Van pasando los días y voy aplazando la salida de la tarde un día tras otro, y ésto unido a la intensa semana de curro hace que llegue al fin de semana más mal que bien y vaya rebajando la dificultad de la ruta al nivel de simple salida para estirar piernas, por ahora es lo que da de sí mi nivel de entreno. Así que cuando Jauja me propone acompañarme no le engaño con falsas expectativas de diversión o dificultad extremas, hay lo que hay y no se puede pedir más, aún así acepta y quedamos en pasar a recoger a los bous que se quieran apuntar a las ocho en el punto habitual.
Veinte minutos de arranque son necesarios para poner en marcha el pelotón aún a sabiendas de dónde vamos pero un pinchazo inoportuno antes de arrancar así lo exige. Yo también voy pinchado, me he dado cuenta al bajar la escalera del portal de casa pero no cambio la cámara viendo lo poco que se ha vaciado en una semana y suponiendo que con hinchar alguna vez bastará.
Salimos todos por la carretera de Valldemossa hacia el parc Bit para desviarnos hacia ses Rotgetes pero ya no llegamos todos arriba, Toni M. ha pinchado otra vez y tarda en reparar así que toca esperar. Bajamos por el camino que da directo a la carretera donde nos cruzamos con un colega y volvemos a parar otro ratito. Seguimos, y no hemos llegado a la carretera de Santa María cuando hay pinchazo de..., exacto, Toni M. Se desmonta la cubierta y se repasa concienzudamente al sospechar que el pincho se encuentra ahí pero no encontramos nada por lo que no queda más que meter aire para poder seguir rodando pero ahora dice que va frenado, parece que no logramos arrancar del todo.
Confiando en que esté todo en su punto nos vamos por asfalto hacia la carretera de Sóller para desviarnos por la entrada de Raixa. Mi intención era llegar a Raixeta pero desisto de la idea por las pérdidas de tiempo anteriores y continuamos por el camí vell hacia Bunyola, y no es lo mismo ir solo que en grupo, he comido polvo para varios días. De esta guisa hemos pasado por Bunyola y ya se habían activado algunas alarmas así que ha habido alguna deserción en la cantera mientras los demás hemos salido a comprobar la dureza de las rampas del innombrable; habrá que entrenar un poco más.
Seguimos por las voltetes para acabar en el sendero que rodea la montaña. Uf, te pone a cien, qué digo a cien, a mucho más de cien, ir tranquilo por ahí es un delito, a saco paco que te machaco. Hemos acabado en la urbanización hasta llegar a la carretera y buscar el camino rural que te lleva a Son Pizá, totalmente tranquilo en domingo, hasta las ovejas parecían saberlo, y ahí sí que había apremio por lo que hemos salido directamente a la carretera para recorrer unos metros y continuar ellos directos mientras Jauja y yo nos metíamos hacia el polígono de ses Veles con algún problema para salir por las barreras cerradas ahora con candados. Han acumulado gran cantidad de material entre ambas, o sea que puede ser esa la razón del cierre, no se me ocurre otra. Salimos de la zona por el acceso principal del Rafalot sin tener que saltar la barrera (se agradece) y vemos pasar el tren, (JC no sabía que no hacerlo es pecado) y proseguimos campo a través y ha sido cuando se ha acordado de que sí había pasado por allí en alguna ocasión aunque de ingrato recuerdo e imposible repetición, hoy en cambio hemos ido directos después de haberme perdido por la zona unas cuantas veces antes de dar con la tecla adecuada. Después ya solamente quedaba volver al punto de partida por caminos secundarios asfaltados con poca circulación.
Ha sido lo que se dice una vuelta de rodaje donde se tiene que exprimir uno al máximo aprovechando la bondad del terreno cosa que no ha sido el caso de hoy aunque para mí como si lo hubiera sido porque la paliza ha sido fuerte, en ese sentido el guión estaba muy claro y el haber hecho otra ruta con más exigencias hubiera sido una locura, sabía cómo me encontraba físicamente y hasta dónde podía llegar, que me perdonen si a alguno le ha parecido suave, poca cosa, otro día con un poco más de fuelle la podemos repetir a mejor ritmo. Y si no que se esperen hasta el día del estreno de la R42.
Esta semana tendré que salir algún día para mantener el tono si quiero no parecer un matado en la próxima quedada sorpresa de los maifren, ya sabéis, la que hay programada para el próximo sábado en Binissalem.
Veinte minutos de arranque son necesarios para poner en marcha el pelotón aún a sabiendas de dónde vamos pero un pinchazo inoportuno antes de arrancar así lo exige. Yo también voy pinchado, me he dado cuenta al bajar la escalera del portal de casa pero no cambio la cámara viendo lo poco que se ha vaciado en una semana y suponiendo que con hinchar alguna vez bastará.
Salimos todos por la carretera de Valldemossa hacia el parc Bit para desviarnos hacia ses Rotgetes pero ya no llegamos todos arriba, Toni M. ha pinchado otra vez y tarda en reparar así que toca esperar. Bajamos por el camino que da directo a la carretera donde nos cruzamos con un colega y volvemos a parar otro ratito. Seguimos, y no hemos llegado a la carretera de Santa María cuando hay pinchazo de..., exacto, Toni M. Se desmonta la cubierta y se repasa concienzudamente al sospechar que el pincho se encuentra ahí pero no encontramos nada por lo que no queda más que meter aire para poder seguir rodando pero ahora dice que va frenado, parece que no logramos arrancar del todo.
Confiando en que esté todo en su punto nos vamos por asfalto hacia la carretera de Sóller para desviarnos por la entrada de Raixa. Mi intención era llegar a Raixeta pero desisto de la idea por las pérdidas de tiempo anteriores y continuamos por el camí vell hacia Bunyola, y no es lo mismo ir solo que en grupo, he comido polvo para varios días. De esta guisa hemos pasado por Bunyola y ya se habían activado algunas alarmas así que ha habido alguna deserción en la cantera mientras los demás hemos salido a comprobar la dureza de las rampas del innombrable; habrá que entrenar un poco más.
Seguimos por las voltetes para acabar en el sendero que rodea la montaña. Uf, te pone a cien, qué digo a cien, a mucho más de cien, ir tranquilo por ahí es un delito, a saco paco que te machaco. Hemos acabado en la urbanización hasta llegar a la carretera y buscar el camino rural que te lleva a Son Pizá, totalmente tranquilo en domingo, hasta las ovejas parecían saberlo, y ahí sí que había apremio por lo que hemos salido directamente a la carretera para recorrer unos metros y continuar ellos directos mientras Jauja y yo nos metíamos hacia el polígono de ses Veles con algún problema para salir por las barreras cerradas ahora con candados. Han acumulado gran cantidad de material entre ambas, o sea que puede ser esa la razón del cierre, no se me ocurre otra. Salimos de la zona por el acceso principal del Rafalot sin tener que saltar la barrera (se agradece) y vemos pasar el tren, (JC no sabía que no hacerlo es pecado) y proseguimos campo a través y ha sido cuando se ha acordado de que sí había pasado por allí en alguna ocasión aunque de ingrato recuerdo e imposible repetición, hoy en cambio hemos ido directos después de haberme perdido por la zona unas cuantas veces antes de dar con la tecla adecuada. Después ya solamente quedaba volver al punto de partida por caminos secundarios asfaltados con poca circulación.
Ha sido lo que se dice una vuelta de rodaje donde se tiene que exprimir uno al máximo aprovechando la bondad del terreno cosa que no ha sido el caso de hoy aunque para mí como si lo hubiera sido porque la paliza ha sido fuerte, en ese sentido el guión estaba muy claro y el haber hecho otra ruta con más exigencias hubiera sido una locura, sabía cómo me encontraba físicamente y hasta dónde podía llegar, que me perdonen si a alguno le ha parecido suave, poca cosa, otro día con un poco más de fuelle la podemos repetir a mejor ritmo. Y si no que se esperen hasta el día del estreno de la R42.
Esta semana tendré que salir algún día para mantener el tono si quiero no parecer un matado en la próxima quedada sorpresa de los maifren, ya sabéis, la que hay programada para el próximo sábado en Binissalem.