S'Hostalot

Como en la anterior salida dejamos algunas cosas pendientes de la ruta prevista, repetirla como fue diseñada fue mi proposición para esta semana pero la propuesta no recibió ningún apoyo y las que surgieron no me satisfacían. Pero precisamente el grupo Xaragall tenía programada su salida mensual por la zona de Na Burguesa y a media semana ya había decidido salir a rodar con ellos si no había ningún pronunciamiento respecto a la propuesta emitida. No le dije nada a Xisco porque quería esperar a última hora, la semana pasada estuve por la zona y dentro de dos semanas volveremos y me parecía que era mucho repetir.

El viernes Juan y Carlos me llamaron para salir aunque Juan no lo tenía decidido del todo y quedamos en vernos a medio camino para irnos montados hacia el punto de reunión que suponía que serían los aparcamientos del polideportivo de Son Moix. Temprano le llamé y me lo confirmó pero estuvimos esperando en vano a Juan (finalmente no pudo venir) antes de irnos al lugar adonde llegamos los primeros. Había una buena peña, con bastantes caras nuevas para mí, no sé si con más forasters que poblers. Aún así como de lo que se trata es de dar pedales y pasárselo bien pues como un grupo compacto y bien avenido empezamos la excursión. Había track como era de esperar pero no sé si alguno lo conocía, yo desde luego no, pero voy indagando sobre su trazado a medida que vamos avanzando.

Nada nuevo hasta Gènova y a por el rampón de la autopista para empezar a bordear el campo de golf hasta empalmar con el camino principal de Bendinat, conocido en el mundillo como la mamut. No lo haríamos completo solamente hasta el desvío de Costa d'en Blanes pero ya fue un avance de las siguientes subidas que nos esperaban. Bajadita rápida en la primera parte, donde me caí por un enganche del manillar (y ya van unas cuantas) aunque no me acordaba bien de la parte final, la de la torrentera donde fui un poco más lento debido al tráfico.

En la barrera de la urbanización ya me había enterado de por donde sería la subida, por las rampas de s'Hostalot, es decir, la pista que se utiliza para acceder con vehículo a las antenas y torre de vigilancia en el extremo de Palmanova. Nunca lo había hecho en ese sentido y medio bromeaba que sería la única. Estaba seguro (y conmigo muchos) de que no podría hacerlas, pero me equivoqué de todas todas. No sé si fue el pararnos a merendar justo traspasar la barrera o el cazito de té que me tomé gracias a Pedro P. que según él lo iba a notar. No puedo afirmar que eso sucediera pero que me hubiera gustado llevar puesto el pulsómetro (que por cierto no funciona, Pot) para corroborarlo si que es cierto porque no noté esa subida a nivel de pulsaciones. Se ve que los recuerdos almacenados de la bajada en sentido contrario, lloviendo y con la otra bici, crean una imagen mental que no se puede extrapolar si la haces en sentido contrario.

Por cierto, lo de los termos con bebidas calientes me parece una idea mucho más que buena y aunque ayer hiciera calor, todo un detallazo. Joder, acabas una subida fuerte y prolongada que te deja las piernas temblando y cuando estás medio empanado comiéndote un bocata chusquero preparado por la mañana deprisa y corriendo, se acerca alguien ofreciéndote un café o un té caliente, vamos, es que te deja descolocado y sumamente agradecido. No sé si será ése el efecto que pronosticaba Pedro cuando me lo ofreció pero lo cierto es que me sentó divinamente (y eso que yo no soy de tés).

Cuando llegué arriba volví a encontrar a uno de los dos que habían pasado mientras comíamos, el que llevaba la cámara instalada en la horquilla, al otro, el de la Decathlon, lo pasé en la subida, se había parado no sé exactamente porqué pero me lo imaginé. Después ya no los volvimos a ver.

Nosotros si llegamos hasta las antenas en uno de los mejores días para hacerlo ya que había muy buena visibilidad en un día radiante. Oteé el horizonte buscando nuestro próximo objetivo, la otra torre de vigilancia sobre el Pujol del Gat, y casi no se veía. Me puse las protecciones ya que las bajadas ahora si son rápidas por pista aunque cortas, pero en un continuo sube baja. Y empezaron los pinchazos. Se cumplió el axioma bajada=pinchazo(s). Hubo para dar y regalar. A veces hasta dos en la misma bajada pero en general se solucionaron bastante rápido. Otras averías mecánicas no hubo si exceptuamos dos roturas de cadena. Yo acabé con algún desajuste en el cambio que hacía que se me chupara la cadena. Esta mañana me lo he mirado y con un pequeño ajuste del tornillo de fin de carrera se ha solucionado. Lo que me tenía más mosca era la dificultad para cambiar de plato y ya he visto la causa. La funda es corta y en las curvas a izquierda lo he forzado rompiendo la funda y el mismo cable, y todo por el cambio de manillar más ancho. No me di cuenta de ese detalle y tendré que cambiarlo.

Rodando por la carena a buen ritmo llegamos a la subida del Coll des Pastors que hicimos en dos tramos debido a una avería y donde llegué el primero arriba, y es que ayer las subidas se me hacían cortas (debía ser porque ERAN cortas; cortas pero empinadas). Bajé el primero para pararme en el desvío del mirador y así evitar que alguno se fuera pista abajo y cuando llegaron todos bajé con Carlos detrás el último tramo que fue donde al ir pegado a mí no vio un pedrolo que yo esquivé, escondido como estaba por el carrizo, y se lo comió. Oí el golpe a mis espaldas y esperaba oír también el del batacazo pero este no se produjo, menos mal! porque era para habérsela pegado y de las buenas, creo que en este caso sí le salvó la bici porque literalmente le arrancó un cacho a la piedra pero no la movió del sitio.

Cambiamos la cámara y seguimos hasta el mirador aunque como la vez anterior, tampoco llegamos a ir. Proseguimos la ruta con esa bajadita que tan buen gusto me dejó la semana pasada pero ahora sin trazador delante. En medio hay una especie de bache grande con una salida hacia arriba de roca donde le pegué un sonoro llantazo a la cubierta delantera que creí que la habría reventado pero pude continuar sin problemas. De hecho hoy al comprobar los cambios las he mirado bien y tanto la de delante como la de atrás están literalmente crujidas, completamente cuarteadas. Un día se me van a hacer trizas por esos caminos. Tengo por ahí una Maxxis High Roller Maxxpro 60a de esas que ruedan solas pero su kilo y cuarto no me permite hacer excepciones con ella. Tengo también una LUST Tubeless plegable de casi la mitad de tara pero también de compuesto duro, 62a. La voy a poner pero espero que no sea para comprobar que me he acostumbrado de una forma importante al agarre y al tacto de la Slow Reezaay 40a.

Como había penalización por tiempo había pensado que si llegábamos antes de la una treinta al Coll de Son Marill podríamos acabar por la trialera del coche quemado sin problemas pero antes de llegar siquiera a la zona alta de Son Vida ya eran las dos menos cuarto por lo que les propuse para acortar bajar por la trialera de la cantera. La teníamos ahí al lado y casi ninguno la había hecho, ni creo que Carlos la hubiera hecho pero éste se había retirado por la carretera con molestias físicas. Les pareció bien (más que nada por ignorancia) y hacia allá nos fuimos, eso sí, haciéndome el honor de ir abriendo camino. Uf, disfruté, bajé a mi ritmo y sin presionadores por detrás y lo mismo puedo decir de la gran mayoría, en la cantera lo corroboraron. Solamente nos quedaba volver a los vehículos por la zona urbana para acabar de saborear un día redondo. Bueno a mí me quedaba volver carrileando por la ciudad pero ahora eso es todo un lujo. Me confirmaron que muchos de ellos van a volver para la quedada del veintisiete. Creo que después de esta les va a parecer a poco pero el objetivo de estos eventos no es la ruta en sí, son otros más personales. Para otros retos más específicos ya se organizan otros, el último este.