La Canaleta

Ayer noche supliqué que alguien me dijera de dónde puñetas se salía; ni siquiera aspirar a conocer el itinerario, sino simplemente saber dónde me presento. Hasta que no puse un correo inquiriendo esa información y me respondió Genius no pude confirmárselo a Juan y éste a su vez, a Carlos. La sorpresa me vino al saberlo, Lloseta. Supuse entonces que se había cambiado de inicio para que diera tiempo de acudir a la carrera de DH que se ha celebrado en el pueblo este sábado. Pero no, no ha habido cambio de ruta. Entonces, ¿porqué no llegar hasta Mancor? Cierto, vámonos. Vamos hasta allí y algunos ya estaban montando la bici cuando alguien ha dicho que vayamos a dejar los coches en el aparcamiento del restaurante que hay en la entrada de Son Catlar. Vuelve a meter la bici y para allá. Cuando llego me los veo de vuelta, está cerrado. Al final los dejamos en el aparcamiento de la fuente, en la salida del pueblo. Me ha ido bien porque no había cogido agua y he podido rellenar.

Veo a Pepe hablando por teléfono, cosa rara, y nos confirma que viene Mar, y además sola. Me ha extrañado porque la ruta del Massanella no es de sus preferidas pero, si dice que viene es que viene. La trae su padre desde casa. Ahora sí estamos todos, y no éramos muchos, tras caerse algunos de la convocatoria; ya nos podemos ir. Ni sé la hora que era, ni me importaba.

De lo primero que nos hemos dado cuenta es de que, al estar cerrado el aparcamiento y la barrera, hay que empezar a saltar verjas. Pero realmente no hace falta porque hay un pequeño hueco entre la barrera y la rejilla, aunque no sé si intencionado, que permite el paso peatonal. Lo cierto es que nos hemos cruzado con dos vehículos justo al principio y no nos han dicho nada.

Ya en las primeras pedaladas he notado que el cambio se ha vuelto a desregular; me andaba saltando de piñones y he tenido que jugar un poco con el tensor para ajustarlo, pero sin poder engranar el último piñón. Cierto que aún no hacía falta, pero ya llegarían zonas peores. Hasta las Cases des Bosc, pues más o menos bien. A partir de allí es cuando la cosa empieza a ponerse seria, aunque no es una subida que me imponga un excesivo respeto. La solía hacer bastantes veces hace mucho tiempo y era lo mejor de la ruta, ya que bajar desde Lluc por el camino viejo sin ningún tipo de suspensión era un suplicio.

Como casi siempre, he salido de los últimos, esta vez con Tomeu y Botets, y rápidamente hemos dado cuenta de los de delante. Tomeu se ha quedado atrás y Botets ha tomado ventaja. Yo iba subiendo a mi bola con la única y exclusiva idea de no quedar clavado en alguna rampa. Ahí sí he notado la falta del piñón, tenía que subir a riñón. Y también he probado de subir con la horquilla bloqueada, y creo que ha sido mejor, aunque alguna piedra me ha sacado de la trazada debido a la nula capacidad de absorción.

Solamente tenía delante a Fibras y Botets, a los que he ido alcanzando y superando antes de la última rampa, bastante más asequible que antaño, llegando el primero arriba, después de Pepe y Mar, que habían salido bastante antes y no estaban, por lo que, sin ni siquiera parar a bajar el sillín ni ponerme el casco, me he ido para abajo, hasta la Font de s'Hort, y tampoco estaban. De todas maneras, me he parado para reagrupar, llegando todos en unos minutos. Parece que mis invitados están por la labor de continuar (tampoco sabían lo que les esperaba), al menos hasta ese punto habían llegado bastante bien. Tomamos pista para arriba agrupados pero pronto el grupo se empieza a estirar. Al llegar a la altura de la segunda fuente vislumbramos ya parte de lo que nos espera, y lo que se ve ya es mucho, aunque he de reconocer que esta vertiente de la montaña, aunque más larga, es más ciclable en la zona fuera del bosque, pero te obliga a un trabajo vascular mucho más importante, con lo que una buena condición física es esencial. La técnica cuenta casi por igual; la necesitas para sortear los obstáculos sin caer en el intento. Es por ello que casi todo el mundo lo sube andando.

De todas maneras esto es territorio BIC y pronto vamos a tener que borrarla definitivamente de nuestra lista de rutas, tendrá el acceso vetado por normativa legal, cosa que ahora mismo no sucede. No sabemos exactamente las razones que han llevado a estas decisiones pero si nos atenemos a la polémica planteada por la aprobación del Pla de la Ruta de la Pedra en sec y sus incongruentes conclusiones respecto de los ciclistas esta decisión también nos parece de lo más errónea. Es un itinerario exclusivamente excursionista ya que no existe ningún tipo de actividad en la zona, y nunca la habrá. Y si ése es su destino los ciclistas queremos formar parte de él, aunque lo subamos andando.

Me viene a la memoria que hace ya unos cuantos años se construyó la pista en la zona que va por el bosque y eso produjo un gran revuelo mediático porque se argumentaba que se había destruido parte del camino, y seguramente sería el tramo mejor conservado al estar más protegido de los elementos. Este elemento de preservación y protección es uno de los objetivos de la catalogación BIC y es muy loable pero también debería demostrarse que es incompatible con la práctica del ciclismo.

La hilera era ya muy larga. A media subida vislumbro a Mar y Pepe cerca de la primera casa de neu mientras Botets se va acercando rodando todo lo que puede. Juan había acompañado a Fibras bastante rato pero se empezaba a quedar descolgado y en cuanto lo pilla Carlos se masca la deserción. A grito pelado me dicen que se van y no los podemos convencer, sobretodo después de comprobar lo que les queda aún. Creo que se resintió de la caída del sábado pasado. Vuelven atrás y nosotros continuamos hasta el coll para dar cuenta del bocata y las barritas.

Oímos voces pero no vimos a nadie hasta que escamparon las nubes de la cima. Allí estaban disfrutando del espectáculo dos excursionistas mientras nos lanzamos cuesta abajo. Ese camino de bajada es más difícil que el del lado de Comafreda, más erosionado, pero más corto hasta llegar al bosque. Y es ahí cuando realmente puedo disfrutar un buen rato de ciclismo por el sendero. En la zona de la Font des Prat es cuando nos encontramos a más gente, y todos extranjeros. Parece que estaban de picnic, no sé qué leches comían pero olía fatal. Alguno me dijo algo pero su lengua me resultó incomprensible (me pareció portugués) y le dije "si, si" y ahí te quedas. Tomeu pinchó un poco después y le ayudamos a solucionarlo ya que parece que no se recupera de la lesión de muñeca y la tenía dolorida.

Hasta aquí la ruta era conocida. A partir de este punto iba a ser nueva. Ya se había propuesto varias veces pero no cuajó. Yo la había hecho andando hacía ya más de veinte años y solo me acordaba en parte. La canaleta, la roca que se atraviesa, los pasos aéreos, las hermosas vistas, de todo esto sí que me acordaba bien, lo que no recordaba era del sendero de bajada hasta las Cases des Bosc. Pedazo de camino; lástima que me costara hacerlo, son de los que no me dejan coger ritmo, me superan. Pero lo que es el camino en sí me gustó mucho.

Me quedé a esperar a Mar y fuimos bajando como pudimos. De tanto en cuanto la esperaba y al pillarme partía para seguir intentando encadenar algunas curvas seguidas o pasar dignamente algunos pasos más peliagudos. Precisamente en un paso facilón por encima de unas rocas salí por las orejas. Caída sin consecuencias pero al querer partir no podía, la rueda de atrás no giraba y no le veía la causa, hasta que me dí cuenta de que se había separado del cuadro y no sé aún cómo. Tras colocarlo todo en su sitio pude volver a bajar. El camino se hace largo y cuando empalma con las pistas no está señalizado por lo que apliqué la ley de la gravedad. Dejé a la bici ir sola hacia abajo y nos llevó hasta las casas. Había empezado a llover muy finamente por lo que no perdimos más tiempo e hicimos una rápida bajada. Aún así la lluvia nos pilló de lleno cargando los bártulos en los coches.

Quedé muy satisfecho de esta salida. Ya van unas cuantas en que las finalizo muy a gusto. Las que hicimos antes que estas rutas endureras casi por definición me dejaron físicamente peor, sobretodo con dolor de cabeza por la tarde sin saber a qué atribuirlo exactamente, aún siendo más cortas de kilometraje.

Así y todo esta mañana de domingo me sentía con ganas de salir a pedalear y aunque Pepe había manifestado su intención de salir a rodar no me comprometí por el horario, y he salido bastante tarde.

Pero eso ya es otra historia...


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