Mira que lo decían “que va a llover, que hará mal tiempo, que te vas a mojar” y pese a todo no me lo pareció esa mañana de sábado, me parecían exagerados esos pronósticos y teniendo la espinita clavada desde hacía unas semanas con lo de Puigpunyent no quise esperar más y salí en cuanto estuve preparado y cada vez más convencido de que tendría todo el tiempo del mundo para llevar a buen puerto la misión.
Me acerco al punto de inicio sobre la carretera dejando de lado el tramo de la sierra al menos hasta haber completado el tramo del valle, empecemos pues con buen pie y vayamos directos a la valla, esa que podemos cruzar sin descabalgar porque ya está tirada buena parte en el suelo y podemos aprovechar también para preguntarnos si es necesaria esa circunstancia y aunque el camino se pierde a partir de ese punto no hay problema en avanzar ya que se trata de terreno despejado, evitemos entrar en la zona boscosa ya que nos será imposible no ya circular, ni siquiera movernos. No muy lejos veremos entre los árboles el muro que sostiene un camino de acceso a una propiedad de la zona con una gran barrera móvil y un vallado casi imposible de atravesar pero en cambio llegar allí nos va a deparar una muy agradable sorpresa, aparece un camino despejado de vegetación entre el bosque y aunque estuvo cortado por una rejilla aquí sí que se ha actuado con cabeza y además de cortar el alambre se ha montado con unos palos un paso a modo de puerta, si no te fijas mucho ni lo notas.
Este camino nos lleva hasta la barrera y solamente debemos cruzar el camino de acceso y continuar paralelos al torrente hasta encontrar una pared medianera con una rejilla tumbada, ahí es donde pueden aparecer problemas de paso en la actualidad pero antes de preocuparme de ese tema me doy cuenta de que el camino parece que continua ascendiendo por la ladera y claro, si te lo ponen delante de esa manera no hay quién se resista y opto por satisfacer primero mi curiosidad recién alentada. El camino se las trae, no es que sea difícil de seguir, es que es difícil de subir, la pendiente no cesa y parece que vaya a más por lo que el empujamiento no tarda en llegar. ¿dónde voy a aparecer? Ni flowers, y no es nada más ni nada menos que a una pista cementada que creo es la que viene de abajo aunque más tarde comprobaré que no es así, de todos modos decido continuar a ver que me encuentro y no paro hasta poder ver con mis propios ojos la otra vertiente de la montaña con una explanada en primer término con material de obra, también hay muy cerca varias pistas de tenis y presupongo que alguna casa en las inmediaciones aunque no llego a verla, se impone el regreso y vuelvo por donde he venido hasta la rejilla, ahora que sé lo que hay más arriba nada me impide conocer lo que tengo por delante pero, la leche, justo al intentar meter la bici me pasan dos caminando por delante, ¡y tenía que ser justamente ahora!.
Paso de preguntarles nada y me hago el despistado aunque tampoco parecen muy interesados en mi presencia. Cinco minutos más tarde siguen dando vueltas por el lugar y desisto de esperar más, vuelvo atrás para intentar salir a la carretera y entrar en la finca por el sendero que está un poco más adelante, idea equivocada, no hay paso y hasta que no topé con la rejilla ni la había visto, de verdad que en toda esa zona intentar salir del camino es tarea imposible pero también volver atrás hasta el inicio me parece desproporcionado por lo que investigo un poco al llegar a la barrera motorizada. Un primer vistazo me hace desistir de inmediato, el problema es la bici, no cabe entre las dos rejillas y además hay que buscar un paso con vado porque el torrente baja con agua, muy bonito pero moja por lo que será necesario primero comprobar si hay un cruce adecuado del curso de agua y creo encontrarlo un poco más lejos, la rejilla no debería ser un problema, está bastante firme y aguantará. Tiro unas cuantas piedras y ramas al torrente a modo de pasarela y consigo cruzar al otro lado sin mojarme en exceso y deshago la construcción una vez he pasado pero cual no será mi sorpresa cuando veo pasar a los dos tipos que había visto antes, no son de la finca, son buscadores de setas y se dirigen a la carretera. ¿Ahora qué, sigo adelante o vuelvo atrás a montar otro vado y atravesar la rejilla otra vez? Está claro, quiero tener ya el itinerario claro de una vez por todas y elijo la opción más complicada, vuelta atrás.
Pasadas ya las dificultades y una vez dentro de la finca aparecen otras, bueno, lo primero que desaparece es el propio camino, me recuerda es Cabàs, el mismo caso, así que sigo algunas marcas y llego hasta la barrera de acceso donde hay un ciclista y quiero averiguar si entra o sale, ni una cosa ni otra porque está al otro lado y la barrera está cerrada, además lleva una bici de carretera por lo que ni de coña puede venir conmigo y tras unas breves palabras nos separamos, tampoco es que quiera estar más tiempo de la cuenta a descubierto, mi meta más próxima es el pinar que veo a lo lejos y para ello debo llegar al vado del torrente y girar a la derecha para alcanzarlo y es lo que creo que hago bien pero el estar circulando por en medio del campo me hace dudar un poco, de todas maneras no tengo problema para acceder a través de un hueco de la pared tras unos vehículos abandonados.
El sendero que sigo no me suena a primera vista pero cuando llego a la carretera sé donde estoy, es el que hice el día que bajé desde Son Roca, por lo que giro 180 grados y deshago camino hasta desembocar en el principal y como tiene buena pinta también en sentido contrario me dirijo otra vez al sitio de donde provengo para averiguar donde me he equivocado, y es verdad, cuando venía por el camino de acceso de la finca he girado antes de la cuenta pero al menos ahora podré retocar la traza y darla por definitiva. Ya no voy a tener más problemas de orientación hasta el final, ya lo he recorrido unas cuantas veces pero no va a ser ésa la dificultad, empieza a chispear, si aumenta antes de llegar a la carretera será cuestión de poner pies en polvorosa y es lo que realmente sucede y por asafalto es cuando te mojas más, en pocos minutos tengo la parte delantera y trasera empapadas y los zapatos, que venían ya medio mojados del torrente, acaban por llenarse de agua y pesan el doble, la única no pega es que no hacía frío por lo que la ducha a la intemperie se aguantaba bastante bien, es más, hasta la agradecí, lo que pasa es que ya no podía seguir la ruta en esas condiciones, alargarlo mucho en el tiempo podría ser contraproducente y volví directamente por carretera aunque me pareció un poco más sensato bajar por Establimentes que por la cantera, por aquello de ir cuesta abajo, y que los coches se embalan, y que está mojado, y que se ve menos, y cosas de éstas, al final tuvo razón el hombre del tiempo.
Me acerco al punto de inicio sobre la carretera dejando de lado el tramo de la sierra al menos hasta haber completado el tramo del valle, empecemos pues con buen pie y vayamos directos a la valla, esa que podemos cruzar sin descabalgar porque ya está tirada buena parte en el suelo y podemos aprovechar también para preguntarnos si es necesaria esa circunstancia y aunque el camino se pierde a partir de ese punto no hay problema en avanzar ya que se trata de terreno despejado, evitemos entrar en la zona boscosa ya que nos será imposible no ya circular, ni siquiera movernos. No muy lejos veremos entre los árboles el muro que sostiene un camino de acceso a una propiedad de la zona con una gran barrera móvil y un vallado casi imposible de atravesar pero en cambio llegar allí nos va a deparar una muy agradable sorpresa, aparece un camino despejado de vegetación entre el bosque y aunque estuvo cortado por una rejilla aquí sí que se ha actuado con cabeza y además de cortar el alambre se ha montado con unos palos un paso a modo de puerta, si no te fijas mucho ni lo notas.
Este camino nos lleva hasta la barrera y solamente debemos cruzar el camino de acceso y continuar paralelos al torrente hasta encontrar una pared medianera con una rejilla tumbada, ahí es donde pueden aparecer problemas de paso en la actualidad pero antes de preocuparme de ese tema me doy cuenta de que el camino parece que continua ascendiendo por la ladera y claro, si te lo ponen delante de esa manera no hay quién se resista y opto por satisfacer primero mi curiosidad recién alentada. El camino se las trae, no es que sea difícil de seguir, es que es difícil de subir, la pendiente no cesa y parece que vaya a más por lo que el empujamiento no tarda en llegar. ¿dónde voy a aparecer? Ni flowers, y no es nada más ni nada menos que a una pista cementada que creo es la que viene de abajo aunque más tarde comprobaré que no es así, de todos modos decido continuar a ver que me encuentro y no paro hasta poder ver con mis propios ojos la otra vertiente de la montaña con una explanada en primer término con material de obra, también hay muy cerca varias pistas de tenis y presupongo que alguna casa en las inmediaciones aunque no llego a verla, se impone el regreso y vuelvo por donde he venido hasta la rejilla, ahora que sé lo que hay más arriba nada me impide conocer lo que tengo por delante pero, la leche, justo al intentar meter la bici me pasan dos caminando por delante, ¡y tenía que ser justamente ahora!.
Paso de preguntarles nada y me hago el despistado aunque tampoco parecen muy interesados en mi presencia. Cinco minutos más tarde siguen dando vueltas por el lugar y desisto de esperar más, vuelvo atrás para intentar salir a la carretera y entrar en la finca por el sendero que está un poco más adelante, idea equivocada, no hay paso y hasta que no topé con la rejilla ni la había visto, de verdad que en toda esa zona intentar salir del camino es tarea imposible pero también volver atrás hasta el inicio me parece desproporcionado por lo que investigo un poco al llegar a la barrera motorizada. Un primer vistazo me hace desistir de inmediato, el problema es la bici, no cabe entre las dos rejillas y además hay que buscar un paso con vado porque el torrente baja con agua, muy bonito pero moja por lo que será necesario primero comprobar si hay un cruce adecuado del curso de agua y creo encontrarlo un poco más lejos, la rejilla no debería ser un problema, está bastante firme y aguantará. Tiro unas cuantas piedras y ramas al torrente a modo de pasarela y consigo cruzar al otro lado sin mojarme en exceso y deshago la construcción una vez he pasado pero cual no será mi sorpresa cuando veo pasar a los dos tipos que había visto antes, no son de la finca, son buscadores de setas y se dirigen a la carretera. ¿Ahora qué, sigo adelante o vuelvo atrás a montar otro vado y atravesar la rejilla otra vez? Está claro, quiero tener ya el itinerario claro de una vez por todas y elijo la opción más complicada, vuelta atrás.
Pasadas ya las dificultades y una vez dentro de la finca aparecen otras, bueno, lo primero que desaparece es el propio camino, me recuerda es Cabàs, el mismo caso, así que sigo algunas marcas y llego hasta la barrera de acceso donde hay un ciclista y quiero averiguar si entra o sale, ni una cosa ni otra porque está al otro lado y la barrera está cerrada, además lleva una bici de carretera por lo que ni de coña puede venir conmigo y tras unas breves palabras nos separamos, tampoco es que quiera estar más tiempo de la cuenta a descubierto, mi meta más próxima es el pinar que veo a lo lejos y para ello debo llegar al vado del torrente y girar a la derecha para alcanzarlo y es lo que creo que hago bien pero el estar circulando por en medio del campo me hace dudar un poco, de todas maneras no tengo problema para acceder a través de un hueco de la pared tras unos vehículos abandonados.
El sendero que sigo no me suena a primera vista pero cuando llego a la carretera sé donde estoy, es el que hice el día que bajé desde Son Roca, por lo que giro 180 grados y deshago camino hasta desembocar en el principal y como tiene buena pinta también en sentido contrario me dirijo otra vez al sitio de donde provengo para averiguar donde me he equivocado, y es verdad, cuando venía por el camino de acceso de la finca he girado antes de la cuenta pero al menos ahora podré retocar la traza y darla por definitiva. Ya no voy a tener más problemas de orientación hasta el final, ya lo he recorrido unas cuantas veces pero no va a ser ésa la dificultad, empieza a chispear, si aumenta antes de llegar a la carretera será cuestión de poner pies en polvorosa y es lo que realmente sucede y por asafalto es cuando te mojas más, en pocos minutos tengo la parte delantera y trasera empapadas y los zapatos, que venían ya medio mojados del torrente, acaban por llenarse de agua y pesan el doble, la única no pega es que no hacía frío por lo que la ducha a la intemperie se aguantaba bastante bien, es más, hasta la agradecí, lo que pasa es que ya no podía seguir la ruta en esas condiciones, alargarlo mucho en el tiempo podría ser contraproducente y volví directamente por carretera aunque me pareció un poco más sensato bajar por Establimentes que por la cantera, por aquello de ir cuesta abajo, y que los coches se embalan, y que está mojado, y que se ve menos, y cosas de éstas, al final tuvo razón el hombre del tiempo.
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