Atípico

Se sale de la costumbre que salga a rodar dos días laborables y ninguno el fin de semana, es muy atípico. Las salidas entre semana no pueden considerarse nocturnas ya que han finalizado con la puesta de sol y como habíamos empezado a las seis y media pues solamente tenía un par de horitas para moverme por el monte, y aunque algunas veces salgo por el llano para mover pedales esta vez decidí aceptar la invitación de los colegas del Mérida Team. Hay polémica con este nombre, lo puse en una crónica pasada, la del Racó d'en Barona, ya que los tres que vinieron llevaban esa marca de bici pero ese grupo tiene más integrantes y llevan otras marcas con lo que me dieron un toque de atención, así que ya no lo usaremos más a falta de confirmación sobre el nombre oficial, creo que por ahora les llamaremos MCBike para referirnos al conjunto y santas pascuas.

Como decía, salen martes y jueves un par largo de horas por la zona de Bunyola y yo necesitaba quitarme la pereza de las tardes al llegar a casa, sobretodo después de probar un rato el sofá, así que acepté acompañarles cuando me lo propusieron y quedamos el martes en el inicio de la subida de la Comuna a la hora antes comentada, pero no estaban y con el móvil fuera de cobertura no sabía si estaban ya por delante o es que no habían llegado. Supuse lo segundo y esperé unos minutos pero seguían sin aparecer y decidí subir solo, y bien solo que subí, nadie por delante, nadie por detrás, solamente se oía el arrastre de mis ruedas al girar los pedales. Subida a mi ritmo toda por la pista, siete kilómetros sin parar y el trasero cuadrado, así que al llegar a las mesas sí que me paré un poco a descansar la parte trasera en eso que oigo como se acercan varias bicis desde las trialeras y al llegar a mi vera reconozco a Paco y un amigo suyo que habían subido un poco antes que yo y bajaban desde la zona del Penyal d'Honor y ya se dirigían hacia abajo por la Coma gran. Tampoco habían visto al grupo con el que me tendría que haber encontrado así que lo mejor es que bajemos todos juntos por la coma y mañana será otro día.

El ritmo de los tres es dispar, Paco va por delante y se escapa con facilidad igual que yo del compañero suyo con lo que en poco tiempo las diferencias son grandes pero él se va parando para esperarle mientras yo sigo directo para abajo, pero en una de ésas me encuentran con la bici al revés cambiando la cámara por un reventón. Me ayudan y acabamos enseguida y tengo cuidado en meter aún más presión para no fulminar la cámara otra vez pero tal circunstancia no se produce y podemos acabar todos en Ca na Moragues bien satisfechos. Luego ya más relajados por el asfalto pudimos intercambiar unas palabras hasta llegar a los coches donde nos despedimos hasta la próxima.

El jueves ya estaba todo aclarado sobre las circunstancias de nuestra no-reunión del martes y quedamos otra vez en la misma zona pero pensé que no hacía falta volver a repetir itinerario y propuse unas variantes. Nos vimos en la rotonda de la carretera de Santa María a Bunyola, cerca de la cantera, y es por ahí donde nos metimos, ellos conocen bien esos sitios pero les convence más la subida por el lado de s'Estremera que por el de la carretera pero como aún la tengo fijada entre ceja y ceja la hacemos por la parte difícil y volví a fallar, no consigo llegar arriba de un tirón, en la última recta desisto más que nada porque no me queda otra pero tras un breve receso consigo continuar y coronar.

Bajamos hasta el valle y sin saltar la pared continuamos por el sendero que rodea la montaña con ligera tendencia hacia abajo y ahí pongo la directa y que me pillen si pueden. Muy divertido y exigente al mismo tiempo si quieres hacerlo muy rápido, íbamos los tres pegados y acabamos casi sin respiración, yo al menos. No seguimos la vuelta y saltamos hacia la pista de Cas Bergantet* para meternos un poco más lejos por los campos de Es Cabàs donde anteriormente estuvo el camino, hoy ya nada queda de él hasta las barreras. Hasta ellas llegamos para girar por la otra pista que se dirige al bosque y así alargar un poco más la ruta añadiendo un toque más rústico y varias barreras más que saltar y fue precisamente en ese tramo donde nos cruzamos con un grupete que también entrenaba por allí, ellos bajando.

Quedaban las cuestas de hormigón y lanzamos algunas bravatas, yo mismo que me las subía a plato mediano (ni de coña) pero ahí quedó el envite, todo ello con el claro fin de derrotar a Kikito antes de empezar la lucha y así llegamos a las cuestas y todos empezamos a resoplar mientras me voy distanciando y va pasando la primera rampa y después la segunda y en la última, llegando a la curva, empiezo a flaquear y me extrañó un poco, pierdo el ritmo y tengo que tirar de riñones aunque sin levantarme del sillín. No puede ser, ésto era más fácil, hasta que me doy cuenta de que efectivamente estaba subiendo a plato mediano y vencer la tentación de meter el pequeño fue lo más duro de todo pero coroné con éxito, tampoco fue para tanto. Después cada uno dijo la suya, que si ésto, que si lo otro, que si el XTR p'arriba, que si p'abajo y querían convencerme de que el platillo de la Mérida de Kiko es un dieciocho nada más y nada menos, yo los conté y ni así salí de dudas pero me parece talmente imposible, lo he mirado en internet y la novedad es poner ahora un 22 cuando antes llevaba un 24, de todas maneras lo comprobaré sobre la bici correctamente otro día y saldré de dudas de una vez por todas.

No quedaba más que volver y tomamos el camino viejo de Cas Bergantet que encuentro más limpio cada vez que paso y donde no consigo seguir la estela de los buenos bajadores pero se va haciendo lo posible. En la carretera nos separamos, ellos volvían rodando a casa y yo me acercaba al pueblo donde dejé aparcada la furgo, camuflada entre los vehículos de los vecinos para evitar sorpresas desagradables a la vuelta. Eran las ocho y media habiendo consumido en la ruta exactamente dos horas, unos cuantos litros de agua y bastantes calorías, aún sin tener que atacar mucho desnivel, pero de lo que más consumimos creo que fue saliva.


*Bergant= Home molt jove (cast. mozo), molt llest i astut (cast. bergante, tunante, bribón), també alegre, de companyía agradable.