“Vete al correo”, y no es despectivo, me lo recomendaron la semana pasada, y lo creí a pies juntillas, me pareció una excelente opción para seguir con las pruebas pero antes tenía que resolver un pequeño detalle, la tija, muy larga para lo que necesito, entonces resulta que no la puedo cortar lo que quisiera por mor de dejar el tramo mínimo demasiado corto al llevarla arriba y no poder bajarla lo que me gustaría sin que haga tope en el interior por la curvatura del tubo que la aloja, cierto es que noto que no es necesario bajarla tanto como lo hacía en la 9.3 pero unos cuantos centímetros más no sobrarían, vamos a dejarlo así por ahora y veremos que tal va.
Arranco desde casa hacia Establiments y Bunyolí para coger la otra salida asfaltada de la finca para dirigirme después a Sarrià y Son Malferit, mi meta es Esporles por lo que bajo por el camino viejo donde me doy cuenta de que no distingo nada de lo que tengo delante, literalmente, en cuanto suelto algo de frenos, la conclusión es que ahora bajo más lento que antes, más seguro, más aplomado, pero más despacio.
Tras atravesar el pueblo me dirijo al inicio de la subida del camí des Pescadors el cual voy a recorrer hasta el mismísimo puerto, quería tener guardado en mi poder el trazado completo y reeditar las sensaciones con la nueva máquina. Debo reconocer que hay un paso arriba que se me atragantó y lo pasé andando pero del resto no recordaba que tuviera que pasar por ese trago, de hecho lo vi bastante asequible, para la velocidad a la que iba, claro, e iba bajando más o menos tranquilo, sí, hasta que se torció el asunto de manera abrupta, de pronto me encontré besando el suelo, más con el codo y una rodilla que no con la cara pero en el suelo en definitiva y con la bici empeñada en pasarme por encima fruto de su propia inercia, es lo que tienen las masas, que se atraen. Toca valoración de daños y no se aprecian contusiones en la estructura, tal vez algunos roces en el manillar, otra cosa diferente es MI estructura y aquí sí se aprecian con más claridad, abrasiones en codo izquierdo con pérdida de fluido sanguíneo, afortunadamente no pasa de quemaduras superficiales. Se constata asimismo magulladura en zona del muslo derecho próxima a la rodilla aún a pesar de llevar protecciones, lesión que con el tiempo ha pasado a moretón aunque sin más consecuencias aparentes que un ligero dolor al comprimir la musculatura, por ahora se va curando con el aire que circula.
Repuesto del trance prosigo lo que queda de bajada hasta la carretera para llegar a la playa en un periquete aunque esta vez no paré en la bancada y continúo ruta. No tardo en oír voces tras de mí que me alcanzan a la altura de Son Bunyola (todo es Son Bunyola por ahí, me refiero a la vista de las casas) los primeros y al rato otros tres, son sectarios pero no me reconocen, solamente al iniciar yo la conversación se dan cuenta del lapsus y tras un rato de compañía se van separando ampliando irremisiblemente el espacio entre ambos aunque en algún momento creo oír voces en mi trasero, y efectivamente quedaban atrás un par de compañeros a los que saludé tras parar en la carretera y que tampoco me reconocieron a la primera. No estuve mucho tiempo allí, partí asfalto arriba hasta la curva del campo de fútbol para encarar la subida que me llevará hasta el camí des Correu, parte asfaltada, para continuar subiendo a pata desde el cruce con la pista nueva. Cuando llegué a lo más alto sí paré para comerme lo que me quedaba y afrontar la vuelta con algo de combustible, que no de fuerzas, de ahí que entre una cosa y otra no estuviera a la altura de mis mejores registros aunque sí noté mejoría en el paso por las zonas complicadas y más en la parte escalonada donde retoqué algo el rebote y se me hizo mucho más cómodo. Tampoco batí registros en el tramo paralelo a la carretera ni siquiera en los escalones finales, me falta aún mucha más confianza en la nueva máquina para encarar con más decisión esos tramos difíciles, espero que se cumpla aquello que suele decirse de “todo llegará”, aunque puedo constatar y constato con conocimiento de causa que con ésta también hay que pedalear y que te caes igual, en esto se parece bastante a las otras, que fiasco.
Arranco desde casa hacia Establiments y Bunyolí para coger la otra salida asfaltada de la finca para dirigirme después a Sarrià y Son Malferit, mi meta es Esporles por lo que bajo por el camino viejo donde me doy cuenta de que no distingo nada de lo que tengo delante, literalmente, en cuanto suelto algo de frenos, la conclusión es que ahora bajo más lento que antes, más seguro, más aplomado, pero más despacio.
Tras atravesar el pueblo me dirijo al inicio de la subida del camí des Pescadors el cual voy a recorrer hasta el mismísimo puerto, quería tener guardado en mi poder el trazado completo y reeditar las sensaciones con la nueva máquina. Debo reconocer que hay un paso arriba que se me atragantó y lo pasé andando pero del resto no recordaba que tuviera que pasar por ese trago, de hecho lo vi bastante asequible, para la velocidad a la que iba, claro, e iba bajando más o menos tranquilo, sí, hasta que se torció el asunto de manera abrupta, de pronto me encontré besando el suelo, más con el codo y una rodilla que no con la cara pero en el suelo en definitiva y con la bici empeñada en pasarme por encima fruto de su propia inercia, es lo que tienen las masas, que se atraen. Toca valoración de daños y no se aprecian contusiones en la estructura, tal vez algunos roces en el manillar, otra cosa diferente es MI estructura y aquí sí se aprecian con más claridad, abrasiones en codo izquierdo con pérdida de fluido sanguíneo, afortunadamente no pasa de quemaduras superficiales. Se constata asimismo magulladura en zona del muslo derecho próxima a la rodilla aún a pesar de llevar protecciones, lesión que con el tiempo ha pasado a moretón aunque sin más consecuencias aparentes que un ligero dolor al comprimir la musculatura, por ahora se va curando con el aire que circula.
Repuesto del trance prosigo lo que queda de bajada hasta la carretera para llegar a la playa en un periquete aunque esta vez no paré en la bancada y continúo ruta. No tardo en oír voces tras de mí que me alcanzan a la altura de Son Bunyola (todo es Son Bunyola por ahí, me refiero a la vista de las casas) los primeros y al rato otros tres, son sectarios pero no me reconocen, solamente al iniciar yo la conversación se dan cuenta del lapsus y tras un rato de compañía se van separando ampliando irremisiblemente el espacio entre ambos aunque en algún momento creo oír voces en mi trasero, y efectivamente quedaban atrás un par de compañeros a los que saludé tras parar en la carretera y que tampoco me reconocieron a la primera. No estuve mucho tiempo allí, partí asfalto arriba hasta la curva del campo de fútbol para encarar la subida que me llevará hasta el camí des Correu, parte asfaltada, para continuar subiendo a pata desde el cruce con la pista nueva. Cuando llegué a lo más alto sí paré para comerme lo que me quedaba y afrontar la vuelta con algo de combustible, que no de fuerzas, de ahí que entre una cosa y otra no estuviera a la altura de mis mejores registros aunque sí noté mejoría en el paso por las zonas complicadas y más en la parte escalonada donde retoqué algo el rebote y se me hizo mucho más cómodo. Tampoco batí registros en el tramo paralelo a la carretera ni siquiera en los escalones finales, me falta aún mucha más confianza en la nueva máquina para encarar con más decisión esos tramos difíciles, espero que se cumpla aquello que suele decirse de “todo llegará”, aunque puedo constatar y constato con conocimiento de causa que con ésta también hay que pedalear y que te caes igual, en esto se parece bastante a las otras, que fiasco.
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