Solo faltaba el perrillo

Venga ya, dime ahora que vuelves a Galilea otra vez y nos volverás a dar la plasta con ese tema, ¡que ya está muy visto, hombre!. Estará muy visto pero yo, cada vez que voy, circulo por sitios nuevos, que otros conocerán seguramente pero para poder opinar necesito verlos sobre el terreno y nos tiene que acompañar la bici debajo a ser posible. Y doy fe de que todo lo que he visto es ciclable, y en algunos tramos en ambos sentidos, cosa que aún me sorprende más.

¿Empiezo por el principio? Será lo mejor para ir entrando en contexto. Villa de Puigpunyent, coqueto pueblo situado a los pies de una de las montañas míticas de Mallorca, el Galatzó, de toponímia incierta pero de todos conocido por destacar su mole sobre todas las demás sin ninguna otra cercana que le haga sombra. Pero no es allí a donde me dirijo, forma parte por ahora de futuros planes no muy lejanos, no, nuestro punto de mira se encuentra centrado en las laderas limítrofes de Galilea en busca de antiguos senderos o caminos que por una causa u otra han quedado desfigurados o irreconocibles por el paso del tiempo, ya vi algunos desde las alturas la semana pasada y quería probarlos.

De todas maneras no hubo nada seguro hasta el mismo momento de despertarme por la mañana, ya el jueves no salí por el trancazo y anulé la salida justo al amanecer; viernes fue un día de impasse, más o menos aguanté durante la jornada laboral pero una cosa no es comparable a la otra así que estaba todo en el aire hasta el último momento. Mi acompañante Joan está de reestreno así que la cosa iba a estar más bien flojilla, salgamos y ya veremos qué pasa.

Vamos a hacer el tramo de asfalto lo primero que siempre viene bien y sin pararnos arriba enfilamos la primera bajada, bastante húmeda por cierto, no hay florituras que valgan y por la mitad más o menos empezamos a buscar el desvío, y es claro pero no sabría decir por lo que veo si es camino o no (que lo es), lo que no convence es que hayan dejado los restos de poda tirados y ya se sabe que con las argelagas no se juega, muy bonitas floridas pero secas son una trampa mortal. Traspasamos la pared medianera y es cuando vemos en su extremo más bajo, sobre el coll des Pumarà, aparecer un grupo de bikeros que vienen a nuestro encuentro, se trata de los MIR que tienen programada una ruta circunvalando el puig de Galatzó por Muntanya, ses Serveres, Coma d'en Vidal y bajada por ses Sínies, por hoy les dejaré que se diviertan solos. Coincidimos en el cruce y tras saludar a toda la comitiva enfilamos camino hacia el Ratxo donde no tardamos en aparecer junto al torrente y tomar la pista paralela a la canaleta que nos llevará a Galatzó y Joan me vuelve a sorprender contándome que por allí tampoco ha estado, es de locos, esto.

Ahora, para rematar, vamos a hacer el primer camino de bajada que hemos tomado en sentido contrario para encontrar otro acceso al Pla des Pins pero antes vamos a echar un vistazo a la continuación de la pista para ver si hay enlace hacia la pista del Ratxo otra vez. No lo vemos, hay una cerca que rodea una parcela y un botador pero no se aprecian restos significativos de camino y al ser cuesta arriba en un terreno roto no parece lo más adecuado para circular en bici y volvemos al punto de inicio, el cruce de la bajada donde antes de ir a fisgar hemos parado también para comer algo y no agotar las reservas prematuramente. La verdad es que hasta este punto nos sentimos medianamente bien, se llevan con dignidad la falta de entreno y el constipado.

Emprendemos pues la subida y parece bastante factible, superamos la barrera de los diez nudos y seguimos el ascenso que por momentos me encanta y camino mucho menos de lo esperado. No es difícil de ver el desvío si sabes dónde buscar, (esto en realidad es lo que uno se dice después de habérselo pasado y tener que volver atrás) y en pocos minutos nos deja arriba de la peña justo donde esperaba, ya solo nos queda la bajada y se lo advertí al compañero, lanza la bici o te quedarás clavado a cada paso, no es terreno muy complicado pero sí propenso a quedarte varado a la mínima, que de hecho es lo que ocurrió, está claro que la falta de entreno también se nota bajando.

No sabemos la hora qué es cuando llegamos a la carretera y tampoco lo miramos, nos regimos por las sensaciones que por ahora no son malas y queremos que sigan así, no vamos pues a darlo todo en buscar otra variante que nos deje exhaustos y con la guinda para el final. Vamos buscando, eso sí, la entrada a Son Martí para posibles pases por la zona y tampoco conseguimos ver el que hace todo el mundo, sobre todo si piensas que está un par de kilómetros más arriba pero es que a media que avanzas el desnivel con los campos de la finca aumenta significativamente y eso me hace dudar aún más pero es posible que esos fallos haya que comprobarlos porque en teoría la cosa puede prometer.

Llegamos arriba bien y mejor bajamos aprovechando los tramos de camino antiguo que acortan bastante el recorrido. Luego al final no era tan tarde aunque el tiempo en movimiento fuera solo la mitad del empleado en total y es que cuando la pardalería se adueña de uno es como el pegamento, ahí se queda pegada empujándote a la contemplación, cierto que nuestro estado físico no permitía grandes excesos, más bien ninguno, a decir verdad, y fuimos casi al ralentí todo el rato, lo que se dice, lentos pero seguros.


Creo que no hará falta repetirlo pero en la página de Fotos- Fotos y Trazas 2016 están todos los enlaces a los álbumes, fotos, videos y trazas de estas salidas y anteriores.


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