3 puntos

Hay días en que es mejor no levantarse de la cama, claro que aunque lo supiéramos no haríamos caso, por eso salí. Había quedado con dos compañeros de fatigas para hacer una ruta cercana (creo que coincidió que estaba de guardia y no me quería alejar demasiado), así que optamos por acercarnos a la sierra de na Burguesa donde teníamos algunos asuntos pendientes de los cuales me iban dando cuenta entre semana y decidimos que ese sábado sería un buen día para solventarlos.

La cosa es que quedamos en la rotonda del polígono de Can Valero para tirar directos a la cantera por carretera y no perder el tiempo en preliminares y 1 kilómetro de asfalto tampoco es que nos pueda hacer mucho daño que digamos. No nos fue nada bien lo de entrar en el recinto de la cantera, han puesto una plancha por abajo de la barrera para impedir que pasemos y también han reforzado las rejillas por donde entraban las motos y en vista de tal situación decidimos subir por otro lado olvidándonos de esa opción a la espera de encontrar una alternativa viable y segura para acceder. Rodamos pues un poco más por asfalto hasta el bosquecillo de la derecha donde me paré a llamar a José M. que desde que se encontró a un forestal por allí que le dio la murga prefiere no pasar, aún así me hizo caso y dio marcha atrás, entonces yo arranqué junto a las piedras que allí hay colocadas para impedir la entrada de vehículos y sin ni siquiera enterarme me caí de costado encima de una de ellas y como no podía despegar el pie del pedal tuvieron que venir a sacarme del apuro ya que estaba en una posición bastante incómoda, por no decir casi cómica.

Menos gracia me hizo verme el edema, el bulto vamos, al parecer me había clavado alguna punta de la piedra en la espinilla y me había hecho un corte, ni muy grande ni muy profundo pero sí lo suficiente para tener que taparlo con una venda para comprimir la zona para sacar el líquido y hacer caso a los compañeros para finalizar la ruta (que ni había empezado) y acercarnos a un centro de salud para recibir una cura en condiciones, y eso hicimos y nos dirigimos al PAC de s’Escorxador donde la ATS o enfermera en prácticas se esmeró en darme unas puntadas que parece que no aprobó su supervisor que fue el que realmente acabó el trabajo.

Después de estas vicisitudes me levanté el domingo con ganas de marcha pero con una cierta desazón, algo no cuadraba, notaba que faltaba algo pero no sabría decir de qué se trataba, y hasta que no estuve vestido y a punto de salir a rodar viendo que la pierna me lo permitía me dí cuenta, los guantes no estaban, eso es, me los dejé en el box de curas, estaba seguro, otra excusa más para salir, me dije, queriendo ver el lado positivo del asunto pero lo que no me imaginaba es que me dijeran que no los habían encontrado por allí, no estaban donde se suponía que amontonan las pertenencias de los pacientes que puedan quedar por allí, me pareció raro, raro, raro, y me quise convencer de que quizás estarían en el bar y eso sí que era más complicado de creer ya que tendría que habérmelos dejado encima de la mesa y éramos tres y efectivamente tampoco los habían visto.

Conclusión, aparte de tener que llevar la herida tapada dos semanas, la primera sin poder mojarla e ir dos veces al centro de salud a quitarme los puntos (no es que me los quitaran dos veces es que la primera no me los quitó), aparte de todo eso es que me quedé sin guantes, y enrabiado porque solo me los había puesto dos veces, alguno disfrutará de ellos, que te den urticaria, descuider@.


No hay comentarios :

Publicar un comentario