Dos cementos

Tengo delante mío una carpeta repleta de papelajos llenos de tachaduras en los que voy anotando cualquier cosa que tengo que modificar en el blog, no en este, en el otro, aquí lo que se publica así se queda, en el otro en cambio puedo (y debo) cambiar muchas cosas continuamente para que quede a mi gusto, y hasta para rectificar algunos fallos que también los hay. Una de estas cosas a rectificar son las rutas, el paso reciente por algunos caminos me obliga a tomar nota de ciertos cambios que han podido acontecer tanto para bien como para mal, por esto me va muy bien el planteamiento inicial que tomé cuando empecé a recopilar información y es crear las rutas a partir de los caminos y no de otra manera.

Viene bien tener la información sobre papel, el navegar a través de una pantalla puede ser frustrante y poco práctico, pero ha llegado un momento en que debo imprimirlas de nuevo después de un repaso concienzudo y emborronarlas de arriba abajo. Esta tarea me ha servido para varias cosas, una de ellas es constatar que hay algunos caminos que están presentes pero que no pertenecen a ninguna ruta, quién lo diría después de haberlos recorrido una decena de veces por lo menos, entonces se plantea una duda, ¿hacemos una ruta nueva o modificamos alguna existente? No es baladí la pregunta, y la contestación a veces tarda meses en ser definitiva.

Pongamos por caso Na Burguesa, la ruta 1 y es por algo. Está claro que la zona da para mucho y aún así la segunda ruta fue la 35 pero me quedaban recorridos por ensamblar y ello me llevó a reorganizar las rutas y hasta a cambiarles de nombre aunque es posible que en wikiloc aún estén esos primeros recorridos por la imposibilidad de poder rectificarlos sin tener que crear una nueva en la aplicación, de ahí que estén en otra web, cicloide, que sí me lo permite. Todo esto viene a colación porque tengo una tercera ruta por na Burguesa como vulgarmente se decía mitja embestada y que me ha llevado a hacer algunas averiguaciones al respecto del inicio y del final que es donde se puede innovar un poco, de hecho ha habido salidas con este propósito desde el año pasado, con mayor o menor fortuna, y aún me faltaba comprobar un tramo que no había realizado, cerca de ses Vinyes, y eso quise hacer el sábado pasado, aunque he de reconocer que la parte final es mejorable pero todo dependerá del horario ya que no es de las cortas, así que salir tarde no es una opción.

Y lo digo porque yo sí salí tarde y desde casa o sea que al final suma bastante pero no es queja. El objetivo real es hacer toda la carena de la sierra de principio a fin y omití la cantera para evitar pateo innecesario, preferí la segunda opción aunque quizás tampoco sea la que aparezca en la traza definitiva. No sé porqué pero siempre me paso el desvío en ese tramo y eso que está marcado, de todas maneras ese trozo de sendero en subida casi siempre se me atraganta, entrar por la barrera grande subsanaría estas pegas y no nos obligaría a descabalgar en ningún momento aunque solamente cuando nos refiramos a pista ya que en el tramo de subida a la carena forzosamente empujaremos pero una vez arriba será todo pedaleo hasta la carretera. Paso el primer tramo de cemento sin poder llegar arriba de una tirada por un patinazo y me quedo a varios metros del pilón, tuve que cambiar la cámara de atrás y no ha quedado a la misma presión y tuve varios resbalones a lo largo de la mañana aunque no debería constar como excusa pero después ya no paré hasta el cruce de la pared final donde pude saludar a un conocido cuando nos cruzamos por allí, después ya solo queda la bajada hasta la vaguada y el tramo final hasta la carretera.

Había dos bikeros en la pista que se dirige hacia el interior desde el asfalto entretenidos en recolectar madroños, no nos hicimos amigos, y después hasta llegar al coll des Pastors me crucé con cazadores, motoristas, excursionistas, bikeros, corredores, buscadores de setas y demás especímenes de la montaña que por allí iban apareciendo, por cierto, con uno de los moteros me llegué a cruzar con él como unas diez veces y todas nos saludábamos como si fuera la primera, muy educado el chaval extranjero.

Después de encaminar a unos excursionistas extraviados que buscaban cómo llegar al monumento de na Burguesa me marché del sitio para no parar hasta las antenas, de hecho llegué a la explanada y dí la vuelta para hacer la segunda parada importante en el desvío de la bajada, mal hecho si te interesa controlar tu tiempo ya que ahí mismo ya empieza a correr el cronómetro, bastaría con sentarse un par de piedras más abajo o aprovechar para ir a ver las vistas a los pies de la torre forestal. Emprendo la bajada concienciado de lo que podré dar de sí y procuro no sobrepasar los límites y donde más los noto es en la primera mitad aunque el primer tramo, antes de salir del bosque, es muy divertido. Pero en la segunda mitad, la más rocosa y técnica, disfruté como un enano aunque también es la que más te machaca, de hecho mejoré en varios minutos el mejor tiempo que tenía que ya es decir aunque sobre las estadísticas no conste como tal por lo de la parada inicial como he comentado. Huelga decir que mis tiempos son sobradamente mejorables en sentido absoluto pero para mí mejorarme dos minutos ya es un gran avance.

Estoy abajo y no me queda ná! A partir de ahí todo es ya la vuelta pero también es donde quiero introducir alguna variante que no sea la vía directa y para ello debo dirigirme hacia la carretera que sube a las minas por el sendero habilitado para tal fin con algunas zonas difíciles y que hay que encarar con el desarrollo adecuado a falta de potencia en las extremidades, cosa que no hice, por cierto. También hacer constar que hay que salir por el ramal de la izquierda si quieres quedar presentado por donde tienes que seguir, cosa que no hice, por cierto, pero tampoco me cuesta nada retocar la traza a posteriori y hacer ver que no me he equivocado.

Lo cierto es que ese tramo lo había recorrido alguna vez y eso lo recordé mientras pasaba y viendo todos los obstáculos que se han ido esparciendo a lo largo del recorrido, evidentemente sin mucho efecto. En esa ocasión giré a la derecha para salir por las casas a la carretera, pero esta vez lo hago en sentido inverso y me dirijo hacia las minas y la urbanización. Tramo sin mucha dificultad excepto en el final donde existe una rampa sin camino que hay que salvar sí o sí para llegar hasta los viales asfaltados, los cuales deberemos ir enlazando hasta salir por el puente sobre la autopista aunque la variante idónea es el túnel bajo la autopista que no tomé para no alargar más aún el horario.

Por tanto el resto hasta llegar a casa fue por la línea de costa sin más pretensiones obviando también la subida a Génova, todo ese tramo no tiene pues el mayor interés ciclista pero es imprescindible por otra parte, tampoco es cuestión de tener que llamar a alguien para que te recoja, aún no hemos llegado a ese punto como tampoco el de hacer caso a uno que me crucé en la subida de la segunda rampa de cemento cuando me comentó a gritos “te tienes que comprar una eléctricaaaa”, no sé si es que me vio muy apurado en la subida o qué pero la contestación que me vino a la cabeza fue “el día que no pueda subir esto me retiro del mtb”, de todas formas no se lo dije y espero también no tomármelo mucho en cuenta si llegara el caso, lejano caso, confío en ello.


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