901

Había pensado en pasearme por Esporles este fin de semana, alguna subida conocida, un poco de rodaje por las alturas y variar un poco la bajada llegando al camí des Correu pasando por los toboganes, ¿quién no conoce esta ruta? Diría que nadie pero seguro que me equivocaría, gente que empieza o que simplemente piensa que no está a la altura, aparte de otros bikeros que les pilla más lejos la zona y solo vienen de tanto en cuando, sea como sea o cuando sea hay que hacerla. En general es una ruta poco técnica, la subida es por camino de carro de poca pendiente y en buenas condiciones, le sigue un largo tramo de asfalto hasta las antenas donde le prosigue como camino de montaña casi plano donde el segmento más técnico es un enlace entre dos caminos principales pero que también se puede rodar, el resto es hacia abajo aunque casi siempre pedaleando.

Sigue la ruta desde la ermita como camino de carro en dirección a la Granja con un enlace ya muy marcado al camino que baja hacia el camí des Correu, ancho y muy rápido, de cero dificultad aunque es un tramo que se puede sustituir por algunas de las alternativas de distinta factura y que dependerá de nuestro estado de ánimo o sensaciones el realizar una u otra. La gran dificultad de este itinerario son los marges finales por lo que algunos bikeros prefieren obviarlos recortando hacia la font de Dalt de manera directa por un estrecho sendero o bien hacia el safareig de Bellavista y aunque se llega al mismo sitio hay que afrontar por ahí un último repecho.

Eso era más o menos lo que tenía pensado ya que me habían confirmado una asistencia que al final no se ha producido aunque quise seguir con el plan inicial pero ese proyecto se ha empezado a desmoronar en cuanto he pasado por delante de mi taller y he visto la barrera medio levantada, aquí hay tema, y efectivamente estaba Emilio de bonito y con intención de coger la 29”. El otro acompañante sería Manel por lo que auguraba una ruta más rápida que otra cosa pero no está decidida y de hecho nos vamos alejando sin tener muy claro el destino final, se barajan distintas opciones aunque parece que la mamut va ganando posiciones, no me desagrada en demasía ya que han pasado bastantes meses desde la última ascensión completa.

Pasamos por Son Puigdorfila siguiendo la estela de los dos compañeros sin bajar ningún escalón y salimos de manera directa a sa Teulera ya que parece que lo tienen más claro que yo, de ahí al carril bici y a Génova para afrontar el rampón de la tubería de agua. Paradita en la fuente y un pequeño receso para echar un vistazo a un posible itinerario alternativo que continúa inaccesible por lo que continuamos por el vial principal. Pronto se me van de rueda y aunque logro acercarme a Manel no lo alcanzo y veo que Emilio ha tomado la directa y se aleja decidido hacia la cima por lo que no volvemos a juntarnos hasta que paso la barrera y hacemos un descanso para reponer fuerzas.

Quieren llegar a las antenas, ya me parece bien, pero de hecho no llegamos porque donde vamos es a la torre forestal no obstante no podemos gozar de las vistas del lugar como se merece, el día aunque caluroso no es claro y no me entretuve ni en sacar una instantánea. Aquí nos separamos, ellos volverán atrás y supongo que bajarán por la pista rápida de Costa d'en Blanes y regresarán a ritmo vivo a la ciudad y mi plan es bajar por el camino de las antenas hasta el llano de la mejor manera posible y sin incidencias, circunstancia que se produce visto el resultado, mejorando crono y sobre todo disfrutando pese a las dificultades que no son pocas ya que prácticamente no hay un metro plácido.

Me queda solamente el tramo hasta la carretera de las minas que tiene su aquél y justamente en el tramo complicado tuvieron que pasar unas motos que me hicieron poner pie a tierra para asegurar y al llegar al asfalto ya solo era ponerme en modo rodar para volver a la urbe, casi lo único positivo es que no tuve que saltar por el botador ya que han reventado la valla de la barrera y te libera del trance del salto. El resto de ruta estuvo amenizado por el rodar junto a los coches por Joan Miró, sortear turistas en el carril bici, el pase por la zona de exposición de embarcaciones, más turistas circulando y yo sin poder desviar la mirada hacia la playa y al final la carrera de motos de agua junto a la costa y las regatas en la lejanía, todo de lo más veraniego y ya muy visto.

Lo que no ha sido tan estival ha sido el día de hoy (por domingo), la previsión ha acertado de pleno, daban lluvia y se ha cumplido aunque ha sido ridícula, casi ni mojaba. Tenía pensado salir con Joan pero se ha rajado otra vez y aunque había cogido las espinilleras al final me he ido a llanear un poco por los alrededores, en total unos treinta kilómetros casi todos de asfalto. No hay mucha novedad (ninguna) si no contamos la subida hasta la plaza de Establiments para hacer el camino de Sarrià completo. Al llegar al cruce he girado siguiendo las (que pondrán) indicaciones GR que te meten por el callejón para empalmar con el camí del forn de vidre y éste a su vez con el de Son Mayol donde ya han desaparecido las barreras retiradas por el ayuntamiento hace unas fechas aunque estaban abiertas de antes pero hay unas señales indicadoras de “camino cortado por obras” y he querido ir a mirar qué tipo de obras son ésas y lo que han hecho ha sido retirar el firme a su paso por el torrente quedando un socavón de un metro de profundidad, yo he podido pasar pero un vehículo que no se fije bien en los carteles bien podría quedar ahí empotrado, no hay una valla con la que chocar siquiera, veremos ahora cuánto duran estas obras ya que está claro que se trata de una venganza por el tema de las barreras.

He subido después a ses Rotgetes y he bajado a continuación a la carretera para ir a buscar el camí de Passatemps y desviarme después hacia la carretera de Sóller y la Indiotería donde ya han empezado a arreciar las ráfagas de viento y aún así me he ido a dar un garbeo por las Avenidas justo en el momento de la salida de alguna concentración motera, que no me esperen. Total, fin de semana tranquilo, sin complicaciones y pudiendo disfrutar de nuestra máquina favorita en sus distintas vertientes y sin nada que lamentar, qué más queremos, y así, como quién no quiere la cosa vamos acumulando historias que contar y mostrándolas en el blog, será por eso que vamos ya por la 901, quién nos lo iba a decir!.


Final feliz

Hay ocasiones en las que te apetece recorrer algunos parajes que aunque sabes cierto que te van a provocar cierto sacrificio también te van a dar alegrías y esperas que la balanza quede definitivamente desequilibrada en ese sentido. Vamos a acercarnos hasta Valldemossa, ya lo hice hace unas semanas en mi escapada por la Mola de Son Pacs donde obvié un acercamiento más acorde con el tipo de deporte que practicamos y lo hice por carretera siguiendo las indicaciones GR, el motivo es que era mucho más asequible para mi estado de forma, quise ganar comodidad, en pocas palabras, y como esta semana sigo más o menos igual y para no repetir itinerario pensé en rodear esa montaña por la falda lo cual me alargaría aún más la ruta pero debería ser más suave, vaya una cosa por la otra.

Lo primero sería llegar a Esporles y qué mejor opción que tirar por Son Malferit y es que las alternativas son penosas, carretera y poco más. Bien, decidida la aproximación solo queda ponerla en práctica y a eso me pongo, primero en plan tranquilo y solamente cuando intuyo la presencia de otros bikeros pisándome los talones me salta el resorte y así nos vamos alternando en el tramo entre barreras y no es hasta ubicarnos en lo alto del coll cuando tenemos una pequeña charla sobre nuestros respectivos planes, que se solapan hasta llegar a Mirant de Mar pero ellos van por delante y ya no los pillo hasta llegar al mirador y los cuatro que allí estamos partimos en direcciones diferentes después de otro rato de charla.

Yo me voy a buscar la parcelación fantasma de arriba, se trata del primer reto a superar en la jornada, habrá de todo, por ahora con resultado discreto y cruzarme con algunos bajando un poco pasados tampoco ayudó pero en el siguiente tramo podré resarcirme y efectivamente así sucede en la bajada que no es que tenga una gran dificultad técnica, su valor está en la velocidad. Hago la vuelta larga, la que rodea el campo de cultivo y va a dar cerca del mirador donde por supuesto paro y disfruto del momento.

El siguiente tramo de ruta es una sucesión de pistas, caminos y senderos, todos ellos privados y con su dosis de dureza, sobretodo en la parte de subida, después, en el bosque, donde creía que me podría explayar resulta que tuve problemas con la cala izquierda con una de las caras del pedal que se me quedaba enganchada y me hizo ir mucho más precavido de la cuenta. Por fin llego al coll de Sant Jordi donde hago otra parada y me parece ver que se ha limpiado el sendero que baja abajo y te saltaba prácticamente toda la pista de subida, fue el sendero que quedó arrasado cuando el temporal de viento de hace ya unos cuantos años y nunca más se supo pero como digo no lo confirmé, de haberlo hecho seguro que no vuelvo a subir y tampoco me apetecía acortar tanto la ruta, me quedaba el último escollo, pero menudo escollo, la subida a la comuna de Valldemossa, muy pero que muy exigente físicamente, un largo tramo de empujar o transportar la bici por un sendero de montaña muy empinado y que te lleva al extremo.

Conseguí llegar arriba tras cruzarme con algunas senderistas extranjeras y pude constatar que la zona de la cima está muy limpia, sin restos de basura y otros cacharros utilizados por los cazadores para montar sus chiringuitos de caza, se agradece, y sin pérdida de tiempo empieza ya la bajada aunque ese tramo era el que tenía más olvidado, se ve que era el que peor pasaba y en esta ocasión conseguí no bajarme de la bici aunque las curvas a derechas aún se me resisten, aunque casi sería mejor decir que se me atragantan, falta destreza, ese factor es el que más me penaliza ahora mismo. Paré a medio camino junto al aujub, vale la pena, aunque si vienes bien de arriba seguro que prefieres continuar y mantener el ritmo, yo preferí algo más de calma y asimilar bien lo sucedido hasta el momento ya que visto lo visto me hacía albergar ciertas esperanzas de mejora en el siguiente tramo, y no me equivoqué, el progreso es evidente aún siendo el margen de mejora amplio y pese a todo me doy por satisfecho ya que también pude superarlo sin bajarme de la bici en ningún momento que para algunos ya es un logro importante y si has pasado problemas en la zona de curvas quizás puedes compensarlo en la zona rápida soltando frenos aunque con tiento, no hay un metro ni plano ni recto.

Después de pasar por la casa tuve un lapsus y además ampliado con la información que me pasaba la senderista que había hecho esta misma ruta y que empezamos al mismo tiempo en Esporles aunque ella apareció en el coll de Sant Jordi proveniente de la mola de Son Pacs, no sé qué traza miraría que la llevara a iniciar la ruta por el camí de Pescadors, lo cierto es que esa misma traza nos llevaba a continuar el GR por su trazado original y que por ahora sigue sin tener salida, yo sentía curiosidad y también fui pero finalmente tuvimos que volver atrás y le mostré el camino correcto, no el principal de la casa sino el sendero que te lleva al aparcamiento y aunque la vi venir por atrás no llegó a salir, no sé dónde se metió finalmente y no esperé a averiguarlo, me fui a buscar la bajada hacia la carretera vieja para coger el desvío de la depuradora y apurar los últimos metros divertidos antes de emprender la vuelta por carretera compartiendo escenario con vehículos de toda índole, no es que lo deseara especialmente pero tenía que volver, quedarse por allí no era una opción, lo cierto es que estas visitas por la zona están siendo muy provechosas y las voy a repetir en cuanto tenga ocasión, pueden dar para mucho.


Ni mirador ni leches

Con el tiempo tan revuelto el sábado pasado no salí, y conmigo tropecientos más pero, ¿quién no se ha entretenido en ver caer la lluvia tras los visillos? a eso me dediqué, bueno y también a revisar los blogs porque solos no se mantienen pero acostumbrado a verlos desde la parte de atrás a veces se me pasan cosas que son de lo más evidente y una de ellas es que los enlaces no sean los correctos, copias y pegas partes de código que son comunes y no actualizas y si alguien ha reparado en ello tampoco me lo ha dicho y ha tenido que pasar que me diera cuenta yo mismo para rectificarlo. También modifiqué una ruta recortando un tramo por el que ahora ya no se puede transitar, a ver, a las malas sí pero si tenemos en cuenta que con las barreras abiertas ya había problemas me puedo imaginar que ahora estando cerradas no pueden sino empeorar y además las alternativas no son fáciles y no me convencen como para plasmarlas como recomendables por lo que me vi en la necesidad de recortar ese tramo por asfalto a la espera de tiempos mejores.

Cierto que este tipo de actividad (lo de los blogs, me refiero) no cuenta como ejercicio físico, hasta diría que lo empeora pero cunde bastante para alimentar el ego propio y te deja otro tipo de satisfacciones que ésas sí cuentan en positivo. Lo que no iba a pasar el domingo es que pudiera poner en práctica esa rectificación y haría algo más cercano y con menos enjundia, una vuelta por la sierra vecina bastaría, tal vez pasando por el mirador de n'Alzamora, es lo que tenía en mente una vez compuesta la bici con el cambio nuevo y la cadena bien engrasada, no se merecía menos.

Así pues empecé a pedalear atravesando la ciudad a una hora no muy temprana y aún así bastante solitaria y subí por Son Anglada en dirección a Puigpunyent tomando después el desvío a Calvià y adentrándome por la pista que sube hasta el camino superior, nada del otro mundo, sin mucha pendiente y bastante limpia lo que augura una subida digamos cómoda aunque no exenta de algún patinazo trasero fruto solamente del desgaste de la goma, nada más. Prosigo hacia el pujol del Gat pero al llegar a las curvas antes del cruce vislumbro un sendero lateral que es bastante evidente por lo que decido ir a investigar, en un principio va cuesta arriba pero promete aunque al llegar a los pies de una torre eléctrica se empieza a difuminar y unos metros más adelante se podría decir que desaparece, es posible que tenga alguna continuación andando pero es inasequible para una rodada en bici y vuelvo atrás hasta enganchar la pista por la que prosigue mi ruta hacia la carretera. En la última rampa me encontré a una gente caminando con chalecos y con una especie de dorsal propio de algún evento aunque no logré ver nada en claro y menos al ir subiendo pero más adelante pasé a un grupo de mujeres y aclaré al menos el nombre del organizador, algo del hospital San Juan de Dios y pensé que eran empleados de ese sanatorio realizando alguna actividad.

Las dejé atrás justo empezar la bajada y al llegar a la carretera veo que hay una carpa montada con viandas y bebidas y un grupo de ciclistas guiris dando buena cuenta pero en realidad el asunto no iba con ellos sino con los senderistas ya que lo que se había organizado era una caminata solidaria pero al haber pasado ya el grueso de los senderistas estaban repartiendo los sobrantes y también me invitaron. No estuve mucho allí, iba un poco retrasado y no continué hacia el mirador, de hecho bajé por el sendero lateral que vi que estaba marcado, también era su itinerario aunque me pareció raro que no hubieran quitado de en medio un tronco que me comí con la cara y no me hizo nada de gracia.

Hice la recta de asfalto y me metí enseguida a rodar junto a la pared para ir a bajar por lo que se conoce como el dh, no suelo ir mucho por allí, de hecho es mi segundo, quizás tercer, paso por la zona. No me acuerdo exactamente como fueron esos pases pero esta vez sí me paré, me faltó adrenalina por no decir otra cosa en esos rampones medio desnudos donde no es nada seguro de que se pare la bici abajo y alguno pensará: si no hay que parar, solo hay que girar y continuar, cierto, muy cierto, asumo mi incapacidad en ese aspecto aunque con más motivación las cosas se ven de otra manera, normalmente menos complicadas.

Lo que sí vi es que ése era también el itinerario escogido para la caminata aunque no encontré a nadie, estaban más abajo y no eran tantos, la verdad es que como recorrido me pareció un poco excesivo. Como el día había mejorado bastante bajé hasta el mar para toparme de lleno en la vorágine mañanera dominguera habitual con el añadido de los ocupantes de varios autobuses que descargaban cruceristas en el Parc de la Mar provenientes de algunos de los grandes cruceros atracados en el puerto en esos momentos, toca pues ir sorteando todo tipo de especimen que se va congregando por allí, pero sin quejas que esto no ha hecho más que empezar.


Error fatal

Al parecer no tenía bien configurada la página correspondiente a Fotos, Trazas y Videos de este año, el enlace remitía a las del año pasado, el correcto es éste, Fotos 2018 y ya está corregido en el menú.


Plataco

Ya la semana pasada tuve que improvisar la salida del lunes por avería de la bici y coger otra que no está preparada para darle caña por el monte por lo que no me quedó más remedio que tirar por asfalto e irme a subir algún puerto (o coll) y tampoco es que me fuera tan mal físicamente hablando para ir cogiendo fondo después de una semana de parón y como no hice el pedido oficial del material hasta el miércoles ya que no tenía el mecánico el modelo que quería me encontré el sábado en la misma situación respecto a la montura aunque dispuesto a dar un cambio y así, armado con algún destornillador y un par de llaves allen empecé a pasar piezas de una bici a otra pero no a la 9.3 sino a una antigua que tenía y que aún conserva bastantes partes utilizables, de hecho me ha bastado la cadena y los cambios para que pudiera rodar. Dicho y hecho, monto lo anotado más dos cámaras nuevas a las ruedas y un par de zapatas de freno, cuatro ajustes et voilâ, en marcha.

Para la ruta no habrá que pensar mucho, no lleva suspensión ni delante ni detrás así que ya me dirás, toca asfalto aunque puedo recorrer algunos tramos de tierra si hiciera falta, otra cosa son trialeras de rocas tanto en subida como en bajada. Tengo pensado hacer algunos kilómetros de más animado por la ligereza de la montura y eso que las cubiertas no son precisamente de las más finas pese a su poco balón, opto entonces por llegar a Bunyola y desde allí ya veremos. Empiezo pues acercándome a la Indioteria por el carril bici y continuar después por Son Macià de donde me han informado que han cerrado la barrera intermedia aunque se puede pasar, ignoro el motivo ya que no para ni a animales ni humanos y tampoco he visto nunca por allí ningún vehículo ya que la barrera de salida siempre está cerrada, esperemos que no sea el preludio de otros cortes más peliagudos.

Llego por pista hasta las cercanías de Son Pizá aunque en este caso me desvío hacia la carretera antes de llegar, asfalto que ya no dejaré hasta Bunyola, de hecho en el cruce me pasó un gran grupo de cicloturistas y uno que venía detrás de mí se quiso acoplar sin conseguirlo pero que me sirvió a mí para ir chupando rueda hasta el pueblo que diría yo que es más psicológico que otra cosa ya que aunque el tío fuera un grandullón tampoco podría asegurar que iba más cómodo detrás que al contrario.

Decido en el pueblo seguir hasta el coll d'Honor y por allí ya me pasó hasta el tato aunque a varios de ellos y ellas los pasé en la bajada y eso que tuve que ir con mucho tiento porque de delante frenaba muy poco y esas curvas son muy traicioneras, de todas maneras en campo abierto tengo siempre las de perder y así llegamos juntos a Orient donde paré a hacer un receso y tomar un frugal refrigerio antes de afrontar los últimos metros de subida justo en las afueras del caserío. Estoy ya montado y listo para partir cuando pasa un nutrido grupo de chicas dirección Alaró con alguno que les seguía los pasos aunque en la primera bajada las perdí de vista, es imperdonable lo que rueda una bici de esas cuando la carretera se inclina hacia abajo pero lo cierto es que volví a encontrármelas un poco antes de llegar al cruce del castillo, una de ellas estaba en el suelo con la cara ensangrentada y sin visos de que pudiera levantarse por sus propios medios, un paisano estaba hablando por teléfono con emergencias y por lo que pude saber se cayó sola, al parecer saliendo por orejas y creo que aún sigue en el hospital.

Yo hice el retorno llegando a Santa María y yéndome a corretear un poco por Marratxinet para cruzar después el Festival o como puñetas se llame ahora y salir campo a través por los caballos, me tocó después solapar un poco la traza hasta la entrada de sa Cabana llegando no obstante hasta el mar y vuelta por la costa, a esas horas con el carril bici bastante tranquilo.

El domingo había que repetir y el guión sería parecido, más asfalto pero en esta ocasión rodeando la sierra de na Burguesa (en realidad la de Son Camps) coronando el coll des Tords para encaminarme hacia las alturas con todo el recorrido copado por nuestros amigos los europeos, luego supe que al parecer los de la tierra estaban por Bunyola sudando la gota gorda y aunque lo hubiera sabido antes tampoco habría ido, mi horario no me lo permitía, hubiera sido llegar y volver a partir, no era plan así que seguí el mío y al menos pude pedalear un rato aunque aún no estoy hecho a la idea de utilizar esta bici de forma continuada, se me hace bastante incómoda aunque tiene sus ventajas, ya veremos.


Como el día y la noche

Tras el impasse del fin de semana anterior al anterior cuando hubo reclusión masiva de bikeros por mor del temporal aunque creo que sin mayores consecuencias ya que las fechas de vacaciones estaban muy próximas y serían muy aprovechables en lo que a clima se refiere, la bonanza estaba asegurada, de todas maneras también está por medio el cambio de hora y no voy a negar que las molestias me duran varias semanas, el madrugar estaba descartado, y eso significa rutas más cortas y más cercanas.

Iba a probar una que hice no hace mucho y de la que no pude sacar traza por algún motivo, se trata de la bajada de la coma de s'Arc también conocida como la enduro por una prueba ciclista que se realizó por allí hace años. Se trata de una bajada nada sencilla en su inicio ya que más parece un enlace abierto a posteriori con un camino de carro que no llegaba arriba, este primer tramo es muy pedregoso ya que es muy posible que las correntías de agua se hayan llevado toda la tierra superficial si es que algún día la hubo. Continúa como camino ancho, antes he apuntado de carro pero también es harto difícil que por allí haya circulado alguno dicho sea de paso, que transcurre por la parte alta del monte aún bastante despejado tras algún incendio y tras dar un giro de 180 grados inicia el rápido descenso hacia el fondo de la coma de s'Arc donde comparte trazado con la torrentera, queda pues bastante claro lo que nos vamos a encontrar en esa zona, piedras y más piedras, rocas y pedrolos, ni un metro plano hasta el desvío donde nos separamos de su trazado, el torrente sigue recto y nosotros giramos a la derecha para seguir por una pista hasta el enlace con el camino del cementerio al lado de la autopista.

No estuvo mal aunque muy mejorable (o sin muy), el día estaba ya completo y al menos no hubo percances que lamentar así que volteé un poco por la ciudad para alargar el horario y ver el ambiente, casi ya pre-veraniego, y cavilando donde podría ir al día siguiente para hacer alguna bajadita rápida y testear el material. No quería ir a Bunyolí que era quizás lo más directo aunque demasiado de moda últimamente así que opté por ir al coll de sa Creu (zona militar, tampoco te digo nada) y hacer un sube-baja sin florituras, llegar por asfalto al km 6, coll des Vent, y bajar por todo sendero que encuentre, esos que van recortando la carretera hasta abajo. Venga pues, hacia allá que me fui y bien acompañado, no cesaban de pasarme bikeros y bikeras de todo pelo aunque se ve que no debe ser costumbre saludar en sus países, un simple gesto bastaría pero ni eso.

Después de medio comer arriba me doy la vuelta y vuelvo por tierra, y si hay escalones mejor que mejor, de hecho pasé por todos los que me encontré sin despeinarme, parece que la cosa promete. Así pues me metí por el torrente que da justo en la subidita final del cuartel para llegar a Madre Alberta por tierra conformando así el tramo final de una bajada muy divertida. Hasta aquí todo bien aunque había tenido algún conato de rigidez en el cambio, cosa que me obligó a parar y desplazarlo a mano, estamos hablando de la tensión del muelle interno que ya me dio problemas en su día y logré recomponer ya que en este modelo es desmontable e iba aguantando más que bien, pero solo hasta el viernes que dijo basta, y me pilló volteando por la ciudad y aunque lo intenté no hubo manera de volver a meterlo en su sitio, opté entonces por acortar cadena e ir a una marcha aunque muy lento para evitar que fuera saltando de piñón y conseguí llegar de esta manera desde Son Cotoneret hasta el edificio de Gesa donde se subió varios piñones de golpe y quedó tan tensa y forzando el pedalier que hasta rozaba la biela con la vaina, imposible moverla, de hecho en casa tuve que desmontar los platos para poder desencajar la cadena de las puntas.

Se acabó lo dar pedales sin un recambio y con la otra bici medio desmontada y a falta también de algunas piezas vitales, parecía que empezaría el mes en el dique seco aunque me apareció una posibilidad cuando menos real. Mi hermano dejó su bici aquí y lo único que le pasaba es que estaba pinchada, eso es solucionable pero me interesaba más comprobar si el cambio me serviría y es que no, se trata de un modelo básico que mejor no trastear y tener que cogerla para salir a rodar se me antojaba ahora lo más evidente aunque sin mucha pasión, es un modelo muy pesado de bici, con la suspensión delantera hecha migas y de la trasera no hablemos porque no tiene, eso es lo que más me echaba para atrás pero las ganas de salir a pedalear han podido más y me he dicho que al menos lo intentaría.

Parche resuelto, sillín a puesto y salgo a rodar aunque de principio ya he descartado cualquier ruta con cualquier tipo de bajada por tierra, voy a hacer llano y asfalto a ser posible. Saliendo desde Son Sardina el objetivo es claro, el camí de Passatemps, que al menos tiene una de las dos características. He vuelto casi a los orígenes por allí, desarrollos enormes, manillar estrecho, sin calar y saltando del sillín a la mínima piedra o agujero que encuentras, no es a lo que estoy acostumbrado, doy fe. Me lo he tomado con calma hasta llegar a la carretera dispuesto a llegar al menos a Bunyola desde Raixa, por allí me he encontrado a otro bikero que iba paseando con su perro y andaba un poco despistado y me ha preguntado por dónde tirar y al final hemos hecho el recorrido hasta la rotonda juntos donde él ha vuelto atrás y yo he tirado por asfalto dispuesto a subir el coll. Si me lo hubieran planteado justo empezar habría asegurado que ni loco pero ya puestos he querido al menos intentarlo, no es que quisiera picarme con alguno de los que pasaban continuamente hacia allá, tanto en grupo como en solitario, pero al menos iba a estar más entretenido.

Efectivamente no hay nada que hacer frente a las bondades de una bici de carretera y unos moldeados gemelos, todos, con la excepción de uno que me venía pisando los talones, me han pasado y se han alejado con celeridad pero el de atrás se ha comido los mocos y eso que solo iba arriba, como yo, habrá tenido un mal día el hombre.

Para la vuelta he optado por llegar al pueblo y volver por la carretera comarcal, mucho menos concurrida. Puede parecer ese un recorrido perfecto para una bici de esas características pero iba sorteando hasta la gravilla, cualquier mínima vibración se transmite desde la rueda hasta tu columna vertebral, hasta por el carril bici hay que estar atento, no sé si seré capaz de soportarlo a estas alturas aunque al menos el objetivo de dar pedales se ha cumplido y por ahora la espalda no se resiente, que dure.