Apedaçar: Adobar qualsevol cosa rompuda.
Aunque originalmente se refiere a la reparación de ropa también puede servir para cualquier cosa que se nos ocurra, y una bici no es una excepción, y una mtb menos con sus numerosas partes móviles sujetas a desgaste permanente, y eso en el mejor de los casos ya que en muchas ocasiones pasamos directamente a la rotura, a la sustitución forzada, tal es la naturaleza agreste y salvaje de nuestra tierra. Querer exigir la máquina más de la cuenta o enfrentarla a situaciones para las que no ha sido concebida no puede llevar a nada bueno y visto en perspectiva diría que demasiado ha durado y cambiarle la horquilla supuso someterla a tensiones inesperadas en otros puntos de su geometría afectando a su estabilidad y equilibrio y eso puede ser contraproducente en términos de salud, que te la estás jugando, en otras palabras, aunque no es menos cierto que uno a todo se acostumbra y más si no son cambios bruscos aparecidos de la noche a la mañana. De ahí que nada se cambia porque sí a las primeras de cambio, se apedaçan una y otra vez hasta que es peor el remiendo que la enfermedad y se impone la razón por encima del corazón, a por ello.
A la vista está que tendré que acostumbrarme a muchos cambios a la vez, habrá que tomárselo con calma, lo primero será conseguir unos pedales y que mejor que acudir a un profesional aunque ni con las mejores herramientas ha conseguido aflojar los que llevo y ahí debo agradecer que me prestara los de su propia bici que por el momento no está usando; son de plataforma y me va a venir de perlas probarlos, dicen que van mejor que los automáticos normales, a mí desde luego me falta apoyo en cuanto saco el pie por cualquier motivo. Así pues, con la bici montada al cien por cien en cuanto a componentes me dispongo a salir el sábado y no va a ser nada del otro mundo, un poco de rodar, otro poco de subir y como hay que volver, bajar lo subido y más pedaleo, todo eso en plan tranquilo y sin estresarse. Llamo a un colega al que le puede venir bien ese tipo de plan y acepta sin demasiadas exigencias, haremos una ruta conocida y cercana, la comuna de Bunyola, pista y Coma Gran, si eso no es clásico ya me contarás.
Salimos desde Palma callejeando un poco hasta Son Cladera para pillar camino de tierra hacia Son Macià probando algunos controles de amortiguador y horquilla aunque dado que no he revisado las presiones a las que vienen ajustadas y que quizás no sean las más adecuadas no es lo que más me importa, en cambio otros temas pueden ser más interesantes, por ejemplo el desarrollo, aunque voy tranquilo ya que es una ruta perfectamente asequible para rodar en plato mediano de pe a pa por tanto es seguro que no voy a tener ningún problema en ese aspecto, otra cosa sería si hubiéramos optado por pasar por el penyal d'Honor donde ya hay unas rampas interesantes pero no fue nuestra intención ya que sabíamos de antemano que el horario se nos iba a disparar por múltiples y variadas razones.
Tras algunas paradas llegamos al área recreativa de Cas Garriguer y no hay agua en el aljibe que nos hubiera venido de fábula y donde enfrentamos a la bici a alguna situación más variada que lo acontecido hasta el momento. Lo primero que noto es que no puedo bajar la tija todo lo que yo quisiera dada la curvatura del tubo del cuadro con lo que el sillín me queda excesivamente alto para mi gusto. No pienso hacer ninguna carrera en ese descenso, ahí vamos a comprobar la fiabilidad y confiabilidad de los frenos, aspectos que van enormemente ligados por lo que repercuten en la confianza del piloto y efectivamente Juan me toma la delantera en la zona menos técnica pero lo distancio en las eses finales donde el firme se encuentra en peores condiciones y se exige más de la máquina. Lo mismo sucedió en el siguiente tramo ya fuera de los terrenos comunales cuando esas diferencias también fueron patentes y donde el aplomo de la máquina es notable.
Nos queda la vuelta y necesitamos gasolina, a mí me queda agua pero el compañero va seco así que pasamos por el súper para aprovisionarnos de líquido azucarado que tiene que durar hasta la ciudad por nuestro bien pero en la confianza que da el saber lo que te resta decidimos no volver por la vía directa y vamos volteando por el polideportivo, camí de Cantina, bosquecillo del tren hasta el apeadero, pista paralela a las vías hasta el acceso del Rafalot encontrando la barrera del campo abierta que nos permite adentrarnos en sus terrenos hasta la otra barrera del torrente cruzando ya al vecino para rodear todo el perímetro hasta la puerta de salida a la carretera, esta siempre abierta, para seguir por el sendero de los caballos hasta la rotonda aunque esta vez salimos por la barrera del rancho sin problemas. Este es un itinerario que tenía mostrado como vuelta de alguna ruta que tuve que modificar debido a los problemas de paso por el Rafalot aunque en esta ocasión tuvimos suerte y pudimos pasar de chiripa.
Como vemos se trata de una ruta de lo más normal, ni una mísera trialera ha caído pero por ser el primer día me doy más que satisfecho, demasiados parámetros a tener en cuenta y más difícil aún filtrarlos y discernir qué sensación se corresponde a cada variable aunque solo es cuestión de tiempo el averiguarlo. Esperemos disfrutarlo.
Aunque originalmente se refiere a la reparación de ropa también puede servir para cualquier cosa que se nos ocurra, y una bici no es una excepción, y una mtb menos con sus numerosas partes móviles sujetas a desgaste permanente, y eso en el mejor de los casos ya que en muchas ocasiones pasamos directamente a la rotura, a la sustitución forzada, tal es la naturaleza agreste y salvaje de nuestra tierra. Querer exigir la máquina más de la cuenta o enfrentarla a situaciones para las que no ha sido concebida no puede llevar a nada bueno y visto en perspectiva diría que demasiado ha durado y cambiarle la horquilla supuso someterla a tensiones inesperadas en otros puntos de su geometría afectando a su estabilidad y equilibrio y eso puede ser contraproducente en términos de salud, que te la estás jugando, en otras palabras, aunque no es menos cierto que uno a todo se acostumbra y más si no son cambios bruscos aparecidos de la noche a la mañana. De ahí que nada se cambia porque sí a las primeras de cambio, se apedaçan una y otra vez hasta que es peor el remiendo que la enfermedad y se impone la razón por encima del corazón, a por ello.
A la vista está que tendré que acostumbrarme a muchos cambios a la vez, habrá que tomárselo con calma, lo primero será conseguir unos pedales y que mejor que acudir a un profesional aunque ni con las mejores herramientas ha conseguido aflojar los que llevo y ahí debo agradecer que me prestara los de su propia bici que por el momento no está usando; son de plataforma y me va a venir de perlas probarlos, dicen que van mejor que los automáticos normales, a mí desde luego me falta apoyo en cuanto saco el pie por cualquier motivo. Así pues, con la bici montada al cien por cien en cuanto a componentes me dispongo a salir el sábado y no va a ser nada del otro mundo, un poco de rodar, otro poco de subir y como hay que volver, bajar lo subido y más pedaleo, todo eso en plan tranquilo y sin estresarse. Llamo a un colega al que le puede venir bien ese tipo de plan y acepta sin demasiadas exigencias, haremos una ruta conocida y cercana, la comuna de Bunyola, pista y Coma Gran, si eso no es clásico ya me contarás.
Salimos desde Palma callejeando un poco hasta Son Cladera para pillar camino de tierra hacia Son Macià probando algunos controles de amortiguador y horquilla aunque dado que no he revisado las presiones a las que vienen ajustadas y que quizás no sean las más adecuadas no es lo que más me importa, en cambio otros temas pueden ser más interesantes, por ejemplo el desarrollo, aunque voy tranquilo ya que es una ruta perfectamente asequible para rodar en plato mediano de pe a pa por tanto es seguro que no voy a tener ningún problema en ese aspecto, otra cosa sería si hubiéramos optado por pasar por el penyal d'Honor donde ya hay unas rampas interesantes pero no fue nuestra intención ya que sabíamos de antemano que el horario se nos iba a disparar por múltiples y variadas razones.
Tras algunas paradas llegamos al área recreativa de Cas Garriguer y no hay agua en el aljibe que nos hubiera venido de fábula y donde enfrentamos a la bici a alguna situación más variada que lo acontecido hasta el momento. Lo primero que noto es que no puedo bajar la tija todo lo que yo quisiera dada la curvatura del tubo del cuadro con lo que el sillín me queda excesivamente alto para mi gusto. No pienso hacer ninguna carrera en ese descenso, ahí vamos a comprobar la fiabilidad y confiabilidad de los frenos, aspectos que van enormemente ligados por lo que repercuten en la confianza del piloto y efectivamente Juan me toma la delantera en la zona menos técnica pero lo distancio en las eses finales donde el firme se encuentra en peores condiciones y se exige más de la máquina. Lo mismo sucedió en el siguiente tramo ya fuera de los terrenos comunales cuando esas diferencias también fueron patentes y donde el aplomo de la máquina es notable.
Nos queda la vuelta y necesitamos gasolina, a mí me queda agua pero el compañero va seco así que pasamos por el súper para aprovisionarnos de líquido azucarado que tiene que durar hasta la ciudad por nuestro bien pero en la confianza que da el saber lo que te resta decidimos no volver por la vía directa y vamos volteando por el polideportivo, camí de Cantina, bosquecillo del tren hasta el apeadero, pista paralela a las vías hasta el acceso del Rafalot encontrando la barrera del campo abierta que nos permite adentrarnos en sus terrenos hasta la otra barrera del torrente cruzando ya al vecino para rodear todo el perímetro hasta la puerta de salida a la carretera, esta siempre abierta, para seguir por el sendero de los caballos hasta la rotonda aunque esta vez salimos por la barrera del rancho sin problemas. Este es un itinerario que tenía mostrado como vuelta de alguna ruta que tuve que modificar debido a los problemas de paso por el Rafalot aunque en esta ocasión tuvimos suerte y pudimos pasar de chiripa.
Como vemos se trata de una ruta de lo más normal, ni una mísera trialera ha caído pero por ser el primer día me doy más que satisfecho, demasiados parámetros a tener en cuenta y más difícil aún filtrarlos y discernir qué sensación se corresponde a cada variable aunque solo es cuestión de tiempo el averiguarlo. Esperemos disfrutarlo.
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