Cambiando de planes

Tenía yo en mente una buena salida para esta semana, buena, pero sin concretar, entiendáseme, así que cuando me dijeron de ir a rodar por el Galatzó no me lo pensé dos veces, primero por quién me lo propuso y después por la ruta en sí. La única pega, pero suficiente, es que la bici aún no estaba operativa al cien por cien así que no pude confirmar asistencia hasta el viernes, más o menos al mismo tiempo que recibía un correo avisándome del aplazamiento de esa salida para el domingo. Mecachís!, que me quedo solo. Juan ya me había avisado de que seguramente no saldría y tampoco me apetecía irme a Pollença, muy lejos, por lo que ya me iba mentalizando para hacer alguna ruta de exploración por algún rincón sin concretar, pero de paseo por el súper me topé con D. Rayo y me informó de los planes del grupo, Bunyola, cabra, Coanegra, ostris, puede ser divertido, me apunto.

Me pasé por la tienda por la mañana y no había nadie, me pareció raro pero como el lugar de encuentro era otro hacia allá me dirigí, y tampoco había nadie, tan solo otros dos tan despistados como yo, pero en cinco minutos se presentó un nutrido grupo de bikeros en el que casi el único que desentonaba era yo con la camiseta de Biciarreglo Palma, detalle que por cierto no le pasó inadvertido a Emilio que estaba por allí de civil despidiendo a la tropa.

No voy a relatar el camino hasta Bunyola, lo resumiremos en Son Macià, camí de Muntanya, Son Pizà, con el camino en obras pero transitable. Hubiera preferido llegar hasta la rotonda por otros caminos pero como no sabía exactamente quién llevaba la voz cantante respecto a la ruta lo dejé estar y seguimos por asfalto. Igualmente pasó en la entrada de es Cocons que se fueron a buscar el cruce de asfalto, porque sí señores, la subida la hicimos por la Coma Gran, gran idea, cualquier cosa me parece mejor que la insulsa pista para coches.

En el desvío de ca na Moragues hicimos una parada técnica y allí se presentaron otros tantos que se ve que habían comenzado desde Bunyola, además de un vehículo que bajaba y el de los forestales que subía, todos apiñados en el cruce. Me fui el primero para arriba para evitar embozos sabiendo lo que nos espera y la verdad es que me resultó corto y excepto en el muro de sa Cova y en las tres barreras no tuve que echar pie a tierra. Después sí, se hace duro remontar montado las primeras curvas pero luego se suaviza y permite una subida a ritmo constante y en cierta manera, cómoda.

Decir que nos cruzamos con bastante peña bajando, algunos más preparados y avezados que otros, y arriba habían otros tantos, más los que no vimos, se puede decir que ayer fue el día de la Comuna, sale un poco el sol y aparecen bicis hasta de debajo de las piedras. Como la idea era la de ir a bajar la cabra propuse atajar por la trialera y por las explicaciones que tuve que dar me parece que ninguno había pasado, pero se portaron, no hubo muchas quejas y llegamos a la pista bastante enteros tras lo cual hicimos el último tramo por pista hasta el inicio de la trialera.

Allí nos preparamos para afrontar el descenso en condiciones óptimas, protecciones, barbuquejos y demás parafernalia, ahora lo complicado es coger un buen sitio dentro de un grupo tan grande. La gente va saliendo escalonadamente y aún así me topo con algunos que se han parado en algún sitio comprometido obligándome a parar a mí también, después ya solo queda la losa y como las curvas con escalón incluido son mi gran especialidad me entra la duda, entonces se va formando el pelotón de dudosos mientras los demás pasan y es cuando empieza de verdad el espectáculo, asistir al canguele de los demás no tiene precio pero su ejemplo y decisión animan a los indecisos, por eso prácticamente todos lo conseguimos, y alguno en el segundo intento tras sufrir un buen revolcón. Yo me doy un aprobado porque técnicamente no llegué a tocar el suelo (para quién no lo sepa yo soy el segundo).

La sorpresa vino después cuando compruebo que giran a la derecha, así no vamos a Coanegra, ay, seguro que haremos lo que yo llamo Cocó Peguer y la mayoría, Coanegra, cuando en realidad no tiene nada que ver. Allí no hubo embozos ni apelotonamientos, solamente me topé con varios compañeros coincidiendo con algún punto conflictivo, el resto sin problemas.

Agrupamiento en el torrente y allí ya me voy quedando atrás, tengo las piernas pesadas y mi ritmo es bajo, ni siquiera con la compañía de Sito puedo forzar el paso aunque se agradece. Hay reagrupamientos cada cierto tiempo pero irremisiblemente me quedo atrás en la reanudación y así vamos pasando hasta llegar a Palma donde llego ya con la reserva puesta y agradeciendo en mis adentros que no hubiéramos hecho mi Coanegra.

Ahora toca mejorar un poco para la próxima, mucho más ambiciosa, pero eso es ya otra historia, disfrutemos mientras tanto casi a partes iguales de lo realizado como de lo venidero.