Con la tija en su sitio exacto solamente debía esperar que llegara el sábado, tener la ruta preparada y los compañeros dispuestos a compartirla para saborear el día perfecto pero lo que llegó es un aviso, una petición, un ruego, un tienes que venir del encargado para ir a currar ese día, y fui, claro, por lo que de ruta nada de nada, la del domingo no suple ese factor de espontaneidad que me gusta encontrar en las salidas, estarán pensadas pero no tienen porqué cumplirse rigurosamente, y más si el grupo es reducido y dispuesto al experimento. Desde luego este sábado no va a pasar nada de esto y avisados los colegas queda anulada la salida y no me queda más que conformarme con una escapada rápida de domingo, y tiene que ser así porque tampoco estoy nada dispuesto a salir muy temprano, haré un bunyolí up-down y se acabó.
La ruta no puede tener mucha enjundia si no pretendes mejorar en algo, subiendo, en tiempos claro, y no fue el caso, 32 minutos no puede considerarse ninguna hazaña y en eso la aplicación que todos usamos no engaña (aunque a veces he llegado a pensar que sí) y como no tengo datos anteriores a su uso pues todas las comparaciones son las que se ven en sus tablas. Lo que no iba a mejorar seguro era el crono de la bajada, no iba a forzar nada y aún así hice el segundo mejor tiempo, ¡pero si llegué a pararme por falta de pedaleo en algún tramo!. Eso solo demuestra que cuando creo que bajo rápido solo es mi cerebro el que procesa esa velocidad, el crono no miente, qué le vamos a hacer, pero otra cosa muy diferente es la sensación de seguridad y aplomo que he ganado con la nueva bici, otro mundo, y aunque con el cambio de horquilla en la bici anterior gané bastante confianza y me solté en muchos sitios en conjunto no estaba compensada la parte delantera con la trasera y no podía hacer milagros aunque en algunos tramos aún tengo mejor tiempo con la vieja que con la nueva pero desde luego se acabaron los traqueteos del tren trasero que no es ni de lejos el sistema más adecuado para ir pegado al suelo constantemente, al menos ahora no debo bregar con esos inconvenientes, habrá otros pero esos son vitales.
El tema es que me fui a voltear por los alrededores para no volver demasiado pronto y poder disfrutar de una mañana si no completa al menos saludable.
La ruta no puede tener mucha enjundia si no pretendes mejorar en algo, subiendo, en tiempos claro, y no fue el caso, 32 minutos no puede considerarse ninguna hazaña y en eso la aplicación que todos usamos no engaña (aunque a veces he llegado a pensar que sí) y como no tengo datos anteriores a su uso pues todas las comparaciones son las que se ven en sus tablas. Lo que no iba a mejorar seguro era el crono de la bajada, no iba a forzar nada y aún así hice el segundo mejor tiempo, ¡pero si llegué a pararme por falta de pedaleo en algún tramo!. Eso solo demuestra que cuando creo que bajo rápido solo es mi cerebro el que procesa esa velocidad, el crono no miente, qué le vamos a hacer, pero otra cosa muy diferente es la sensación de seguridad y aplomo que he ganado con la nueva bici, otro mundo, y aunque con el cambio de horquilla en la bici anterior gané bastante confianza y me solté en muchos sitios en conjunto no estaba compensada la parte delantera con la trasera y no podía hacer milagros aunque en algunos tramos aún tengo mejor tiempo con la vieja que con la nueva pero desde luego se acabaron los traqueteos del tren trasero que no es ni de lejos el sistema más adecuado para ir pegado al suelo constantemente, al menos ahora no debo bregar con esos inconvenientes, habrá otros pero esos son vitales.
El tema es que me fui a voltear por los alrededores para no volver demasiado pronto y poder disfrutar de una mañana si no completa al menos saludable.
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