Cocons de mico

Otro sábado sin una ruta predefinida de antemano, me apetece pasearme por Bunyola sin complicarme mucho la vida, mientras vaya para allá iré decidiendo el itinerario. Se supone que no haré carretera entonces tendré que tirar por Son Macià, para ello me dirijo hacia Son Gibert y cuando estoy a punto de llegar a la calle Aragón veo cruzar por delante a varios bikeros los cuales se dan la vuelta unos metros más allá y a los que no presto mayor atención. En lugar de ir a buscar el inicio del camino desde la carretera vieja de Bunyola voy bordeando la urbanización y justo donde acaban los chalés aparecen esos tres por el paso subterráneo quedando detrás de mí y lo que hago es esperar que me cojan para interesarme por su ruta, no van a la comuna, van a Bunyola a merendar y antes quieren pasar por Cas Bergantet. Y así vamos al menos hasta la salida de la finca cuando aflojan bastante el ritmo y quedo por delante, habíamos hablado pero no concretado así que va cada cual a su ritmo y desaparecen pero teniendo en cuenta lo comentado tiro por Cas Capellers y me vuelvo a cruzar con ellos antes de llegar a la carretera. Ahora sí me invitan y acepto oficialmente por lo que reanudamos la marcha hacia nuestro objetivo como grupo bien avenido.

El que conoce mejor el terreno propone meternos por la urbanización y salir por la barrera a medio camino de la recta de subida, me parece fantástico y todos le seguimos, saltamos la pared sin complicación y nos dirigimos hacia las montañas, dentro de poco va a empezar lo bueno y aunque en el acercamiento se ven las casas a lo alto nunca me ha parecido una subida excesivamente complicada y he podido subir con un piñón de reserva, obviaremos los tiempos de cada uno para no pecar de mal gusto con gente que no conoces ni ser el objetivo, para eso ya hay carreras.

Estamos todos arriba y pasamos sin novedad por las casas, parece que tras los primeros roces la situación se ha normalizado y lo único que ha quedado es un enorme boquete de salida en la pared, a toro pasado es fácil decir que podrían haber dejado el portillo abierto y ahora no existiría ese estropicio, pero es a toro pasado, claro. Bajamos por el camino principal de acceso hasta ca na Moragues y ellos necesitan repostaje urgente por lo que los adioses son rápidos, yo no los voy a acompañar, quería subir a la Comuna desde un principio y bajo esa premisa no me parece mal ahora el intentarlo por la Coma Gran, no es un itinerario que lo repita mucho en subida pero al menos hoy no me siento desanimado para afrontarlo.

La subida hasta la barrera de entrada a la comuna solo tiene dos grandes dificultades, el paso por la zona más estrecha y por ende más empinada y con el peor piso donde al menos la goma trasera debería agarrar un poco más de lo que hace la que llevo, esto suponiendo que las piernas me pueden subir hasta arriba, que tampoco parece que sea el caso, de todas maneras son tramos puntuales y puedo hacer el resto montado. Después de entrar en la comuna ya es otra cosa, ahí es muy necesaria la fuerza bruta para afrontar el primer tramo de curvas y si lo tengo que pasar empujando tampoco pasa nada, después arranco bien y no paro hasta cruzarme con un bikero conocido que viene bajando con bastante tiento, es Tomeu otra vez, y va solo ya que aunque ha empezado acompañado el compañero ha ido a hacer otra bajada y él baja más tranquilo por aquí ya que lleva el sillín reventado.

Charlamos un rato y reanudamos ruta cada uno por su lado y me quedo un poco sorprendido de ver al poco la rampa pedregosa con la última barrera, creía que me faltaba mucho más para llegar, por eso tengo pocos remordimientos cuando me paro en las mesas a descansar y comer algo. No hay mucho tráfico a estas horas, de senderistas ni pensarlo, como tampoco de gente que va a pasar el día, tan solo algún bikero solitario que prosigue ruta por la pista. Iré por allí y aunque no me apetece mucho la idea de rodear la comuna quiero llegar al menos al inicio de la bajada de Son Pou y ver si se puede hacer o no, es la que está cerrada varios meses al año y no estoy seguro de cuándo a cuándo. Al enfilar la recta veo a gente allí, parece que se están preparando para la bajada pero me confirman que la prohibición acaba a final de mes y nadie quiere arriesgarse a una sanción (o simplemente acatan las normas como buenos ciudadanos), son un grupo muy numeroso, de Palma me dicen, pero hay gente prácticamente de toda Mallorca, tanto hombres como mujeres, y aún faltan unos cuantos por llegar, la verdad es que un poco de envidia sí que me dan, últimamente son difíciles de ver estas concentraciones de bikeros en comandita.

Cuando vuelvo atrás se están preparando para ir por el bosque encantado, creo que bajaré por la pista o en su defecto por los tramos de camí vell que pueda, y así lo hago, retrocedo hasta el cruce del penyal y desciendo por el comellar y no sé si son sensaciones mías (casi seguro) o lo encontré más pedregoso que de costumbre y desde allí empalmo con la pista y voy buscando los tramos más apropiados para entrar y salir de la carretera hasta acabar en la barrera final, y ahí se puede decir que podemos dar por finalizada la ruta propiamente dicha aunque en la vuelta me fui por el hospital y hay alguna novedad porque la zona del sendero de subida hacia el aparcamiento ha sido limpiada de maleza y está totalmente arada, de no ser por las marcas de paso no se podría decir que por ahí hay un sendero pero aún se puede utilizar, ya veremos si vuelven a levantar la rejilla y tenemos que ir a dar un rodeo.

De apeadero a apeadero fui por el bosque y luego me metí por la pista paralela a las vías hasta el camino de acceso al Rafalot, más que nada por si encontrara la barrera abierta pero no, por lo que tuve que salir a la carretera por el acceso de Son Amar y recorrer asfalto hasta Son Bibiloni donde hice la parte final por el sendero de los caballos y para no interferir de más en la circulación me desvié por el camino que lleva directo a la Indioteria y pillar ahí carril bici hasta casa.

No se podría decir que haya sido una gran ruta mtb pero solo por la subida de Cocons ya ha valido la pena y si se hubiera rematado con una bajada larga y sabrosa hubiera resultado una coca de miedo y lo mejor es que ya no hay excusa para no ir a hornearla, ya está abierta la veda.


No hay comentarios :

Publicar un comentario