Tenía que ser una salida tranquila después de dos seguidas montañeras que aunque no está todo resuelto por aquello de poder decir “he hecho la bajada completa por donde toca” sin embargo la podemos dar por aprobada aunque también es muy probable que cuando vuelva tenga algún despiste en el punto de giro crítico, me dé cuenta más tarde y tenga que recular ya que el terreno se presta a ello hasta que lo tengas bien grabado en la memoria pero tampoco nos vamos rasgar las vestiduras por ese tema a no ser que vayamos con el cronómetro en marcha a ver si aparecemos en el top 10.
Tranquila decía, y eso suele ser llano, y que más llano que el camí de Passatemps aunque ese topónimo no aparece en los postes indicadores sino el de Font des Mestre Pere, uno de los diversos puntos de captación históricos de agua de la ciudad de Palma a pesar de no tener un caudal continuo de agua durante todo el año. Este camino permanece inalterado hasta hoy en día en su tramo más rústico (a partir del torrente) aunque no ha estado exento de ciertos intentos de implantación de diversas estructuras hoteleras y deportivas en los alrededores tiempo atrás y que no llegaron a concretarse no tanto por las protestas vecinales, que las hubo, como por la disputas sobre el aprovechamiento del agua de esa fuente en concreto, disputas que se reprodujeron una década más tarde con cierto grupo empresarial vinculado con Son Bibiloni respecto a la catalogación y conservación de todo el patrimonio del sistema hidráulico asociado, que no es poco, y que en buena parte se encuentran ubicados en la actual ciudad deportiva Antonio Asensio y alrededores aunque llegan mucho más allá, hasta la carretera vella de Bunyola pasando por Son Reus aunque a partir de esta finca ya en puntos muy localizados y en un deplorable estado. Comprobamos por tanto, que la denominación del tramo de camino reflejada en los postes indicadores no es baladí.
Como tampoco lo es el hecho de que al llegar a la carretera de s’Esglaieta estemos bastante perdidos respecto a la verdadera continuación del trazado correcto para llegar a Raixa, haberlo haylo pero el discurrir interior por las fincas afectadas es motivo de conflicto con las diversas propiedades y si ya solamente el paso de un senderista es casi causa penal no digamos ya si además vas en bici, ni que fuera un bugi de alquiler, y si además añadimos que no tengo una información fidedigna del itinerario de enlace entre los dos tramos del camí de Passatemps grafiados en el visor de Bunyola pues la conclusión es que sigo igual de perdido que antes y si quiero llegar a Raixa pues hago lo de siempre, llego por carretera hasta la rotonda nueva, giro hacia Sóller y accedo por la entrada de vehículos pero hoy me ha picado la curiosidad no tanto por buscar ese tramo perdido sino que me he inclinado por tirar por la urbanización de la Font Seca subiendo por las calles hasta lo más alto adonde no había llegado nunca.
Diremos que acaba la calle a media altura de la montaña que aunque en los mapas lo cataloguen de mirador más bien es un picadero/basurero/WC improvisado pero que aparte del aspecto de pocilga del conjunto parece tener una continuación ladera arriba y eso es lo que me interesa aunque a los pocos metros ya se disipa toda esperanza de pedalear, toca remar contracorriente y con fuerza, la cima no está lejos pero tampoco cerca y queda por ver lo que habrá después, la cosa no pinta bien aunque una vez metidos en faena no vale rajarse, y buenas vistas sí que hay al menos.
Llegamos arriba y es bastante llano y despejado, hasta parece que existe una especie de camino si tengo que fiarme de ese murete que tengo enfrente, bueno, digamos que se le parece pero que de pedalear nada de nada, prosigamos la caminata pues y nos dirigimos hacia el bosque que tenemos enfrente teniendo que saltar una partió fácil entre medias mientras que la andadura por el bosque tampoco se convierte en rodadura así que seguimos empujando hasta encontrar otra partió pero esta vez ya más potente, con su pared y su rejilla reparada por lo que parece fue algún día un paso abierto a base de alicates de corte. Toca parada de repostaje una vez asentados al otro lado de la divisoria y ya ubicados sobre un sendero vagamente recordado porque por ese lado sí había subido una vez y para reubicarme voy a dar un voltio hasta el borde de la montaña donde ya se aprecia el fondo del valle con el campo de golf incrustado, también vislumbro otro paso en la rejilla un poco más lejos mientras que el sendero gira y se aleja por la cresta en dirección a cotas más altas pero ya sin interés ciclista.
Toca bajar, no será complicado porque sé que es todo camino de carro y aunque recordaba que no había sido plato de gusto el subirlo tampoco me imaginaba que tuviera tanta pendiente y tan seguida. Me tuve que parar a mitad de camino por un llantazo lento a cambiar la cámara mientras observaba la huida de un ratón arrastrándose de costado cuesta abajo después de haberle pasado por encima y reventarle la columna, estuve tentado de aplastarle la cabeza de una pedrada pero el empeño que ponía el animal para sobrevivir me llegó al alma y le dí una oportunidad, quién sabe el final de la historia.
La mía desde luego si que no tuvo merecimiento, Raixa, por cierto, con el aparcamiento petado, ¿qué regalarán allí?, sa Coma y s’Hostalot y a pesar de estar la barrera abierta no quise meterme así que a partir de allí todo asfalto hasta el final.
Punto de vista ChatGPT
El texto describe una salida ciclista que se suponía tranquila y llana, después de dos salidas montañosas. La ruta elegida fue el "camí de Passatemps", un camino histórico de Palma, con un tramo rústico que ha resistido intentos de urbanización debido a disputas sobre el uso del agua de la fuente "Font des Mestre Pere".
El ciclista se enfrenta a problemas de orientación al llegar a la carretera de s’Esglaieta, donde la continuación del camino hacia Raixa es conflictiva debido a restricciones de acceso en propiedades privadas. Ante la falta de información fiable, opta por una ruta alternativa a través de la urbanización de la Font Seca, que culmina en un improvisado picadero/basurero.
Sube a pie una montaña, enfrentando dificultades por la pendiente y el terreno, pero disfruta de buenas vistas. Tras un esfuerzo significativo, llega a una zona llana y despejada, aunque continúa a pie por un bosque y enfrenta más obstáculos, incluyendo una rejilla reparada que marca un paso cerrado.
En el descenso, cambia una cámara pinchada y tiene un encuentro con un ratón herido, que deja con vida tras reflexionar sobre su lucha por sobrevivir. Finaliza su ruta en Raixa, donde el aparcamiento está lleno, y luego regresa por asfalto, evitando más obstáculos.
En resumen, una salida que debía ser tranquila se convierte en una aventura con desafíos de navegación, terreno difícil y reflexiones personales.
Tranquila decía, y eso suele ser llano, y que más llano que el camí de Passatemps aunque ese topónimo no aparece en los postes indicadores sino el de Font des Mestre Pere, uno de los diversos puntos de captación históricos de agua de la ciudad de Palma a pesar de no tener un caudal continuo de agua durante todo el año. Este camino permanece inalterado hasta hoy en día en su tramo más rústico (a partir del torrente) aunque no ha estado exento de ciertos intentos de implantación de diversas estructuras hoteleras y deportivas en los alrededores tiempo atrás y que no llegaron a concretarse no tanto por las protestas vecinales, que las hubo, como por la disputas sobre el aprovechamiento del agua de esa fuente en concreto, disputas que se reprodujeron una década más tarde con cierto grupo empresarial vinculado con Son Bibiloni respecto a la catalogación y conservación de todo el patrimonio del sistema hidráulico asociado, que no es poco, y que en buena parte se encuentran ubicados en la actual ciudad deportiva Antonio Asensio y alrededores aunque llegan mucho más allá, hasta la carretera vella de Bunyola pasando por Son Reus aunque a partir de esta finca ya en puntos muy localizados y en un deplorable estado. Comprobamos por tanto, que la denominación del tramo de camino reflejada en los postes indicadores no es baladí.
Como tampoco lo es el hecho de que al llegar a la carretera de s’Esglaieta estemos bastante perdidos respecto a la verdadera continuación del trazado correcto para llegar a Raixa, haberlo haylo pero el discurrir interior por las fincas afectadas es motivo de conflicto con las diversas propiedades y si ya solamente el paso de un senderista es casi causa penal no digamos ya si además vas en bici, ni que fuera un bugi de alquiler, y si además añadimos que no tengo una información fidedigna del itinerario de enlace entre los dos tramos del camí de Passatemps grafiados en el visor de Bunyola pues la conclusión es que sigo igual de perdido que antes y si quiero llegar a Raixa pues hago lo de siempre, llego por carretera hasta la rotonda nueva, giro hacia Sóller y accedo por la entrada de vehículos pero hoy me ha picado la curiosidad no tanto por buscar ese tramo perdido sino que me he inclinado por tirar por la urbanización de la Font Seca subiendo por las calles hasta lo más alto adonde no había llegado nunca.
Diremos que acaba la calle a media altura de la montaña que aunque en los mapas lo cataloguen de mirador más bien es un picadero/basurero/WC improvisado pero que aparte del aspecto de pocilga del conjunto parece tener una continuación ladera arriba y eso es lo que me interesa aunque a los pocos metros ya se disipa toda esperanza de pedalear, toca remar contracorriente y con fuerza, la cima no está lejos pero tampoco cerca y queda por ver lo que habrá después, la cosa no pinta bien aunque una vez metidos en faena no vale rajarse, y buenas vistas sí que hay al menos.
Llegamos arriba y es bastante llano y despejado, hasta parece que existe una especie de camino si tengo que fiarme de ese murete que tengo enfrente, bueno, digamos que se le parece pero que de pedalear nada de nada, prosigamos la caminata pues y nos dirigimos hacia el bosque que tenemos enfrente teniendo que saltar una partió fácil entre medias mientras que la andadura por el bosque tampoco se convierte en rodadura así que seguimos empujando hasta encontrar otra partió pero esta vez ya más potente, con su pared y su rejilla reparada por lo que parece fue algún día un paso abierto a base de alicates de corte. Toca parada de repostaje una vez asentados al otro lado de la divisoria y ya ubicados sobre un sendero vagamente recordado porque por ese lado sí había subido una vez y para reubicarme voy a dar un voltio hasta el borde de la montaña donde ya se aprecia el fondo del valle con el campo de golf incrustado, también vislumbro otro paso en la rejilla un poco más lejos mientras que el sendero gira y se aleja por la cresta en dirección a cotas más altas pero ya sin interés ciclista.
Toca bajar, no será complicado porque sé que es todo camino de carro y aunque recordaba que no había sido plato de gusto el subirlo tampoco me imaginaba que tuviera tanta pendiente y tan seguida. Me tuve que parar a mitad de camino por un llantazo lento a cambiar la cámara mientras observaba la huida de un ratón arrastrándose de costado cuesta abajo después de haberle pasado por encima y reventarle la columna, estuve tentado de aplastarle la cabeza de una pedrada pero el empeño que ponía el animal para sobrevivir me llegó al alma y le dí una oportunidad, quién sabe el final de la historia.
La mía desde luego si que no tuvo merecimiento, Raixa, por cierto, con el aparcamiento petado, ¿qué regalarán allí?, sa Coma y s’Hostalot y a pesar de estar la barrera abierta no quise meterme así que a partir de allí todo asfalto hasta el final.
Punto de vista ChatGPT
El texto describe una salida ciclista que se suponía tranquila y llana, después de dos salidas montañosas. La ruta elegida fue el "camí de Passatemps", un camino histórico de Palma, con un tramo rústico que ha resistido intentos de urbanización debido a disputas sobre el uso del agua de la fuente "Font des Mestre Pere".
El ciclista se enfrenta a problemas de orientación al llegar a la carretera de s’Esglaieta, donde la continuación del camino hacia Raixa es conflictiva debido a restricciones de acceso en propiedades privadas. Ante la falta de información fiable, opta por una ruta alternativa a través de la urbanización de la Font Seca, que culmina en un improvisado picadero/basurero.
Sube a pie una montaña, enfrentando dificultades por la pendiente y el terreno, pero disfruta de buenas vistas. Tras un esfuerzo significativo, llega a una zona llana y despejada, aunque continúa a pie por un bosque y enfrenta más obstáculos, incluyendo una rejilla reparada que marca un paso cerrado.
En el descenso, cambia una cámara pinchada y tiene un encuentro con un ratón herido, que deja con vida tras reflexionar sobre su lucha por sobrevivir. Finaliza su ruta en Raixa, donde el aparcamiento está lleno, y luego regresa por asfalto, evitando más obstáculos.
En resumen, una salida que debía ser tranquila se convierte en una aventura con desafíos de navegación, terreno difícil y reflexiones personales.
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