En el dique seco

La semana pasada tuve un contratiempo con una rama y partí el cambio y ésta la he pasado en Menorca por asuntos de trabajo con lo que la bici se ha quedado varada. Me enteré de la salida en uno de los pocos momentos en que me pude conectar desde la isla vecina y no me apetecía volver a realizarla con la otra bici. No me imaginaba que me iba a acomodar de esta manera a la doble. Al menos no tanto como para no volver a querer coger la otra. La había hecho completa, bien con el grupo de Palma o el Xaragall, y realmente me lo pasaba bien. Claro que no conocía las sensaciones que me esperaban al cambiar de bici y ahora me da mucha pereza volver atrás. Solamente pensar que puedo volver a tener dolor de espalda me dan escalofríos.

Ese era solamente uno de los motivos que me indicaban que no saldría el sábado. Otro era que teníamos la vuelta en barco y llegábamos a Palma a medianoche. No es que sea muy tarde pero los días que estamos en Menorca tenemos que aprovecharlos de principio a fín y llegan a hacerse muy largos. Necesitaba pues, descanso. De hecho me levanté a mediodía. Otro de los motivos era que quería ir a la excursión-concentración del domingo organizada por la plataforma Camins públics i oberts para reivindicar la apertura del Camí vell de Pollença a Lluc, cerrado en algunos tramos y desviado en otros en unas actuaciones concertadas con el Consell de Mallorca difíciles de entender si como ellos mismos dicen no se discute la titularidad pública del camino.

Al final, entre la pereza de ir solo hasta Pollença con la bici vieja y algún que otro tema familiar, me he quedado en casa sin salir a rodar. Tenía la posibilidad de unirme al grupo que salía esta mañana a rutear por la Fita del Ram, y hasta eso me ha parecido excesivo para afrontarlo con mi bici antigua. Ya ví cómo se mantiene en pie cuando se la dejé a Fernando y bajamos juntos por la Coma Gran. Tiene las gomas muy gastadas y no me ofrecen la suficiente confianza. Ahora veo que es lo mismo que me decían a mí cuando empecé a salir con el grupo y no me daba cuenta. Ahora que me he pasado al otro lado lo entiendo. De todas maneras intenté cambiarle las ruedas pero tenía que desmontar los discos de freno y tampoco disponía de la llave adecuada, o sea que lo dejé estar.

Solamente me restaba saborear las hazañas de unos y apoyar las desventuras de otros, en un día de total holgazanería.

O sea, ...que hoy no tengo nada interesante que contar.


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