Arriba y abajo

Había buenas propuestas en la web para el sábado, sobretodo una de Xisco por la zona de Bunyola, de esas que al final te dejan tiritando porque tiene dos subidas largas bastante exigentes, sobretodo la segunda, pero no podía ir y no pensé mucho en ello. Lo que no sabía era si saldría el domingo y a medida que pasaba el día ví que sí, que sería posible al menos hacer una rutilla corta, en tiempo y distancia, para al menos matar el gusanillo. Una opción que tenía segura era la de los Bous Bufats, pero es que eso de estar en el punto de encuentro a las siete y media es criminal, prefiero sudar saliendo más tarde.

Na Burguesa o Bunyolí, casi no había más opciones si quería un poco de desnivel. Me decidí por el segundo, algún forero había anunciado su intención de rodar por allí y quizás pudiéramos coincidir pero no me planteé despertarme a una hora determinada y como ahora, con la bajada de temperaturas parece que duermo más, pues me levanté ya con el tiempo muy justo. Así pues me lo tomé con calma y me fuí tranquilamente hacia Establiments. Lo que me chocó fue ver un bikero por la vía de cintura; le pegué cuatro gritos, ¿dónde iría por el arcén?. En el semáforo de Establiments me alcanzó, parecía guiri y algo perdido así que no le comenté nada y se fue hacia Esporles.

Yo me crucé con un bikero frente a las casas de Bunyolí, luego estuve un rato intentando destaponarme las narices en la primera barrera hasta que me decido a subir y es cuando me cruzo con otros dos que bajan (después he sabido que eran los dos foreros que habían anunciado su salida) y continuo hasta la barrera de arriba sin ver a nadie más. Creía que sufriría más pero fue mejor de lo que esperaba. A ritmo y plato mediano sin forzar casi en ningún momento. Pero después, al llegar arriba, casi me hago una siesta, tranquilidad absoluta, solamente algunos coches pasaron arriba y abajo.

Demasiado tranquilo para acometer una buena bajada por la trialera; además de no regular el tren trasero (demasiado rebotón) y las ruedas que parecían piedras. El resultado, una adherencia comprometida aunque no hubo que lamentar ningún sobresalto de importancia. El resto de pista siguió con la misma tesitura.

Como se ve una salida sin historia, solamente para desgastar un poco el sillín y sudar la camiseta. Al volver no fui a probar el nuevo carril de las Avenidas pero tendré que ir a ver si son tan peligrosos como se ve desde fuera los separadores de goma que han puesto en el suelo. Cogí el de la calle Balmes que está ya casi terminado que me lleva directo a casa.