Me centré en la lista y elegí algunos nombres por la zona de Alaró, integrarlos en una ruta factible y divertida no fue difícil, lo primero que haré será acercarme a Lloseta y tirar hacia el clot d'Almadrà, un paseo para entrar en calor ya que todo es asfalto excepto un tramo inicial cuando cruzas el torrente. A partir del pequeño aparcamiento que hay junto a la barrera empieza el camino propiamente dicho, allí me crucé con el primer bikero, después me puse en marcha hacia el refugio pero sabiendo que me iba a desviar hacia Sollerich y allí, en el cruce, decidí no ir por el GR sino por la pista ancha, quería pasar por la Casa Nova, realmente no debería haberlo hecho por una cuestión de principios pero podría enumerar aquí y ahora unas cuantas razones por las que me salté las normativas, diré dos, una es que quería rememorar esa pista, ese camino, que de hecho solamente estaba prohibido si no pagabas las 300 pesetas que te cobraban por pasar y eso era una razón de peso para no acercarte muchas veces; otra es que quería la traza de ese itinerario y, ahí va la tercera de regalo, es más fácil que el sendero pero en mi descargo diré que las he puesto por orden de importancia.
De todas maneras no era esa una de las metas del día a la hora de programar la ruta, se me ocurrió después de salir, el objetivo estaba más adelante, en Sollerich, pero antes me detuve en la placeta d'en Sion a comer algo y fue cuando llegó el grupo de bikeros en pleno entrenamiento, que hubieran estado allí o en Cura hubiera sido lo mismo para ellos enfrascados como estaban en comentar los datos de las máquinas y sensores que llevaban acoplados y nos marchamos a la vez en direcciones contrarias. Bajé hasta las casas y me paré un momento allí delante intentando encontrar mi próximo reto, el camí des Barranc del que había oído referencias pero que no me molesté entre semana de refrescar y/o actualizar la información, creí que me bastaría con acercarme y si hubiera alguna duda la resolvería sobre el terreno. Viendo como había una pista clara sobre la que circular pensé que todo iba bien aunque solo hasta que llegué al final de la zona antaño cultivada y que ahora se encuentra limitada por un cercado que me impide llegar al torrente y hacia arriba la cosa no parece tener sentido, hay que escalar rocas desnudas y desde lo alto no se aprecia posibilidad alguna de continuar y debo decir que me llevé un chasco, ni por un momento pensé que podría estar en la margen equivocada, la pifié desde el principio y ni me enteré aunque el sitio es precioso y exceptuando el camino, sin prácticamente huella humana.
Me tocó volver y dirigirme hacia el siguiente reto, una bajada cerca de las casas de es Verger y mentar ese nombre en público es sinónimo de esfuerzo y sacrificio, 4 kilometritos de nada y estás arriba aunque hay que reconocer que con una pendiente más que soportable, de todas maneras en las rutas convencionales se sube hasta el pla des Pouet con lo que aún se le añade otro par más y estos ya de tierra ya que hasta el restaurante está asfaltado simplificando aún más esta subida, un caramelito para los amantes del desarrollo. He acabado mi subida en el restaurante ya que mi bajada empieza cerca y por eso me he permitido un pequeño parón para tomar algo de alimento, frugal, nada de enormes platos a deshoras en las mesas del bar, toca recordar viejos itinerarios y éste es uno de los que tienen miga de verdad, demasiada en algunos puntos, muy técnico y aéreo en otros y harto difícil en general y si no lo conoces casi con toda probabilidad no llegas abajo, esto en la parte de arriba, en el bosque, porque al llegar a los olivares también tiene su aquél, de hecho me perdí, pasé el botador y en lugar de encontrar el segundo me di de lleno con una barrera por la que no había pasado anteriormente, de nada sirvió el buscar el camino de marras, ya estaba demasiado lejos de la traza como para poder situarme correctamente y decidí continuar hacia el porxo que veía enfrente preguntándome cómo de noche cerrada había sido capaz de salir por el sitio correcto y ahora no, misterios sin resolver.
Efectivamente desde el porxo hay una pista que baja hacia el estret que me recordó un poco otro camino similar pero sin asfaltar cerca de ca na Pona, no solo por la exagerada pendiente sino por la mala salida que tiene al camino principal, ni qué decir tiene que no he vuelto más. Aquí puede que vuelva otro día y más pudiendo ver durante la bajada el sitio en perspectiva con la bajada correcta un poco más al norte.
Después de aterrizar en el pueblo doy por concluida ya la jornada de exploración por hoy y solo me queda la vuelta a casa que será toda por asfalto por aquello de ser la vía más directa y de hecho llegué clavando el horario y con buenas sensaciones, sin los objetivos cumplidos, eso sí, a medias podríamos decir, pero sin nada que objetar.
De todas maneras no era esa una de las metas del día a la hora de programar la ruta, se me ocurrió después de salir, el objetivo estaba más adelante, en Sollerich, pero antes me detuve en la placeta d'en Sion a comer algo y fue cuando llegó el grupo de bikeros en pleno entrenamiento, que hubieran estado allí o en Cura hubiera sido lo mismo para ellos enfrascados como estaban en comentar los datos de las máquinas y sensores que llevaban acoplados y nos marchamos a la vez en direcciones contrarias. Bajé hasta las casas y me paré un momento allí delante intentando encontrar mi próximo reto, el camí des Barranc del que había oído referencias pero que no me molesté entre semana de refrescar y/o actualizar la información, creí que me bastaría con acercarme y si hubiera alguna duda la resolvería sobre el terreno. Viendo como había una pista clara sobre la que circular pensé que todo iba bien aunque solo hasta que llegué al final de la zona antaño cultivada y que ahora se encuentra limitada por un cercado que me impide llegar al torrente y hacia arriba la cosa no parece tener sentido, hay que escalar rocas desnudas y desde lo alto no se aprecia posibilidad alguna de continuar y debo decir que me llevé un chasco, ni por un momento pensé que podría estar en la margen equivocada, la pifié desde el principio y ni me enteré aunque el sitio es precioso y exceptuando el camino, sin prácticamente huella humana.
Me tocó volver y dirigirme hacia el siguiente reto, una bajada cerca de las casas de es Verger y mentar ese nombre en público es sinónimo de esfuerzo y sacrificio, 4 kilometritos de nada y estás arriba aunque hay que reconocer que con una pendiente más que soportable, de todas maneras en las rutas convencionales se sube hasta el pla des Pouet con lo que aún se le añade otro par más y estos ya de tierra ya que hasta el restaurante está asfaltado simplificando aún más esta subida, un caramelito para los amantes del desarrollo. He acabado mi subida en el restaurante ya que mi bajada empieza cerca y por eso me he permitido un pequeño parón para tomar algo de alimento, frugal, nada de enormes platos a deshoras en las mesas del bar, toca recordar viejos itinerarios y éste es uno de los que tienen miga de verdad, demasiada en algunos puntos, muy técnico y aéreo en otros y harto difícil en general y si no lo conoces casi con toda probabilidad no llegas abajo, esto en la parte de arriba, en el bosque, porque al llegar a los olivares también tiene su aquél, de hecho me perdí, pasé el botador y en lugar de encontrar el segundo me di de lleno con una barrera por la que no había pasado anteriormente, de nada sirvió el buscar el camino de marras, ya estaba demasiado lejos de la traza como para poder situarme correctamente y decidí continuar hacia el porxo que veía enfrente preguntándome cómo de noche cerrada había sido capaz de salir por el sitio correcto y ahora no, misterios sin resolver.
Efectivamente desde el porxo hay una pista que baja hacia el estret que me recordó un poco otro camino similar pero sin asfaltar cerca de ca na Pona, no solo por la exagerada pendiente sino por la mala salida que tiene al camino principal, ni qué decir tiene que no he vuelto más. Aquí puede que vuelva otro día y más pudiendo ver durante la bajada el sitio en perspectiva con la bajada correcta un poco más al norte.
Después de aterrizar en el pueblo doy por concluida ya la jornada de exploración por hoy y solo me queda la vuelta a casa que será toda por asfalto por aquello de ser la vía más directa y de hecho llegué clavando el horario y con buenas sensaciones, sin los objetivos cumplidos, eso sí, a medias podríamos decir, pero sin nada que objetar.
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