camino de Bunyolí no tuvo casi ningún parón. No iba con nadie en particular, charlando un poco con todos los conocidos con los que me iba encontrando. No sé cuántos llegaron hasta el avituallamiento pero la partida hacia arriba fue muy escalonada y ahí sí que me quedé de los últimos porque cuando me dí cuenta no quedaban en la explanada ningún conocido así que subí solo las últimas rampas donde sí estaban unos cuantos.

No estuvimos mucho más parados y partimos un pelotón numeroso hacia la ermita, todo el mundo se fue colocando en su sitio sin molestar y tuvimos un rodar bastante tranquilo, el grupo estaba completamente disgregado. Yo me paré con Carlos en el desvío de la Fita esperando poder convencer a alguno para subir arriba pero sabía que no era el día adecuado y es que además está justo en el punto más inadecuado, justo cuando empieza la bajada y claro, ante tal disyuntiva, la inmensa mayoría tira para abajo. Como es una opción más larga en tiempo teníamos que ser bastantes y dispuestos a no encontrarnos después a nadie en la ermita para hacerla y nadie parecía estar por la labor, como digo, no era el día adecuado, pero de las chanzas no se libró nadie, así que Carlos y yo bajamos hasta la ermita a nuestra bola, no muy convencidos de ir con la presión adecuada en los neumáticos, todo hay que decirlo.

En la ermita seguía habiendo bastante gente y tuvimos otra sesión de charleta. Los iron habían tanteado el terreno con Jauja para que los llevara por el cristo, decía que era bastante ciclable, y debe serlo pero yo solamente me acuerdo de las partes que no lo eran, y lo complicadas que eran las que sí lo son, así que le propuse bajar al mismo sitio por otro lado más factible para todos, me dijo que no lo conocía, pero como éramos muchos en el ruedo y cada uno decía por dónde no quería ir dejé que decidiera el grupo más numeroso, comellar de ses puces, cristo, pozo, la sin nombre, excepto los rampones de hormigón cualquiera me iba, el tema eran los toboganes, eso era un sí o un no rotundo ya que la mayoría no conocía ninguna de las dos bajadas. Optaron por la sin nombre y sin ser una bajada excesivamente técnica tampoco es de las más fáciles, así que aún queda volver otras veces para limar algunos detalles.

Como era de esperar cuando llegamos al cruce del cristo se lió el asunto porque el trazado no está claro y hubo algunos parones hasta encontrar el camino correcto, el que lo buscaba por delante era Juan y no lo vio claro a la primera, nada que no solucionara en unos minutos por otra parte, y así y todo ya se oyeron voces discrepantes, parecía un déjà vu del día de los pobleros aunque no dio tiempo a llegar a ese extremo ya que el guía enfiló rápido hacia abajo llevándose al pelotón detrás (y sin usar GPS).

En nada llegamos al área recreativa y como antes alguno suspiraba por los toboganes propuse ir para allá para acabar de redondear el día, se apuntaron tres, querían más, Cristian, David y Sito si no me equivoco y hacia allá que nos fuimos mientras los demás nos esperarían en el nuevo local de papeo donde se pueden controlar mejor las monturas. Más o menos la sesión tuvo los mismos resultados que la otra vez con los morci-bikers, éste si, éste no, tírate, no, tírate tú primero, al final todo se andará y si no, se volverá, ganas que no falten. Solo quedaba volver a subir por la carretera hasta el coll de s'Heura para volver por Son Malferit y Sarrià hasta el Secar de la Real donde una cañita si cayó.

Sirvan estas líneas para felicitar a los bous por su labor para con nosotros y su interés para que este día sea recordado por el resto con franca satisfacción, aunque para ellos signifique muchos días de preparación, y no solamente los bikeros somos los beneficiados, ya que además aprovechan para matizar el evento con otros fines sociales mucho más altruistas, como pudimos comprobar. Desde aquí gracias por hacerlo posible y hasta siempre.


Minucias

Me había apuntado a la salida de Xisco por la sierra de Na Burguesa como es habitual cada año desde hace ya unos cuantos y conmigo vino Joan, el otro bandarra no pudo venir este fin de semana. El lugar de encuentro habitual es el aparcamiento de Son Moix sobre las nueve pero antes quería pasar por otro sitio para encontrarme con otro grupo para comentarles unas cosillas pero llegamos tarde y ya no estaban. Los que sí estaban eran los primeros de otro grupo que tenían que salir a las nueve y perdí con ellos unos minutos, los suficientes como para no encontrar ya al pelotón de Sa Pobla pero se dio la casualidad de que desde el lugar que estábamos no viera los vehículos que habían traído y creíamos que aún no habían llegado, además me había dejado el teléfono móvil y cuando llamé a mi casa nadie contestó, el inalámbrico estaba sin batería y no sonaba. ¿Y porqué no llamaste al móvil si te lo habías dejado aquí? me dijeron cuando volví a casa, buena pregunta, si señor.

Casi descartada ya la salida prevista después de un buen rato de espera volvemos al punto de encuentro del otro grupo y también había salido, esto se empieza a poner mal. Veo, en cambio, a otros bikeros que habían quedado aún más tarde en el mismo sitio pero por la naturaleza de su salida descarto ir con ellos así que volvemos a Son Moix y ahora sí veo los vehículos pero no a los bikeros, normal, hacia casi media hora que se habían ido. Juan se plantea siquiera empezar y de haber podido salir con cuatro grupos diferentes de repente me quedo solo pero decido continuar ya que la salida del domingo no es segura.

Entonces arranco pero lo que sí tenía claro es que no los cogería y no muy lejos después me queda más claro aún que la ventaja no hará más que aumentar, me encuentro cansado y hasta apático, diría yo. Y con más razón porque estaba yendo al revés, ellos fueron hacia Génova y yo hacia la Vileta, ay, la cabeza. Pero lo peor es que tampoco había piernas y la subida por el cementerio hasta el puig des Revells me costó sudor y casi lágrimas.

El plan era atajar por el cemento mientras ellos daban la vuelta por el mirador pero el ritmo que llevaba era patético, además no me encontré a nadie con quién acoplarme e iba como alma en pena por esos caminos. Ni siquiera me puse las protecciones para bajar desde el pujol des Gat para no perder más tiempo ni tampoco cogí el sendero, tiré por la pista principal. Ya he podido comprobar in situ algo más de la obra que realizan por ahí arriba, limpian el cortafuegos y de paso preparan la pista para que pueda circular un trailer, eso la ha dejado tremendamente resbaladiza para una bicicleta embalada cuesta abajo, hay que ir con tiento en esa zona, una caída en velocidad puede dejarte desollado.

Solamente me faltaba que me pasara zumbando un corredor en plena cuesta de cemento para bajarme más aún la moral, menos mal que me desquité después en la bajada pero cuando llegué al coll des Pastors me tiré al suelo a tomar el sol y merendar esperando que apareciera alguien, fuera quién fuera, ya me daba igual, era muy tarde como para suponer que los pobleros aparecerían desde abajo viendo lo que quedaba de ruta desde ese punto así que me lo tomé con filosofía y esperé.

Apareció alguien pero no los que esperaba, un grupo de senderistas de la tercera edad que no pararon de hablar en todo el rato que estuvieron por allí; un grupo de moteros que iban y venían atronando con las motos; pasaron también varios bikeros, ninguno iba equipado al cien por cien y ninguno con el casco puesto, tres de ellos ni siquiera llevaban y el que tenía lo llevaba colgado del manillar, me gustaría poder decir, ellos saben lo que hacen pero lo dudo. No faltaron cazadores ni corredores de acá para allá, hasta alguno me preguntó por dónde tirar, no se debió fiar de lo que le dije porque le preguntó lo mismo a otro que se encontró por allí, para qué preguntas entonces?

Ya resignado a acabar la ruta solo me voy en dirección a la bajada de Bendinat cuando veo aparecer por el camino de las antenas al grupo que viene a mi encuentro, no hay tiempo para prolijas explicaciones y menos cuando veo que nos vamos hacia el mirador, ay la cabeza, decido disfrutar de lo poco que queda de ruta de la mejor manera posible y el rodar en compañía me animó bastante. Fuimos directos a la pista sin pasar por el mirador y de ahí a la carretera por el sendero interior y al llegar ya había nervios, el timing pesaba, peligraba el resto de ruta de vuelta otra vez hacia la Vileta y se decidió tirar por la vía rápida. Algunos hubieran bajado directos por la carretera pero no podía consentirlo y los convencí para que hicieran al menos el sendero alternativo aunque presiento que para los que tenían prisa fue más una molestia que una diversión. Dos nos dejaron para volver por asfalto y los demás nos fuimos por el PT3 que en principio decían no conocer, después Xisco se acordó de que sí lo había hecho al revés, bueno, ahora ya conoce las dos caras de la misma moneda.

En resumen, una ruta con dos partes completamente diferentes y un inicio caótico con multitud de circunstancias que pocas veces suceden, relojes que se retrasan, teléfonos fijos que no suenan, móviles olvidados, además de la bomba, no ver los coches cuando pasé por delante la primera vez, empezar la ruta al revés, ir petado y además solo, en fin, aparte de estas minucias, no sucedió nada extraño, pero el próximo fin de semana todo esto será agua pasada, y nunca mejor dicho.


Hueco, hueco

A la par que nos acercamos al fin de semana y el tiempo mejora van arreciando las ganas de salir a montar en bici y voy haciendo planes según conveniencia. Me invitan a ir a Llucmajor pero no puedo ir, estaré sin vehículo, por lo tanto debo quedarme en las cercanías y parece que solo aunque a última hora aparece un mensaje en uno de los foros anunciando precisamente éso, una salida por las cercanías. Los conozco, he salido algunas veces con ellos, más bien algunos de ellos porque ese grupo va en aumento a cada día que pasa, y aunque no suelo ir habitualmente este fin de semana voy a coger el segundo turno y saldré bastante más tarde de lo que suelo salir normalmente, por tanto nos veremos en el aparcamiento del Decathlon a las nueve y media, pero, como digo, voy sin prisas.

Llego y reconozco a unos cuantos y se presentan los demás y hasta algunos entre ellos tampoco se conocían. No hay jefe visible pero sí alguna idea preparada y Javi me comenta que quieren ir a la interminable y al mirador. Eso está al otro lado y lo primero que se me ocurre es cruzar la sierra, hay varias posibilidades, las comento pero no insisto al no obtener una respuesta afirmativa rápida y ante tan dispar grupo no quiero arriesgarme a empezar con mal pie y al final circulamos por el asfalto hasta el desvío.

Somos más de los que se esperaban porque muchos como yo no habían confirmado asistencia, hay de todo, rígidas, dobles, enduros, rallys, en general gente bastante joven y con buen talante y ahora mismo no recuerdo el nombre de todos así que no diré ninguno pero están todos en estas fotos.

Una vez arriba de la Serra de Son Marill toca crestear hasta el coll des Vent y tiene dos dificultades ese tramo, la primera, lo que se empina la pista donde es fácil fallar, y así como la semana pasada alabé las cubiertas allí noté que me había pasado hinchando en la gasolinera y eso que solamente le había metido hasta dos y medio pero para mí es demasiado y antes de bajar por la trialera, la segunda dificultad, bajé presión. Hubo de todo en la trialera pero algunos quedaron contentos.

Para subir hasta la pista nos metimos por el sendero cuesta arriba y con nosotros un grupo de chavales que encontramos en la carretera, también gustó ese tramo que pocos conocían, no es para menos, y una vez reagrupados arriba nos fuimos todos juntos hacia el mirador de n'Alzamora donde también llegaron los chavales un poco después. Hubo que esperar un poco que nos hicieran sitio el grupo de senderistas extranjeros que copaban toda la terraza para poder contemplar el paisaje y merendar como toca.

De ahí hacia el coll des Pastors por la trialera donde volvimos a encontrar al grupo de la tercera edad y entre pasa tú, paso yo, uno pincha en el momento más inoportuno pero que dio pie a que los demás practicaran un poco en el rocaje, para eso si vino bien el parón. Arriba volvíamos a estar todos y los chavales indagan sobre las posibilidades de vuelta, conocen una pero no las demás y se lanzan por la mamut cuesta abajo acompañados por uno de los nuestros que acorta por allí mientras los demás continuamos hacia alguna de las bajadas a Costa d'en Blanes, aún no estaba decidido cuál. Decir que la pista tal como la conocíamos ha desaparecido bajo una alfombra terrosa y vegetal, para otras cosas servirá pero para ir en bici no me gusta nada y en cuanto desaparece, cerca de la cadena, pinchazos a pares, alguno iba por el tercero.

Reunidos en el desvío de la primera bajada Elías propone bajar por la segunda y le secundo inmediatamente sin dar opción a la réplica y hacia allá que nos vamos y empezamos la bajada tras comprobar los daños de una caída que parece que no fueron graves, sangrantes sí, graves no, aunque no fue la única. La bajada estuvo muy bien, el de delante me iba marcando la trazada bastante bien y solamente se interrumpió en las rampas hormigonadas por pinchazo de Elías y públicamente debo reprocharle que no quiera llevar casco, está fuerte y sabe bajar y eso implica riesgos serios, no siempre mantenerte encima de la bici es cosa de uno y un percance grave implicaría al resto del grupo innecesariamente aparte de multiplicar los daños personales.

Ya en Costa d'en Blanes bajamos guiados por Cristian por las dresseres directos al torrente y el túnel que cruza la autopista y vuelta por el paseo hasta Palma aunque haciendo un cruce hasta Génova por Calamajor para coger el carril bici allí, me convenció esa opción aunque sea todo cuesta arriba y más larga, de lo que se trata es de salir de la calle Joan Miró con ese final en la rotonda de Porto Pi y sin más opción segura que la mini acera que hay hasta la estación marítima, de todas maneras fuimos todo el grupo juntos otra vez hasta los coches y ahí nos separamos, algunos se quedaron a recuperar fuerzas en un restaurante cercano porque se nos habían hecho las tantas entre tanto parón.

He de recordar que nos volvimos a encontrar a los chavales en Génova pero solamente a dos de ellos, volvían fundidos, la bajada les había superado y dos de ellos volvían andando después de acabar con las reservas de cámaras nuevas, si me los vuelvo a encontrar otra vez ya me contarán cómo acabó la película, si es que no se me abalanzan al cuello gruñendo como posesos al recordar el episodio, pero bueno, ya se sabe, el tiempo lo cura todo y lo que un día fue un calvario se convierte al final en una anécdota más que contar entre risas.

Buena salida que me dejó satisfecho, tanto por la ruta en sí como por la compañía, quizás volvamos a vernos aquí.


Una de morcilla cubana

Que sea fiesta un jueves y tengas que ir a trabajar el viernes te deja un poco descolocado e igual de indeciso estaba respecto a la ruta del sábado ya que no tenía constancia de salida alguna cercana a mi zona y si no tenía que coger vehículo mucho mejor. Por otro lado me faltan por recorrer algunos tramos en Andratx para acabar de configurar una ruta en la zona y me decidí por ello aunque fuera solo pero al llegar a casa me encuentro un correo de un amigo que empieza por dudas...uep, aquí hay tema, y entre una cosa y otra me lía para que vaya con ellos, no cogeré vehículo, no iré solo y también se apuntan Juan y Carlos, ya me parece bien y ya estamos el sábado recorriendo el carril bici los tres hacia el punto de reunión establecido, Establiments.

El resto de peña son los morci-bikers que querían cambiar un poco la ruta que siempre hacen en Maristela y pasé de dar engorrosas explicaciones por correo, mejor en vivo, así que ya calentitos podemos enfilar el Bunyolí en condiciones. A punto de irnos de la barrera llega otro grupo, no los conozco, y aunque empezamos a subir juntos no me preocupé de los que venían detrás. La mayor parte del tiempo subí con Kikete y nos pasó uno del otro grupo más o menos a la mitad para después pasarlo nosotros porque iba andando y ya no lo volvimos a ver hasta la barrera a la cual llegó andando también. No sé qué decir, o estás hecho polvo o no regulas nada, es solamente el Bunyolí.

Nos volvimos a reunir todos en la barrera de arriba y nosotros salimos un poco antes y otra vez volvimos a agruparnos frente al último chalet y esta vez sí hablé con alguno de ellos. Me dijo que solamente conocían el camino que va a la ermita y ya no quise saber por dónde bajarían, también salimos antes que ellos de allí.

Había comentado que quizás haríamos un itinerario alternativo pero a la hora de la verdad no se animaron a subir al geodésico así que hicimos lo clásico, lo hubiera hecho si la alternativa no fuera más larga que el camino principal pero no quise que nos esperaran. No me acuerdo porqué nos paramos pero mientras estábamos en ello me fui con Kiko a dar una vuelta por el bosque para enseñarle unos senderos y cuando volvimos ya no estaban y tampoco vimos a los Tira tira que hacían la ruta al revés como después me comentaron.

Ahora venía el kid principal de la salida, cambiar la bajada que ellos conocían por la que sí conocíamos nosotros, es decir, no bajar por el pas de sa Granja y sí por el comellar de ses Puces. Una vez situados en el punto correcto que volvieron a pasar de largo pese a mis explicaciones (si es que van cegados...) empezaron a soltar frenos y dejé de verlos, más que nada porque bajan mucho más rápido y yo no llevaba frenos de atrás, me di cuenta en un semáforo que con el freno apretado la bici se movía aunque pastillas aún quedan (después he podido comprobar que están completamente cristalizadas) y entre una cosa y otra los perdí de vista. Hacía tiempo que no bajaba por allí y me llevé una desilusión, esa bajada ha perdido aliciente para mí, aunque para el que le guste la máxima velocidad es adrenalínica total pero prefiero la alternativa, mucho más ratonera.

Los pillé en la entrada de los marges dado que no se los esperaban y estaban valorando la situación para superar el primero, creo que solamente Félix lo bajó pero los siguientes no fueron inconveniente para la mayoría, hasta debo decir que me hice algunos que nunca había intentado (y no va de coña, habrá videos) y hasta varias veces. Creo que perder un poco el tiempo en estos sitios es muy positivo, los más expertos deberían ser un poco más condescendientes (es decir, menos descender y más con descender) y hacernos partícipes de su experiencia, ganaríamos todos. Así pues, acabé muy satisfecho de ese tramo.

Al salir al camí des Correu pasaron unos minutos antes de que los morcillas se ubicaran exactamente porque en esos momentos si los dejo allí no vuelven. Más calmados bajamos hasta el pueblo para volver a subir sin hacer ninguna parada y lo hicimos por el camí de Son Ferrà, corto pero intenso y eso que solamente hicimos la primera parte, y después por Son Malferit, el otro punto caliente de la ruta ya que lo que me habían pedido era no ir por asfalto en la vuelta que era una de las cosas que me había extrañado que hicieran en sus salidas por la zona.

Pinchazo de Félix dentro de la finca que le pone de mal humor mientras aprovecho para merendar porque últimamente no hay hora del bocadillo en las rutas y llego al final con la merienda intacta. Mientras estamos ahí parados me doy cuenta de que he rodado muy cómodo con la cubierta nueva, goma nueva, presión adecuada para este tipo de terrenos muy pedregosos y la verdad es que se ha notado pedaleando sentado. El resto hasta la furgoneta sin historia pero sin meterme por la carretera principal sino atajando hacia Can Chomeu, opción mucho más apetecible y sobretodo segura, en estos días que corren este aspecto no es baladí.


D.I.B.

El jueves uno de marzo dicen que es un gran día, el GRAN día, el día de la exaltación del sentimiento nacional de nuestra pequeña patria pero para mí eso se traduce en un posible día para practicar mtb, y esa posibilidad se hizo realidad aunque sin excesos en el horario, me puse de límite estar de vuelta a las once con lo que tuve que buscar los acompañantes adecuados para cuadrar en ese horario. Y los encontré en los bous bufats ya que así lo habían manifestado ellos también. Así pues, listo y pertrechado, me presenté en el punto habitual de reunión de ese grupo a la hora convenida y con alguna idea preconcebida rondándome por la cabeza. No somos muchos pero tampoco pocos los que se presentan y cuando les he comentado la jugada en cuestión la mayoría asiente a la propuesta.

¿Y exactamente cuál esa propuesta? Pues exactamente no lo sé porque quiero ir a mirar, y recorrer si es posible aunque las noticias que tenía era de que sí, un sendero por la zona del Pujol des Gat. A través de otro blog amigo tuve constancia de tal itinerario, está reseñado en varias crónicas y hasta este día no había tenido la opción de comprobar su estado.

No hay que perder el tiempo en largos acercamientos así que vamos directos hacia el coll de sa Creu pero por donde mejor circula una bici de montaña, por el torrente. En la salida de la carretera no aparecen e intuyo después de varios minutos de espera que ha habido problemas y así ha sido, patilla rota obligando a Pep a volver a casa, el resto proseguimos ruta, ahora por asfalto pero abandonándolo por el terreno militar en cuanto nos es posible.

La subida a la carretera es llevadera y continuamos su recorrido hasta llegar arriba, aunque algunas dresseres sí que intentamos. En el desvío de Son Vida ya los estoy esperando detrás de la rejilla pero algunos protestan, hay pateo. No, no, no, éso no es pateo. Pateo es un estado mental en el que tu cerebro es incapaz de procesar lo que está viendo y sintiendo, entonces protesta y te llegas a hacer una serie de preguntas vitales sobre el sentido mismo de tus actos y generalmente las respuestas son todavía más absurdas que las preguntas en sí. Éso es pateo, lo demás es un paseo.

Por supuesto éstos son argumentos todavía más descorazonadores para los indecisos por lo que el método a seguir se reduce a la mentira y el engaño directamente. Entre dimes y diretes se nos había reunido en la rejilla otro grupo de bikeros aún más reticentes a tales deliberaciones y directamente optan por llegar al mismo sitio por asfalto y de hecho llegaron antes aunque nos llevamos a uno de ellos con nosotros.

Reunión de peña varia en el coll des Vent, Emilio el mecánico y Curro están por allí con más gente pero no sucumben a un plan inconcreto y prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer. Después de un poco de charleta estoy solo, el grupo se ha pirado y espero encontrarlos en el sitio adecuado. Así es y meto el hocico para catar ese sendero, en principio lo veo factible y para allá que nos vamos y efectivamente es el descrito en el otro blog, lo confirma la ofrenda floral allí expuesta. Paramos lo justo para poner en antecedentes a la tropa y empezar lo que intuyo debiera ser un descenso, y lo es, aunque sin grandes pretensiones, tal vez un par de escalones como mucho que nos deja en un lugar conocido, en algún punto intermedio de algunas de las pistas forestales de la zona, con lo que únicamente nos queda seguirla para volver a contactar con la carretera.

Hubo disparidad de opiniones en el asfalto, a alguno se le encendió la mecha y otros querían volver recortando, yo elegí la vía directa por el horario y aún así algo me entretuve de cháchara con un par de compañeros ya en la ciudad.

En definitiva una ruta (rutita) casi completa, con alguna subidita y alguna bajadita, y además nueva, con lo que se ve cumplido el elemento excursionista para unos, sorpresa para otros y de disfrute de la naturaleza y de la compañía para todos.