Esta mañana, antes de salir, le he metido un poco más de presión al amortiguador trasero no fuera cosa de que me volviera a quedar abajo. En principio no he tenido ningún problema pero también he visto que no ha llegado al tope ni mucho menos, aunque no lo achaco exclusivamente al exceso de presión. Ayer tarde, debido a la salida y ajustes varios, no fuí capaz de quedar de acuerdo para realizar la salida por la Comuna de Valldemossa, por lo que se ha respetado la que ellos tenían programada por la zona de Na Burguesa, aunque he ido con el coche por si había cambios. En principio no nos íbamos a mover mucho de la zona de la Vileta, atravesando la sierra por diversos caminos, de una vertiente a otra. Y vaya si ha sido así, que hoy ha llorado todo el mundo. Pero eso sí, muy seguros, que había representantes de todos los cuerpos de policía. Por estar, estábamos Wiro, Juantrans, Matías, Bernat, Genius, Pepefz y yo.
De aperitivo, el Camí vell de Puigpunyent a Palma desde el cementerio de la Vileta, con unas pendientes muy difíciles de superar de un tirón. Antes de llegar arriba del coll hemos continuado la pista de la derecha que, aunque ya sabía que no tiene continuación, tiene un desvío en forma de sendero a la izquierda. Es una bajada muy rápida, sin complicaciones. La única pega es que termina en una pista que pasa por las casas de Buñolí Nou, muy cerca del desvío de Establiments, sobre la carretera de Puigpunyent, con lo que ello puede implicar; aunque hoy no hemos tenido ningún contratiempo.
De esta primera bajada no puedo decir que haya notado cambios espectaculares, quizás sí más velocidad. Por ello he decidido que en la próxima quitaría el bloqueo de la horquilla y un poco de presión en la rueda delantera, además de bajar el sillín. De lo que sí me he dado cuenta es de la rama que se me ha metido en el ojo, aún llevando las gafas puestas, y no me las ha quitado. Misterios del mtb.
Nos hemos ido por la carretera de Calvià a buscar la segunda subida para volver a lo alto y acometer la segunda bajada, la trialera de la cantera. Allí sí he notado más diferencias, sobretodo más control en las curvas y una mayor estabilidad en general.
Desde el fondo de la cantera hemos tirado por una pista que asciende hasta la boca de la mina y rodea el borde superior. Junto a las dos columnas acaba la trialera que baja desde el Puig des Revells. Hacía mucho tiempo que no pasaba por allí y creo que ha sufrido una erosión bastante importante. Creo que no le queda un palmo de tierra. Montado en la bicicleta y bajando tiene que impresionar de verdad. Ya por la pista hemos vuelto al Coll de Son Marill y continuado hasta el final de la primera pista que habíamos tomado. Efectivamente se acaba, pero alguno estaba convencido de que por allí hay un camino. Bueno, si poder pasar entre dos matas es un camino, pues sí, lo hay. Este sendero desemboca en otro un poco más limpio y ciclable que te deja en la antigua zona de obras de las canteras, donde desemboca otro que viene directamente del cementerio, y desde allí a la carretera, donde hemos hecho el último sprint hasta Son Moix.
¿Porqué he dicho que no achacaba el no haber hecho tope al exceso de presión? Porque me doy cuenta de que sigo bajando exactamente igual que con la otra bici. Sin tocar el sillín. Y creo que no puede ser así; tiene que variar algo más. Ya lo puse en otro lado, más de uno necesita un reciclaje de descenso completo, yo el primero. Y por eso una idea me va rondando por la cabeza: organizar un día de cursillo por parte de los más adelantados, a ver si dejamos el nivel más parejo. Ya que en las subidas no se puede estirar a nadie, al menos que en las bajadas lo hagamos con un poco más de seguridad y velocidad y, por tanto, de diversión.
Me he fijado bien en la bici de Juantrans y es muy cañera (aunque con un cierto toque de bici de guiri, con ese tubo tan curvado). Puede que me la dejen probar algún día. Ahora que tengo la nueva no les dará tanto reparo montarse como en el carro que tenía antes.
De aperitivo, el Camí vell de Puigpunyent a Palma desde el cementerio de la Vileta, con unas pendientes muy difíciles de superar de un tirón. Antes de llegar arriba del coll hemos continuado la pista de la derecha que, aunque ya sabía que no tiene continuación, tiene un desvío en forma de sendero a la izquierda. Es una bajada muy rápida, sin complicaciones. La única pega es que termina en una pista que pasa por las casas de Buñolí Nou, muy cerca del desvío de Establiments, sobre la carretera de Puigpunyent, con lo que ello puede implicar; aunque hoy no hemos tenido ningún contratiempo.
De esta primera bajada no puedo decir que haya notado cambios espectaculares, quizás sí más velocidad. Por ello he decidido que en la próxima quitaría el bloqueo de la horquilla y un poco de presión en la rueda delantera, además de bajar el sillín. De lo que sí me he dado cuenta es de la rama que se me ha metido en el ojo, aún llevando las gafas puestas, y no me las ha quitado. Misterios del mtb.
Nos hemos ido por la carretera de Calvià a buscar la segunda subida para volver a lo alto y acometer la segunda bajada, la trialera de la cantera. Allí sí he notado más diferencias, sobretodo más control en las curvas y una mayor estabilidad en general.
Desde el fondo de la cantera hemos tirado por una pista que asciende hasta la boca de la mina y rodea el borde superior. Junto a las dos columnas acaba la trialera que baja desde el Puig des Revells. Hacía mucho tiempo que no pasaba por allí y creo que ha sufrido una erosión bastante importante. Creo que no le queda un palmo de tierra. Montado en la bicicleta y bajando tiene que impresionar de verdad. Ya por la pista hemos vuelto al Coll de Son Marill y continuado hasta el final de la primera pista que habíamos tomado. Efectivamente se acaba, pero alguno estaba convencido de que por allí hay un camino. Bueno, si poder pasar entre dos matas es un camino, pues sí, lo hay. Este sendero desemboca en otro un poco más limpio y ciclable que te deja en la antigua zona de obras de las canteras, donde desemboca otro que viene directamente del cementerio, y desde allí a la carretera, donde hemos hecho el último sprint hasta Son Moix.
¿Porqué he dicho que no achacaba el no haber hecho tope al exceso de presión? Porque me doy cuenta de que sigo bajando exactamente igual que con la otra bici. Sin tocar el sillín. Y creo que no puede ser así; tiene que variar algo más. Ya lo puse en otro lado, más de uno necesita un reciclaje de descenso completo, yo el primero. Y por eso una idea me va rondando por la cabeza: organizar un día de cursillo por parte de los más adelantados, a ver si dejamos el nivel más parejo. Ya que en las subidas no se puede estirar a nadie, al menos que en las bajadas lo hagamos con un poco más de seguridad y velocidad y, por tanto, de diversión.
Me he fijado bien en la bici de Juantrans y es muy cañera (aunque con un cierto toque de bici de guiri, con ese tubo tan curvado). Puede que me la dejen probar algún día. Ahora que tengo la nueva no les dará tanto reparo montarse como en el carro que tenía antes.
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