El sábado noche, después de comprobar el nulo ambiente reinante en el correo y el foro, decidí hacer una salidita de las de antes; aquellas solitarias por Na Burguesa en las que no hay que poner despertador (de todas formas te despiertas a la misma hora que siempre). Solamente Potato y Perdigón habían anunciado su intención de salir el sábado y habría ido si no hubiera tenido plan con Xisco por la tarde. Bueno, miento; podría haber hecho las dos cosas, tenía tiempo; lo que pasa es que tuve que ir a hacer la compra por la mañana.
Y me hubiera gustado para acompañar y animar un poco a Perdigón con su nueva máquina. Él también tiene que acostumbrarse y eso no se consigue en dos salidas. Lo digo por experiencia propia. Yo también he hecho mis salidas sin la presión de tener que seguir la estela de alguno, ya sea subiendo o bajando. Son muchos los elementos nuevos a comprender. No por muchas explicaciones que recibas vas a saber reaccionar. Tienes que llegar a sentirlo; y para eso se necesitan muchas horas encima de la bicicleta. Al menos él llevaba ya automáticos antes.
Por eso salí el domingo hacia tierra conocida. Monumento de Na Burguesa y pista hacia el Coll des Pastor. No ví a ningún ciclista. Hasta ese punto no tenía claro la vuelta. Me hacía ganas llegar hasta las antenas pero al final me decidí por la trialera de Bendinat, la que empieza cerca de la barrera de arriba. No es que quisiera conmemorar nada especial, simplemente me veía con la confianza suficiente para divertirme bajando, como así fué. Creo que solamente la he hecho en un par de ocasiones y tiene algún tramo dificultoso por lo que quise volver a realizarla, aunque fuera solo.
El primer tramo ha sido removido por las lluvias de manera considerable, quedando todas las piedras al descubierto y liberadas del suelo, con lo que no puedes permitirte desconcentración. Después viene el tramo reforestado con pocas complicaciones, excepto el recto que hay en los zigzags y que recomiendo encarecidamente no tomarlo a ciegas. Es difícil que se encuentre algún obstáculo en la pendiente pero puede haberse formado una rodera y resultar muy peligroso. El tramo que le sigue tiene bastantes piedras y no te permite fallos. De lo que me acordaba bien era del tramo final aunque lo encontré un poco más fácil de lo esperado. Tiene una gran rodera pero puedes sortearla por la derecha.
No había retocado las presiones de las ruedas y, como había podido comprobar con el manómetro, eran de tres y algo atrás y dos y medio delante. También pude comprobar que tras quedarme clavado en algún sitio y reemprender la bajada el pie buscaba la cala aún cuando llevo las plataformas. La confianza de poder desclavar correctamente es mayor que la seguridad que podría reportarte el llevar el pie simplemente apoyado sobre el pedal, que se mueve ahora mucho más al poder llevar una velocidad más alta. Los márgenes que me permite la nueva máquina son mayores, aún cuando no sea específica para descenso, en cuanto a recorrido de horquilla, agarre y tracción. Antes, es decir, hace unas cuantas salidas, al llegar a algún punto complicado, fuera para subir o bajar, soltaba uno de los pies para apoyarlo con rapidez en caso necesario. Ahora procuro no hacerlo, y lo voy consiguiendo. Por eso Potato dijo que se aburrió. Lo comprendo y por eso dije que me hubiera gustado ir.
Cuando llegué a la pista opté por ir hacia la izquierda, a través de un sendero no muy marcado por la ladera. Durante un tramo se mantiene al mismo nivel que la pista que tenemos al otro lado de la vaguada. Después atravesamos una rossaguera muy alta. El que quiera cruzarla montado que lo haga con mucha confianza porque si tienes un fallo y te vas para abajo no hay nada que te pueda parar hasta el fondo. Este sendero no es excesivamente técnico pero tiene varios pasos dificultosos, pero que si se superan son agradecidos.
No sabía exactamente dónde saldría y al final desemboqué en una pista ancha con pared lateral que me dejó en una calle de Génova bastante arriba. Creo que nunca había estado por allí. Puede ser un buen final. Se puede hacer también en sentido contrario y bajar por la pista a la autopista junto al rampón del golf, porque no creo que nadie se aventure a subir por la trialera.
De vuelta me metí en los terrenos que hay entre el cuartel militar y Son Rapinya y os acordaréis de que hay una pendiente que cruza por delante del túnel que pasa por debajo de la autopista. Normalmente te tiras y subes la pendiente siguiente con la inercia. Pues cuidado con los quads. Cuando estaba arriba pasó uno que venía del túnel y no creo que se fijara si bajaba alguién. Luego me lo volví a encontrar de frente en las rampas finales y no me hizo ninguna gracia.
Y me hubiera gustado para acompañar y animar un poco a Perdigón con su nueva máquina. Él también tiene que acostumbrarse y eso no se consigue en dos salidas. Lo digo por experiencia propia. Yo también he hecho mis salidas sin la presión de tener que seguir la estela de alguno, ya sea subiendo o bajando. Son muchos los elementos nuevos a comprender. No por muchas explicaciones que recibas vas a saber reaccionar. Tienes que llegar a sentirlo; y para eso se necesitan muchas horas encima de la bicicleta. Al menos él llevaba ya automáticos antes.
Por eso salí el domingo hacia tierra conocida. Monumento de Na Burguesa y pista hacia el Coll des Pastor. No ví a ningún ciclista. Hasta ese punto no tenía claro la vuelta. Me hacía ganas llegar hasta las antenas pero al final me decidí por la trialera de Bendinat, la que empieza cerca de la barrera de arriba. No es que quisiera conmemorar nada especial, simplemente me veía con la confianza suficiente para divertirme bajando, como así fué. Creo que solamente la he hecho en un par de ocasiones y tiene algún tramo dificultoso por lo que quise volver a realizarla, aunque fuera solo.
El primer tramo ha sido removido por las lluvias de manera considerable, quedando todas las piedras al descubierto y liberadas del suelo, con lo que no puedes permitirte desconcentración. Después viene el tramo reforestado con pocas complicaciones, excepto el recto que hay en los zigzags y que recomiendo encarecidamente no tomarlo a ciegas. Es difícil que se encuentre algún obstáculo en la pendiente pero puede haberse formado una rodera y resultar muy peligroso. El tramo que le sigue tiene bastantes piedras y no te permite fallos. De lo que me acordaba bien era del tramo final aunque lo encontré un poco más fácil de lo esperado. Tiene una gran rodera pero puedes sortearla por la derecha.
No había retocado las presiones de las ruedas y, como había podido comprobar con el manómetro, eran de tres y algo atrás y dos y medio delante. También pude comprobar que tras quedarme clavado en algún sitio y reemprender la bajada el pie buscaba la cala aún cuando llevo las plataformas. La confianza de poder desclavar correctamente es mayor que la seguridad que podría reportarte el llevar el pie simplemente apoyado sobre el pedal, que se mueve ahora mucho más al poder llevar una velocidad más alta. Los márgenes que me permite la nueva máquina son mayores, aún cuando no sea específica para descenso, en cuanto a recorrido de horquilla, agarre y tracción. Antes, es decir, hace unas cuantas salidas, al llegar a algún punto complicado, fuera para subir o bajar, soltaba uno de los pies para apoyarlo con rapidez en caso necesario. Ahora procuro no hacerlo, y lo voy consiguiendo. Por eso Potato dijo que se aburrió. Lo comprendo y por eso dije que me hubiera gustado ir.
Cuando llegué a la pista opté por ir hacia la izquierda, a través de un sendero no muy marcado por la ladera. Durante un tramo se mantiene al mismo nivel que la pista que tenemos al otro lado de la vaguada. Después atravesamos una rossaguera muy alta. El que quiera cruzarla montado que lo haga con mucha confianza porque si tienes un fallo y te vas para abajo no hay nada que te pueda parar hasta el fondo. Este sendero no es excesivamente técnico pero tiene varios pasos dificultosos, pero que si se superan son agradecidos.
No sabía exactamente dónde saldría y al final desemboqué en una pista ancha con pared lateral que me dejó en una calle de Génova bastante arriba. Creo que nunca había estado por allí. Puede ser un buen final. Se puede hacer también en sentido contrario y bajar por la pista a la autopista junto al rampón del golf, porque no creo que nadie se aventure a subir por la trialera.
De vuelta me metí en los terrenos que hay entre el cuartel militar y Son Rapinya y os acordaréis de que hay una pendiente que cruza por delante del túnel que pasa por debajo de la autopista. Normalmente te tiras y subes la pendiente siguiente con la inercia. Pues cuidado con los quads. Cuando estaba arriba pasó uno que venía del túnel y no creo que se fijara si bajaba alguién. Luego me lo volví a encontrar de frente en las rampas finales y no me hizo ninguna gracia.
No hay comentarios :
Publicar un comentario