Capdellà

Aunque mi intención primera era salir el sábado a rodar viendo las previsiones del tiempo decidí hacerlo el domingo para poder disfrutar de un día en familia en sábado ya que era el que mejores perspectivas presentaba, y si llovía el domingo pues a mojarse y p'alante.

Casualmente tenía un buen plan, una salida de los bous que habían preparado una ruta por los alrededores de Calvià programada por Biel, vecino y buen conocedor de la zona. Me lo han ido contando cuando he aparecido por Capdellà a las ocho mientras iba numerando a todos los que había por allí, muchos más de los que me había imaginado, hasta Guiem estaba sorprendido. Adiviné un grupo que me era familiar, habían venido a Esporles y hemos estado comentando precisamente ese tema. También estaba por allí Esmas, un forero de Campos que hoy se ha acercado a rutear por una zona nueva para él. Bastantes bous y un nutrido grupo de bikeros de la comarca, casi todos con bicis rígidas, completaban el numeroso grupo que se ha puesto en marcha rumbo a Andratx.

No ha pasado mucho tiempo antes de desviarnos hacia Sa Coma, por ese camino ya estuve una vez un día que salí de Palma sin rumbo fijo y acabé dando tumbos por ahí. No he podido bajar lo rápido que quisiera porque a uno le ha caído un botellín y lo llevaba en la mano con lo que me era imposible frenar y aguantar la botella a la vez. Después carretera hasta Peguera sin hacer mucho caso al paseo peatonal (quizá fuera por eso) pero tampoco se lo hacían algunos corredores que iban corriendo por el asfalto y además por el margen contrario.

En Peguera primera espera, faltan algunos y hasta que no aparecen no nos vamos. Tiramos por el Hapimag y salimos del asfalto con lo que debemos esperar las indicaciones del guía en cada cruce que pese a llevar una rígida de carbono de menos de nueve kilos no va delante. Había hecho la misma ruta el día anterior para tenerla bien presente y no se sentía de lo más fino. Llegamos a la rotonda de Santa Ponça y nos metemos directamente en el torrente. Intento espolear al personal para animar el recorrido, cosa que consigo solo en algunos tramos y al llegar a la carretera nos llega la noticia de una caída con consecuencias cuando menos muy dolorosas. Al rato aparece Agustí con una rodilla maltrecha y por la cara que trae, duele. Alguien saca un botiquín y le aplica yodo y una venda pero no quiere continuar así que él y algunos más acortan y vuelven a por los coches directamente, los demás aprovechamos que los cazadores se han marchado para meternos por el coto y hacer un recto hasta la otra carretera.

En el mismo cruce tomamos un camino en ascenso que nos lleva a su vez al Camí de Son Boronat y de ahí a la carretera otra vez donde se fragua la deserción masiva, el grupo calvianero opta por dirigirse al coll des Tords y no sé qué más, el resto vuelve a Capdellà pasando por Calvià tomando el carril bici-peatonal que han hecho pegado a la carretera donde tiene lugar el segundo percance del día, uno no ve el final en forma de valla y la embiste, la bici por un lado, él por otro y la valla en su sitio. Duele pero continúa. Nos desviamos por el torrente, el segundo del día, y ahí si que vi bastante cambio porque hay una rejilla que corta el camino varias veces y te obliga a ir por el torrente más de la cuenta.

Una vez en la carretera más deserciones pero a Esmas no le dejo, volverá con Biel por el camino viejo así que nos vamos los que quedamos hacia Galatzó. Muchos coches en los aparcamientos y mucha chiquillería, al final el día no ha sido tan malo ni mucho menos como habían previsto y la gente había salido en tropel. Nos despedimos de la pareja y continuamos ruta hacia las casas, muchos paseantes no pasaban de allí y preparaban las mesas para comer, nosotros llegaríamos hasta el pou de sa sínia. Esperaba más duro ese recorrido, siempre lo había hecho en sentido contrario y lo noté muy llevadero. Dos no consiguieron llegar al pou, les hicimos girar poco antes de que llegaran.

Había comentado la posibilidad de pasar por el Tramuntanal pero todo quedó supeditado al horario y de no ser por los excesivos parones hubiéramos podido pasar pero teníamos el tiempo justo para llegar clavados en la previsión con lo que volvimos a Capdellà directos por el camino viejo del cual me acordé de que sí había pasado una vez aunque llegué solamente hasta la barrera y no quise continuar, no siempre ha sido pública la finca.

En total unos cuantos kilómetros muy buenos para estirar piernas sin prácticamente ninguna dificultad técnica pero que vienen muy bien para desperezar cuerpo y mente rodando por sitios nuevos y variados en compañía.