Buscando calor

Es lo que pensaba a la hora de salir el domingo, y digo domingo porque el sábado quedaba completamente descartado por mal tiempo, más que por la nieve en sí por la pertinaz lluvia, la nieve está en el suelo, la lluvia te cae encima y no puedes hacer nada por evitarlo, que no me hace ninguna gracia, vamos, total, tampoco es que ayude nada así que me quedé viéndola caer desde detrás de las cortinas y rumiando dónde saldría al día siguiente.

Amanece radiante y fresco aunque eso se puede combatir más fácilmente y para ello solo se necesita algo de ropa de abrigo y una buena subida, de esas hay algunas por aquí cerca pero definitivamente la de la Comuna de Bunyola es casi perfecta, buen kilometraje y expuesta al sol, qué más quiero, pues para allá que me voy pero no desde casa, empezaré desde Caubet y rodaré hasta que me harte, la ruta no está decidida pero iré improvisando.

Suponía que me encontraría bastante gente por allí, desde luego a pie muchos más de los habituales, seguramente algunos que no querían meterse en follones por las carreteras de la Serra y preferían algo más de tranquilidad. Y en bici también había bastantes aunque me pareció que muchos habían sacado la bici del trastero para subir allí, me los iba cruzando de acá para allá en todos los rincones pero no sé si lo que quedaba de nieve fue suficiente para entretenerlos toda la mañana. Disfruté de la subida aunque no fuera mi mejor crono ni mucho menos, venía gente por detrás, algunos me pasaron, saludé a un grupo numeroso en el cruce del Penyal y a un trío en la explanada de las mesas con los que compartí después ruta hacia el depósito, allí pude comprobar que la nevada era copiosa sobre las cumbres más lejanas, desde la Rateta hasta Massanella era un manto blanco y uniforme pero los caminos que por allí estilan no son del agrado de una mayoría y se cojan por donde se cojan implican pateo del duro pero como estampa es bonita, seductora pero efímera.

Subo al Penyal por la pista pero no paro arriba, tiro directo hacia abajo cogiendo los atajos y bajando por el interior del comellar hasta el forn para llegar hasta la barrera aunque me fijé que la señal de prohibido el paso ya no está, y la conclusión es... Decidí bajar y lo hice por los tramos del camino viejo que se pueden utilizar que son casi todos pero no por los atajos que se han ido abriendo entre curvas, dejé la investigación pendiente para otro día y llegué hasta la barrera de salida a la pista donde miré la hora y era temprano por lo que decidí subir otra vez, al menos hasta la barrera, tres kilómetros del tirón al solecito que quería aprovechar de nuevo. Otros ciclistas seguían subiendo y charlé con dos de ellos en la barrera, se pararon y me preguntaron sobre ciertos caminos y cómo llegar a ciertos sitios, qué tiernos!, despreocupados ellos de los aspectos más tangibles de este deporte, solo espero que hayan vuelto de día a sus casas, no he oído nada en las noticias, será una buena señal.

Volví a bajar pero esta vez por la pista y seguía subiendo gente aunque ya a la hora que era probablemente solamente encontraran agua y fango, yo me encontré más de lo primero que de lo segundo en el camino que se dirige a Raixa ya que se encharca que da gusto después de llover, tan largos son los charcos que no te queda más remedio que dar pedales e irremisiblemente te mojas los pies, no queda otra pero podré soportarlo ya que estoy a pocos minutos de finalizar, mi ración de oxigenación semanal está servida.


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