Endureando

El sábado no era probable que saliera y así sucedió. No tuvo nada que ver que hubiera ido a trabajar a Cala Rajada toda la semana, simplemente no pudo ser. Al menos se tiene la oportunidad de salir con el resto de compañeros el domingo, aunque este ha sido parco en asistencia. Había unos cuantos en la enfermería arrastrando secuelas de salidas anteriores pero confiaba que los domingueros más habituales no fallarían.

A mediados de semana me había pasado a ver a Wiro para que me mostrara los cambios que tiene y me entero de que también está de baja, convaleciente de una operación quirúrgica menor. Nada que no resuelva unos días de reposo. Pero me advierte que todos los cambios que tiene son de tiro normal y el mío es invertido. No había caido en ese detalle. Y prefiero ponerlo invertido antes que hacer experimentos. Pues nada, que le vamos a hacer.

Pero antes de partir me ofrece su bici. No, no ¿cómo voy a aceptar?. Pero va en serio y me siento complacido por ese detallazo y acepto. Hasta me llevo sus zapatos para no tener que cambiar los pedales. Me da el número de Juantrans para contactar con él ya que está fuera de la red. Seguramente saldrá con Xavi. Yo por mi parte me dedico a buscar por internet algunas tiendas donde poder comprar el cambio ya más tranquilamente. Deshecho de antemano las no españolas por aquello del idioma y no llevarme la sorpresa de recibir algo equivocado. Encuentro algunas que parece que están bien de precio; un LX a 29,90€, por ejemplo. Ayer mismo lo ví a 44€ en una tienda de Palma, sin instalar claro. También un Deore a 24€. Y el mismo que llevaba, el XT, a 41€. Todo ello además sin portes (a confirmar).

El sábado por la tarde me llama Xavi desde un número que no tengo en la agenda, lo que me extraña, y me cuenta que Juan no viene y que tampoco recibe los correos por la lista, lo que no me extraña tanto. En fin, seremos dos. Suficientes. De todas maneras pongo un correo a la lista para confirmar nuestra salida para quién quiera apuntarse.

Llego temprano a la cita y no hay nadie. Más tarde llega Pepe y después Xavi, aunque ambos con un pie en plena recuperación, por lo que se se apoya la moción de Pepe de ir a rutear en llano, “para coger fondo”, según él. Aunque fuera pertrechado de protecciones en la mochila no me parece mala idea no ir a probar la enduro en serio el primer día.

Iremos hacia Son Espanyol, el Parc Bit y ses Rotgetes en primer lugar. Dit i fet, hacia allá nos encaminamos. En una de las aceras del polígono salto el bordillo con la única consecuencia de que no puedo levantarla de delante sino que se cae directamente. La sensación es que la rueda dibuja la línea del suelo con mucho aplomo aunque eso tendrá que probarse en terrenos más exigentes. Lo que si noto es una gran suavidad en la transmisión dando la sensación de generar muy poca fricción todo el conjunto.
En ses Rotgetes comenta Pepe que existe por allí un avenc muy visitado. Efectivamente tenía razón.

Desde s'Esglaieta nos vamos hacia la carretera de Sóller y desde allí a Raixa y Raixeta. Vaya diferencia entre una y otra. Mientras la primera se ha llevado la fama y el dinero gracias a la intervención del ex ministro de Medio Ambiente Jaume Matas la segunda se cae a pedazos.

A la vuelta nos metimos por el camino viejo de Bunyola a Valldemossa, encajonado entre paredes y necesitado de una buena limpieza en algunos tramos. Pepe dijo de ir hasta Biniforani (aquí tenemos una bonita crónica histórica pero a día de hoy sí que podemos disfrutar de sus encantos, aunque a precio de potentado) a merendar aunque antes pasamos por un carreró de Bunyola buscando un putxet.Hay muchos por allí pero no encontramos el que buscábamos.

Llegamos hasta el safareig donde nos comimos las barritas. Volviendo hicimos una de las poquitas bajadas del día, si es que pueden llamarse así, donde pude comprobar el tacto y la potencia de los frenos. Y no me gustaron. No me agrada el recorrido muerto de la maneta antes de empezar a sentir el bloqueo de las zapatas. Desde luego no fué una prueba concluyente ni mucho menos; hay que meterse en otros terrenos más exigentes.

De vuelta tomamos un sendero cerca de Caubet Nou que enfila hacia el hospital Joan March y rodamos por el Camí de Passatemps desde Son Termens para acabar a la hora fijada en punto en casa.

En fin, 45 kilómetros de llaneo sin prisas para probar la bici y hacerme un poco a la postura y a los pedales, que aunque sean unos CB y tengan cuatro puntos de enganche me costaba más enclavar que con los SPD; y también necesitan más ángulo para desenganchar. En cuanto a la postura, no es que sea muy diferente; lo único que notas es que parece que vas más alto al tener el tubo superior más inclinación. Respecto a las suspensiones opinaré en otra ocasión porque no las regulé en ningún momento y las notaba bastante duras, aunque tampoco hubo ocasión de usarlas. A ver si el sábado que viene las estreno.


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