Cuando uno habla de cristos siempre surge alguna duda de si debe o no debe ponerlo en mayúscula o no y para aclarar estas dudas nada mejor que el diccionario y hecha la consulta pertinente ratificamos la idea que teníamos al principio, irá en mayúscula cuando nos refiramos al personaje en concreto e irá en minúscula en los demás casos, que son bastantes ya que es un vocablo muy utilizado en el lenguaje común. Bien, pues resuelta la duda inicial podemos dar paso a lo que hemos venido a contar, relatar, poner en solfa, describir, como queramos decirlo, es decir, la ruta del sábado, para entendernos.
Y esta ruta va de cristos, de estatuas y caminos, y de bicis, claro, y vamos a juntarlo todo y a ver qué sale. Como ya estuve por allí hace poco en varias ocasiones y me llevé una de cal y una de arena había decidido ya finiquitar el tema de una vez por todas, mi intención era hacerlo dentro de lo que me parecía una ruta casi completa, es decir, empezando por Bunyolí, Sobremunt, mola y después buscar las bajadas menos concurridas hasta el pueblo, que las hay. Ese era el plan inicial y el mejor que no obstante tuve que modificar a tenor de los inconvenientes que me planteó el compañero del día y entre elegir ir solo o acompañado elegí lo segundo variando para ello la primera parte e ir directo al tema, eso implica rodar por las rampas de cemento de Son Ferrà que no es que me asusten pero tenía aún el regusto de no haberlas completado en los dos últimos pases y como venía de una semana agotadora de trabajo casi que me veía venir que tampoco las subiría, tres fracasos seguidos podría ser ya un indicio preocupante.
Empezamos por acercarnos a Establiments después de rodar por el carril adyacente de la carretera de Valldemossa, está despejado y es bueno para ir calentando al sol, además es ancho y seguro y puedes ir de cháchara sin peligro alguno. Nos desviamos en la rotonda y ya en la barriada solo hicimos cruzarla para ir a buscar la entrada de Bunyolí para volver a salir al camí de Sarrià, como no hacíamos la subida de las antenas podíamos alargar un poco la ida. Calentamiento ya más profundo de camino a Son Malferit donde parece que no pero sí que se llega a subir bastante aunque no lo suficiente para no tener que afrontar las duras rampas que tendremos a continuación.
Quiero hacer constar que me tuve que parar a regular los cambios otra vez por el tema de la dichosa tuerca que perdí, un tema que lleva coleando desde hace meses y que según me ha dicho el distribuidor ya le ha comunicado el fabricante que las van a recibir «en breve», recibir de dónde? de alguna colonia extraterrestre? porque, madre de Dios, lo que está tardando en solucionarse este asunto, haya paz empero. Con la cadena más o menos en su sitio me dispongo a afrontar lo que haga falta y debo decir para mi propia satisfacción que pude llegar arriba montado y de una pieza pero me costó lo suyo, quiero creer que la goma nueva haya tenido algo que ver, en las ocasiones anteriores llevaba una muy gastada atrás y he de reconocer que este modelo de descenso que nunca antes había utilizado me está dando muchas alegrías precisamente subiendo, será que bajando soy más malo de cada día y no me doy cuenta de lo que llevo montado, cosas.
Cansado de ver al compañero sufrir más de la cuenta en la subida nos intercambiamos las bicis e inmediatamente entiendo el porqué, con la mía sube perfectamente, se cansa pero sube, en cambio yo con la suya no puedo, la posición incómoda y el tener que pelear con la suspensión abierta no solo contra los elementos si no contra la misma bici hace que pierda la dirección y tenga que poner pie a tierra lo que me lleva a bloquear la horquilla para poder llegar arriba pero con esa sensación de tener que luchar a cada metro contra todo, eso cansa mentalmente y mucho.
No nos paramos en la ermita, hay un grupo por allí que se dispone a bajar por el comellar y esta vez no vamos a molestarles (o viceversa) y nos decidimos por una de las bajadas que nos devolverá al camino principal, hay varias y elijo la más alejada y como hacía mucho que no iba se puede observar sobre la traza un pequeño desliz, lo vi en cuanto pasé pero seguí por si acaso, Juan, como no había estado por allí, no opinó (no dejo de sorprenderme de las veces que me dice que no ha pasado por tal o cual sitio, y son muchas, imposible ya recordar las salidas conjuntas). Puestos ya en vereda buena intenté hacerlo lo mejor posible aunque no deja de tener su aliciente en curvas cerradas y cuando llegué a la pista me di cuenta de que teníamos que volver atrás, hacia arriba, en realidad para llegar directamente hay que coger la segunda bajada y llegas justo enfrente del desvío.
Ese nuevo sendero ya lo conocíamos entero pero lo que quería encontrar era el segundo que hay por la zona y Juan se acordaba más que yo donde estaba el cruce aunque nos seguía faltando el tramo que enlaza con el cristo y lo quise ver en una encletxa espectacular entre altas paredes de roca (no sé si llega a fesa o no porque es muy ancha) que no es ciclable y que no recorrí entera casi convencido de que estaba en el sitio correcto aunque luego he visto que no, pero lo cierto es que este nuevo ramal nos llevó abajo aunque por una pendiente extremadamente empinada y sin sendero marcado. Había un rotlo de sitja en medio de un camino y una pareja con críos con los cuales pude debatir sobre nuestra situación, nos recomendó continuar bajando y yo entendí que para encontrar el camino por el que solemos bajar aunque sin darme cuenta en ese momento de que ya estábamos sobre él, tuve que recorrer unos metros para verlo claro, entonces íbamos al revés, había que subir y eso a Juan ya no le hacía mucha gracia, más bien ninguna, pero le convencí de que me acompañara a pesar de que para llegar al cristo era todo pateo, vino pero el trayecto acabó de rematarlo tanto física como mentalmente y una vez en la pista se marchó para dejarme a mí solo para afrontar la otra bajada, y mira que si ya voy mal yendo acompañado y teóricamente más motivado cuando voy solo es peor así que no va a constar en los anales pero en mi descargo diré que es muy, pero que muy técnica, y eso quiere decir pateo para la mayoría de bikeros.
Una vez en el camino ancho ya es otra cosa y además estás en la parte rápida con lo que llegas al área recreativa en un momento aunque ahora está desierto, el bullicio que se respiraría estos días de clima tan propicio ha desaparecido por las normas anti-covid y solamente deambulan por allí algunos senderistas recién llegados o a punto de partir de ruta. No vale la pena parar y emprendo regreso por el mismo itinerario por el que hemos venido, Son Malferit, y una vez en Establiments poner la directa por la carretera para llegar lo antes posible, hoy ya se han cumplido con creces los objetivos (si exceptuamos lo de la bajada digna, claro) y no hay porqué alargarlo más de la cuenta, toca llegar y recapitular un poco sobre lo acontecido siempre en vistas de poder integrar esos recorridos en una hipotética ruta que no tendré clara hasta que la haga completa y no quiero que pase mucho tiempo para ello y a poder ser acompañado para tener más elementos de valoración, voto por eso.
Nota: pues con todo al cristo ni lo vi.
Y esta ruta va de cristos, de estatuas y caminos, y de bicis, claro, y vamos a juntarlo todo y a ver qué sale. Como ya estuve por allí hace poco en varias ocasiones y me llevé una de cal y una de arena había decidido ya finiquitar el tema de una vez por todas, mi intención era hacerlo dentro de lo que me parecía una ruta casi completa, es decir, empezando por Bunyolí, Sobremunt, mola y después buscar las bajadas menos concurridas hasta el pueblo, que las hay. Ese era el plan inicial y el mejor que no obstante tuve que modificar a tenor de los inconvenientes que me planteó el compañero del día y entre elegir ir solo o acompañado elegí lo segundo variando para ello la primera parte e ir directo al tema, eso implica rodar por las rampas de cemento de Son Ferrà que no es que me asusten pero tenía aún el regusto de no haberlas completado en los dos últimos pases y como venía de una semana agotadora de trabajo casi que me veía venir que tampoco las subiría, tres fracasos seguidos podría ser ya un indicio preocupante.
Empezamos por acercarnos a Establiments después de rodar por el carril adyacente de la carretera de Valldemossa, está despejado y es bueno para ir calentando al sol, además es ancho y seguro y puedes ir de cháchara sin peligro alguno. Nos desviamos en la rotonda y ya en la barriada solo hicimos cruzarla para ir a buscar la entrada de Bunyolí para volver a salir al camí de Sarrià, como no hacíamos la subida de las antenas podíamos alargar un poco la ida. Calentamiento ya más profundo de camino a Son Malferit donde parece que no pero sí que se llega a subir bastante aunque no lo suficiente para no tener que afrontar las duras rampas que tendremos a continuación.
Quiero hacer constar que me tuve que parar a regular los cambios otra vez por el tema de la dichosa tuerca que perdí, un tema que lleva coleando desde hace meses y que según me ha dicho el distribuidor ya le ha comunicado el fabricante que las van a recibir «en breve», recibir de dónde? de alguna colonia extraterrestre? porque, madre de Dios, lo que está tardando en solucionarse este asunto, haya paz empero. Con la cadena más o menos en su sitio me dispongo a afrontar lo que haga falta y debo decir para mi propia satisfacción que pude llegar arriba montado y de una pieza pero me costó lo suyo, quiero creer que la goma nueva haya tenido algo que ver, en las ocasiones anteriores llevaba una muy gastada atrás y he de reconocer que este modelo de descenso que nunca antes había utilizado me está dando muchas alegrías precisamente subiendo, será que bajando soy más malo de cada día y no me doy cuenta de lo que llevo montado, cosas.
Cansado de ver al compañero sufrir más de la cuenta en la subida nos intercambiamos las bicis e inmediatamente entiendo el porqué, con la mía sube perfectamente, se cansa pero sube, en cambio yo con la suya no puedo, la posición incómoda y el tener que pelear con la suspensión abierta no solo contra los elementos si no contra la misma bici hace que pierda la dirección y tenga que poner pie a tierra lo que me lleva a bloquear la horquilla para poder llegar arriba pero con esa sensación de tener que luchar a cada metro contra todo, eso cansa mentalmente y mucho.
No nos paramos en la ermita, hay un grupo por allí que se dispone a bajar por el comellar y esta vez no vamos a molestarles (o viceversa) y nos decidimos por una de las bajadas que nos devolverá al camino principal, hay varias y elijo la más alejada y como hacía mucho que no iba se puede observar sobre la traza un pequeño desliz, lo vi en cuanto pasé pero seguí por si acaso, Juan, como no había estado por allí, no opinó (no dejo de sorprenderme de las veces que me dice que no ha pasado por tal o cual sitio, y son muchas, imposible ya recordar las salidas conjuntas). Puestos ya en vereda buena intenté hacerlo lo mejor posible aunque no deja de tener su aliciente en curvas cerradas y cuando llegué a la pista me di cuenta de que teníamos que volver atrás, hacia arriba, en realidad para llegar directamente hay que coger la segunda bajada y llegas justo enfrente del desvío.
Ese nuevo sendero ya lo conocíamos entero pero lo que quería encontrar era el segundo que hay por la zona y Juan se acordaba más que yo donde estaba el cruce aunque nos seguía faltando el tramo que enlaza con el cristo y lo quise ver en una encletxa espectacular entre altas paredes de roca (no sé si llega a fesa o no porque es muy ancha) que no es ciclable y que no recorrí entera casi convencido de que estaba en el sitio correcto aunque luego he visto que no, pero lo cierto es que este nuevo ramal nos llevó abajo aunque por una pendiente extremadamente empinada y sin sendero marcado. Había un rotlo de sitja en medio de un camino y una pareja con críos con los cuales pude debatir sobre nuestra situación, nos recomendó continuar bajando y yo entendí que para encontrar el camino por el que solemos bajar aunque sin darme cuenta en ese momento de que ya estábamos sobre él, tuve que recorrer unos metros para verlo claro, entonces íbamos al revés, había que subir y eso a Juan ya no le hacía mucha gracia, más bien ninguna, pero le convencí de que me acompañara a pesar de que para llegar al cristo era todo pateo, vino pero el trayecto acabó de rematarlo tanto física como mentalmente y una vez en la pista se marchó para dejarme a mí solo para afrontar la otra bajada, y mira que si ya voy mal yendo acompañado y teóricamente más motivado cuando voy solo es peor así que no va a constar en los anales pero en mi descargo diré que es muy, pero que muy técnica, y eso quiere decir pateo para la mayoría de bikeros.
Una vez en el camino ancho ya es otra cosa y además estás en la parte rápida con lo que llegas al área recreativa en un momento aunque ahora está desierto, el bullicio que se respiraría estos días de clima tan propicio ha desaparecido por las normas anti-covid y solamente deambulan por allí algunos senderistas recién llegados o a punto de partir de ruta. No vale la pena parar y emprendo regreso por el mismo itinerario por el que hemos venido, Son Malferit, y una vez en Establiments poner la directa por la carretera para llegar lo antes posible, hoy ya se han cumplido con creces los objetivos (si exceptuamos lo de la bajada digna, claro) y no hay porqué alargarlo más de la cuenta, toca llegar y recapitular un poco sobre lo acontecido siempre en vistas de poder integrar esos recorridos en una hipotética ruta que no tendré clara hasta que la haga completa y no quiero que pase mucho tiempo para ello y a poder ser acompañado para tener más elementos de valoración, voto por eso.
Nota: pues con todo al cristo ni lo vi.
No hay comentarios :
Publicar un comentario