Aunque tenga un número bajo ha sido realmente una de las últimas publicadas ¿y eso porqué? pues porque el camino de Muleta lo había hecho hace muchísimo tiempo y si quería una descripción más o menos fiable de la ruta debía repetirlo, pero también resultó que después de hacerlo no encontraba un itinerario que me satisfaciera realmente, de hecho ayer ya modifiqué el mapa de la ruta por otro más sensato y más asequible aunque los datos en distancia y desnivel sean prácticamente los mismos.
Hace seis meses realicé esta ruta con mis amigos de Sa Pobla y subimos Muleta. Es una subida dura y exigente, muy al límite para la mayoría de aficionados como yo y algo menos para gente más preparada como ellos y por eso no hubo quejas significativas, todo al contrario, y es la ruta que había pensado repetir cuando se comentó la posibilidad de montar otra salida por Sóller, eso fue en la salida de s'Arrom de los tramuntanaenduro a la cual fui invitado y me dejaron un poco de manga ancha en la organización. Más el tiempo iba pasando y nunca parecía que llegara el día idóneo para realizarla aunque ganas sí que había así que después de algunas consultas se fijó para el treinta de julio, sábado.
Aunque el título oficial de la ruta sea Muleta se pasa por el Racó d'en Barona y nombrar ese sitio produce una especie de tintineo de picarols que parecen una llamada de reunión entre cierta especie de bikeros. Así los poferos más información en toysteam.org) se sintieron aludidos y se apuntaron a la fiesta, aparte de tramuntaneros y bous, además de algunos externos que justamente querían venir este día pero que evidentemente no sabían donde se metían y a los que invité de buena fe ya que creía que tenían mucho más a ganar que a perder si venían. Además, otros amigos también querían asistir pero consideramos más oportuno no hacerlo para no forzar su recuperación, tiempo habrá de sobra para volver a coincidir en otras aventuras.
Así que el rebaño se iba formando alrededor de un punto en común, lo que no sabía es cuántos seríamos en la salida, al final, cuatro bous, dos inqueros, tres Mérida-team, cuatro poferos y yo dispuestos a lo que sea, hasta a mojarnos porque el día se presentaba muy atípico y a la hora de sonar el despertador llovía en toda la isla y eso retrajo a alguno más. Coincidimos justo en la salida con los Trabucats que se iban a Deià y salieron un poco antes mientras nosotros esperábamos a Desi que venía rodando por la carretera, es lo que tiene estar fuerte, que tienes que hacer mucho más ejercicio para mantenerte en forma.
Debido a lo variopinto del grupo creí conveniente variar la salida, en realidad me lo había comentado Juan cuando la preparamos y al final no pudo venir pero he de reconocer que es mejor, al menos cuando se prevén ciertos retrasos y se quiera hacer la ruta entera. Así iniciamos la subida al Racó de forma directa por el Camí de carro des Montreals, muy adecuado para ir calentando porque va subiendo de forma muy tendida al principio aumentando la pendiente media después de pasar por debajo de els cinc ponts. Tenía yo algo con que entretenerme además de ir charlando con uno y con otro mientras ascendíamos, el pulsómetro. Me lo había prestado Juan, tenía curiosidad por medirme, de la valoración de esos datos ya sacaremos las conclusiones pertinentes.
El grupo tendía a seguir compacto pero yo iba avisando de que no se forzara el ritmo en absoluto, calentamiento suave para ir tomando carrerilla para lo que venía después porque eso es lo que sucede allí, la cosa se va empinando por momentos hasta que llegamos al muro con la camiseta bien sudada ya donde muy pocos son capaces no ya de superarlo sin poner pie en toda la subida sino de hacer siquiera el último tramo montado, de todas formas no es insuperable ni mucho menos y hay cosas peores por ahí. Yo ayer no pude, me lo vi venir ya en las rampas anteriores, pero dados mis altibajos cíclicos en mi forma física pues habrá días que sí y otros que no, lo tengo asumido.
Hubo debacle allí, no vamos a negarlo, pero para los noveles es normal y si quieres ir por el camí de metro es lo que hay ya que las otras opciones son aún peores, mucho peores. Cuando nos hubimos reagrupado en la zona ciclable algunos aún arrastraban el esfuerzo y subían a tramos andando y el grupo se disgregó, hubo retenciones y parones tanto subiendo como bajando y me quedé atrás para que ninguno se me perdiera ya que me habían nombrado sherpa oficial de la ruta. Y sí hubo algunas caídas, todas ellas sin importancia, al menos física ya que éso condicionó aún más a alguno que no disfrutó lo que debiera de esa parte de ruta que, como ya he comentado otras veces, me encanta y no debe ofrecer ninguna dificultad para poder disfrutarla de principio a fin, y me estoy refiriendo al camí de metre únicamente.
Reagrupamiento en la Font de la Reina donde hacía unos minutos que habían pasado los pobleros en su periplo por la Serra y no pude saludarlos. Hubo reunión y escisión allí arriba porque alguno volvió hacia Bunyola directamente y otros decidieron acortar e irse a Sóller directamente sin parar en la boca del túnel mientras los demás proseguimos con la ruta prevista tomando el Camí vell de Ciutat. Llegamos a las vías del tren, que cercenó parte del trazado original, tomando un sendero lateral donde Pepe nos dejó yéndose a explorar un ramal mientras los demás proseguimos el periplo por el Camí de Castelló que hicimos completo hasta Can Bleda. Desde aquí un recuerdo cariñoso a la madona de Can Gamundí que nos surtió de agua amablemente pese a estar ocupada en otros menesteres en esos momentos.
Ésta era la parte que cambié de la ruta, estábamos haciendo el camino inverso a cómo lo hicimos en enero y sinceramente creo que es mejor aunque la bajada de Muleta tiene algunos tramos muy divertidos. En uno de esos fue donde casi me la pego, se me levantó de atrás muchísimo, y con público, quina vergonya si me la llego a dar, y fue cuando me acordé de que debía desbloquear la horquilla, después ya todo fue un poco mejor. Hubo sesión fotográfica en el bam pero me pudo la impresión y no me tiré, las fotos vistas hasta ahora no dicen nada, no reflejan la realidad, esperemos las de Sito realizadas desde otro ángulo para corroborarlo.
En el Hotel Rocamar teníamos dos opciones, o irnos hacia Sóller directamente por Binidorm y ca n'Aí o poner una guinda final para coronar el pastel y elegí lo segundo (siempre ayuda que los demás no conozcan el itinerario) para lo que nos dimos un paseo por el paseo (valga la redundancia) nuevo del puerto hasta la rotonda del túnel y allí pillamos el camí vell donde tuvimos que patear un buen trecho hasta el coll d'en Borrassar, casi no vale la pena realizarlo en ese sentido pero había que probarlo.
Así que llegamos a los coches a la hora prevista en punto y casi todos estaban ya limpitos y repeinados con lo que solamente nos quedaba despedirnos de los compadres hasta la próxima habiéndonos dejado el día, al menos a los presentes, muy buen sabor de boca.
Hace seis meses realicé esta ruta con mis amigos de Sa Pobla y subimos Muleta. Es una subida dura y exigente, muy al límite para la mayoría de aficionados como yo y algo menos para gente más preparada como ellos y por eso no hubo quejas significativas, todo al contrario, y es la ruta que había pensado repetir cuando se comentó la posibilidad de montar otra salida por Sóller, eso fue en la salida de s'Arrom de los tramuntanaenduro a la cual fui invitado y me dejaron un poco de manga ancha en la organización. Más el tiempo iba pasando y nunca parecía que llegara el día idóneo para realizarla aunque ganas sí que había así que después de algunas consultas se fijó para el treinta de julio, sábado.
Aunque el título oficial de la ruta sea Muleta se pasa por el Racó d'en Barona y nombrar ese sitio produce una especie de tintineo de picarols que parecen una llamada de reunión entre cierta especie de bikeros. Así los poferos más información en toysteam.org) se sintieron aludidos y se apuntaron a la fiesta, aparte de tramuntaneros y bous, además de algunos externos que justamente querían venir este día pero que evidentemente no sabían donde se metían y a los que invité de buena fe ya que creía que tenían mucho más a ganar que a perder si venían. Además, otros amigos también querían asistir pero consideramos más oportuno no hacerlo para no forzar su recuperación, tiempo habrá de sobra para volver a coincidir en otras aventuras.
Así que el rebaño se iba formando alrededor de un punto en común, lo que no sabía es cuántos seríamos en la salida, al final, cuatro bous, dos inqueros, tres Mérida-team, cuatro poferos y yo dispuestos a lo que sea, hasta a mojarnos porque el día se presentaba muy atípico y a la hora de sonar el despertador llovía en toda la isla y eso retrajo a alguno más. Coincidimos justo en la salida con los Trabucats que se iban a Deià y salieron un poco antes mientras nosotros esperábamos a Desi que venía rodando por la carretera, es lo que tiene estar fuerte, que tienes que hacer mucho más ejercicio para mantenerte en forma.
Debido a lo variopinto del grupo creí conveniente variar la salida, en realidad me lo había comentado Juan cuando la preparamos y al final no pudo venir pero he de reconocer que es mejor, al menos cuando se prevén ciertos retrasos y se quiera hacer la ruta entera. Así iniciamos la subida al Racó de forma directa por el Camí de carro des Montreals, muy adecuado para ir calentando porque va subiendo de forma muy tendida al principio aumentando la pendiente media después de pasar por debajo de els cinc ponts. Tenía yo algo con que entretenerme además de ir charlando con uno y con otro mientras ascendíamos, el pulsómetro. Me lo había prestado Juan, tenía curiosidad por medirme, de la valoración de esos datos ya sacaremos las conclusiones pertinentes.
El grupo tendía a seguir compacto pero yo iba avisando de que no se forzara el ritmo en absoluto, calentamiento suave para ir tomando carrerilla para lo que venía después porque eso es lo que sucede allí, la cosa se va empinando por momentos hasta que llegamos al muro con la camiseta bien sudada ya donde muy pocos son capaces no ya de superarlo sin poner pie en toda la subida sino de hacer siquiera el último tramo montado, de todas formas no es insuperable ni mucho menos y hay cosas peores por ahí. Yo ayer no pude, me lo vi venir ya en las rampas anteriores, pero dados mis altibajos cíclicos en mi forma física pues habrá días que sí y otros que no, lo tengo asumido.
Hubo debacle allí, no vamos a negarlo, pero para los noveles es normal y si quieres ir por el camí de metro es lo que hay ya que las otras opciones son aún peores, mucho peores. Cuando nos hubimos reagrupado en la zona ciclable algunos aún arrastraban el esfuerzo y subían a tramos andando y el grupo se disgregó, hubo retenciones y parones tanto subiendo como bajando y me quedé atrás para que ninguno se me perdiera ya que me habían nombrado sherpa oficial de la ruta. Y sí hubo algunas caídas, todas ellas sin importancia, al menos física ya que éso condicionó aún más a alguno que no disfrutó lo que debiera de esa parte de ruta que, como ya he comentado otras veces, me encanta y no debe ofrecer ninguna dificultad para poder disfrutarla de principio a fin, y me estoy refiriendo al camí de metre únicamente.
Reagrupamiento en la Font de la Reina donde hacía unos minutos que habían pasado los pobleros en su periplo por la Serra y no pude saludarlos. Hubo reunión y escisión allí arriba porque alguno volvió hacia Bunyola directamente y otros decidieron acortar e irse a Sóller directamente sin parar en la boca del túnel mientras los demás proseguimos con la ruta prevista tomando el Camí vell de Ciutat. Llegamos a las vías del tren, que cercenó parte del trazado original, tomando un sendero lateral donde Pepe nos dejó yéndose a explorar un ramal mientras los demás proseguimos el periplo por el Camí de Castelló que hicimos completo hasta Can Bleda. Desde aquí un recuerdo cariñoso a la madona de Can Gamundí que nos surtió de agua amablemente pese a estar ocupada en otros menesteres en esos momentos.
Ésta era la parte que cambié de la ruta, estábamos haciendo el camino inverso a cómo lo hicimos en enero y sinceramente creo que es mejor aunque la bajada de Muleta tiene algunos tramos muy divertidos. En uno de esos fue donde casi me la pego, se me levantó de atrás muchísimo, y con público, quina vergonya si me la llego a dar, y fue cuando me acordé de que debía desbloquear la horquilla, después ya todo fue un poco mejor. Hubo sesión fotográfica en el bam pero me pudo la impresión y no me tiré, las fotos vistas hasta ahora no dicen nada, no reflejan la realidad, esperemos las de Sito realizadas desde otro ángulo para corroborarlo.
En el Hotel Rocamar teníamos dos opciones, o irnos hacia Sóller directamente por Binidorm y ca n'Aí o poner una guinda final para coronar el pastel y elegí lo segundo (siempre ayuda que los demás no conozcan el itinerario) para lo que nos dimos un paseo por el paseo (valga la redundancia) nuevo del puerto hasta la rotonda del túnel y allí pillamos el camí vell donde tuvimos que patear un buen trecho hasta el coll d'en Borrassar, casi no vale la pena realizarlo en ese sentido pero había que probarlo.
Así que llegamos a los coches a la hora prevista en punto y casi todos estaban ya limpitos y repeinados con lo que solamente nos quedaba despedirnos de los compadres hasta la próxima habiéndonos dejado el día, al menos a los presentes, muy buen sabor de boca.