No todo es montaña

Como no voy a salir el sábado no tengo prisa en montar la bici y sigo usando la rígida. No me duele la espalda y el trasero se va acostumbrando un poco más cada día al traqueteo directo al que le someto. Así pues, el jueves pasado tiré otra vez por carretera hacia el Coll de sa Creu y des Vent para bajar hacia el cruce de Calvià donde decidí volver a subir y regresar por donde había venido. No tenía tiempo para más, había salido tarde intentando desmontar el filtro de la lavadora y el sol acababa ya su periplo diario antes de llegar yo a casa.

Y esta mañana (de martes), aprovechando que estoy de vacaciones, me dispongo a salir sin saber exactamente donde. Lo hice una hora después de lo previsto por algunos imprevistos que tuve que solucionar (no, no era el filtro esta vez) pero en cuanto me monté fue un no parar. Primera parte y única segura, Coll de sa Creu. Bajada hacia Calvià y ahí dudo. Izquierda o recto? Sigo de frente hacia Es Capdellà, tenía algunas cosas que ver por allí, pero antes me paro a merendar en la plaza donde Xesc Forteza perdió el mechero. Ha sido la única parada del día y así lo recalco.

Lo que tenía que encontrar era el final del camino que intentamos empezar por el lado de Andratx con el Xaragall y donde fuimos expedientados nada más empezar. Para ello me dirijo por carretera hacia Peguera, mientras pensaba, por cierto, si alguna vez había pasado por allí. Al llegar a la última curva, frente a las casas de Son Vic Vell, veo el camino nuevo señalizado como GR221 del que había oído hablar pero que no había visto aún, y quiero saber de donde empieza porque en el pueblo no he visto ninguna señalización. Para ello lo he hecho de subida hasta encontrar la calle de marras y vuelta para abajo para continuar rodando hasta el cruce del Camí de la Vall Verda.

Recordaba vagamente lo que debía recorrer de verlo en los mapas. Seguir hasta encontrar un desvío a la izquierda y tirar por él. Primero asfalto, después tierra, vados de torrente y prácticamente llano hasta el desvío, eso es lo que nos vamos a encontrar. El desvío a la izquierda no está señalizado, solamente una barrera abierta con el letrero rojo pertinente que nos indica las intenciones de los propietarios. Vamos a su encuentro, pues. Pues mira que no será posible; un poco más lejos otra barrera, ésta motorizada, en mitad del camino, bien protegida por los flancos y con el nombre bien visible, Sa Cova, no nos deja más opción que volver sobre nuestros pasos. Parece ser que este camino, el Camí del Coll Andritxol, está cerrado por ambos extremos, aunque al parecer hay alguna discrepancia respecto al trazado exacto del mismo. Ahí dejamos la polémica por ahora.

Volviendo a la primera barrera tomo el desvío que debe llevarnos de vuelta a Es Capdellà a través de un estrecho valle. Así lo hago pero al llegar al asfalto simplemente doy la vuelta y vuelvo a repetirlo en sentido contrario hasta la otra carretera, de donde venía, para continuar por el camino nuevo hacia Peguera. Recuerdo alguna polémica con este camino, que si cruzaba alguna zona protegida, que si iba por un lado de la carretera o por el otro al objeto de beneficiar a un propietario y no a otro, cosas de ese estilo. Sea como fuere el camino está hecho y para que os hagáis una idea es una especie de acera levantada sobre el suelo pegada casi siempre a la carretera y separada de las fincas por un vallado nuevo con algún que otro tramo escalonado, donde por cierto me he tirado pero con la suspensión en esas condiciones prometo que será la última vez.

Al llegar a Peguera no me queda más que ir a enganchar el paseo que me llevará hasta Illetes, callejear un poco por Joan Miró hasta el Paseo Marítimo y pillar ahí el carril bici hasta mi casa.

En resumen, una buena vuelta con bastantes kilómetros aunque sean mayoritariamente de asfalto, un poco de investigación por una zona olvidada, ver caminos nuevos, pasar algo de calor, sobretodo donde no daba la brisa, pero haciendo algo que nos gusta todo es gratamente satisfactorio.