Esta semana sí, me dije, del domingo no pasa aunque sin una convicción absoluta, los porqués, los mismos de la semana pasada y si fuera en sábado ya estaría hecho pero desde el cambio de día a domingo ya comenté que las salidas son un poco más cortas y tampoco quiero pasarme de horario con lo que al salir de Palma ya estaba condicionando un poco el final, como así ha sido, pero no diría por ello que ha sido improductivo el día ni mucho menos.
Venía Juan tras una temporada sin aparecer y nos hemos ido al punto de reunión habitual para ver por dónde iban a tirar los bous y rápidamente han decidido venir con nosotros hasta Esporles y después ya veríamos. Dada la manía para no meternos un grupo grande por la carretera nos vamos casi siempre por el carrer de Can Miret donde todo está más tranquilo y salimos a Establiments por el Camí de Son Anglada, por el cuestón, hasta el carrer des Molí des Comte y después serpenteamos por el Camí de Can Florit seguido del Camí del Pou Comú y qué sé yo que más para acabar en la carretera que lleva a Sarrià y desde allí hasta la carretera de Esporles por el Camí des Delme aunque hay otras opciones más directas desde donde veníamos.
Ahora ya no nos quedaba más remedio que chupar un poco de asfalto hasta el Coll d'en Portell y trialerita hasta el final, creo que Juan no la conocía (y no la habrá conocido del todo hasta que no la suba). Es pronto aún y decidimos seguir ruta hacia arriba y de paso aprovecho para mostrarles la subida por la Costa de Son Dameto, y sorprende porque nadie se la esperaba donde está, se ve que la limpieza ha sido muy efectiva. Cada uno en ese tramo hace lo que puede, no lo que quiere, tal es la exigencia de la subida. Después de coronar no hay ningún problema para llegar a las casas y comentar la jugada saliendo por el ramal que va a dar a la carretera de Son Cabaspre.
Subimos todos hasta el desvío de la Coma Llobera donde teóricamente debíamos continuar nosotros dos pero no hay consenso y yo prefiero volver con ellos que irme de exploración solo sin saber cuándo voy a acabar, así que tiramos hacia la carretera de Valldemossa donde hacemos asfalto hasta el Coll d'en Claret y ahí nos separamos, Sito y Toni bajan con nosotros por el camino viejo y los demás por carretera, más rápido. Es una bajada muy larga, con una zona un poco más salvaje y estropeada en la parte de arriba hasta desembocar en la primera pista donde decidimos seguir hasta las casas tal era mi convicción de paso franco pero un poco antes de llegar nos han salido al paso corriendo dos cazadores que nos querían echar de la finca privada pero hemos conseguido que nos dieran toda clase de explicaciones del porqué de su actitud, las razones podrían resumirse en éstas:
1. El alcalde no se ha portado con corrección en este asunto, al parecer no ha contado con su opinión y se ha producido un enfrentamiento y no se ha abierto aún oficialmente el camino. De hecho de todos los que he hecho no hay señalizado ninguno.
2. Solamente reconocen como público el trozo hasta las casas y su desvío hasta la carretera de Son Cabaspre y no el tramo que sube hasta el Coll d'en Claret.
3. En todo caso el camino sería para uso senderista exclusivamente. Y además, para acabar de redondear el asunto, ya han tenido que ir a juicio por las denuncias de un vecino al que atacó el perro de uno de ellos por tirarle piedras para que parara de ladrar.
Todo esto no es más que otro ejemplo de algo que ya comenté hace mucho tiempo en la presentación del otro blog. Los caminos, la mayoría, han perdido ahora el valor que tenían antaño como ejes de comunicación, ahora hay carreteras por las que circular, y han pasado a ser vías de esparcimiento o se han privatizado de facto, y volver a rescatar algunos de ellos para su uso público parece harto complicado.
Puede ser que el alcalde haya tomado cartas en el asunto en el tema de los caminos de su municipio pero por mi poca experiencia y por lo visto diría que están las cosas a medio hacer. Quizás la determinación esté tomada y el trabajo de despacho esté hecho pero sobre el terreno persisten quizás aún más problemas que antes al haberse abierto la veda, por así decirlo. Ya hemos tenido algunas palabras con el dueño de Son Quint, la gente de Es Coll, de Son Dameto y seguro que de otros también las habría tenido si me hubieran visto merodear por sus campos y, la verdad, preferiría que su actitud hacia mi presencia fuera otra, menos hostil, digamos. Considero que si ésa son las consecuencias de la decisión del alcalde en ese tema es que no ha hecho lo que tenía que hacer, la situación ha empeorado y nosotros sufrimos las consecuencias y cuando salgo en bici lo menos que me gusta es discutir. Lees unas noticias en el periódico de las que extraes unas conclusiones lo más optimistas posibles y decides disfrutar de esos logros pero después resulta que hay poco de qué alegrarse.
Y de ese tema pasamos a otro, la cetrería, esa gente son maestros cetreros que usan esos terrenos y las propias casas para la cría y adiestramiento de aves rapaces y no tuvieron inconveniente en mostrarnos las aves y enseñarnos un poco todo lo que conlleva ese arte. Hay un pequeño reportaje de Sito en su página.
En todo caso volvimos a bajar por dónde habíamos subido y los compañeros pudieron saborear esa nueva bajada y acabar al menos con buen sabor de boca la ruta aunque aún faltara la vuelta, retorno que, por otro lado, hicimos por carretera para no alargar demasiado el horario aunque el itinerario idóneo hubiera sido subir a Son Ferrà y volver por Son Malferit pero Juan no estaba para más florituras, de hecho tuvimos que parar un poco al llegar a Palma y esperar que se recuperara.
Otra semana más que pasa y el asunto que me llevó a Esporles sigue pendiente pero no es algo que me preocupe, ese caminoi (si es que existe) seguirá allí hasta que me dé la gana de ir y no me arrepiento de no haber ido. De todas maneras me siento un poco frustrado de los resultados de estas últimas salidas de visita por la zona en el sentido de que aunque se han abierto nuevas posibilidades las posibles rutas han quedado en el tintero y por ahora no van a ser publicadas, que no realizadas, por supuesto.
A ver si para el próximo domingo el tiempo refresca un poco y me da tiempo para ir a dar una vuelta por Sa Cova y me convenzo de una vez de sus posibilidades, y así de paso hilvanar un buen recorrido sin problemas.
Venía Juan tras una temporada sin aparecer y nos hemos ido al punto de reunión habitual para ver por dónde iban a tirar los bous y rápidamente han decidido venir con nosotros hasta Esporles y después ya veríamos. Dada la manía para no meternos un grupo grande por la carretera nos vamos casi siempre por el carrer de Can Miret donde todo está más tranquilo y salimos a Establiments por el Camí de Son Anglada, por el cuestón, hasta el carrer des Molí des Comte y después serpenteamos por el Camí de Can Florit seguido del Camí del Pou Comú y qué sé yo que más para acabar en la carretera que lleva a Sarrià y desde allí hasta la carretera de Esporles por el Camí des Delme aunque hay otras opciones más directas desde donde veníamos.
Ahora ya no nos quedaba más remedio que chupar un poco de asfalto hasta el Coll d'en Portell y trialerita hasta el final, creo que Juan no la conocía (y no la habrá conocido del todo hasta que no la suba). Es pronto aún y decidimos seguir ruta hacia arriba y de paso aprovecho para mostrarles la subida por la Costa de Son Dameto, y sorprende porque nadie se la esperaba donde está, se ve que la limpieza ha sido muy efectiva. Cada uno en ese tramo hace lo que puede, no lo que quiere, tal es la exigencia de la subida. Después de coronar no hay ningún problema para llegar a las casas y comentar la jugada saliendo por el ramal que va a dar a la carretera de Son Cabaspre.
Subimos todos hasta el desvío de la Coma Llobera donde teóricamente debíamos continuar nosotros dos pero no hay consenso y yo prefiero volver con ellos que irme de exploración solo sin saber cuándo voy a acabar, así que tiramos hacia la carretera de Valldemossa donde hacemos asfalto hasta el Coll d'en Claret y ahí nos separamos, Sito y Toni bajan con nosotros por el camino viejo y los demás por carretera, más rápido. Es una bajada muy larga, con una zona un poco más salvaje y estropeada en la parte de arriba hasta desembocar en la primera pista donde decidimos seguir hasta las casas tal era mi convicción de paso franco pero un poco antes de llegar nos han salido al paso corriendo dos cazadores que nos querían echar de la finca privada pero hemos conseguido que nos dieran toda clase de explicaciones del porqué de su actitud, las razones podrían resumirse en éstas:
1. El alcalde no se ha portado con corrección en este asunto, al parecer no ha contado con su opinión y se ha producido un enfrentamiento y no se ha abierto aún oficialmente el camino. De hecho de todos los que he hecho no hay señalizado ninguno.
2. Solamente reconocen como público el trozo hasta las casas y su desvío hasta la carretera de Son Cabaspre y no el tramo que sube hasta el Coll d'en Claret.
3. En todo caso el camino sería para uso senderista exclusivamente. Y además, para acabar de redondear el asunto, ya han tenido que ir a juicio por las denuncias de un vecino al que atacó el perro de uno de ellos por tirarle piedras para que parara de ladrar.
Todo esto no es más que otro ejemplo de algo que ya comenté hace mucho tiempo en la presentación del otro blog. Los caminos, la mayoría, han perdido ahora el valor que tenían antaño como ejes de comunicación, ahora hay carreteras por las que circular, y han pasado a ser vías de esparcimiento o se han privatizado de facto, y volver a rescatar algunos de ellos para su uso público parece harto complicado.
Puede ser que el alcalde haya tomado cartas en el asunto en el tema de los caminos de su municipio pero por mi poca experiencia y por lo visto diría que están las cosas a medio hacer. Quizás la determinación esté tomada y el trabajo de despacho esté hecho pero sobre el terreno persisten quizás aún más problemas que antes al haberse abierto la veda, por así decirlo. Ya hemos tenido algunas palabras con el dueño de Son Quint, la gente de Es Coll, de Son Dameto y seguro que de otros también las habría tenido si me hubieran visto merodear por sus campos y, la verdad, preferiría que su actitud hacia mi presencia fuera otra, menos hostil, digamos. Considero que si ésa son las consecuencias de la decisión del alcalde en ese tema es que no ha hecho lo que tenía que hacer, la situación ha empeorado y nosotros sufrimos las consecuencias y cuando salgo en bici lo menos que me gusta es discutir. Lees unas noticias en el periódico de las que extraes unas conclusiones lo más optimistas posibles y decides disfrutar de esos logros pero después resulta que hay poco de qué alegrarse.
Y de ese tema pasamos a otro, la cetrería, esa gente son maestros cetreros que usan esos terrenos y las propias casas para la cría y adiestramiento de aves rapaces y no tuvieron inconveniente en mostrarnos las aves y enseñarnos un poco todo lo que conlleva ese arte. Hay un pequeño reportaje de Sito en su página.
En todo caso volvimos a bajar por dónde habíamos subido y los compañeros pudieron saborear esa nueva bajada y acabar al menos con buen sabor de boca la ruta aunque aún faltara la vuelta, retorno que, por otro lado, hicimos por carretera para no alargar demasiado el horario aunque el itinerario idóneo hubiera sido subir a Son Ferrà y volver por Son Malferit pero Juan no estaba para más florituras, de hecho tuvimos que parar un poco al llegar a Palma y esperar que se recuperara.
Otra semana más que pasa y el asunto que me llevó a Esporles sigue pendiente pero no es algo que me preocupe, ese caminoi (si es que existe) seguirá allí hasta que me dé la gana de ir y no me arrepiento de no haber ido. De todas maneras me siento un poco frustrado de los resultados de estas últimas salidas de visita por la zona en el sentido de que aunque se han abierto nuevas posibilidades las posibles rutas han quedado en el tintero y por ahora no van a ser publicadas, que no realizadas, por supuesto.
A ver si para el próximo domingo el tiempo refresca un poco y me da tiempo para ir a dar una vuelta por Sa Cova y me convenzo de una vez de sus posibilidades, y así de paso hilvanar un buen recorrido sin problemas.