Alguien se interesó por algunos caminos que he ido a recorrer en estas últimas semanas y me lo hizo saber, pero aparte de él había otros interesados y yo intentaba cuadrar varios intereses con fechas y horarios dispares pero no ha sido posible contentar a todo el mundo a la vez aunque en realidad no tiene mucho sentido inquietarse por esta situación porque podemos repetir la excursión cuando queramos, solamente una causa de fuerza mayor podría impedírnoslo.
Así pues a mi contacto no le ha sido difícil reunir a una docena de integrantes de su grupo con algunas simples insinuaciones ya que de la ruta en sí no sabían prácticamente nada, como quién va a coger olivas, recoges de por aquí y de por allá y al final llenas un cesto.
Todo estaba preparado, hasta habían cambiado su hora habitual para venir, solo faltaba ponernos en marcha en cuanto todo el mundo estuviera listo que habrá sido solamente con algunos minutos de retraso sobre la hora prevista, nada preocupante.
No me voy a explayar mucho describiendo el itinerario hasta Esporles porque es de sobras y por todos conocido, Bunyolí, Sarrià, Son Malferit para pasar después por el primer tramo de bajada del camí de Son Ferrá y meternos en el área recreativa, aún desierta, para bajar por un camino reconocible hasta unos marges a partir de donde no ha sido más que la cabezonería de algunos la que ha trazado un nuevo sendero que desemboca en la carretera de subida al Verger. Algunos tramos son verdaderamente atrevidos (por decir algo) pero el último ha suscitado varias sonrisas de satisfacción.
Callejeo alternativo por el pueblo para pillar el inicio del camí des Pescadors donde subía el grupo algo desperdigado. Justo antes de empezar la zona más pedregosa pasado el desvío de Can Covent me he equivocado de maneta y he bajado plato y al querer volver a poner el central he oído un crack, lo siguiente ha sido la pérdida total de tracción y comprobación de daños. El cambio al carajo, literalmente partido en varios trozos, avería irrecuperable, la cadena abierta pero utilizable.
Lo he quitado, así como la cadena y me he preparado para la vuelta, pensaba hacerla totalmente sin cadena, no sería la primera vez, no hace mucho me vi en la misma tesitura. Emilio me proponía acortar cadena pero sin poder bloquear el amortiguador no me fiaba, así que al final he bajado hasta el pueblo sin tracción y allí la he acortado y he podido volver a piñón fijo hasta Palma por carretera donde el desplazamiento vertical de la rueda es casi inapreciable.
Ellos han continuado ruta y decidirían itinerario más adelante, el día era espléndido para hacer una ruta costera y por lo que sé así ha sido. No diré que ha sido un día amargo porque no lo ha sido, el rato que hemos pasado juntos ha sido muy bueno, diríamos una ruta recortada y modificada por la fuerza debido a una avería inesperada pero dado que ha sido mía y ser yo el único guía y no poder continuar ellos tampoco han seguido con el itinerario previsto y es por ello que me siento responsable y dispuesto a resarcir el traspiés provocado cuando crean conveniente.
Así pues a mi contacto no le ha sido difícil reunir a una docena de integrantes de su grupo con algunas simples insinuaciones ya que de la ruta en sí no sabían prácticamente nada, como quién va a coger olivas, recoges de por aquí y de por allá y al final llenas un cesto.
Todo estaba preparado, hasta habían cambiado su hora habitual para venir, solo faltaba ponernos en marcha en cuanto todo el mundo estuviera listo que habrá sido solamente con algunos minutos de retraso sobre la hora prevista, nada preocupante.
No me voy a explayar mucho describiendo el itinerario hasta Esporles porque es de sobras y por todos conocido, Bunyolí, Sarrià, Son Malferit para pasar después por el primer tramo de bajada del camí de Son Ferrá y meternos en el área recreativa, aún desierta, para bajar por un camino reconocible hasta unos marges a partir de donde no ha sido más que la cabezonería de algunos la que ha trazado un nuevo sendero que desemboca en la carretera de subida al Verger. Algunos tramos son verdaderamente atrevidos (por decir algo) pero el último ha suscitado varias sonrisas de satisfacción.
Callejeo alternativo por el pueblo para pillar el inicio del camí des Pescadors donde subía el grupo algo desperdigado. Justo antes de empezar la zona más pedregosa pasado el desvío de Can Covent me he equivocado de maneta y he bajado plato y al querer volver a poner el central he oído un crack, lo siguiente ha sido la pérdida total de tracción y comprobación de daños. El cambio al carajo, literalmente partido en varios trozos, avería irrecuperable, la cadena abierta pero utilizable.
Lo he quitado, así como la cadena y me he preparado para la vuelta, pensaba hacerla totalmente sin cadena, no sería la primera vez, no hace mucho me vi en la misma tesitura. Emilio me proponía acortar cadena pero sin poder bloquear el amortiguador no me fiaba, así que al final he bajado hasta el pueblo sin tracción y allí la he acortado y he podido volver a piñón fijo hasta Palma por carretera donde el desplazamiento vertical de la rueda es casi inapreciable.
Ellos han continuado ruta y decidirían itinerario más adelante, el día era espléndido para hacer una ruta costera y por lo que sé así ha sido. No diré que ha sido un día amargo porque no lo ha sido, el rato que hemos pasado juntos ha sido muy bueno, diríamos una ruta recortada y modificada por la fuerza debido a una avería inesperada pero dado que ha sido mía y ser yo el único guía y no poder continuar ellos tampoco han seguido con el itinerario previsto y es por ello que me siento responsable y dispuesto a resarcir el traspiés provocado cuando crean conveniente.
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