Reestrenando

Una de las tareas que me propuse a finales del año pasado fue la de modificar la ruta 55, la cual tras el cierre de una finca había quedado bastante coja, de tal manera que tenía en el blog un aviso comentando la imposibilidad de realizarla tal cual estaba diseñada, y me daba rabia porque había querido planearla partiendo desde Palma buscando itinerarios poco convencionales y además cuando el paso por esa finca era el leitmotiv de la salida, así que me puse manos a la obra para intentar subsanar ese inconveniente para lo que efectué varias salidas por la zona con el fin de recabar la máxima información posible.

No voy a detallar ahora todos los pormenores de esta tarea, los cuales están detallados en crónicas anteriores, solo comentar que por fin pude quedarme satisfecho con un recorrido final a mi modo de entender, apetecible y no realizado por completo en una salida, lo cual dio pie a querer presentarlo como si de un estreno se tratara, y en un evento de este tipo se necesita público, y así se lo comenté a Sito cuando contactó conmigo entre semana, y le pareció interesante por lo que dejé en sus manos la publicidad del evento y ya me confirmaría más adelante si había más gente interesada, y al parecer la hubo porque me dijo que se habían apuntado una docena de bikeros, buen número.

Una de las modificaciones importantes de la ruta es el punto de inicio, puede ser Santa María o sa Cabaneta, tanto da, el tema es ir a tomar el camí de sa Cimentera de inicio para cruzar hacia Pòrtol y desviarse antes para entrar en el circuito de dh desde la parte más alta al que evidentemente solo pudimos dar una pasada. En la carretera ya íbamos bastante mojados aunque la temperatura nos daba un respiro, de hecho en la subida a Puntiró aún nos calentamos un poco más pero la bajada ya fue otra cosa, cogiendo una buena velocidad por el asfalto y quedando bastante tiesos. Dos kilómetros y medio de asfalto subiendo acabaron de alegrar el día.

Alguna tímida reprimenda se escuchó al llegar a ses Olleríes, inevitable pero esperada, pero ese tramo de asfalto es por ahora insalvable. No nos dejemos abatir por el frío y la decepción, empecemos lo bueno, y el primer reto a conseguir es llegar arriba sin poner pie, es la única condición, me da igual el tiempo que tarde, me conformo con hacerlo de una tirada pero la majestuosa recta de exagerada pendiente lo único que hace es ponernos a cada uno en su sitio. Tuve que parar, lo reconozco, pero diré en mi descargo que fue porque se me iba bajando la tija del sillín hasta el punto de no poder pedalear, y la siguiente vez me enganché con Mikelet tratando de esquivarlo, el tema es que es una pendiente de muy señor mío y solo es la primera de las cinco subidas que debemos afrontar.

Queda un tramito de sendero hasta el gallinero para encarar la primera bajada, sencilla en su primer tramo hasta la caseta y muy divertida en su segunda parte y más si cabe si lo que haces es puro patinaje en una pendiente sin posibilidad de parar. Estamos en el comellar des Rafal, en el asfalto, afrontando casi sin darnos cuenta la segunda subida, la que nos tiene que llevar a lo más alto aunque de hecho no llegamos, aprovechamos un claro de sol para comer algo y secarnos un poco, después fuimos a ver la torre (forestal) con la decepción por parte de algún compañero que esperaba una torre de defensa, de obra, antigua pero si lo piensas bien no ha lugar.

La siguiente bajada es parecida a la anterior pero con menos desnivel en su parte final aunque muy divertida y rápida y acaba prácticamente en la primera curva de la pista de subida. De vuelta al camino principal me comentaron algunos su intención de acabar aquí la ruta y se encaminaron hacia ses Coves y por la hora que era decidí también no realizar el bucle del puig de Santa Eugènia, el del monumento, y continuar con las dos subidas siguientes del puig de Son Seguí. La primera tiene una barrera cerrada de inicio que sorteamos fácilmente siendo la ascensión un poco más suave que la anterior, de hecho se empieza por la peor subida y se van endulzando cada vez más. El tramo de bajada alguno lo denomina dh y de hecho tiene algunos saltos y rampas y se puede hacer bastante rápido, bastante más que yo desde luego.

Sito alega que ha perdido las pastillas de freno de delante para no continuar y como además es verdad aceptamos la excusa y le enviamos directo al punto de inicio, en realidad debía esperarnos en un cruce pero no estaba el tiempo para estar mucho rato parado así que ya no lo vimos hasta el final. A nosotros nos quedaba por realizar el último repecho pero con una bajada más larga y sinuosa que te deja en medio del campo pero sin ninguna dificultad para acceder a la carretera de Santa Eugènia, asfalto por el que deberemos circular los últimos kilómetros antes de llegar al pueblo prefiriendo entrar por el camí de Passatemps, mucho más tranquilo de circulación.

La opinión de los compañeros respecto de la ruta fue muy buena, aún a pesar de los inevitables tramos de asfalto, y sé que no lo dijeron por decir ya que algunos de los asistentes ni siquiera los conocía y ningún compromiso tenían para conmigo y es que si uno adapta un poco las rutas al gusto de los participantes tiene el éxito asegurado, también jugar con la confianza de que te perdonarán algún desliz ayuda, pero en la próxima lo solucionaremos.


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