Patibulum

Vayamos por partes. Me comentan entre semana que se está fraguando una salida por Sa Costera, jolín, me acuerdo vagamente de la última vez que fuimos y aún sale Can Ganxo en las fotos. Todas las veces que he ido lo hemos hecho sentido norte, es decir, subiendo el coll dels Reis por carretera desde la Calobra y exceptuando la primera vez que pagamos la novatada (no lo busquéis en el blog, fue anterior) las demás, bien.

Pero esta vez quieren hacerla al revés, es decir, bajando por la carretera. La he hecho una vez en ese sentido partiendo de Sóller hasta el desvío de la font des Verger ya que fuimos a merendar ahí abajo y volviendo por el mismo sitio, por tanto se iba a presentar la oportunidad de hacer todo el recorrido en sentido inverso al habitual.

Me informan de que vamos a ser un gran grupo y que no hay prisa para acabar el recorrido, se pueden hacer las tantas y eso coarta un poco mi decisión de acercarme al evento ya que no quiero volver solo si ellos deciden parar más de la cuenta. Solo me queda comentarlo con algún compañero y hacer juntos la vuelta si se da el caso.

A Pepefz le parece bien y nos vamos juntos hacia Sóller. En las cercanías de la gasolinera van aparcando varios vehículos, no muchos para la cantidad de bikeros que nos congregamos, veinte en total, aunque al parecer alguien contó uno de más y después hubo que clarificarlo debidamente en un reagrupamiento porque nadie estaba seguro de si faltaba alguien o no, el despiste vino a raíz de una avería insalvable de Carlos Borràs en un pedal, imposible pedalear sin la plataforma, y tuvo que abandonar al llegar a Monnàber, en ese punto pensábamos que éramos veinte y uno.

Callejeamos un poco por Sóller fuera del recorrido directo bajo mi insistencia y en Biniaraix cada uno va tomando posiciones ante el largo ascenso que se avecina. A algunos nos cuesta más calentar y vamos perdiendo metros a medida que subimos aún a pesar de ser una subida cómoda todo el itinerario asfaltado. Reagrupamos frente a ses Cabanes y continuamos ya por camino de carro para entrar en el bosque tras sortear la barrera de Monnàber y aquí procuro salir de los primeros para que no tomen por costumbre que siempre voy a ser el último en llegar arriba aunque nunca faltan unos cuantos espitosos que se encargan de recordármelo.

Se decide pasar junto a las casas ya que tenemos permiso de los propietarios y aún así debemos parar para explicárselo al payés y que lo confirme, por hoy no ha habido problemas y continuamos. Lo que no me gusta de este tramo es que te deja lejos del inicio de la pista de los Binis y hay que circular por la carretera. En ese punto fue donde nos abandonó Carlos, aún tuvo suerte de que fuera allí precisamente.

Nosotros continuamos directos al coll de Cards Colers donde hicimos una parada larga, con fotos y merienda incluida, para afrontar después la larga bajada por pista. Benja tiene un percance mecánico justo delante mio, al parecer la cadena se le ha encasquillado, pero al haber exceso de voluntarios para desencajarla salgo para abajo donde ya hay un grupo esperando. Pepe continua hasta la fuente a repostar y después comprobamos que ha estado conversando con unos familiares de los dueños que estaban por allí trabajando y que sorpresivamente no nos ponen pegas ni malas caras. Algo pasa, después nos explica que han montado en las casas un servicio de comidas por encargo y claro, ya no somos solamente simples intrusos deambulando por su propiedad, ahora somos potenciales clientes y divulgadores de sus servicios.

Al llegar todos salimos por el sendero ciclable hasta casi la Alzina Fumadora, prácticamente todo lo que no sube se puede ciclar, y algún bicho raro también lo subirá, que yo lo he visto. Llegamos al inicio de la bajada y no digo que no se pueda hacer toda entera pero no la hice, no iba envalentonado del todo. Ahora viene lo nuevo, la bajada por carretera. Al final fue un despelote porque a algunos les entró la prisa y nadie quería quedarse atrás y se adelantaba a quién hiciese falta pero algún susto por recortar demasiado en alguna curva y no ver a quién venía subiendo también hubo.

Al reagrupar abajo es cuando nos dimos cuenta de que faltaba uno además de Carlos pero se comprobó el número con la foto de grupo y estábamos todos por lo que nos pudimos marchar tranquilos. Al llegar a Tuent algunos no quieren dejar pasar la oportunidad de visitar el bar después de comer y los que quedamos al sol nos marchamos al poco rato, Pepe y yo, más los dos Albertos y un compañero de los Aupuja.

Éramos pocos y aún así nos liamos con la pista y el camino antiguo, cada uno iba por un sitio diferente, hasta yo me lié dando vueltas por un carrizal hasta que tuve volver atrás. Conseguimos reagruparnos en el coll de na Polla ya con toda la zona de sa Costera a la vista. Ahora la pega era encontrar la altura adecuada del sillín ya que es un continuo sube baja y cuando vas bien de una manera vas mal de otra pero vamos haciendo camino de todos modos.

Nosotros dos no nos escapamos de primeras, vamos reagrupando mientras Pepe parece dispuesto a agotar la batería de la cámara y así a mitad de camino ya nos alcanza uno del grupo perseguidor, está fuerte y le dejo que se las vea con alguien que esté a su altura. Desde luego es un camino muy agradecido para alguien que se sienta con fuerzas ya que se puede ciclar casi al cien por cien, al menos hasta llegar a la zona de curvas empedradas donde hacemos un alto a contemplar la situación. El día era perfecto para rodar y tampoco hubo ninguna mala cara por parte de los senderistas que nos encontramos, estaba concurrido. Apostados en lo alto vimos acercarse a los primeros del siguiente grupo, Benja, Sebas, Xisco, de ésos me acuerdo. Algunos intentaron subir todo lo que pudieron montados que en algunos casos fue bastante pero yo preferí subir con la bici a cuestas como si de mi patibulum particular se tratara y la porté de esta guisa hasta arriba del coll de Biniamar desde el tramo empedrado. Buena penitencia.

Había pensado bajar por el camí de na Cavallera para verlo con mis propios ojos. Pepe ya me había advertido que estaba mal, un poco más que mal, y la verdad es que está peor, casi lo siguiente de peor. Muy roto y deteriorado y muy desnivelado, parece que cada piedra esté donde le dé la gana y si a eso le unimos las curvas estrechas y mi poca fe en mis posibilidades tenemos como resultado una bajada muy mediocre. Y no digamos nada del tramo de pista que bajamos antes, penoso el terreno.

A Sebas tampoco le gustó ese camino. Él se quedó en Bálitx d'Avall a esperar a los compañeros que seguramente harían otra parada larga antes de afrontar la última subida por lo que nosotros dos tomamos la delantera hasta la fuente donde recargamos agua. A partir de ahí es una subida continua hasta Bàlitx de Dalt y así me la tomé, a ritmo constante, con Pepe delante controlando para no distanciarse mucho y dejarme tirado y así fuimos dejando atrás el camino viejo, Bálitx d'Enmig y hacia arriba siempre por pista. La cosa era volver, no íbamos de exploración mirando cada rincón por si hay algún sendero por donde meterse, directamente a la meta, la tenía muy cerca pero tuve que aflojar un poco el ritmo y subir el último piñón para llegar, me sobraron los últimos trescientos metros.

La idea de bajar por el camí vell no me seducía, es largo y te machaca las piernas, perfecto para un final de ruta menos exigente pero creo que nos hubiera retrasado mucho y no la hubiera disfrutado ni de lejos. No hay mucha discusión al respecto y bajamos directamente por la pista sin coger siquiera algún tramo del otro camino y salir por la Costa d'en Flassada y creo que se me hizo más larga la bajada que cuanta subida haya podido hacer por ese camino.

Atravesamos por sa Figuera y l'Horta y me quedé con la duda de por dónde han metido el carril bici para llegar a Sóller porque desde luego nosotros fuimos en dirección contraria hasta la variante. Creo que eran más de las cinco cuando llegamos a los coches y he de decir que otros días he estado peor después de acabar una ruta mucho menos exigente, aún a día de hoy domingo la resaca es mínima. Nos es difícil entender cómo funciona el binomio cuerpo-mente y no tenemos claro cuando prevalece el uno sobre el otro por eso hay que aprovechar estas oportunidades en cuanto te las presentan. Ya me han comentado de otras así que creo que no faltarán.

Salud a los participantes, buena ruta.


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